Harry Styles toma impulso en Londres ante un público entregado
El exmiembro de One Direction Harry Styles se reivindicó este lunes como solista ante un público entregado en Londres y tomó impulso para su primera gira en solitario, que pasará por Barcelona y Madrid el 30 y 31 de marzo de 2018, respectivamente.
Con una cuidada combinación de los temas más enérgicos de su nuevo álbum de nombre homónimo, como "Kiwi" y "Only Angel", y los más lentos, especialmente "Sweet Creature", Styles llevó al paroxismo a una platea repleta de adolescentes.
La devoción por la estrella británica ha llegado hasta el punto de que Styles tuvo que interrumpir su actuación en un par de ocasiones porque algunas personas situadas delante del escenario sufrieron un poco de asfixia debido al empuje de la muchedumbre.
El público se hizo partícipe del concierto desde el comienzo del concierto con la canción "Ever Since New York", cantando desde la primera letra hasta la última y siguiendo los leves movimientos de un Styles que todavía estaba soltándose.
Tras un par de cambios de guitarras y después de la segunda canción de la noche, "Two Ghosts", el artista, con ayuda de los focos, invitó al público a moverse de forma despreocupada para entonar el pegadizo estribillo "She's a good girl" de "Carolina".
Momentos después, el "exdirectioner" se dirigió al público para volver a invitarles a bailar y a hacer durante esta noche "lo que les haga felices", además de regañar al público de forma irónica por no ir mañana a su segundo concierto seguido en el teatro londinense.
El momento apoteósico de la noche llegó minutos después, cuando Styles, acompañado de los otros cuatro miembros de su banda, entonó la rockera "Only Angel", custodiado por unos focos rojos que iluminaban la platea al fuerte ritmo de los compases.
El cantante actuó en todo momento con alguna de las cuatro personas que en total aparecieron en el escenario, una de ellas en la batería, que también hacía de coro en determinadas ocasiones, y dos más con instrumentos de cuerda.
Durante el punto álgido de "Only Angel", el conocido defensor de los derechos de la comunidad LGBTI, Styles cogió una bandera arcoíris ante el entusiasmo del público, como ya hizo hace un mes durante un concierto en San Francisco, un hecho que ha generado muchas simpatías.
Después del éxtasis y con una luz tenue, Styles recobró su posado inicial y tocó "Women" y "Meet me Halfway", dos temas que le sirvieron para volver a bajar el ritmo del concierto pero sin dejar de hacer mover al público, que ya no volvió a sentarse.
Styles no escondió su pasado como miembro de One Direction y también toco dos de las canciones más exitosas de la banda, "Stockholm syndrome" y "What makes you beautiful".
Con un ambiente animado, Styles volvió al presente con un imponente directo de la canción "Kiwi" de su último disco, durante el cual se desató y empezó a bailar sin complejos por todo el escenario mientras el público se fundía a una de las canciones más marchosas del solista.
De hecho, antes incluso de haber tocado la canción bandera del cantante, "Sign of the Times", el teatro pidió al unísono la repetición de "Kiwi", con la que perdieron toda timidez y se regalaron un momento de éxtasis colectivo.
Finalmente, después de 14 canciones, el concierto culminó con el single "Sign of the Times", que, magnificada adrede por la iluminación del escenario y las luces de centenares de "smartphones", llevó al público a un delirio colectivo.
De esta manera, Styles terminaba su primer concierto de los cinco que hará en el Reino Unido durante esta semana, antes de poner rumbo a otras ciudades europeas.
Los conciertos en España, que forman parte de la segunda mitad de la gira, tendrán lugar en el Palau Sant Jordi de Barcelona y el Wizinik Center de Madrid.
En esos espectáculos, Styles contará con el apoyo de Kacey Mugraves de los artistas, en Canadá y Estados Unidos, Warpaint, en Asia, y Leon Bridges, en Sudamérica y México. EFE