Enrique, de 33 años, y Markle, de 36, celebrarán su enlace en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, la residencia de fin de semana de la soberana británica a las afueras de Londres.

La pareja, que vivirá en una casa campestre que está en los terrenos del palacio de Kensington, en Londres, se comprometió el mes pasado después de una relación de más de un año.

Hace unos días, el mismo palacio confirmó que Markle pasará el día de Navidad en la residencia rural de Sandringham, en el este de Inglaterra, junto con otros miembros la familia real.

Se espera que Markle acuda el día de Navidad a la tradicional misa en la capilla de Sandringham, ubicada en el condado de Norfolk, en el este de Inglaterra, un evento muy seguido por los lugareños, que se aproximan para ver de cerca a la familia real.

Tras el anuncio de compromiso el 27 de noviembre, Enrique participó junto con su prometida en varios compromisos oficiales celebrados en la ciudad de Nottingham, en el centro del país.

Según los medios, la familia real se hará cargo de los gastos del enlace, entre ellos los relativos al servicio religioso, la música, la decoración floral y la recepción.

Enrique y Markle se conocieron en mayo de 2016 en Canadá, cuando el hijo menor del heredero al trono británico y de la fallecida Diana de Gales promocionaba en Toronto los Juegos Invictus, en los que participan militares veteranos.

Tras la boda, la actriz, divorciada, llevará el título de Su Alteza Real y se espera que Isabel II le conceda a su nieto algún título nobiliario, que compartirá con su futura esposa. EFE