Ballet uruguayo rinde homenaje a Cervantes con su interpretación del Quijote
El Ballet Nacional de Uruguay rendirá homenaje este jueves al escritor español Miguel de Cervantes con el estreno de "El Quijote del Plata", función que mezcla las historias de este famoso hidalgo y su ayudante Sancho Panza con los últimos años de vida del coleccionista de libros uruguayo Arturo Xalambrí.
Hasta el 4 de noviembre, el Auditorio Nacional Adela Reta estará repleto de libros, ballet clásico y de los instrumentos de la Orquesta Sinfónica -dirigidos por la batuta de Diego Naser- en el marco del II Festival Internacional Cervantino de Montevideo, que rinde homenaje al novelista y dramaturgo que marcó la literatura.
"Es un Quijote que hemos inventado", detalló a Efe la coreógrafa española Blanca Li, quien explicó que para crear esta versión entremezcló la historia de Xalambrí (1888-1975) -que llegó a tener la colección más completa de Sudamérica de "Don Quijote de la Mancha"- con los capítulos más "visualmente coreografiables" de la obra maestra que Cervantes publicó en el siglo XVII.
En tanto, esta compilación de relatos lleva a la audiencia por el fanatismo de Xalambrí, el misterio que envuelve a Don Quijote cuando éste desciende a la cueva de Montesinos, el amor y los celos de las "bodas de Camacho" o la locura.
Esta última acción se ve tanto en el universo del coleccionista -que desde su lecho de muerte revive con delirios las aventuras del hidalgo español- como en el mundo de Cervantes, donde Don Quijote lucha con los molinos tras confundirlos con gigantes.
En esta ocasión, estas míticas construcciones que adornan las colinas de la Mancha son encarnadas por bailarines que, gracias a un vestuario diseñado por el uruguayo Hugo Millán, camuflan sus extremidades con aspas.
Esta noche el peso de "El Quijote del Plata" lo llevarán mediante diversos solos varios bailarines, como el español Damián Torío (Don Quijote), el brasileño Gustavo Carvalho (Sancho Panza), la uruguaya María Noel Riccetto (Dulcinea) o el brasileño Ciro Mansilla (Xalambrí).
Quien no se subirá al escenario para encarnar a este coleccionista uruguayo será el bailarín español Ciro Tamayo, pues el joven se lesionó durante un ensayo.
Li dijo que en el momento en que pasó quedaron todos en "shock", ya que "siempre es duro cambiar" de bailarín unos días antes del estreno.
Asimismo, la también bailarina y cineasta reconoció que aunque las lesiones "siempre son un drama", son algo común, sobre todo, antes de un estreno, ya que hay más tensión, nervios y estrés.
Pese a ser una creadora vanguardista, pues Li ha coreografiado desde videoclips de Daft Punk hasta composiciones de hip-hop, para desarrollar esta obra cervantina la polifacética artista prefirió "trabajar desde la danza clásica".
No obstante, afirmó que, una vez que empezó a ensayar con el elenco, este le fue aportando a la función su "mirada" y su "visión coreográfica".
La que fue la líder del grupo musical de los ochenta "Las Xoxonees" y participó en películas como "Kika", del director español Pedro Almodóvar, también fue una de las encargadas de elegir la música del ballet.
Para esta tarea, Li -que a los 12 años integró el equipo nacional de gimnasia rítmica-, relató que eligió diversas obras que están inspiradas en España o en el Quijote, como piezas de los compositores franceses Maurice Ravel, Claude Debussy y Camille Saint-Saens o de los rusos Rimsky Korsakov y Mijaíl Glinka.
Este no es el único proyecto de la bailarina de 54 años, ya que con su compañía también está trabajando en una coreografía de música electrónica y en otra que trata sobre el "medioambiente, el cambio climático y la naturaleza".
El próximo reto de Li tiene que ver con la realidad virtual, ya que está "intentando inventar un espectáculo en el que el espectador entre en un mundo virtual donde los bailarines son reales". EFE