Fuera del Aire

Fuera del Aire | El coro Upsala

Fuera del Aire | El coro Upsala

El restorán "El viejo y el mar" fue el escenario de la Megatertulia de fin de año, realizada el viernes pasado. La actuación del Coro Upsala fue uno de los momentos más memobrables de esa amena jornada.


Por Rosario Castellanos

El pasado viernes 24 de diciembre, En perspectiva realizó un programa especial, con una "Megatertulia" en la que participaron los contertulios, desde las 8.30 hasta finalizar, pasadas las 10.30 horas.

Pero además se transmitió desde el  restorán "El viejo y el mar", ubicado en la rambla y Solano García, y hasta allí llegaron varios de nuestros oyentes habituales.

Al término del programa, luego de los agradecimientos y deseos de felicidad a todos los que de una u otra forma se hicieron presentes en tan especial oportunidad, Emiliano Cotelo anunció un cierre sorpresa con música en vivo.

Efectivamente, éramos muy pocos los que sabíamos que entre los presentes se habían ido ubicando disimuladamente los integrantes del Coro Upsala, a quienes el día anterior habíamos invitado a participar con esa novedosa fórmula del "Flash mob".

Cuando nos comunicamos con el director del coro, Jorge Damseaux, éste se mostró inmediatamente dispuesto a aceptar nuestra invitación, pero debía contactarse con el resto de los integrantes para saber, en fecha tan especial, qué posibilidades tenía cada uno de ellos de participar.

Sobre las 10 de la mañana comenzaron a llegar los primeros, sin director, sin música y sin soprano, pero dispuestos a cantar a capella villancicos, en caso de que el resto no llegara.

A las 10.20 el coro estaba completo, con director, soprano, teclado y equipo de amplificación.

En minutos estuvo todo dispuesto y, apenas Emiliano anunció la sorpresa, comenzó la música, se levantaron de sus asientos los cantantes y un vibrante Aleluya de "El Mesías" de Haendel emocionó a cada uno de los presentes y –según testimonios que nos llegaron– a los que nos escuchaban desde lugares distintos y distantes.

Debo confesarles que, aun sabiéndolo de antemano, también a mí me conmovió profundamente. Lo sentí como el broche de oro de un programa que resultó particularmente cálido para quienes en él participaron. Pero además sentí la entrega, la solidaridad de aquellos que nos homenajearon con su arte, entre los cuales –con orgullo debo decir– varios resultaron oyentes del programa.


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