La Tertulia Agropecuaria

La Tertulia Agropecuaria (13/02/2012)

La Tertulia Agropecuaria (13/02/2012)

La Tertulia Agropecuaria inició su ciclo 2012 con un nuevo formato, que la acerca a la dinámica de las tertulias habituales de todos los días. No hubo un único tema, sino que se abordaron tres aspectos de la actualidad del sector: el impuesto a la contribución de los inmuebles rurales, las prioridades del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca para este año y las perspectivas en el campo en materia de agua. La mesa estuvo integrada por Andrés Berterreche, ingeniero agrónomo forestal, presidente del Instituto Nacional de Colonización; Fernando López, secretario general de la Comisión Nacional de Fomento Rural; Joaquín Secco, ingeniero agrónomo, profesor de Economía Agraria grado 4 en la Universidad de la República, y Guillermo Villa, ingeniero agrónomo y productor agrícola y ganadero en el departamento de Flores. Como es habitual, coordinó Rosanna Dellazoppa y condujo Emiliano Cotelo.


(emitido a las 9.40 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Abrimos un nuevo ciclo de La Tertulia Agropecuaria, con Rosanna Dellazoppa y quienes nos acompañan en la mesa de hoy: por un lado Guillermo Villa, ingeniero agrónomo, productor agrícola y ganadero en el departamento de Flores, uno de los puntales de este equipo junto con el Catalán, que hoy no está; Andrés Berterreche, ingeniero Agrónomo forestal, presidente del Instituto Nacional de Colonización (INC); Joaquín Secco, ingeniero agrónomo, profesor de Economía Agraria grado 4 en la Universidad de la República, productor ganadero en el departamento de Durazno, y Fernando López, secretario general de la Comisión Nacional de Fomento Rural y productor granjero en Cuchilla de Sierra, departamento de Canelones.

Vamos a nuestro primer tema de hoy. El año pasado terminó con la promulgación de una ley que durante varios meses generó mucha polémica incluso dentro del propio gobierno: me refiero a la ley que creó el Impuesto a la Concentración de los Inmuebles Rurales (ICIR). La nueva norma obliga al propietario de más de 2.000 hectáreas de campo índice Coneat 100 o equivalente a pagar una tasa determinada según la superficie de tierra que posea. El artículo 4 establece que el propietario de un campo de hasta 5.000 hectáreas pagará por año 67 unidades indexadas (unos ocho dólares, aproximadamente); quien tenga entre 5.000 y 10.000 hectáreas deberá pagar 100 unidades indexadas por hectárea y por año (unos 12 dólares), y quien posea más de 10.000 hectáreas deberá abonar algo más de 16 dólares por hectárea y por año.

En esta primera Tertulia Agropecuaria del año el tema no podía quedar fuera de la agenda. ¿Por dónde lo encaramos? ¿Qué pregunta harías, Rosanna?

ROSANNA DELLAZOPPA:
No podía quedar fuera de la agenda porque cuando se dio la mayor discusión nosotros ya habíamos tenido la última tertulia del año. Pero además hemos recibido varios mensajes de la audiencia con este tema y algún otro que vamos a tratar en el correr del año. Entonces lo primero era conocer diferentes opiniones –y así tratamos de integrar la mesa– sobre las expectativas que tienen respecto a este nuevo impuesto.

EC - ¿Quién empieza?

RD - Larga Andrés?

ANDRÉS BERTERRECHE:
En primer lugar, una acotación: la ley incluye esa parte y también la sección 2, que tiene que ver con un aumento del pago de la renta de aquellos campos que se compraron/vendieron antes de la reforma tributaria del 2007 cuyos fondos van en su totalidad al INC, que no es un tema menor dentro de esta ley. Por varios motivos, porque es un tema de justicia, pero además porque permite financiar al Instituto, que tiene en su plan estratégico un año que de aquí al 2014 es una inflexión en la cantidad de compras de tierra.

EC - Así que el INC tiene sus propias expectativas con respecto a esta ley.

AB - Sin lugar a dudas. La ley 11029, que es la que establece el INC, en su artículo 1 define que el Instituto legalmente tiene que estar a favor de la correcta escala de la superficie de los productores, por lo tanto no solamente en lo que estamos directamente involucrados, que es en estos recursos que van a ir al Instituto; todo aquello que vaya contra la concentración de la tierra está a favor de la legislación, de la ley 11029, que es la ley que en el año 1948 creó el INC.

EC - Guillermo Villa.

GUILLERMO VILLA:
Para tirar la discusión, me gustaría mostrar mi punto de vista en seis o siete puntos. Creo que este impuesto es inoportuno, por el momento en que se da, de crisis mundial que está afectando la rentabilidad del sector, con un acuerdo de transparencia y de intercambio de información con Argentina. Estoy convencido de que va a afectar la inversión, sobre todo la argentina y extranjera, que fue el pulmón de este crecimiento.

Creo que desprestigia la imagen del país, porque hubo un cambio en las reglas de juego cuando se ha venido sosteniendo permanentemente que hay una coherencia impositiva y demás. Para resumirlo rápido: es incoherente, porque si bien, como dice Andrés, hay una parte que destina los fondos al INC, lo que nos parece razonable, el destino principal es la caminería, pero grava a los que menos usan caminería. Los que más usan y rompen, que son por ejemplo los grandes consorcios agrícolas –en la forestación uno de los dos actores está exonerado–, la lechería, que también usa mucho caminería, no están gravados, sino que están gravados campos extensivos, sobre todo en el norte, que usan muy poca caminería.

Surge sin análisis, esto no es una demanda que surja de los ministerios correspondientes, sino que es una propuesta presidencial, de la que no voy a decir que los ministerios se enteraron por la prensa, pero estuvieron cerca, y obedeció más que nada a una oportunidad política y no a una necesidad de solucionar ese tema.

Es injusto, porque lo lógico sería, si hubiera que hacerlo, que fuera por franjas, pero de 0 a 1.999 no se paga nada y el de 2.000 paga la totalidad. Lo lógico sería que el que tiene más de 2.000 en esa franja exonerara los primeros 2.000, y así fuera, como son todos los impuestos.

Estamos haciendo un impuesto que por su nombre es a la concentración de inmuebles rurales, y la sección 2 de la ley, que establece que los fondos van al INC, no tiene nada que ver con la concentración, grava el 100% del universo de los productores, y cambia totalmente las reglas de juego hasta ahora. Todavía no está definido porque falta la reglamentación, pero a todos los productores que quieran vender campos les va a subir tres, cuatro o cinco veces lo que pagaban antiguamente.

Va a ser inefectivo, estamos convencidos de que no va a lograr eliminar la concentración, y si lo logra no se va a recaudar y no va a haber arreglo de la caminería.

Y lo último, que creo que es un capítulo aparte, va a ser difícil, por no decir imposible, reglamentar esta ley.

EC - Otras opiniones. Fernando López.

FERNANDO LÓPEZ:
Para nosotros, en primer lugar, lo más importante es que esto puso sobre la mesa, en el debate, la problemática que hay en el Uruguay y en la región con el tema de la tierra y la concentración y la extranjerización. Es un tema sensible, sabemos que es un tema muy discutible.

RD - ¿Asimilás concentración y extranjerización, o son dos temas?

FL - Son dos problemáticas. La concentración a cualquier título es compleja, y si le ponemos la extranjerización arriba, es bastante peor. Y también el concepto de que cuando hablamos de concentración, no es solamente en el caso de la tierra, sino en el conjunto de las cadenas agroalimentarias. En este tema hemos estado a favor, conscientes de que esto no soluciona el conjunto de los problemas vinculados a la concentración de la tierra pero sí ha puesto el tema en el debate público; para nosotros eso es muy importante.

Compartíamos en la expresión de motivos los conceptos de atacar el tema, entendemos que debe haber otros instrumentos complementarios, que hay que legislar para enfrentar este fenómeno; compartimos los destinos de los recursos, sabemos que la afectación al sector es muy relativa, porque se habla de 60 millones de dólares aproximados de recaudación, pero también con el concepto de que la tierra no es un factor más de producción cualquiera. La propia FAO está planteando el tema y la problemática, incluso con la incursión de países comprando tierras, algo que aumenta la preocupación, en África, también en América Latina.

Sobre algunos de los puntos que planteó acá Guillermo, nos han dicho que el conjunto de los actores pagan, en principio la ley no establece la exoneración; veremos lo que pasa después, pero hasta hoy no. Creemos que hay que profundizar en estos temas. La discusión sobre las franjas es entendible, las observaciones que hemos hecho son fundamentalmente sobre la ganadería de cría, en la que podría haber alguna afectación, pero en el conjunto de los sectores no se puede desconocer que la gran parte de la tierra está en muy pocas manos, algunas del complejo forestal y otras de otros sectores vinculados a la agricultura.

EC - Joaquín Secco.

JOAQUÍN SECCO:
El primer punto que habría que discutir es por qué un impuesto más, y por qué un impuesto diferente. En el 2007 tuvimos una larga y creo que muy fructífera discusión acerca de cuál debía ser la política fiscal del país, y entre las cosas que se determinaron fue tratar de que todos los sectores pagaran igual, que el sistema impositivo se simplificara, que no hubiera impuestos atados a fines, sino que cada fin tuviera la discusión de cuál era la prioridad y la asignación del gasto, pero que no a priori se asignara un fondo, y algunas otras cosas más. Pero principalmente creo que la orientación del impuesto hace a la renta, es lo más importante de la reforma fiscal, y en este caso se aparta totalmente.

La otra cosa importante es que en estos últimos años sistemáticamente la presión fiscal ha venido subiendo por encima del producto, en general en la economía, y eso significa un cambio de manos de la remuneración de los recursos de la empresa, de los destinos, es una remuneración que va en contra de los sectores más competitivos de la economía para pasarlos al Estado. Y más allá de discutir la efectividad de la gestión del Estado, tenemos muy claras –y creo que son muy ilustrativas– las declaraciones del presidente de la República y de algunos de los principales líderes acerca de cómo se está comportando la gestión pública. Basta salir a la calle para ver la basura y ver árboles que se caen, o la discusión de la enseñanza, de la seguridad, etcétera.

Lo que sí tenemos claro es que el Estado ha estado recaudando cada vez más y no está demasiado claro cuál es la efectividad de los destinos de esos fondos, que están yendo principalmente a gravar a los sectores más competitivos de la economía. Me parece que esa discusión preliminar es muy importante para situar el tema.

RD - Para ordenar, Guillermo hizo una suerte de punteo que contiene las cosas que he recogido tratando de relevar a favor y en contra los aspectos que más se han repetido. Por ahí Andrés, retomando la vuelta, pensar en eso. Quienes lo promueven dicen que buscan equidad o justicia y del otro lado se mira como algo específicamente injusto, por ejemplo si vamos a los rubros de producción.

AB - Hay una serie de elementos tirados sobre la mesa. En primer lugar, internacionalmente se están discutiendo los efectos de la concentración de la tierra. No es un problema uruguayo, es un problema en el mundo, organismos como la FAO –a los cuales no se puede acusar, como siempre se acusa, de ideologización de las medidas– están muy preocupados, y como institución de las Naciones Unidas vinculada a la alimentación estableció el riesgo y el peligro de la concentración de la tierra en el mundo.

EC - ¿Este impuesto frena efectivamente la concentración?

RD - ¿Es frenable?

AB - Siempre es frenable, hay medidas para desestimular o directamente bloquear la concentración. La otra medida posible es directamente la prohibición de tener más de, a la cual no se quiso ir, sino que se quiso ir a un impuesto como desestímulo para bloquear la desaceleración de la concentración de la tierra. Eso es importante en nuestro país, porque está demostrado que no necesariamente las empresas más grandes son las más competitivas, y que están planteados otros efectos, no es solamente la correcta escala de producción. Hay una serie de otros elementos a ser considerados, y es importante ver qué fue lo que pasó a partir de la promulgación de la ley, porque hasta ahora son especulaciones teóricas. A mí me toca analizar todas las compraventas de más de 500 hectáreas que pasan por el mercado, porque tienen obligatoriedad de pasar por el INC, y vemos lo que está pasando.

RD - ¿Qué está pasando?

AB - Por ejemplo, una serie de empresas se están deshaciendo de campos que no estaban plantando para los fines de esas empresas –no importa cuáles–, y eso está generando primero una eficiencia en esas empresas, y segundo, una distribución al mercado de tierras que sirven más para otras cosas, que a ellos no les servían tanto y se estaban utilizando como mero efecto especulativo. En ese marco el impuesto ha afectado procesos de concentración. Eso ya no es un problema de laboratorio de una oficina en Montevideo, es lo que está pasando en la realidad.

EC - Guillermo.

GV - Yo estoy convencido de que si el objetivo de este impuesto es eliminar la concentración o bajarla, no se va a lograr. Primero, por una sencilla razón, sale de la misma ley: ¿qué pasa si yo genero un impuesto que va a bajar la concentración? Indudablemente va a tender a recaudar cero, si tengo efecto y logro que todos los productores sean de menos de 2.000 hectáreas voy a recaudar cero. Pero estoy planificando la reconstrucción de la caminería del país sobre la base de este impuesto. Entonces no solo no estoy pensando que va a ser cero, sino que estoy deseando que sea cero, porque los recursos de que estoy dotando a la caminería van a salir de este impuesto.

Segundo, creo que no va a lograr el efecto, porque tenemos que analizar quiénes son los que tienen campos de más de 2.000 hectáreas. Capaz que si hablamos del sur, son grandes grupos inversores, pero si hablamos de la realidad del país, la mayoría de los que tienen más de 2.000 hectáreas están en el norte, donde los campos tienen mucho menos potencial productivo, son campos más duros, en los cuales se precisa escala para tener rentabilidad. En todo lo que es el norte y el noreste, con menos de 2.000 hectáreas es muy difícil hacer viable un emprendimiento de cría, y ese productor, si analizamos los números de Fucrea o lo que sea, está teniendo rentabilidades de 30, 40 dólares por hectárea en el mejor de los casos, en este momento con viento a favor, y le vamos a cobrar 8 o 12 de impuestos; posiblemente a ese productor en algún momento no le den los números y tenga que vender. Me pregunto quién va a comprar eso en el Uruguay. La mayoría de los productores que estamos en el resto del país, imposible; va a terminar en manos de grandes grupos, concentrándose.

FL - Primero, tenemos que definir si todos entendemos que la concentración es un problema. Creo que ahí está la base de la discusión. Nosotros consideramos que no todos estarán de acuerdo en que la concentración es mala, muchísimos están a favor, entonces están en contra de este impuesto porque les da lo mismo una cosa que la otra. Nosotros hemos dicho que es relativo, pero también hemos dicho, como ha dicho el ministro de Economía, que hay que verlo implementado para después decir si es relativo o no.

Y lo segundo es que no tenemos que perder la perspectiva de que estamos hablando del 2,5% de las empresas, no se puede generalizar. Sabemos que en una pequeña parte de ese 2,5 puede haber una afectación, pero la gran mayoría son grandes tenedores de tierras, hablamos de patrimonios de 30, 40 millones de dólares.

RD - Ahí viene la pregunta: ¿12 a 16 dólares por hectárea le hacen mella a un patrimonio de esos?

FL - Muchos de esos grandes campos arriendan a más de 100 dólares la hectárea, a 200 o más de 200. Si un dueño de tierra que arrienda para hacer agricultura a más de 200 dólares por hectárea –que el sector lechero no puede pagar– se queda con 242 de los 250 –porque son ocho la diferencia–, que alguien me diga que esa ecuación no le sirve. Sabemos que hay algún sector muy específico –porque siempre está la excepción– que hay que revisar. Pero entendemos que lo que han aumentado los arrendamientos, lo que ha aumentado el precio de la tierra, hace que sea necesario. Y lo otro es que hay una parte que es especulación, y eso es lo que hay que atacar. Intuyo que pueden estar repensando esa inversión especulativa, porque la tierra subió mucho más que el valor del producto agropecuario.

GV - Tenemos un censo que está terminando, sería bueno esperar esa información para saber cuántos son los productores que tienen más de 2.000 hectáreas. Yo estoy convencido de que no es como dice Fernando, habrá productores que tienen campos agrícolas de más de 2.000 hectáreas pero no son la mayoría. La mayoría está en otro sector de la producción.

EC - Queda planteada la pregunta que formulaba recién Fernando en su intervención de si la concentración es considerada algo negativo o no. No sé si sobre ese punto, Joaquín, tú quieres decir algo.

JS - Sí, a priori no tengo posición ni a favor ni en contra de la concentración. Pero observo que en toda la economía está habiendo un proceso de concentración grandísimo y que todos los desarrollos tecnológicos en todas las áreas de la economía y de la sociedad favorecen la concentración, favorecen la operación en escalas grandes. Eso tendría que ser un punto de debate general. Y nuevamente, veníamos convergiendo en poner al sector agropecuario en los mismos parámetros que el resto de la economía, y ahora nos volvemos a apartar. En el resto de la economía, en todas las áreas, en los supermercados, las panaderías, las farmacias, las fábricas de refrescos, los bancos, en todo hay un proceso de concentración grandísimo, en realidad se está operando con poquísimas empresas en cada rama, y el sector agropecuario es el sector más desconcentrado que hay en la economía, hay un nivel de concentración que habría que medir para tener una medición objetiva, compararlo y poder decir por qué es alta la concentración. La concentración se mide, los expertos en medir estas cosas saben medirlas, acá no se ha medido ni se ha hecho pública la medición. Además tenemos que entender es que hoy en día, por decir algo –Guillermo lo sabe mucho mejor que nosotros–, un mosquito, una cosechadora, una sembradora, operan en entre 5.000 y 10.000 hectáreas por año, entonces tener predios de 100 hectáreas, de las cuales 30 o 40 son agrícolas, es poco operativo.

La otra cosa es que el hecho de que haya concentración tampoco quiere decir que haya una apropiación individual de riqueza cada vez más son emprendimientos de fondos y de fondos de pensión, están todos los ejemplos de las cajas de este país, fondos de pensión de otros países del mundo. Entonces la concentración no es la de antes, no es un señor que tiene mucho, no es el latifundio.

EC - Un par de preguntas para redondear la conversación sobre este tema. Andrés, que está muy identificado con el gobierno en este tema: decía recién Joaquín que hay aparentemente una contradicción o una incoherencia: se carga las tintas en la concentración que puede haber en el agro y no se hace lo propio con otros sectores de la economía. ¿Sobre ese punto?

AB - En primer lugar, estoy identificado con el gobierno y con la ley 11029, una ley del año 48 que establece que tenemos que pelear contra la concentración. Fue una ley votada por los representantes de todos los uruguayos, vigente al día de hoy. Entonces no es un asunto político sectorial, es un asunto político nacional.

En ese marco debemos decir que se hacen acciones contra la concentración y se hicieron antes que en la tierra en otros aspectos de la economía, en la parte del supermercadismo las grandes superficies también han sido reguladas, hubo sanciones para no seguir con situaciones de excesiva concentración. Entonces no es solamente en el tema de la tierra.

Pero además hay una cosa sencilla, yo puedo hacer bancos, puedo hacer fábricas de autos, puedo hacer supermercados, pero no puedo hacer tierra. La tierra es la que hay, no la puedo reproducir. Puedo aumentar su productividad, pero no la puedo reproducir. Entonces no es lo mismo, lo decía Fernando. Además en nuestra concepción la tierra es propiedad social, porque es mucho más allá de lo que puede ser el propietario puntual, pertenece a todos los uruguayos como país soberano. Por otra parte, muchas veces los procesos de excesiva concentración esconden procesos de especulación y problemas de competencia no vinculada a la productividad, porque si no, habría que explicar por qué hay empresas que tienen más de lo que necesitan para producir su integración vertical a nivel industrial.

***

EC - Vamos al segundo tema de esta mañana. El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, definió la semana pasada los objetivos estratégicos en materia de políticas públicas agropecuarias y las metas para este año 2012.

Según manifestó a la salida del Consejo de Ministros del lunes 6, su cartera priorizará este año el uso eficiente de los recursos naturales, las estrategias para la adaptación al cambio climático –que se relaciona con el manejo de seguros agrícolas y la incorporación del riego–, la finalización del proceso de trazabilidad ganadera, el control sanitario y la creación de políticas de inocuidad alimentaria. Aguerre aseguró que el Ministerio de Agronomía, Agricultura y Pesca (MGAP) trabajará para completar las etapas de la trazabilidad ganadera, que consideró permite diferenciar la producción uruguaya en el mundo.

¿Cómo han visto estas prioridades? Joaquín.

JS - Las prioridades son razonables, pero me gustaría advertir qué significa razonables, porque son razonables en el marco de las potestades que tiene el MGAP, que a lo largo de los años se ha ido vaciando, ha ido perdiendo por un lado facultades macroeconómicas frente al Ministerio de Economía, el Banco Central, el equipo económico, y por otro lado se han venido transformando en institutos una cantidad de políticas parciales, y cada instituto tiene previsto su propio presupuesto.

Los aspectos más importantes del sector agropecuario, por decir algo, la investigación, la carne, la lana, la leche, el vino, la granja, semillas –se me debe estar escapando alguno–, todo eso ha ido quedando fuera de la órbita del ministerio, con su presupuesto propio. Entonces las facultades que tiene el ministro para intervenir sobre esas políticas, que en el fondo son las políticas más importantes, quedan limitadas a coordinación. Y la coordinación a veces se puede y a veces no, y coordinar sin plata frente a alguien que coordina con plata es una limitación.

EC - Fernando.

FL - Hubo un cambio importante en esta visión, por lo menos para nosotros desde nuestro punto de vista. A partir de 2005 el gobierno definió una estrategia de articulación de las políticas públicas, y la institución agropecuaria está alineada. Y eso después se concretó en modificaciones concretas a las leyes de varios institutos. No tenemos que olvidar que los presidentes de institutos son delegados del Poder Ejecutivo –y tampoco son tantos–, entes autónomos o elegidos por votación secreta por el sector agropecuario. En algunos casos, como el INIA, tiene dos votos y un voto doble del presidente, que si quiere impulsa, y es un delegado del Poder Ejecutivo, y en el caso del vicepresidente del INIA es del MGAP.

En ese sentido quizás se haya concentrado más, para nosotros tiene más intervención el ministerio actualmente que hace unos años en cuanto a los institutos. De todas maneras, compartimos que debe reforzarse el esfuerzo de articulación de las políticas centrales, pero también es importante destacar que la participación del sector privado por medio de las organizaciones es importante y debe ser tenida en cuenta. No son oficinas ejecutoras del Poder Ejecutivo, sino ámbitos público-privados que acuerdan el plan estratégico para implementar las políticas.

EC - Del punteo del ministro, ¿cuáles opinan ustedes que son las prioridades establecidas? Recién hablábamos del área de desarrollo rural y del tema de sanidad.

FL - Ahí compartimos, nadie puede estar en contra de trabajar por la adaptación al cambio climático, en la política sanitaria. Lo que sí vemos a veces es la dificultad de aplicar en el territorio las decisiones políticas que se toman o que se anuncian. En el caso del desarrollo nos parece que se ha quedado un poco más –este es el tercer año de este gobierno– según un presupuesto quinquenal aprobado con recursos importantes para el apoyo a la producción familiar y el desarrollo rural, todavía se está empezando a ver cuándo empiezan a trabajar. Entonces podemos compartir la visión, pero ese desfasaje es parte de lo que le criticamos al Estado en su conjunto.

EC - Guillermo.

GV - En líneas generales estoy de acuerdo con las cinco, entiendo que son políticas en las que tienen que participar el Estado y también los privados, pero que sin el Estado sería imposible llevarlas al cabo. Voy por lo más sencillo, el caso de trazabilidad ganadera, control sanitario, creación de políticas de inocuidad alimentaria, comparto que se ha avanzado mucho, que se están haciendo las cosas bien. En el caso de la trazabilidad estamos a punto de estar funcionando bien de bien como debería ser, se está trabajando muy bien en esas líneas y se debe seguir en esa línea.

RD - ¿Y en el tema sanitario?

GV - En el tema sanitario hay cosas en el debe que están a punto de ser abordadas, como brucelosis, tuberculosis, un montón de cosas. Pero convengamos en que el buque insignia de esta década, que fue lo que nos mató en el 2001, ha sido la aftosa, y ahí se actuó con absoluta profesionalidad y logramos diferenciarnos del resto. Y si fuimos buenos para una cosa, debemos sentarnos y ser buenos para las demás, porque no somos buenos para unas y malos para otras, falta darles la pelota que merecen las otras cosas.

En cuanto a los otros dos temas, en la conservación de los recursos naturales es mucho mejor lo que se está haciendo que lo que había, que no había nada, pero no debe ser la función del ministerio decirnos qué podemos hacer o no, sino que debemos ser los técnicos y los empresarios los que tenemos que plantear los planes y el ministerio aprobarlos y controlarlos. Es muy estricto el hecho de que según el tipo de suelos se nos den rotaciones y demás, pero sostengo que es mucho mejor que lo que había hasta el momento.

Y en cuanto al tema del cambio climático, con las dos herramientas que puede haber, que son los seguros y el riego, en los seguros el Estado puede tener un papel importante, sobre todo combinando con empresas privadas, porque el seguro es una ecuación estadística que hacen las empresas, evalúan estadísticamente la ocurrencia de un hecho y sobre esa base te cobran. El riesgo climático indudablemente va a subir las primas. Una forma es que actúe el Estado, sobre todo participando cuando se dan situaciones de catástrofe, en las cuales el daño es grande, pero hay para trabajar.

Y en el riego me parece que hay un sesgo que pone el ministro por su conocimiento y su impronta. Capaz que contrasta con la ignorancia que tenemos mucho, pero creemos que el Estado no debe impulsar el riego, el riego lo impulsan los resultados económicos. El Estado debe dar las herramientas para que el riego sea viable. En Uruguay el riego a combustible, con el costo del combustible, es absolutamente inviable, pero no podemos hacerlo con energía eléctrica, porque el 80 o el 90% del país tiene energía monofásica, que no sostiene el riesgo. El Estado debe dar el ámbito que corresponde desde el punto de vista impositivo, energía, etcétera.

EC - Andrés Berterreche.

AB - Primero una cosa que no puedo dejar pasar: que hasta el 2010 no había nada me parece por lo menos una afirmación un poco ligera. En el 2009 se empezó a ejecutar una ley que había y no se ejecutaba.

EC - ¿A qué ley aluden?

AB - A la de preservación de suelos.

FL - Se modificó en 2007.

AB - Sí, y había un cronograma para cumplir, con una resistencia bastante fuerte de algunos sectores. Pero se había reglamentado y había un plan de trabajo al respecto. No nos podemos olvidar de las cosas.

En segundo lugar, una aclaración: el único ente autónomo vinculado al agro es el INC, todos los demás son institutos pero no son entes autónomos. Y nosotros desde el INC defendemos la autonomía del INC, pero al mismo tiempo ponemos las políticas del instituto en uno de los puntos que tal vez no fue el más definido públicamente, que es el desarrollo rural, que es el que más nos interesa, y ponemos nuestras políticas al servicio de las políticas de desarrollo rural del MGAP. Estamos trabajando juntos y se están viendo resultados juntos, está habiendo muchos resultados en el territorio con la acción que desde el año 2005 se viene desarrollando en el territorio con las organizaciones de base a nivel territorial.

En el tema de la prevención, estamos con varios campos de generación de forraje para productores pequeños, que son los que tienen menos espalda en los momentos de crisis forrajera. Tenemos la posibilidad de expropiar para hacer sistemas de riego multiprediales, ya lo hablamos con el ministerio. Estamos dispuestos siempre y cuando los beneficiarios sean del INC. Y en general ponemos toda la capacidad del Instituto al servicio de las políticas. Es más, en cuanto al famoso plan piloto que se estaba intentando desarrollar para la preservación en los campos agrícolas, nos fuimos a ofrecer, porque tenemos 360.000 hectáreas, somos el mayor concentrador del país. Después no se usó, eso fue decisión del ministerio, pero dijimos: si quieren hacer un buen plan piloto, lo hacemos en el INC.

EC - ¿Algún comentario adicional de cada uno de ustedes a propósito de las prioridades del MGAP para este año?

FL - Solamente dos cosas: que en el cambio climático el seguro es una parte de los instrumentos que un Estado debe tener. Acá lo importante es bajar la vulnerabilidad del sector agropecuario, sobre todo de los sectores más sensibles, como la cría, como los pequeños granjeros.

RD - Pero ¿cómo bajás la vulnerabilidad? En una producción a cielo abierto, ¿cómo hacés para bajar artificialmente? Eso es lo que nos critican siempre los oyentes: si es parte del negocio y parte del emprendimiento, ¿por qué solucionarle al productor y no a otros integrantes de la sociedad?

FL - Como hacen otros países con base agropecuaria que están más adelantados que nosotros.

RD - ¿Qué hacen?

FL - Crean un conjunto de instrumentos. Los seguros y los fondos de contingencia son unos, por ejemplo para enfermedades transfronterizas, gripe aviar u otras, los estragos que podría causar en un país como este la vaca loca –ojalá nunca venga–. ¿Cómo estamos preparados para esos fenómenos que a veces tienen que ver con los cambios climáticos? Cuando hablamos de cambio climático, este necesita no solo medidas para el clima, el ministerio está estudiando con el Banco Mundial un seguro de índice para el caso de la sequía por ejemplo, y otros para el caso de precios.

En los temas de trazabilidad y sanidad hay un rol del Estado y un rol de la sociedad en su conjunto. Primero el compromiso del sector agropecuario, pero este es un tema que le hace bien a la economía nacional. No siempre hay conciencia de la importancia del estatus sanitario tanto animal como vegetal, hay que reforzar el trabajo de los instrumentos del Estado, pero también los ciudadanos tenemos que hacer. Lo vemos en los pasos de frontera muchas veces, y creo que no tenemos la total dimensión de lo que incide esto.

EC - Un apunte de Joaquín y otro de Guillermo y cerramos.

JS - Con respecto al tema del cambio climático, creo que la lechería es un ejemplo de cómo sectores de la producción se han venido adaptando. La lechería no es que cultive la cantidad de forraje que necesita para producir la leche en la estación que viene, sino que siempre se plantea tener el doble de alimento en el galpón del que necesita, entonces su seguro no es del Banco de Seguros, sino que es un seguro propio de los productores. Eso le ha permitido a la lechería en este mes de enero que pasó, que fue de sequía y una sequía especialmente aguda en el sur del país, tener un 20% de aumento de la producción con respecto al mes de enero del año pasado. Hay muchos ejemplos que se basan en estrategias de los propios productores. Hay un enorme campo para avanzar ahí, no solamente el riego, no solamente el seguro, sino el manejo.

EC - Guillermo.

GV - Simplemente complementar lo que dice Joaquín: que eso es lógico en la medida en que el sector de que estemos hablando tenga rentabilidad. En la ganadería el grano es una gran reserva frente a la contingencia de problemas climáticos, pero ¿dan los números de engordes con granos? En la lechería se está dando un momento de una rentabilidad muy buena. No olvidemos que atrás de todo esto hay un negocio y que los números tienen que cerrar.

FL - Sobre todo a nivel de la producción familiar el tema de la adaptación al cambio climático es fundamental, y ahí tiene mucho que ver la organización de los productores. No solamente es un tema económico. Hemos hecho un estudio para el Banco Mundial sobre 10 medidas de adaptación, y las principales son de manejo. Pero creemos que cuanto menos rentabilidad y más vulnerable, más es necesario tomar medidas con esto.

***

EC - El último tema para esta Tertulia Agropecuaria tiene que ver con el agua, un tema que aparecía en el segmento anterior. A comienzos de este mes de febrero, las lluvias que cayeron en todo el país trajeron alivio al agro, justo cuando la Dirección Nacional de Meteorología advertía el "estado se sequía meteorológica" que se estaba instalando en cinco departamentos: Rivera, Tacuarembó, Durazno, Río Negro y Cerro Largo.

¿Qué visión tienen ustedes, que vienen de distintos puntos del país? ¿Cómo está la situación hoy en los distintos rubros, en las distintas zonas? ¿Qué impresiones tienen?

GV - La mitad del departamento de Flores, la zona este, estaba junto con Durazno, si bien no aparecemos en la prensa, estábamos igual. Si lo analizamos frente a un diagnóstico de Niña muy duro que teníamos, considero que fue un año bastante dentro de lo normal y esperado con los cambios climáticos. En Flores llovió bien en noviembre, en diciembre disminuyó, la última lluvia fue el 20 de diciembre, después nos comimos todo enero sin llover 40 días. El problema que hubo no fue la falta de lluvia, fue el exceso de evapotranspiración, porque teníamos días de 40, 40 y pico de grados, con vientos muy fuertes. Pero la implantación de los cultivos, tanto de primera como de segunda, fue buena. Ahí se hizo un mapeo de suelos, la seca hizo un mapeo de suelos, todos los suelos superficiales no aptos para agricultura se perdieron, y los suelos que tuvieron capacidad de reservar agua, esa de noviembre y diciembre, subsistieron. Y si bien la lluvia de principios de febrero no fue en la totalidad del departamento y no fue pareja, va quedando una zona muy chica al sureste del departamento en situación de crisis, pero lo demás ha mejorado mucho.

EC - Fernando, Canelones, que es el departamento que tú más conoces o las zonas cercanas...

FL - Dos cosas. Lo primero es la variabilidad de estas últimas precipitaciones. Algo característico de estos cambios de que estamos hablando, el cambio climático, es que aquí hay una sequía y a 20 kilómetros hay inundación, por ir al extremo. En la zona donde vivimos y producimos no ha llovido, sigue con una seca importante, pero para la altura del año en que estamos para algunos rubros quizás sea mejor, ya que vino seco hasta ahora que siga unos días más, como la viticultura, que ya está empezando la vendimia en algunas zonas en este momento.

RD - ¿Y para las otras frutas?

FL - Por ejemplo en el caso de algunas manzanas, como las bicolores, las gala, que se estaban cosechando ahora, quizás una lluvia de 30 milímetros ahora raje la fruta. Es muy variable. Los rubros hortícolas están un poco más complicados. A 20 kilómetros la gente está deseando que no llueva más, entonces no se puede generalizar. En la Mesa Ejecutiva de la Comisión Nacional el martes pasado, donde hay directivos de todo el país, veíamos que en las zonas del norte había llovido razonablemente, Rivera, Artigas, Tacuarembó, y allí había cambiado mucho la situación, sobre todo de pequeños criadores de basalto, pero otros directivos son del este del país, donde la situación es muy compleja, aún no había llovido y eso hace que haya una preocupación importante. Por lo tanto creemos que estas lluvias han traído un alivio en forma general, a situaciones generales preocupantes, pero esto no se ha revertido totalmente. Y la preocupación que cada vez vemos más es la evapotranspiración pico. Nunca pensamos que más de 8 milímetros días de evapotranspiración se podía pensar, hemos visto hasta 15 y 16 milímetros día, no hay riego que lo compense. ¿Hasta dónde va a llegar ese aumento? Ese es un tema que nos preocupa.

EC - Andrés, ¿de qué lugares del país es la visión que tú tienes?

AB - Nosotros tenemos campos en todo el país, desde la caña de azúcar en Bella Unión, donde el hoy se está haciendo una reunión por una situación bastante problemática, hasta todo Canelones, hasta Piriápolis donde tenemos colonias, así que se cubre. Es lo que se estaba planteando, hay diferencias según los lugares. Si tomamos todo el país, hay lugares donde ha llovido por encima de lo que se precisa y otros donde seguimos en una situación de déficit hídrico pronunciada.

Hay dos temas, primero, esto es producto del cambio climático, los eventos extremos se van produciendo con más intensidad, más allá de que tal vez estemos yendo hacia una tropicalización, hay más agua promedio a lo largo de los años en el Uruguay, sin embargo cuando se da una seca, se da muy fuerte.

El segundo punto fundamental, que nunca se analiza, es que hay una intensificación de los factores de producción. No solamente hay más seca, también hay más necesidad de agua por las cantidades que se producen. No es lo mismo producir 1.500 litros de leche por hectárea por año que producir 12.400 litros de leche. Cuando producimos 12.400 litros por hectárea por año necesitamos una cantidad de agua, una cantidad de fertilizante, una cantidad de otras cosas que también componen la ecuación de producción. En ese marco hace una serie de años que venimos posicionándonos cada vez mejor, si bien los efectos nos afectan.

RD - ¿Cómo?

AB - Por ejemplo lo que decía Joaquín, la lechería, que ha sido tal vez el sector estrella de la agropecuaria en estos años –ojo, con años netamente no rentables–que apuesta al largo plazo y se mantiene, se mantiene con éxito. Ahí hay una serie de elementos que aumentan la eficiencia de la producción con las reservas que tienen, reservas que se producen de más por las dudas de que haya un déficit. Campos de recría, bancos de forraje, todo hecho en campos del Estado, de la sociedad, del INC, para los productores, para que esas cosas sucedan. Las hacen los privados, pero en usufructo de los campos que son propiedad social. Por eso seguimos defendiendo el ICIR desde un primer momento.

RD - Joaquín.

EC - ¿Cómo está Durazno?

JS - Durazno es uno de los departamentos más afectados. En Durazno se nota muy nítidamente que es un mosaico de suelos muy diversos, y en los suelos más profundos y de mayor calidad la sequía se ha soportado un poquito mejor, y en los suelos más superficiales de las cuchillas y por donde van las carreteras en general, que son suelos muy superficiales, se ha sufrido mucho.

Todos los años las sequías son diferentes, pero tendríamos que acostumbrarnos a prevenir el riesgo de sequías en ese período entre diciembre y febrero, cuando normalmente en los últimos cinco o seis años, prácticamente todos los años menos en uno, que yo recuerde, ha habido sequías bastante agudas, con esas características de mucho calor, mucho viento, mucha evapotranspiración. Las lluvias de 20, 30 milímetros tienen un efecto durante dos o tres días y se acabó. Entonces las estrategias más correctas tendrán que ser las estrategias de manejo a nivel de los productores, los ganaderos con reservas, con granos, con cosas en el galpón.

RD - Con destetes.

JS - Con destetes, con un potrero reservado, con todas esas medidas de manejo que cada uno sabrá cuáles son. En la lechería los productores lo han hecho de una forma fantástica. En la agricultura creo que es cierto lo que dice Andrés, la intensificación de los cultivos y el costo de los cultivos es cada vez mayor; lo que hay y que es bastante bueno, son las ventas futuras y la posibilidad de calzarse con la venta. Es como un seguro, es un sustituto del seguro. Creo que hay que trabajar mucho en esa cuestión del manejo, porque se tiende a decir "hay que regar", pero el riego debe ser el último recurso, porque es muy caro, cuando hay seca no hay agua. Excepto en la granja.

FL - En todos los rubros.

JS - No, tú no podés regar en ganadería donde tenés extensiones enormes.

FL - Estratégicamente sí, como banco de forraje. Es más barato que no tener comida para los animales.

JS - Pero es más eficiente tener reservas en la primavera que tener que estar regando en el verano.

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EC - Llegamos al final.

RD - Nos gustaría tener la devolución de los oyentes, a ver cómo funcionó el nuevo formato.

EC - Les agradecemos a quienes nos acompañaron esta mañana y aceptaron el desafío de ser los conejillos de indias en esta nueva dinámica.

RD: Nos encontramos en marzo con la otra modalidad, Perspectiva Agropecuaria, dos instancias para profundizar algún tema en el espacio central de En Perspectiva.



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Transcripción: María Lila Ltaif


APOYARON ESTA TERTULIA AGROPECUARIA:

ISUSA, UDE, SCHANDY y AGROENFOQUE