Conferencia del sociólogo César Aguiar
(Ciclo "Uruguay 2030. Tiempo de Crecer" organizado por Cofac)
Sociólogo, presidente de Equipos Mori. Estudió sociología en la Universidad de la República desde 1968 a 1971. Cursó la maestría en ciencias sociales en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Buenos Aires entre 1984 y 1986. Es profesor titular de Análisis Social en el Departamento de Ciencias Sociales Aplicadas de la Universidad Católica Dámaso Antonio Larrañaga, profesor titular de Análisis Político de la Licenciatura de Ciencias Políticas de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, y consultor de empresas y organismos internacionales.
Bueno, buenos días, muchas gracias por la invitación. Yo voy a tratar de hablar un poco sobre el futuro en un sentido bastante diferente a lo que me parece es habitual cuando nos reunimos a este tipo de cosas.
Es obvio que el Uruguay tiene un futuro, es obvio que ese futuro depende en buena medida de nuestra capacidad de entender los cambios tecnológicos del mundo. Es obvio que ese futuro depende en muy buena medida de nuestra capacidad de abrirnos al mundo y jugar un papel protagónico en él.
Pero yo voy a tratar de ilustrar algunos ejemplos de una metodología que no la he desarrollado yo, sino que he participado en un proyecto que viene desarrollándose hace muchos años, que trata de identificar lo que se llama horizontes. Horizontes son resultados probables. Si no debemos introducir cambios en las tendencias que vienen de atrás y opciones son aquellas opciones que dado un horizonte, podemos tomar para intentar corregirlas.
Voy a elegir algunos horizontes y algunas opciones que se caracterizan en general porque, primero que nada, son altamente dependientes del sistema de valores. No dependen de las políticas públicas y de estado, aunque por supuesto son afectadas por ellas. Sería ingenuo pensar que dependen de quién gobierne o de lo que se proponga el gobierno de turno. Dependen en una mayor medida de opciones de valores, que por supuesto afectarán las políticas públicas siempre y cuando sean valores asumidos en el conjunto de la sociedad y no solamente por los gobiernos.
El programa que voy a presentar es un programa de Mori. Mori es una firma inglesa con la cual nosotros estamos asociados hace muchos años, que tiene un programa que se llama Mori Futures en el cual trata de identificar tendencias de cambio de la sociedad inglesa, en el caso de ellos. Tendencias de cambio de la sociedad inglesa enfrentadas al cambio global. Sobre cada una de estas tendencias colecciona información que normalmente una empresa de investigaciones tiene mucha facilidad para juntar. Colecciona información y trata de ver las implicancias que tiene para los diversos actores, sociedades locales, gobierno, gobierno local, empresas, ONG, etc. con las cuales Mori trabaja.
En general lo interesante es que el programa está orientado a lo que ellos llaman "el entorno extra económico". Se supone que hay muchos pronósticos económicos, que el mundo está gobernado para bien y para mal por una perspectiva centralizada en las políticas económicas, y que hay otras cosas que son extra económicas. Ahora voy a poner algunos ejemplos que afectan decisivamente nuestras vidas y de cuya comprensión y cuya orientación depende la calidad de la vida futura.
El programa es asentado en el entorno extra económico y en tratar de establecer horizontes y buscar opciones, que no son fundamentalmente económicas y que no dependen fundamentalmente de la economía ni tampoco de la política, y operan a mediano y largo plazo. Para Mori el mediano y largo plazo estamos hablando de 15- 30 años.
Las que tenemos que desarrollar en Uruguay son de mucho más corto plazo, 5-10 años, 5-15 años. Es muy difícil saber qué va a pasar con nosotros dentro de 30 años. En el marco de este programa donde voy a elegir 4 ó 5 tendencias, nosotros acá en Uruguay estamos trabajando sobre el entorno de 60-80. Mori tiene identificadas entre 2400 y 2600 tendencias diferentes que incluyen cosas tan diferentes como el sabor de la pasta de dientes.
No vamos a entrar en ese tipo de detalles poco relevantes y vamos a ir algunas cosas más importantes. Ejemplos sencillos de lo que es la aplicación de un programa de este tipo en entornos económicos. Por ejemplo es obvio y vamos a hablar ahora de ellos, que el comportamiento demográfico, el comportamiento de la gente en materia de su reproducción, afecta los sistemas de seguridad social.
Si los uruguayos estamos teniendo muchos menos hijos de los que se supone que vamos a tener, y por lo tanto eso, más la migración, afecta las previsiones que tiene el sistema de seguridad social sobre el cual estamos funcionando. Eso está ocurriendo en todo el mundo. Todos los cálculos actuariales en el cual se basan los sistemas de seguridad social están mostrando algún desvío en relación a los cálculos con los cuales fueron creados, porque la gente está teniendo menos hijos, viviendo más años, emigrando más que lo que suponía que iba a ser cuando se creó el modelo. A donde quiere ir la población, a donde quiere vivir, y en dónde y en qué tipo de zonas quiere vivir, afecta los mercados inmobiliarios.
El gobierno de Montevideo hace muchísimos años que trata que la gente se vaya para el oeste dentro del departamento, y hace tantos años como esos que la gente dice no, yo me quiero ir para el este. Entonces tenemos una sobre inversión cada vez mayor de cañerías y cosas para el oeste, y que va a ser más onerosa a mediano plazo porque la gente elige vivir del lado del este. Y es casi imposible convencerlos de "mire señor que lindo porque no se va a vivir al oeste". La inmensa mayoría dirá "muy lindo para usted pero yo me voy para el lado del este", como se va la inmensa mayoría de la población.
Bueno es obvio, y Cofac esto lo sabe muy bien, que los ciclos de vida familiar afectan los productos financieros. Cuando la gente se casa, cuando decide tener hijos, cuando decide retirarse, cuando deciden comprarse una casa, si deciden que sus hijos estudien. Eso afecta los productos financieros. Los hábitos alimentarios afectan los restaurantes de servicio rápido. Hoy todos somos educados para comer con cuchillo y tenedor. Sin embargo el 70% de la gente come al menos una vez por semana con las manos. Y la proporción de gente que come con las manos, rompiendo las reglas rutinarias tradicionales de forma de alimentación con las cuales todavía educamos a nuestros hijos, es cada vez mayor y va a ser mayor en el futuro.
Las campañas electorales afectan el clima de inversión, la sensibilidad ambiental afecta los emprendimientos forestales, cosas que vemos actualmente, diariamente. Siempre me gusta decir que si hoy no tuviéramos hecha la rambla de Montevideo y tuviéramos la sensibilidad ambiental que las sociedades actuales tienen, no podríamos hacer la rambla. Por suerte la hicimos hace unos 80 años, cuando todavía no había esta sensibilidad ambiental, porque hoy sería considerada indudablemente una obra que compromete el medio ambiente. Entonces todas esas son cosas extra económicas que nos afectan decisivamente nuestra forma de vida, afecta la suerte futura de nuestras empresas, de nuestra actividad, de nuestro país, de nuestras familias, de nuestras vidas.
El programa está orientado a esto, a identificar estos entornos extra económicos. Entonces voy a mostrar algunas cuestiones de futuro que son en mi opinión muy relevantes. No son las obvias. Algunas casi diría que jamás hablamos de ellas, pero son muy relevantes y tienen que ver con estas cosas. Sobre las cosas es central poner atención en ellas porque el futuro de nuestro país depende, al menos en parte, de la capacidad de atender a estas cosas que no son ni económicas, ni tecnológicas, ni políticas y sin embargo afectan la economía, la tecnología y la política, porque están ligadas con los valores de la gente.
Un ejemplo es el primero. Hablemos de población. La población uruguaya está envejeciendo aceleradamente. Esto lo sabe todo el mundo. Acaban de publicarse ayer las proyecciones de población para los próximos 25 años. Son terribles, son directamente terribles. En poco tiempo alcanzamos lo que llamamos fecundidad de reposición, es decir, no tenemos ni siquiera los hijos necesarios para reponer el stock de población que tenemos. Y esas son proyecciones oficiales. Las proyecciones oficiales siempre son benévolas.
Se imaginan por ejemplo que vamos a controlar la migración. No la vamos a controlar, migración va a seguir habiendo. La hubo en los últimos 120 años. No hay ninguna razón para pensar que pare en los que viene. De forma tal que este país va a seguir siendo un horizonte, no una opción. Va a ser un país progresivamente envejecido, lo cual va a afectar la calidad de vida, la capacidad de invertir en educación, la capacidad de retener gente joven, el tono de las decisiones políticas. Es decir, va a afectar todo sin duda alguna.
¿Qué opciones tenemos? Una opción relevante es cuantos hijos vamos a tener. Es muy relevante. Hemos decidido hace muchos años tener pocos. Está bien, es una opción que tiene en Uruguay más de 150 años. Es una opción generalizada en todos los países ganaderos. Vamos a tener pocos hijos porque en los países ganaderos el hijo sirve de poco y la separación entre el hombre y la mujer es mucho mayor que en los países agrícolas. Así que siempre tuvimos pocos hijos. Pero además de tener pocos hijos venimos teniendo cada vez menos. Repito, estamos llegando al horizonte.
Probablemente en el año 2010 la población empiece a decrecer, aunque no hubiera migración, porque no tenemos la fecundidad de reposición, no reponemos. ¿Cuántos hijos vamos a tener? Esta es una inmensa decisión centrada en los valores sociales. Estos no se discuten jamás, ustedes no van a ver que estos temas se discutan en público o que formen parte de los programas de políticos. Sería conveniente tener más hijos, sería conveniente decirle a los uruguayos que tenemos que tener más hijos y que sino tenemos más hijos las cosas se nos van a complicar, por más que tengamos la mejor tecnología del mundo. Se nos van a complicar severamente. Hay quien puede pensar que si la economía crece y estamos al día en tecnología vamos a tener más hijos.
La evidencia empírica del mundo indica lo contrario. Indica que cuanto más al día estamos en tecnología, además de todo tenemos razones adicionales para tener menos hijos. Entonces probablemente el horizonte de envejecimiento de la población por disminución de la fecundidad, es un horizonte firme en el cual es muy difícil pensar que podemos introducir cambios, salvo que nos propongamos realmente.
Cambios en los sistemas de valores que son muy difíciles y muy fuertes para la sociedad. O de repente decimos "está bien, aceptemos esto, vamos a tener menos hijos, vamos a ser un país envejecido". Claro, no hay que deprimirse demasiado, porque el stock de población y el envejecimiento de la población no sólo depende de cuantos hijos tengamos, también depende de cuantos años queramos vivir.
Yo voy a sostener más adelante -todavía no- una cosa muy dura. Yo creo que tenemos que elegir entre salud y educación. Elegir entre salud y educación quiere decir: hoy por hoy, estamos tirando la plata en la salud y nos falta mucha plata para la educación. ¿Qué quiere decir que estamos tirando la plata en la salud? Quiere decir que bueno, que tenemos una esperanza de vida de mas o menos 76 años. El 25% del gasto en la salud, números gruesos no me tomen los números muy en serio, el 25% del gasto en salud, más o menos el 2,5% del producto se gasta en los últimos 15 días de vida. Bueno, es ridículo la verdad gastarnos por 15 días, llegamos a 76, 15 días más nos gastarnos el 2,5 del producto. La verdad nos morimos un poquito antes y todos más felices. Esta es una discusión que en un país envejecido tiene que comenzar a darse. Es una discusión relevante.
Hoy por hoy tenemos la vida cuanto más mejor. Pero cuanto más mejor no es cierto. Hoy por hoy la humanidad no está en condiciones de asegurar calidad progresiva de vida en la misma forma que extiende la cantidad de vida en los años de vida. La gente dice "la salud es una inversión". Sí es una inversión cuando es en los niños. Cuando es en una persona de 80 años no es ninguna inversión, es puramente un gasto. Si el tipo lo financia con recursos propios bárbaro, pero en los esquimales y en muchos pueblos indígenas a cierta altura ejercen los ancianos el legítimo derecho al retiro, es decir todo bárbaro, ojalá viva, pero no me banquen más. Ahora me banco yo, la naturaleza y la suerte.
Esto me parece un tema relevante, hasta qué momento estamos dispuestos a financiar colectivamente la extensión de una vida progresivamente improductiva. Me parece una opción durísima, no estoy tratando de plantear cosas agradables. Estoy tratando de plantear cosas que por lo menos, me parece, nos ayudan a pensar.
¿Qué haremos con la emigración? Felizmente después de 120 años de emigración de uruguayos, este gobierno por primera vez se dio cuenta que tiene que tener una política activa de relación con los contingentes de inmigrantes en el mundo. No es un desastre para un país que la gente emigre. Así se desarrolló España, así se desarrolló Italia, así se desarrolló Portugal, así se desarrolló Irlanda, en relaciones estrechas con los contingentes de población migratoria. Nosotros tenemos la condición de que la población uruguaya emigra en forma regular desde 1895. Por supuesto que ha habido picos en algunas décadas, pero siempre emigró y nunca tuvimos políticas activas de relacionamiento con la emigración.
Hoy por hoy la gente va a seguir emigrando, por más que el gobierno sea muy exitoso. El gobierno va a ser exitoso probablemente en la parte económica, pero va a seguir emigrando. Ya los datos se publicaron hace poco. En el primer semestre de este año emigraron aproximadamente 20.000 personas, de forma tal que la emigración sigue. ¿Por qué sigue? Bueno, porque las colonias uruguayas en el exterior son muy exitosas, y entonces como son muy exitosas operan disminuyendo el costo y el riesgo de la inmigración. Envían información, consiguen trabajo, dan alojamiento, dan respaldo afectivo, te pueden mandar pasajes, te aseguran conseguir papeles. Es mucho más fácil emigrar hoy que cuando el primer uruguayo se fue para Australia. Cuando el primer uruguayo fue para Australia era como Colón. En cambio hoy por hoy, emigrar para cualquier uruguayo es una cosa muy sencilla. Va a seguir emigrando. Y además la población va a seguir emigrando porque se está reestructurando el sistema urbano en la cuenca del plata.
Montevideo, la segunda ciudad en la cuenca del plata en 1960, hoy es la séptima. Todas las ciudades a las cuales se refería Enrique Iglesias, todas esas ciudades, crecen más aceleradamente que las ciudades uruguayas. Y eso tiene efectos en las localizaciones de las actividades económicas, culturales y sociales. Esta no es una visión pesimista, simplemente contestar qué vamos a hacer con la emigración, simplemente padecerla o vamos a tener una política activa de relacionamiento con ella y a pensar que buena parte de la suerte del país, depende de la capacidad de establecer una nación extensa con vínculos extendidos. Con capacidad afectiva de desarrollo y crecimiento. Y finalmente qué haremos con la emigración. Hay 20 millones de tipos que emigran por año y no captamos uno. 20 millones es una barbaridad.
Si nosotros hablamos con el Gerente de Marketing de Cofac y le decimos, como un hombre de marketing, cuánto te animas a captar de los 20 millones, el tipo dice el 3%, nos morimos todos. Si viene el 3% de los 20 millones desaparecemos como país, colapsamos, se hunde, no podemos absorber ni el 0,1% por año. Pero no lo absorbemos. Si usted es senegalés, va a decir "no disculpame, a Uruguay no, si voy a emigrar emigro a París que está lleno de senegaleses, tengo amigos, soy ciudadano, tengo inmensas ventajas. ¿Qué ventajas tengo para emigrar para Uruguay?"
Hoy los contingentes emigrantes son fundamentalmente de países africanos, países asiáticos, pero también hay emigrantes en Sudamérica. Vamos a tener una política abierta de traer inmigración. Bueno, con todas esas cosas corregir el horizonte. Pero este horizonte es relevante si no actuamos sobre él. Esto va a pesar sobre nuestro futuro en forma decisiva y estos temas no los discutimos en el país.
Vamos a otro diferente, totalmente distinto. Pensemos en la ciudad y el territorio. Continuará transformándose el sistema urbano con crecimiento metropolitano. Es interesante, hay un fenómeno interesante en la sociedad uruguaya. La sociedad, la gente, no el sistema político, está haciendo nacer una nueva ciudad. No nos damos cuenta porque el sistema político nos impide verla. Pero hay una ciudad que está naciendo como una conurbación, que va de Montevideo a Punta del Este. Si miramos los mapas satelitales o fotografías aéreas de los últimos 50 años, el punto es obvio. Está creciendo una ciudad, no hay duda alguna. Pero como los departamentos tienen la jurisdicción departamental, parece ser, no se ve desde el satélite. Si ustedes miran el satélite van a ver una masa de hormigón, van a ver una masa de energía, de luminosidad, van a ver otras cosas del satélite. Van a ver algo que crece y se extiende, pero los límites creados en el siglo 19 no se ven.
Está creciendo una ciudad, está cambiando el sistema urbano y nosotros seguimos atados a la ridiculez de los 19 departamentos. Una de las cosas más ridículas que uno pueda imaginarse en términos de organización política, con un costo delirante que implica desde el punto de vista de funcionamiento del sistema político territorial, ineficiencias brutales, unos inmensos bolsones de plata y corrupción que tienden a crecer y a colapsar en forma progresiva. Y que son yo creo, una de las peores cosas que le pudo pasar al gobierno es ganar tantos departamentos, la verdad. Y algunos verdaderamente clavos, en el sentido más fuerte del término.
Entonces estaremos en condiciones de corregir. El horizonte es un colapso del sistema político territorial. ¿Estaremos en condiciones de corregirlo? ¿Mantendremos la misma organización político territorial del país? Por cierto que acá obviamente el estado tiene algo que ver, pero también tiene que ver la sociedad civil, porque la sociedad, la gente, ya estamos viendo pero vamos a ver en forma progresiva, la conciencia colectiva que esta forma de organizar el sistema político nacional es totalmente ineficiente, que las ciudades tienen que tener alcaldías no intendentes.
Los intendentes transfieren fondos de la ciudad al campo, del campo a la ciudad, según le convenga por los votos. Tiene que tener alcaldías que gobiernen a la ciudad, y los grandes territorios tienen que tener otro tipo de organización diferente.
Bueno, horizonte, desequilibrio y estancamiento de nuestro sistema de organización territorial. Opciones: introducir cambios fuertes que nos lleven a una organización territorial más eficiente y un aprovechamiento mejor de los recursos que tenemos en el territorio.
Vamos a otra. Sociedad. Continuará creciendo en forma regular la tasa de actividad femenina. Sí, la tasa de actividad femenina, la proporción de mujeres en edad de trabajar que trabaja o busca trabajo, continuará creciendo en forma regular. Continuará aumentando la tasa de divorcios, la proporción de hogares mono-parentales y unipersonales también continuará aumentando. Estamos frente a una gran transformación de la estructura familiar. Nos puede gustar o no gustar, eso es una parte, pero eso es el horizonte. El horizonte es que continuará transformándose, no sólo el mercado del empleo. Esto está centrado en la parte de estructuras familiares. ¿Esto es un tema privado o de alguna forma es un tema colectivo? ¿Apostaremos a algún tipo de familia? O decimos "ah mira que interesante, están apareciendo todo tipo de organizaciones familiares, está desapareciendo la familia tradicional".
19% de la gente vive solo, el 19% de los timbres del Uruguay corresponden a gente que vive sola. El 19% es una buena cantidad, pero en capital federal en Buenos Aires, dentro del perímetro cercado por General Paz, son el 26%. Y en Manhattan son el 37% de los tipos que viven solos. ¿Es indiferente para la sociedad este fenómeno? De repente es resultado de la vida privada, no nos podemos meter en eso. ¿Que pasa con el incremento regular de las tasas de divorcio sistemáticos? Hoy por hoy, el año pasado fue el primer año que hubo más divorcios que matrimonios, sistemático.
También tienden a crecer los hogares no formales, porque para un hogar joven la certeza de poder formar un hogar tradicional es muy baja, entonces ¿para qué complicarse con papeles si no estamos muy seguros al principio de sí esto se podrá consolidar? Bueno, ¿apostaremos a algún tipo de familia? ¿Intentaremos fortalecer la familia tradicional? Hay países del mundo que dicen vamos a hacerlo. ¿Buscaremos asegurar el ordenamiento de los nuevos tipos de familia? ¿O consideraremos que esto es un ámbito puramente privado en que la sociedad no debe intervenir?
Horizonte, desintegración del sistema familiar tradicional. Opciones, hay opciones varias para tomar, pero acá se juega también el futuro. Y son opciones relevantes para la calidad de vida del futuro, que no tienen que ver con la economía, con la tecnología, con la política como cuestión principal. Están muy arraigadas a nivel del sistema de valores. No estoy diciendo que es lo que hay que hacer. Estoy simplemente tratando de mostrar el diseño de la sociedad futura. También implica consideraciones en el orden de los valores que no van directamente a nivel de la economía o de la política.
Educación y Salud, este me parece un tema relevante. La verdad que continuará aumentando aceleradamente la demanda de educación formal-informal. Vieron que eso crece en el mundo. El 96% de los hogares montevideanos quieren que sus hijos sean profesionales universitarios. Uno dice que maravilla, pero por otra parte qué desastre. Si el 96% fueran profesionales universitarios habría que seguir estudiando y buscando otras estrategias de diferenciación, porque todo el mundo tendría un nivel de capacitación similar. Por eso la gente dice yo estudio algo, después hago un post grado, después una maestría, después un doctorado, después todos hacen un curso de reciclado y cuando ya estoy viejo, hago un curso de artesanía para ocupar mi tiempo libre.
Pero sigue, la gente sigue educándose y educándose y educándose. Esto es una magnífica oportunidad para gente que quiere ofrecer servicios educativos. Tiene muchas consecuencias negativas, pero lo cierto es que la educación crece. Pero al mismo tiempo se mantienen elevados niveles de segmentación educativa a nivel primario, secundario y terciario. Cuando digo segmentación educativa quiero decir que su suerte señor, no depende si accedió a primaria o no accedió a primaria, sino quiere decir si usted accedió a la escuela de Maroñas o a la escuela de Pocitos. Porque la escuela de Maroñas y la escuela de Pocitos, ambas son varelianas, ambas son públicas, está todo bárbaro, pero son totalmente distintas. Su suerte va a ser totalmente distinta si accedió a la escuela de Pocitos o a la escuela de Maroñas, ambas democráticas, ambas públicas. Segmentación que se mantendrá a lo largo del tiempo. Y la segmentación educativa será la principal fuente y la principal manifestación de la desigualdad social.
Al mismo tiempo mantendremos e incrementaremos moderadamente nuestro buen nivel de salud. Yo creo que este es un tema apasionante. Si uno mira la salud de los uruguayos, medido en indicadores del estado de salud de la población, esperanza de vida por ejemplo, la verdad que los uruguayos nos morimos tarde. Estamos bien, tenemos buena salud. Si, comparativamente con todos los demás se mueren antes, nosotros podemos mejorarla. Pero en términos relativos tenemos buena salud. En mortalidad infantil tenemos relativamente bajos términos. Podemos mejorarla, pero relativamente bajos. Si miramos al perfil de la morbilidad, tenemos enfermedades relativamente controladas.
Estamos enojados con el sistema de salud, nos da mala atención. Pero esto no tiene nada que ver con nuestra salud sino con nuestra satisfacción como consumidores de servicios de salud, no con nuestra salud como tal. En cambio, los indicadores de educación se van colapsando. Así anualmente se caen cada vez más. Nuestros rendimientos en matemáticas e idioma español son cada vez perores. La deserción escolar es cada vez más alta, la cobertura del sistema educativo es cada vez de peor calidad.
Entonces, si pensamos en la salud y en la educación de la población, claramente la salud es decorosa. Podemos bancar 5 años más sin mejorarla. En cambio la educación es terrible. Si tenemos 5 años empeorándola vamos a pagar precios a larguísimo plazo.
Entonces, ¿hasta donde apostaremos a la educación? ¿Cómo evitaremos la marginación que estamos produciendo? ¿Cómo corregiremos las inmensas desigualdades educativas del sistema público? La gente dice público privado. Son muchísimas más grandes las desigualdades dentro del sistema público que entre el promedio del público y privado. ¿Cómo corregiremos las desigualdades dentro del sistema público? ¿Seguiremos incrementando el gasto de salud o aumentando nuestra inversión educativa? Estas son opciones tuertísimas.
A nadie se le ocurrió decir que para llegar al 4.5% de gasto de la educación lo que había que hacer era bajar el gasto de salud. Los médicos nos salen por las orejas, uno de los países que tenemos más médicos de América, del mundo, la verdad.
Tenemos un exceso de médicos, un exceso de aparatos y equipamiento en inversiones de salud. Tenemos un exceso de instituciones prestadoras de servicios de salud. Tenemos un exceso de funcionarios de salud y tenemos una buena salud. Al mismo tiempo nos falta todo en la educación. Salud es una cosa clarísima, sobra todo, podemos gastar muchísimo menos y usar todo ese dinero en educación.
Estas cosas no las discutimos porque son cosas complicadas, pero la verdad que son así. Esta es una opción, el horizonte, si no estamos sobre eso, es que la salud va a seguir mejorando un poquito. Quizás aumentamos el gasto pero nuestra salud, la de usted la mía, un poquito. Decorosamente llegaremos a 77 años en lugar de 76.
La educación en cambio va a ir progresivamente deteriorándose y vamos a avanzar a una segmentación de la sociedad en estratos distintos, según la suerte que haya tenido la gente en el sistema educativo público, no según entre público y privado.
Y vinculado con esto los estratos horizonte de cultura, los estratos altos y medios serán progresivamente bilingües y estarán entrenados para vivir en un mundo progresivamente abierto y globalizado. La informática formará parte del lenguaje básico de los jóvenes de los estratos altos y medios, que podrán definir estrategias personales propias de inserción en el mundo global. Esto es el horizonte, ya estamos en eso, pero son los estratos altos y medios. El horizonte nos asegura el bilingüismo y la informática en los estratos altos y medios. ¿Aceptamos este horizonte como el horizonte natural o por el contrario tenemos que pensar que realmente existen opciones que permiten corregir esto y convertir el bilingüismo, y convertir la informática en cosas colectivas de toda la sociedad? Esta es una bruta opción.
Claro, si a ustedes se les ocurre decir que hoy por hoy, buena parte de la reforma educativa tendría que ser incorporar el inglés en primaria, pueden imaginarse que van a tener linda suerte. Pero la verdad es que es así. Esas opciones nos llevan a ese horizonte de fragmentación de la sociedad en estratos culturalmente, marcadamente diferentes.
No pretendo ser -yo soy optimista biológicamente- pero no pretendo ser optimista con la descripción del futuro. Como presentó el Ing. Pagliano, el mundo que está ahí afuera nos da una inmensa cantidad de oportunidades. Pero aprovechar ese mundo que está ahí afuera depende muchísimo de opciones que tenemos que tomar nosotros a nivel de nuestra vida social y nuestro sistema de valores.
Lo que pretendió esta presentación es demostrar que hoy por hoy, los horizontes que se pueden describir en varias tendencias sociales para la sociedad en la que vivimos, aunque no son malos no son los más auspiciosos, y no son los que nos gustarían.
Corregir esos horizontes implica adoptar opciones, pero esas opciones, no confundirse, no tiene que ver con la política, la economía, la tecnología. Tienen que ver con el sistema de valores, y esta sociedad es una sociedad laica en el mal sentido del término, agnóstica e indiferente respecto a las discusiones de valores.
Y las discusiones de valores son también importantes en la configuración del futuro.
Muchas gracias.