La Audiencia Opina

Botnia y Encegovina

(Mensaje enviado el jueves 26 de enero de 2006)

¿Le suenan estos nombres? Si le suenan los nombres, entonces le resultará que están mal escritos. O quizás no. Pero, vayamos por partes y hagamos un poco de historia.

Bosnia y Herzegovina son dos regiones del este europeo, situada en los balcanes, próximas a Turquía.

Su población fue conformándose por aluviones sucesivos de croatas en el siglo VIII , conquistada violentamente por los turcos otomanos a fines del siglo XV, quienes promovieron la inmigración masiva de serbios, como obreros de la creciente nobleza croata ahora islamizada. En 1878 estas provincias fueron conquistadas por el Imperio Austrohúngaro (con la complicidad de Rusia) que se las anexionó oficialmente en 1908.

Todos estos movimientos geopolíticos se hicieron contra la voluntad de los habitantes de las provincias de Bosnia y Herzegovina, que fueron desarrollando un fuerte sentimiento nacionalista e independentista.

Con esta motivación, el 28 de junio de 1914, en Sarajevo, el joven estudiante bosnio-serbio Gabrilo Prinzip asesinó al archiduque Francisco Fernando, heredero del trono de Austria, y a su esposa Sofía Chotek, duquesa de Hohenberg. Ese atentado fue la chispa en el polvorín nacionalista: Austria declaró la guerra a Serbia, desencadenando así la Primera Guerra Mundial.

Obviamente, no podemos decir que el asesinato de Franisco Fernando haya sido la causa de la I Guerra Mundial; las causas de ésta fueron las ambiciones territoriales, el resentimiento nacionalista, el odio religioso, etc. En una palabra: la ausencia de una actitud racional y razonable en el manejo de los inevitables conflictos derivados de los intereses nacionales encontrados.

Por eso, una enseñanza que podemos sacar de esta experiencia europea, es que -dado que un acto individual e irresponsable es imprevisible e incontrolable- lo que deben hacer los gobiernos cuerdos es evitar que prosperen sentimientos irracionales en la gente: el nacionalismo, el fundamentalismo, el odio, el resentimiento, etc.

Con el asunto este de las papeleras, los uruguayos nos vemos -de un día para el otro- transportados en el tiempo al clima de Bosnia y Herzegovina, o, si lo prefieren, de Botnia y Encegovina, para ser más precisos. Bastaría que un exaltado se saliera del libreto de los 'líderes', alguien que no entienda los sutiles juegos de la demagogia política, y ya tendríamos el Prinzip del caso.

En las últimas horas parecería que un sutil juego de las cancillerías regionales ha hecho entrar en razones al gobierno argentino. La estrategia de la prudencia y la firmeza uruguaya parece haber ganado la mano. El camino de un juicio imparcial parece ser la única salida, como siempre. La judicialización de la política internacional, también es una salida funcional para evitar los conflictos.

Pero los gobernantes deberían saber que no se puede jugar con estas cosas; porque no todos entienden de sutilezas; para algunos, estos conflictos son cuestión de Prinzip...

Oscar Sarlo