Fondo Raúl Sendic: "Ni explotados, ni explotadores"
El Fondo Raúl Sendic (FRS) es un emprendimiento creado por el presidente electo, José Mujica, y el MPP en 2005. Su principal cometido es solventar emprendimientos productivos para la masa social menos pudiente del país, con el fin de que los mismos no salgan del circuito laboral. Conozca cuáles son sus objetivos a través de testimonios de beneficiarios.
Por Pablo Rossi Bove, de Espectador.com
Setiembre de 2009 fue un mes que marcó a fuego a la familia Sánchez, integrada por Hugo y su señora -ambos no videntes-, y por dos hijos, uno de 22, desempleado, y una joven estudiante de 17.
Hugo, el padre de la familia, artesano de profesión, tiene "68 pirulos", según confiesa, y se dedica a construir sillas de totora; cada confección le reporta 800 pesos para las arcas familiares. "Yo no vivo de esto sólo, pero el restaurado de sillas es la base".
Hugo no puede acordarse cómo se acercó al Fondo Raúl Sendic. "No me acuerdo cómo fue. Me enteré por alguien, llamé al Parlamento y pregunté en el despacho de la 609. Ahí me dieron el teléfono".
La realidad es que desde el año 2002 Sánchez cuenta el dinero para poder llegar a fin de mes. La principal dificultad son todas las variables de las que depende para poder ganar dinero.
"Vinieron años muy bravos. Primero el frío, las heladas y después las sequías", comenta, ya que "la totora nace donde hay agua, es una cosa que nace donde hay cañadas, ríos", el factor clima es determinante para su producción. Si no llueve, Hugo no puede comprarle totora a los productores y, por consiguiente, queda imposibilitado de producir sillas.
Así es que aparece el FRS en la historia de Hugo Sánchez. Apenas 3.000 pesos fueron suficientes para costear la zafra veraniega y brindarle a su hogar un oxígeno económico por demás importante.
"En setiembre me dieron 3.000 pesos y tenía que devolver 1.500 pesos por mes. Pero me atrasé, en diciembre entregué 1.500 pesos y les iba a pagar los otros 1.500 en febrero, pero no pudieron pasar a retirarlos. Yo me atrasé, pero no me cobraron ningún interés".
La creación de Cofapro (Cooperativa Familiar de Producción)
Silvia Nieves puso la piedra fundamental para la creación de Cofapro en 2006 gracias al FRS, ya que "tenía que reciclarme, porque estaba en una edad en la que no podía vivir de lo que hacía antes".
"Inicié el negocio con cuatro personas y le pedí al Fondo 400 dólares, que fue con lo que se empezó la empresa, más otros dineros que se consiguieron", cuenta Silvia.
Consultada sobre cómo accedió al fondo, Nieves dijo haberse enterado por "gente amiga". Para solicitar el préstamo "fui y planteé la necesidad de financiamiento que tenía. Me hicieron varias entrevistas y consideraron pertinente darme el dinero".
A raíz de la creación de Cofapro, Silvia se dedica a vender quesos y licores entre otros productos, ya que aprendió prácticas de conservación de alimentos en la Facultad de Ciencias. Tras varias negociaciones con la Comisión Honoraria del Fondo Raúl Sendic acordó el préstamo. "Es de palabra, no se firma ni un pagaré", comenta la beneficiada. Las condiciones del préstamo se "acuerdan entre ambas partes y son condiciones muy benévolas".
El Fondo Raúl Sendic (FRS)
Hace cinco años, José Mujica convirtió la ilusión del MPP en una realidad. No sólo los números muestran que la iniciativa fue exitosa, sino que los objetivos trazados desde aquel diciembre de 2005 mantienen vigencia hasta la fecha.
Neri Mutti, integrante del Ejecutivo Nacional del MPP y coordinador del FRS, argumenta que "uno de los objetivos centrales era mantener en el mercado laboral a un montón de gente que había quedado sin trabajo, pero que mantenían el oficio y las ganas de seguir trabajando para no caer en la marginación. En ese sentido, entendimos como una inversión para el país ayudar a esa gente. No queríamos que quedaran sin trabajo, porque es muy difícil volver, capaz no para el trabajador, pero sí para la familia".
Otra de las cosas que se mantienen a cinco años de creación son las garantías para adjudicar préstamos: la palabra y el informe del barrio. Es decir, confían en el compromiso verbal del solicitante y las referencias brindadas de la zona donde reside la persona. En un balance, no les ha ido del todo mal, ya que el atraso en la devolución ronda entre el 12 y el 18%.
El mayor riesgo se corrió en los dos primeros años; "si no recuperábamos los préstamos, lo dejábamos de hacer", puntualizó Mutti entre risas, con la tranquilidad de haber superado ese duro desafío.
El FRS ha sufrido una mutación en su orientación. En una primera etapa, la idea era solventar y colaborar con emprendimientos productivos personales, más puntuales. Hoy en día, con la "máquina" funcionando, los préstamos se orientan a negocios colectivos; "que las personas tengan que compartir algún ámbito de decisión colectiva que permita generar esa cadena de solidaridad en el pueblo, que es tan necesaria para un proyecto de país".
Las solicitudes por préstamo aumentaron considerablemente. Hay alrededor de 15.000 pedidos, de los cuales se aprobaron 1.200. El flujo de demanda y la cantidad de pedidos aprobados indican que hay una "gotera" económica constante en estos cinco años. Un 5% de las finanzas de los políticos del MPP va a parar al FRS; la tendencia es creciente, ya que los cargos en el Parlamento y en el gabinete se han ido incrementando en filas de dicho sector político.
Según Mutti, es importante resaltar el hecho que no todo el que concurra al Fondo podrá obtener su cometido. "Después de un tiempo aprendimos a decir no también; es importante. El tiempo nos enseñó que hay proyectos que van a fracasar", comenta en base a su experiencia. En tal sentido, hoy por hoy se ve con mejores perspectivas los proyectos colectivos, por el hecho que el trabajador sabe trabajar, pero no sabe vender ni gestionar, elementos claves dentro de la cadena productiva para que un proyecto funcione y se prolongue.
El FRS y los colores partidarios
La primera impresión de las personas frente al FRS es que el mismo está emparentado con el MPP por ideología política. Y este punto es una de las tareas en que los integrantes de la Comisión han intentando poner más énfasis. Mutti afirma con orgullo: "Le hemos quitado todo tinte político a esto".
Silvia Nieves, una de las impulsoras del emprendimiento Cofapro, confesó que su caso es particular, ya que fue "militante del MLN". De todos modos, sostuvo que se desvinculó de la militancia hace tiempo "y cuando se me fue a otorgar el préstamo, la gente que a mí me conocía no medió en el tema. Es más, el que me entrevistó era un tipo duro; no tuve favoritismos por ese lado", sentenció.
El integrante de la Comisión Honoraria del FRS dijo que "la peor carta de presentación que tiene la gente es aclarar en la entrevista inicial que votó al Frente Amplio". El objetivo es claro: eliminar la tarjeta política y el proselitismo en este ambiente. Esto queda de manifiesto en el interior, donde en diferentes localidades del país colaboran para el Fondo integrantes de todos los partidos políticos.
Los éxitos son el impulso para seguir
El FRS tiene como objetivo eliminar la pobreza y el desempleo en el país, tarea para muchos utópica en un país subdesarrollado como Uruguay. Si bien la indigencia sigue latente, está claro que los proyectos que el Fondo financia y resultan exitosos son el aliento para continuar con el emprendimiento.
Al no vidente Hugo Sánchez se le tranca la voz al analizar el impulso económico que recibió en setiembre. "El Fondo me vino muy bien, a mí me salvaron la vida. Fue sensacional, algo estupendo, porque yo no tenía un mango y me dieron plata sin exigencias. Solo me dijeron, si podés cumplir con el pago, cumplí".
Tras ser consultada Silvia Nieves sobre qué significó el FRS para su empresa, la fundadora de Cofapro dijo: "Más allá de lo económico, el Fondo rescató varias cosas. Primero, la palabra dada. Segundo, que el dinero ingrese desde los propios militantes del MPP para reactivar la economía de los no pudientes. En lo personal, significó cumplir un sueño por lo que peleaste toda la vida", concluyó.
En tanto, Neri Mutti es optimista sobre el futuro del FRS, en primer lugar, por la inyección económica que vendrá en el gobierno presidido por Mujica. Según el integrante de la Comisión, hoy en día reciben 200.000 pesos mensuales desde el MPP, cifra que podría incrementarse a partir de 2010, pero que ni los integrantes del Fondo saben en cuánto será, "dado que hay montones de orientaciones con carácter social que tenemos que ver hacia dónde van y cómo se financian", sentenció.
Pero no solo esto alienta a continuar, lo que más gratifica a los miembros del proyecto es la confirmación de "que se puede trabajar con otras formas de producción, diferentes, ni explotados ni explotadores". También los regocija el hecho de "ver que el hombre es más feliz", ser capaces de "pasar de la utopía a la realidad" y "concretar la pelea por una sociedad diferente".