En Ecuador hay 16 UPA operando, y hay un compromiso de instalar 30 unidades. A fines de mes o comienzos de octubre, el secretario general de OSE, Daoiz Uriarte, viajará a ese país para suscribir un convenio por el cual el Estado ecuatoriano podrá fabricar sus propios dispositivos, pero bajo licencia uruguaya.

En dialogo con El Espectador, Uriarte valoró de manera positiva esta posibilidad.

"Las relaciones entre Ecuador y Uruguay han venido en un progresivo aumento en cantidad y calidad y se ha gestionado la posibilidad de este acuerdo directo con el Estado, lo cual en principio es un convenio marco para poder desarrollar esta actividad en (varias) formas. Acá hay una parte que es una actividad netamente comercial, pero también hay una parte netamente importante de transferencia de tecnología y solidaridad en un tema que es muy importante para todos en materia de derechos humanos que es el acceso al agua. En ese sentido, se trata de apoyar el proceso de mejora y abastecimiento de la cantidad de agua de Ecuador, compartir tecnologías y realizar actividades de consultoría", dijo Uriarte.

El secretario indicó que no sólo se buscará aumentar el número de UPAs en Ecuador, sino que OSE deberá capacitar a los funcionarios en el manejo de los sistemas.

Aquí en Uruguay, OSE instrumentó en 1993 el Programa de Aumento de la Capacidad de Agua Potable. De esta manera, las UPAs se constituyeron en la tecnología indispensable para el cumplimiento de las metas trazadas.

A nivel internacional, dijo el jerarca, Naciones Unidas y los gobiernos de varios países reconocieron al Estado uruguayo y a OSE por los logros de estos dispositivos.

"Siempre hemos obtenido un gran reconocimiento por esto, al punto tal de que en más de una ocasión hemos sido invitados por parte del PNUD de las Naciones Unidas como uno de los países que pueden aportar para cumplir con los objetivos del milenio sobre todo en materia de cooperación público-público y público-privado. Somos reconocidos y además tenemos que asumir la obligación que nos corresponde como país que puede considerarse desarrollado en materia de agua y de saneamiento de aportar al desarrollo de los países que tienen mayor infraestructura", dijo Uriarte.

Según Daoiz Uriarte "no hay techo" en la colaboración del Estado uruguayo con las UPAs. OSE proseguirá vendiendo los aparatos a los países que lo requieran, pero continuará donando las unidades en casos de asistencia humanitaria.

Por otra parte, el Gobierno continúa vendiendo y donando Unidades Potabilizadoras de Agua (UPA) a varios países que requieren de mecanismos para purificar las extracciones líquidas de ríos y arroyos.

Una UPA es una planta potabilizadora transportable estandarizada cuyo objetivo consiste en realizar el tratamiento de potabilización desde 20 hasta 150 metros cúbicos de agua de origen superficial natural.

Se trata de un dispositivo que tiene el tamaño de un container o un poco más grande que no sólo remueve alta turbiedad y concentración de color de las aguas, sino que también elimina bacterias, esporas, virus, protozoarios, algas y metales pesados como el hierro y el manganeso.

La posibilidad de transporte de la planta y sus componentes la hacen especialmente adecuada para su instalación y puesta en operación en plazos cortos de siete días, ya sea en funcionamiento transitorio o permanente, de acuerdo a las necesidades.

El gobierno ha donado y también vendido UPAs a varios países, ya sea a través de la venta como de la donación.

Se han instalado varias unidades en distintos países. Los resultados de estas instalaciones fueron reconocidos por las comunidades receptoras, los gobiernos y organismos internacionales como la Organización Panamericana de la Salud y la Organización de Naciones Unidas.

La UPA está presente en las misiones de paz en el Congo. En 2001 y 2002 se han instalado y operado plantas en ese país como parte de la solución adecuada para las condiciones tecnológicas del lugar.

Pero las UPAs están en varios países más: China, Malasia, Haití, Venezuela, Perú y Argentina, entre otros.

En el caso de Haití, por ejemplo, el Gobierno donó dos UPA que se sumaron a las cuatro ya instaladas. Se trató de una donación que formó parte de los recursos materiales enviados a ese país centroamericano luego del  terremoto que sufrió el 12 de enero de este año.