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Las espículas al ataque

Las espículas al ataque

Molestias generalizadas se perciben cada año, en la misma época. Lea historia, causas, responsables y cuidados necesarios para estos días, en este informe de Espectador.com

Por Nicolás Kronfeld, de Espectador.com

A mediados de setiembre, los uruguayos se llenan de la energía positiva que contagia el ascenso de temperatura. El sol comienza a frecuentar las mañanas y se queda más tiempo en el cielo.

Pero esta época del año también trae algunas molestias en los ojos, la nariz, la garganta, y en los más afectados se generaliza en la piel. Las espículas que vuelan (pelusa amarillenta), junto con el polen que no se ve en el aire, caracterizan a esta etapa del año e inundan los rincones de muchos lugares; son tema de conversación en el bar, el ascensor, el pasillo y la fila del banco.

Una sensación de arena constante en los ojos, acompañada de una picazón permanente y un cosquilleo interminable en la garganta, son los primeros atisbos de la llegada de la primavera. Unos días después, la marca está en la tos que provocan estas gramíneas y en la cerrazón del pecho. Alguna gripe salpica a los que no están con las defensas muy en guardia y automáticamente -sin importar el estado del tiempo- los lentes de sol empiezan a ser parte de todas las caras.

Esta situación se repite todos los años. Tanto es así que existen más de tres grupos de Facebook, abiertos desde hace más de tres años, que expresan literalmente su "odio a las pelusas de los plátanos en la primavera". Cientos de usuarios descargan su enojo allí, dejando mensajes en los que se repiten las ideas de que "tendrían que vender en las calles lentes especiales para protegerse de esa porquería, tipo de aviador o de natación, que no dejen entrar la pelusa, porque es bravísima" o de "salir una noche a talarlos todos". Algunos son más exagerados y comentan que "la gente se te tira a cruzar la calle sin mirar porque van con los ojos prácticamente cerrados, se pierden el ómnibus porque no ven un pomo o se resguardan donde pueden cuando el viento te trae la maldita pelusa de frente. Simplemente es una plaga".

Pero los especialistas que hablaron con Espectador.com aclararon la situación para saber por qué están en la ciudad, cómo cuidarse en estos días y qué cosas hay que evitar para no extrañar el otoño.

Los plátanos están en Montevideo desde 1850 y fueron plantados por los gobiernos provisorios que había en la época. Predominan en los barrios Centro, Ciudad Vieja y Cordón, y los más antiguos están en la calle Tomkinson (Paso de la Arena), donde tenían sus quintas los extranjeros que llegaban de Europa. Desde allá los traían, porque eran los árboles más usados, más adaptables y sus virtudes ya estaban comprobados por los países del continente.

En defensa de estos árboles, el ingeniero agrónomo Mario Lázaro, responsable de Áreas Verdes de la Intendencia de Montevideo, dijo que "no sirve cualquier árbol para la ciudad, tienen que ser muy rústicos y resistentes porque tienen que sortear la cantidad de dificultades que implica el ambiente urbano, que es muy inhóspito. Los árboles de ciudad sufren la presencia de una gran cantidad de servicios subterráneos -entre seis y siete cañerías- y otros tantos aéreos -cableado, alumbrado, entre otros-; además sufren la combustión de gases. El plátano es una de las mejores plantas y sus bondades fueron probadas durante varias décadas".

En Montevideo hay 23.100 plátanos, el 11% del total del arbolado capitalino, que es de 210.000.

El plátano es el único al que se declara culpable porque su fruto es alérgeno y volátil pero, sobre todo, porque es visible y ese es el diferencial negativo que mantiene con el resto de las cosas que vuelan en la primavera. Por eso "la gente piensa que es eso lo que da toda la alergia", sostuvo Lázaro.

Estos árboles no son los únicos culpables. Hay otras especies que contribuyen, ya que la primavera es la principal estación de floración. En este trimestre el aire se carga de muchos granos de polen de varias especies, algunos de estos se ven y otros no. Producen alergias y conjuntivitis, dos afecciones de las que hay que cuidarse de antemano.

Sobre la prevención de la alergia, Espectador.com entrevistó a especialistas de diversas áreas.

Hay que dividir a la población entre los que son alérgicos y los que no lo son, ya que aquellos que padecen susceptibilidad a los alérgenos pueden sufrir ataques de asma en esta época y las precauciones deben ser mayores, aunque las recomendaciones genéricas incluyen a ambos grupos.

El alergista Juan Carlos Magariños, aclaró que lo principal es "no automedicarse, usar lentes de sol con buen filtro y usar protector solar superior al factor 40". Sobre la automedicación, aclaró que "esta práctica puede llevar a calmar síntomas pero al mismo tiempo puede generar un mal peor, como es el uso de los corticosteroides -que están incluidos en los colirios y las gotas nasales- que pueden terminar en una infección. "Si es necesario, hay que llamar a la emergencia o concurrir a un especialista", concluyó.

Agregó recomendaciones para quienes tienen alergias crónicas: "Llevar una dieta alimenticia adecuada evitando frutillas, cítricos y chocolates; no tener contacto con animales y cuidarse de los pólenes y las gramíneas que son los que más afectan en esta época".

A su vez, el oftalmólogo Miguel Zylberglajt, advirtió que "el uso de lentes de aumento o de sol siempre reduce la posibilidad de que el polen entre en los ojos. Además, los que saben que son alérgicos deben empezar a usar antialérgicos oculares antes de que se inunde de polen, pero atendiendo a que estos sean sin corticoides, porque si uno se automedica con colirios que contienen corticoides puede empeorar la situación, incluso se puede llegar a contraer glaucoma y cataratas. Los que son alérgicos, que ya saben qué es lo que se les receta, compran fármacos que no tienen ningún peligro".

Consultado acerca de las prácticas comunes que son incorrectas, dijo que "es muy común refregarse el ojo con la molestia y eso irrita más la zona. Lo que hay que hacer es lavarse con agua y con ese lavado ya se van casi todas las dolencias".

Las molestias afectan a todos los ciudadanos y esto se nota en lo que varios entrevistados dijeron a Espectador.com. Aumentaron las consultas por estos motivos y creció la venta de productos contra estas afecciones.

Zylberglajt sostuvo que "si bien no se puede notar un incremento tangible en las consultas porque el sistema mutual está saturado, esta época trae muchos pacientes con molestias".

Desde el sector de ventas de una distribuidora de especialidades farmacéuticas, se informó que "lo que más se vende con la llegada de la primavera son los colirios, que se usan para contrarrestar las molestias oculares. Además, algunas medicaciones que empiezan a consumirse con la llegada del invierno y se continúan en la primavera son la loratadina, que es un antialérgico, y la clorfeniramina –compuesto químico del Kalitrón-".

Al mismo tiempo, el doctor Cono Casaballe, adjunto al hospital General dependiente del hospital Saint Bois, dijo que "si bien todavía no se han registrado incrementos en las consultas con alergistas, en todos los cambios estacionales se dan crecimientos en estas patologías; pero puntualmente en la primavera pululan más alérgenos -sustancia que produce reacciones alérgicas- de lo habitual".

Sin embargo, las consultas no revisten gravedad ni alarman a las autoridades. Desde la administración del Casmu se informó que "no se ha notado un incremento en las demandas de urgencia, se están desarrollando con normalidad".

Sobre una posible remoción de este tipo de árboles, Lázaro aseguró que "no hay intención de remover estos árboles porque no son los únicos 'culpables' y porque este período de molestias no dura más de 25 días. El resto del año son todos beneficios: el plátano se adapta a la poda, al corte de raíces y tiene muchas más virtudes que defectos".

Lo que Áreas Verdes está haciendo es podarlos, con lo cual se consigue disminuir la cantidad de frutos, lo que automáticamente implica menos espículas. Se está cambiando la especie que hay en Montevideo (acerifolia), que es la que da más frutos, por una que tiene menos (occidentalis). Así "mantenemos lo que tiene de bueno y bajamos las debilidades de este árbol", concluyó Lázaro.

Ya se plantaron unos 600 árboles de este nuevo tipo en la Ciudad Vieja entre la plaza Independencia y Ejido, y en la avenida Belloni. Cada plátano que se planta -para reponer los que ya había- es de la especie de pocos frutos.

Además, el responsable de Áreas Verdes de Montevideo admitió que si bien "no podemos retirar árboles por los alérgicos, lo que se puede hacer es mejorar el barrido para que no vuele tanta pelusa".

La asistente social Mariella Mazzotti, responsable de la División Asesoría de Desarrollo Municipal y Participación de la Intendencia de Montevideo, fue consultada sobre el tema y dijo que "no hay una intervención específica, pero en el barrido diario se recoge lo que hay en el cordón de la verdad y alrededor de los árboles. No se incrementa la frecuencia ni el personal por esta razón".

Otra de las carencias en este sentido es el fin del programa de Barrido Otoñal, que terminó a fines de setiembre y servía de ayuda en la limpieza de las veredas. Sin este plan, las obligaciones vuelven a la normalidad y, tal como lo aclaró Mazzotti, "las veredas son responsabilidad de quienes tienen el frente de sus propiedades en ese sector de la verdad, es decir, de los vecinos. El problema por el cual pensamos en el plan de Barrido Otoñal era que en las grandes avenidas se daba una gran acumulación de hojas en esta estación (otoño), y si bien no era una obligación municipal fue una colaboración. La Intendencia solamente está obligada a encargarse de las calles y el cordón de las veredas".