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Prostitución infantil: problema que trasciende fronteras

Prostitución infantil: problema que trasciende fronteras

Este delito crece en nuestro país, y se hace más visible en los meses del verano a través del llamado turismo sexual. Informe del Servicio Informativo de Radio El Espectador.


La temporada puede ser el inicio del trabajo por parte de los niños,  para luego convertirse en prostitución,  explotación y  esclavitud.

En la mayoría de los casos los  menores afectados pertenecen a  familias muy pobres. Muchas veces los niños no tienen siquiera documentos de identidad.

El Instituto del Niño y del Adolescente del Uruguay (INAU), el Poder Judicial, y las Jefaturas de Policía Departamentales, entre otras instituciones, integran un equipo de trabajo de coordinación para el tratamiento de problemáticas relacionadas con la niñez y adolescencia en temas de prostitución, abuso, y situación de calle.

Sin embargo esta tarea no es suficiente si la población es indiferente a este tema, ve como natural la prostitución y no denuncia casos de abuso.

Según el Instituto Interamericano del Niño, el turismo sexual con explotación de niños, niñas y adolescentes es un fenómeno incipiente en Uruguay y se detecta en la zona de la costa Sureste, desde Colonia a Rocha, y en la zona termal del norte del país.

Hasta el momento, en nuestro país no hay datos cuantitativos sobre esta  problemática,  pero sí existen casos de explotación sexual infantil identificados,  incluso con menores traídos a territorio nacional, desde los países limítrofes, para ejercer la prostitución.

Datos del año 2006, revelan a nivel oficial que 850 niños viven en situación de calle y en riesgo permanente de ser explotados sexualmente.

El ex presidente del INAU, Víctor Giorgi aseguró hace un par de años que no se podía confirmar en ese momento que en Uruguay se practicara el turismo sexual de menores.

Sin embargo reconoció que había indicios de paquetes turísticos, destinados a hombres solos, y con determinadas características, encubriendo este tipo de actividad.

Otra de las informaciones que dio Girogi y que generaron polémica fue que en algunos desfiles de moda realizados en Punta del Este y en reuniones privadas de turistas de alto poder adquisitivo, serían centro para negociar la explotación sexual de menores de edad.

A esto se suman los datos divulgados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en el año 2006, los que constatan un "alarmante" aumento de casos de explotación sexual infantil en el interior del país, en especial en  Maldonado, Rivera, Paysandú, Cerro Largo y Colonia.

Este tipo de actividad está penada por la ley  número 17.815. Incluso hay una línea telefónica gratuita para denunciar posibles casos de prostitución infantil.

El número es 0800 5050 y funciona las 24 horas.

En los últimos años, se han presentado denuncian donde se señala a hombres, con buen poder adquisitivo, llevando a distintos hoteles a niños de entre 10 y 13 años.

Muchas veces las propias familias de los menores incentivan que se prostituyan, como ocurrió años atrás.

El director del INAU, Jorge Fernando dijo a El Espectador  que estamos ante un delito muy grave, que la sociedad pasa muchas veces por alto, y en donde los menores son victimizados impunemente.

"Si hay prostitución infantil también es porque hay adultos que contratan estos servicios, de modo que creo que sería una muy buena señal para la población que en ciudades donde este fenómeno se da, se puedan tomar acciones hacia los adultos que contratan los servicio. Esto es un delito, parece que para algunos adultos está como naturalizado el tema de la prostitución y les puede parecer normal que se pague por un servicio de este tipo, pero cuando esto es con menores de 18 años se está cometiendo un delito. Entendemos que no se está actuando con la suficiente severidad en este aspecto, sería un elemento ejemplarizante para cuestionar este esquema tan machista que tenemos en nuestra sociedad", dijo Ferrando.

Una de las dificultades más importantes a las que se enfrentan las distintas autoridades es justamente identificar a los consumidores.

Estas personas, no responden al imaginario social del abusador; suelen ser personas queridas y valoradas en su entorno, buenos vecinos y mejores padres.

Hay tres tipos de situaciones, el turista situacional, que realiza el abuso como forma experimental, el preferencial que siempre elige niños y niñas para satisfacer sus deseos sexuales, pero puede sentir atracción por un adulto  y el pedófilo que manifiesta una inclinación sexual exclusiva con menores.
Según los expertos tanto los pedófilos como los turistas preferenciales son la minoría de los consumidores de turismo sexual infantil.

En esa base, se debe trabajar en la educación y la toma de conciencia de la gravedad de este tema.
Los turistas situacionales, no presentan desordenes mentales, sino que culturalmente les parece bien experimentar.

La sociedad que mira para el costado apoya este tipo de abusos.
En el pasado mes de setiembre estuvo en nuestro país, la relatora de Naciones Unidas, Joy Ngozi Ezeilo, quién aseguró que Uruguay es lugar de origen, tránsito y destino de la trata de personas.

La experta nigeriana dijo que la explotación sexual infantil en nuestro país,  es "extremadamente común" y está "social y culturalmente tolerada".

"Un problema de trata de personas enorme impulsado por la globalización de los mercados. No escasea la demanda ni la oferta. Hombres, mujeres y niños se han convertido en víctimas del delito organizado trasnacional. Esto se ha descrito como la actividad criminal que crece más rápido en el mundo. Casi todos los países del mundo se ven afectados ya sea como país de origen, de tránsito o destino", dijo Joy.

La llegada de la temporada turística,  coloca a Uruguay en un ámbito de vulnerabilidad frente a los explotadores sexuales.
Estamos ante un hecho que genera invisibilidad y que propicia el aumento de violaciones de los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes.

Esta situación de indiferencia social dificulta la adopción de políticas para su erradicación y prevención.

Todos los días podemos salvar a un niño de la prostitución, depende de nuestra actitud de vida y el fortalecimiento permanente de nuestros valores.