Para formarse sin emigrar
Quienes no quieren o no pueden dejar su lugar, tienen opciones de educación y desarrollo para realizarse en su comunidad. Informe del Servicio Informativo de El Espectador.
Algunas de las opciones educativas están a cargo de UTU, y además existen grupos que apoyan el desarrollo de los jóvenes. Con respecto a la educación formal, la mayoría de las opciones funcionan como internado.
Se trabaja desde la enseñanza media básica o sea, ciclo básico, con la modalidad de la alternancia, que tiene ya varios años de implementado en el país.
Permanecen una semana en la escuela y a la siguiente vuelven a su medio, donde cumplen tareas asignadas.
Luego de egresados están habilitados para seguir en el nivel superior de la enseñanza media, donde están los bachilleratos tecnológicos agrarios y la educación media profesional que se imparte en varias orientaciones.
En los bachilleratos agrarios hay aproximadamente 1300 alumnos, de los cuales casi 1000 están en condición de internado.
La educación media profesional tiene varias orientaciones, hortifruticultura, ganadería, lechería, arroz, forestal y mecánica agrícola y se desarrolla en varias zonas en función de las características de la producción.
Este curso en algunas orientaciones tiene un 3º año para que el egresado pueda completar su fase de bachiller, y asisten entre 600 a 700 estudiantes.
En general, en la tasa de retención de este tipo cursos oscila entre el 90 y el 80% de los estudiantes que ingresan.
Eduardo David, director de los programas agropecuarios de UTU brindó detalles de los principales cursos que se están dictando.
"Se instrumentaron lo que son las tecnicaturas, que son estudios terciarios, cortos, de dos años. Y ahí tenemos en el área de industria láctea, de producción lechera, de enología, agrícola ganadera e incorporamos de arroz pasturas y de producciones vegetales intensivas, a la vez que se amplió la de agrícola ganadero", explicó David.
Uno de los temas que preocupa a los jóvenes actualmente es la posibilidad de formarse y poder trabajar como mano de obra calificada. David explicó que es imposible para la UTU proporcionar las máquinas y herramientas de última generación a cada curso, por el alto costo de cada una.
Pero según él, los programas dan a los estudiantes las herramientas necesarias para poder desenvolverse en cualquier tipo de tareas. Y además de darles las herramientas teóricas, la UTU tiene un sistema de pasantías donde generalmente tienen que hacer más allá del trabajo, un proyecto para poder recibirse.
Con respecto a la expansión de este tipo de educación, David dijo que iniciaron bachilleratos en lugares donde no hay escuelas agrarias, y confirmó que hay proyectos para seguir llegando a lugares donde aún no hay educación de este tipo.
A partir del bachillerato agrario, el estudiante puede ingresar a la facultad de Ciencias, de Veterinaria o de Agronomía.
David adelantó que se analiza promover "cursos en producción agrícola familiar. Es un tecnicatura de dos años para formar un técnico que este enfocado a las producciones familiares. Que tiene otro enfoque y características distintas de lo que es una explotación comercial empresarial típica desde el punto de vista capitalista".
Además, de estos cursos, ANEP y Udelar dictan cursos tecnólogos, como tecnólogo agroenergético en Bella Unión, en las instalaciones de ALUR. O tecnólogo cárnico en Tacuarembó, que se hace entre la escuela agraria y el INIA. Y en 2011 inicia un tecnólogo en la madera que se va a instalar en Rivera.
A su vez, entre ANEP, UTU y el Ministerio de Ganadería se diseñará una tecnicatura en conservación de suelos, que también iniciará en 2011 y será posiblemente en Nueva Helvecia.
Por otro lado, fuera de la educación formal, los jóvenes cuentan con el apoyo de diferentes organizaciones. En este momento existen en nuestro país sies organizaciones, entre ellas, la Federación Rural de Jóvenes.
El Espectador habló con Efraín Valadán, asesor de la Federación que explicó que "es una institución apolítica, de carácter gremial federativo, que nuclea a los jóvenes rurales de todo el país, generando oportunidades de desarrollo, tanto en lo personal, como en su comunidad, a nivel local. Busca integrar a la familia rural y se trata de acercar al joven al medio, las oportunidades que no le llegan".
En el caso de la Federación, las capacitaciones dependen de las inquietudes que plantee cada grupo y están a cargo de técnicos especializados en cada área. Estos técnicos pertenecen a instituciones que tienen alianzas con la Federación.
Actualmente, entre 13 y 15 grupos funcionando y nuclea a 300 jóvenes, aproximadamente. La Federación funciona con reuniones del consejo, que se reúne hasta cinco veces por año, a las que asiste un delegado de cada grupo y se marcan los lineamientos para trabajar durante el año.
Estas instituciones contaban con el apoyo del Ministerio de Ganadería, pero en 2005 se desarticuló el Plan Nacional, por lo que dejaron de recibir dicho apoyo que destinaba una parte del Presupuesto como forma de apoyo.
La Federación Rural de Jóvenes se encuentra trabajando en el Foro Jóvenes Rurales del Mercosur, que es una agrupación que se formó hace varios años y tiene por objetivo es formar alianzas a largo plazo, intercambiar experiencias y hacer pasantías.
Este foro se está re formando, porque como es voluntario, no hay fondos y algunas actividades estuvieron suspendidas.
A modo de conclusión, a nivel formal, el joven que vive en un medio rural cada vez tiene más opciones de formación, y a nivel de instituciones, puede obtener también capacitación y apoyo para poder desarrollarse en su medio y evitar la migración la migración a las ciudades.
Para formarse sin emigrar
Aquellos que no quieren o no pueden dejar el medio rural, tienen
opciones de educación y desarrollo para poder realizarse en su
comunidad. Informe del <b>Servicio Informativo de El
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