Preocupa aumento de la conflictividad laboral
Tanto el Gobierno como la oposición se mostraron preocupados por el incremento de la conflictividad laboral, que en octubre fue 50% superior a setiembre.
Desde el Frente Amplio se justifican los reclamos mientras que desde el Partido Nacional se entiende que hay falta de firmeza. Politólogos opinan que el ejecutivo está inmerso en una amplia agenda que hace perder el foco donde se anuncia mucho pero se concreta poco.
El Gobierno de Tabaré Vázquez tuvo en sus primeros dos años un aumento de la conflictividad laboral, disparado por las ocupaciones de lugares de trabajo que obligaron a legislar en la materia y tomar cartas en el asunto cuando la situación se comenzó a salir de control.
Leyes laborales que provocaron la complacencia del movimiento sindical y el rechazo de las cámaras empresariales fueron la tónica durante los primeros tres años de administración del Frente Amplio.
Sin embargo las negociaciones en material salarial fueron mostrando que llegaron para quedarse y tanto trabajadores como empresarios se adaptaron a una nueva modalidad de ajustes.
No obstante, el relacionamiento estrecho entre los sindicatos y el Frente Amplio tuvo también en lo que va de esta segunda administración de izquierda, ahora encabezada por José Mujica, sus dificultades.
Las cifras
Según el Índice de conflictividad de la Universidad Católica, en octubre hubo una aumento del 50% con respecto a setiembre donde predominaron los diferendos en el sector privado, que representaron el 65% del total.
Las principales reivindicaciones estuvieron dadas por temas salariales, representando un 94% de los conflictos.
En agosto de este año la conflictividad aumentó un 87% con respecto a julio y tres veces y media más en relación a 2009.
En julio de este año mostró una reducción del 30% con respecto a junio, mientras que en mayo la reducción fue del 23% con respecto al mes de abril.
Es decir que desde julio la conflictividad aumentó en forma importante. Otro punto clave es que siempre, en todos los análisis efectuados, el predominio de la conflictividad fue en el sector privado.
A esta situación hay que sumarle los conflictos en el sector público. Primero por las discusiones presupuestales pero luego las diferencias con Cofe, el gremio de los Estatales y recientemente AEBU y su conflicto en la banca pública, lo que hace aumentar en forma importante los índices de conflictividad en el país.
Las reacciones del Gobierno
El presidente José Mujica estuvo recientemente en el almuerzo de la Cámara de Industria y alertó que la alta conflictividad afecta las inversiones.
Puso para ello un ejemplo. Contó que empresarios Chinos redujeron en un 50% sus exportaciones ante el aumento de la conflictividad, léase, paros y movilizaciones.
No es el único caso. La senadora y primera dama, Lucía Topolansky, aseguró que los trabajadores antes de tomar una medida radical, deberían pensar en las más de 38 leyes laborales que los dos Gobiernos de izquierda aprobaron en los últimos años.
Pero también hubo otras miradas que llamaron a la reflexión, dado que el alejamiento de inversiones por el aumento de la conflictividad en el país fueron denunciadas días pasados.
Tres firmas asiáticas, todas de la industria automotriz, y una multinacional del sector de la alimentación dudan de su permanencia en el país.
Las empresas denuncian problemas con los sindicatos, baja productividad y dificultades para conseguir mano de obra calificada.
Entrevistado por El Espectador el 29 de Octubre de este año, Ruben Villaverde, técnico en relaciones laborales, destacó que hay "algunos comportamientos" en el movimiento sindical, alejados del accionar tradicional, que pueden acarrear "riesgos importantes".
El ex director del Instituto Cuesta Duarte agregó: "Empieza a emerger un nuevo sindicalismo, que hay que ver si se confirma, que toma como modelo ciertos reflejos que considera exitosos del sector público, prácticas de relaciones laborales que a muchos resultan inexplicables, como las que se producen en la Intendencia de Montevideo, que es algo así como un sindicalismo de resultados", explicó.
El diputado frenteamplista Jorge Pozzi dijo a El Espectador que el momento es muy particular porque está el presupuesto y los consejos de salarios en discusión.
Para el legislador hay actores que juegan este partido, como las cámaras empresariales que quieren hacer ver que el sistema de negociación colectiva es ineficiente.
"Ahí no hay nada que tenga que ver con una negociación salarial sino que más bien con un posicionamiento político que tienen ambas cámaras. Tampoco todos los empresarios de las cámaras, son algunos empresarios de las cámaras que tratan, de alguna forma, de hackear al Gobierno. Por otro lado, hay otros actores que juegan. Notoriamente existe un conflicto en la banca, pero no debe dejar de olvidarse en este conflicto también hay responsabilidades de las autoridades del Banco de la República. En especial del presidente Caloia, porque este no es un conflicto que se genera por este hecho. Este hecho es un detonante de un sistema de relaciones que viene mal desde hace mucho tiempo y todo el mundo sabe que es así. Todo esto por supuesto ha alimentado una situación compleja que, en realidad, parece más grande de lo que realmente es", opinó.
El legislador dijo que el Gobierno genera ámbitos para solucionar conflictos y generar ámbitos para dialogar, dado que no se trata de mano dura o mano blanda
Para la oposición sin embargo hay un claro recrudecimiento de la conflictividad laboral. Se afirma que no solo hay un aumento de los conflictos, sino que los mismos se desarrollaron con más virulencia.
El diputado Pablo Abdala sostuvo a El Espectador que el Gobierno mostró debilidad en el manejo de estos temas y eso se trasunta en un tema relacionado con la falta de firmeza política.
"Ha faltado en muchos de estos conflictos notorios una mayor fortaleza política a la hora de encarar la negociación y de procurar conjurar estas situaciones. Y esa misma falta de decisión y de gestión también se manifestó en la ronda de negociación salarial de los Consejos de Salarios que demuestra claramente una resultancia bastante insatisfactoria en la medida que los niveles de acuerdo salarial en las distintas mesas de negociación son bastante pocos. La enorme mayoría de los sectores de la actividad laboral todavía están negociando y no han alcanzado acuerdos y todo indica que se prolongará la ronda de negociación en el verano. Todo este panorama me parece que demuestra un cuadro bastante complejo, insuficiente e insatisfactorio desde el punto de vista de la política laboral".
Para el legislador, detrás de los conflictos hay una lucha por el poder importante dentro de los sindicatos y también dentro del Gobierno.
Elogió que José Mujica haya sido más tolerante y partidario del diálogo, pero advirtió que "todo tiene límites", ya que es necesario dar garantía a los inversores porque un Gobierno tiene que "tomar las medidas que tiene que tomar".
Abdala dijo que la actitud del presidente hizo que muchos dirigentes sindicales le hayan tomado "los puntos al Gobierno" y eso hizo aflorar dichas disputas que tienen su correlato en la fuerza política donde se "presiona al presidente"
El legislador dijo que son los "costos" que Mujica paga porque "no reconoce límites" lo que se le vuelve en contra para "poder tener un escenario de tranquilidad en el que pueda gobernar".
La opinión pública
El politólogo y director de Equipos Mori, Ignacio Zuasnabar, aseguró que el Gobierno tuvo en sus primeros meses una consolidación a nivel nacional, como el relacionamiento con la oposición e internacional en los acercamientos en la Argentina.
Agregó que la luna de miel con la población empezó apagarse cuando llegó la discusión del presupuesto.
Diferenció los dos Gobierno de izquierda al señalar que los sindicatos fueron más tolerantes con la administración Vázquez que prometió cambios y a los que había que darles tiempo, cosa que no ocurre con Mujica.
"Vamos por el sexto año consecutivo de un gobierno de izquierda, a pesar de cambiaron los mandatarios, y entonces algunas demandas sindicales empiezan a cobrar un grado de inmediatez mayor. Creo que eso explica este aumento de la intensidad de la demanda de algunos sectores sindicales", dijo Zuasnabar.
Para Zuasnabar, parte del problema es la variada agenda que tiene el Gobierno donde se ponen muchos temas en discusión y eso hace que se pierda el foco en la concreción de asuntos puntuales, algo que desvía la atención de la gente.
"Tengo la impresión de que hay algunos problemas en el manejo de la agenda pública del Gobierno, que hay demasiados temas manejados en temas simultánea, sin que necesariamente haya señales de jerarquías diferentes de estos temas. Y efectivamente el tener muchos temas en agenda en realidad puede parecer no tener agenda", dijo.
Lo cierto es que el Gobierno recién está en su primer año de gestión y el aumento de la conflictividad es superior al registrado en la administración de Tabaré Vázquez.
Por delante tiene todavía diversas reformas que generarán diferencias con los trabajadores, como la reforma del Estado.
A esto se agrega un estilo de conducción que si bien le puede generar resultados positivos a la hora de solucionar diferendos, el tiempo que se pierde en el "mientras tanto", es lo que le reprochan opositores y empresarios, sobre todo, porque eso puede provocar el alejamiento de inversores y se dan señales poco claras en cuanto a la debilidad que el Ejecutivo trasmite mientras espera las condiciones para ese diálogo.
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