Subasta de siete aviones de Pluna: el ambiente previo
Informe de En Perspectiva.
El próximo lunes 1° de octubre se llevará a cabo la subasta de siete aviones Bombardier que pertenecían a Pluna y que estaba prevista originalmente para el 12 de setiembre, pero fue suspendida a último momento por el Gobierno.
Ayer se conocieron los detalles: esta vez el acto se cumplirá en el predio de la Rural del Prado, concretamente en el Pabellón España, y será a las 15 horas.
¿Cómo se llega a esta instancia crítica?
Según surge de las consultas que hicimos, el ambiente por ahora es de mucha especulación; fuentes de distintos ámbitos describían la situación como "un partido de truco", donde cada uno está haciendo su juego, especulando con el panorama que va quedando planteado.
Por ejemplo, en BQB, la empresa de Juan Carlos López Mena, nos informaron que tienen definido que no se presentarán a la subasta. Otras compañías, como Sol Líneas Aéreas, ya habían descartado participar en el primer intento de subasta y por ahora mantienen su posición. En el caso del grupo argentino encabezado por Franco Macri, que manifestó interés antes del 12 de setiembre, hay versiones contradictorias sobe la actitud que asumirá ahora, pero en el Gobierno confían en que finalmente se presentará, según informa hoy Búsqueda. Por su parte, La República habla de otros posibles grupos inversores, de capitales alemanes y españoles, e incluso menciona a Iberia.
De todos modos, queda claro que no hay manera de acceder a respuestas concretas y definidas. Si bien reina la cautela en los comentarios de quienes han estado con este tema en distintos ámbitos del Gobierno, varias fuentes dijeron que "hay más expectativa que la otra vez", "se maduró más el tema", y "cambió algo la situación". No obstante, las cosas se verán en la subasta e incluso se trabaja en un plan B, en caso de que haya que declarar desierto el remate.
Esto es un juego por los dos lados: los eventuales interesados presionan con que no es conveniente el negocio, y el Gobierno con que hay varios interesados y que las perspectivas pueden ser mejores que en la subasta suspendida.
¿Qué consideran las líneas aéreas que han mostrado interés? ¿Por qué dicen que no lo ven como un negocio conveniente?
Las empresas a las que podría interesarle participar de la subasta entienden que los precios previstos para los siete aviones están por encima del precio de mercado. Dicen que incluso se consiguen Bombardier como los que se subastan ahora por 7 millones de dólares. El Gobierno aspira a venderlos en unos 14 millones de dólares cada avión, si consideramos la hipótesis de que se llegue a la subasta a la baja, podría sacar un mínimo de 100 millones de dólares en total.
Algunos representantes de las compañías aéreas nos decían que, haciendo los cálculos, la inversión que el Gobierno pretende no se recupera ni siquiera en diez años, y hay quienes estimaron que recién se podría recuperar pasados los 20 años.
Con las condiciones de la subasta como estaban que se mantienen- el Gobierno apunta a recuperar lo que Pluna le debe a Scotiabank, deuda por la cual el Estado es garante, es decir, 136 millones de dólares. Pero las autoridades destacan que ese precio le da al comprador no sólo los aviones, sino también el derecho a negociar con el Gobierno las rutas que usufructuaba.
El domingo pasado, El País le realizó una entrevista al vicepresidente de marketing y comunicación de Bombardier Commercial Aircraft. Este ejecutivo salió a defender el valor de estos aviones ante las versiones que decían que la base fijada por el Gobierno era exageradamente alta. En primer lugar, el vocero de Bombardier aclaró que este modelo se sigue produciendo, destacó que las unidades nuevas tienen un precio de lista de US$ 43 millones y, si bien reconoció que las usadas valen menos, el precio de mercado es muy superior a los U$S 10 millones que se había manejado en la prensa de nuestro país.
¿Qué números hacen los inversores?
Un ejecutivo de una aerolínea nos decía que cuando se hacen los números del negocio, hay que plantear el escenario más desfavorable. Recordaba que desde el Gobierno se ha sugerido que para entregar las rutas, se valorará que el inversor asuma la deuda que Pluna tenía con Ancap, como se estableció en la ley que creó el fideicomiso.
Y hacía el siguiente cálculo: estimaba unos 130 millones por los aviones, más el pasivo de Ancap que mantenía Pluna, más lo que implicaría reactivar una compañía que está parada. Todo eso termina ascendiendo a unos 200 millones de dólares. Y en cualquier parte del mundo por 200 millones de dólares uno puede poner a funcionar una aerolínea fantástica. Por lo que le parecía un poco desmedido.
¿Qué más ven desde el punto de vista de los números?
Otras fuentes que consultamos nos decían que el negocio cambió y el puente aéreo no es un negocio tan rentable como parece. Desde que cerró Pluna la venta de pasajes entre Montevideo y Buenos Aires bajó 50% y, por lo tanto, entienden que para que el negocio sea rentable deberán cobrarse precios más altos que los que ofrecía Pluna.
¿Qué pasa con cuestiones como los horarios y rutas de vuelo que podría recibir la compañía que resultara adjudicataria de la subasta?
Si bien las frecuencias que tenía Pluna están en reserva para ser negociadas con el eventual adjudicatario de la subasta, hoy los permisos de horario y navegación que tenía Pluna ya está ocupados, principalmente por Aerolíneas Argentinas. Recordemos que el Gobierno tiene la potestad de adjudicar las frecuencias, pero luego se depende de que Argentina efectivamente habilite el aterrizaje. Según nos decían, esa autorización va más allá de la propia voluntad del gobierno argentino. El problema es que actualmente en Aeroparque, por ejemplo, no hay lugares ni horarios disponibles. Por lo tanto, advierten que el Gobierno uruguayo puede asegurar las rutas pero no los horarios. Por ejemplo, a BQB, que ahora está volando el puente aéreo, le ofrecieron los horarios de las 22.30 y las 15.30 y desde la empresa no lo ven como un negocio rentable.
¿Y cómo ven cuestiones como la del personal de Pluna, que también tiene la expectativa puesta en quien resulte comprador?
Hay compañías aéreas que ven como algo desfavorable la presión del sindicato de Pluna y lo que plantea el Gobierno de que, para acceder a las frecuencias, el inversor deba tomar 250 trabajadores como mínimo. Por otro lado hay también quienes ven como un activo el hecho de que ya exista personal calificado y especializado, algo difícil en el negocio aeronáutico.
Varios acreedores de Pluna han planteado recursos de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte contra la ley que creó el fideicomiso y la subasta de los aviones. ¿Este factor puede desalentar a inversores interesados en participar del remate?
Esos recursos, que son cinco, así como la excepción de inconstitucionalidad planteada por un ex gerente de la aerolínea, han tenido consecuencias sobre el concurso de acreedores, que quedó detenido. La jueza encargada de este expediente, Teresita Rodríguez Mascardi, suspendió el procedimiento y está a la espera de lo que resuelva la Suprema Corte de Justicia (SCJ).
Pero esto en principio no tiene efecto sobre la subasta. Las empresas que están interesadas en participar del remate no ven estos aspectos legales con gran preocupación. El comprador de los aviones, que luego negociará los demás aspectos como las frecuencias, podría plantearle al Gobierno un resguardo ante posibles reclamos legales que pudieran darse a futuro, para asegurarse de que después no le caerá una serie de complicaciones por este lado. De todas formas, no ven los aspectos legales como una gran complicación o como algo que desaliente la participación en la subasta.
¿Qué se sabe de la aerolínea venezolana Conviasa, que se ha mencionado como una eventual interesada, incluso en alguna fórmula de asociación con los ex empleados de Pluna?
Desde el Gobierno se ve a Conviasa como una alternativa. De hecho, la semana pasada la ministra de Transporte de Venezuela, Elsa Gutiérrez, estuvo en Uruguay cuando llegó un barco venezolano que inauguró su línea entre el país caribeño y los del Mercosur. En esa oportunidad se reunió con Mujica, aunque no se conocieron detalles de esa conversación.
En el caso del sindicato, algunos trabajadores nos comentaban que no han tenido ninguna novedad ni contacto con nadie. Decían que hay una especie de calma o impasse, pero no querían hacer comentarios a la prensa.
Por otro lado, en el mercado hay quienes ponen en duda que Venezuela pueda participar de este negocio, teniendo en cuenta que ese país está en plena campaña electoral. Una de las críticas que el presidente Hugo Chávez enfrenta en la campaña es que está gastando la plata de los venezolanos para hacer negocios y quedar bien en otros lados, es raro que el lunes antes de las elecciones se presente a la subasta en Uruguay poniendo más de cien millones de dólares. Aunque también se especula con la posibilidad de que Conviasa recién entre en escena en caso de que fracase la subasta, lo que ocurriría después de los comicios.
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