Cigarrillos: Advertencia en paquetes no reduce el consumo
Las cajillas de cigarrillos en Europa incluirán advertencias mucho más grandes y llamativas en 2016, pero no existen evidencias de que desincentiven el consumo. Australia ya aplicó esta medida sin resultados que lograran disminuir el consumo.
La última directiva comunitaria obliga a las tabacaleras en el viejo continente para que aumenten el tamaño de las advertencias sanitarias, hasta ocupar el 65% de las cajas de cigarrillos según revela el sitio Libre Mercado.
Sin embargo, al contrario de lo que suelen aducir políticos y reguladores, este tipo de medidas resultan ineficaces a la hora de reducir el consumo de tabaco y, de hecho, generan, incluso, efectos contraproducentes. Además, estas advertencias, llevadas al límite, acaban eliminando por completo la marca, vulnerando así derechos básicos de las empresas, tal y como ha determinado la Justicia estadounidense.
Ya existen experiencias sobre las que poder constatar la eficacia o no de dichas advertencias y sus resultados en la práctica. El caso más extremo es el de Australia. Su Gobierno implantó el envasado genérico el 1 de diciembre de 2012. Desde entonces, las cajas de cigarrillos carecen de marcas, logotipos y colores. Todas son iguales. A simple vista, no es posible distinguir una marca de otra.
Además, Australia acompañó la imposición del envasado genérico con otras iniciativas para castigar el consumo de tabaco, como un aumento de impuestos del 50% entre 2013 y 2016 (a tenor de un 12,5% cada año), que se suma al 25% aplicado en 2010.
La clave es que, dos años después de su entrada en vigor, no hay evidencias empíricas de que haya resultado eficaz en su objetivo de reducir del consumo de tabaco, especialmente entre los más jóvenes.
El único estudio disponible del Ministerio de Sanidad australiano refleja la evolución en el consumo entre 2010 y 2013, periodo en el que la tasa de fumadores diarios (mayores de 14 años) bajó del 15,1% al 12,8%, manteniéndose la tendencia decreciente de años previos, al tiempo que la tasa de fumadores diarios entre los menores (de 14 a 17 años) creció un 36%, desde el 2,5% al 3,4%, un nivel equivalente al de hace siete años.
Asimismo, según datos del propio Gobierno Australiano (NDSHS, Encuesta sobre Consumo de Drogas en 2013), en los cinco mayores estados, cuya población representa alrededor del 95% del total de población australiana, no hubo cambios significativos en la prevalencia de fumadores entre 2012 y 2013.
Ese estudio también revela que el envasado genérico no aumenta la eficacia de las advertencias sanitarias. Así, el número de fumadores que mencionó las advertencias como una razón para dejar de fumar cayó el 15,2% en 2010 al 11,1% en 2013.
Por otro lado, los aumentos de impuestos aplicados en Australia se han traducido en un aumento sustancial del contrabando de tabaco, al igual que ha sucedido en España en los últimos años.
Según un estudio de KPMG, el consumo de cigarrillos ilegales en Australia subió al 14,5% en 2014, frente al 13,5% de 2013. En 2012, el consumo de tabaco ilícito equivalía al 11,5% del total. Entre 2012 y 2014, el comercio ilícito de tabaco ha crecido un 26%. En 2010, año en el que los impuestos al tabaco subieron un 25% (y en consecuencia, aumentaron los precios), el comercio ilícito de cigarrillos se sitúo en el 12,8%, frente al 9,1% del año anterior.
Pero Australia no es el único país que ha apostado por esta fracasada estrategia contra el tabaquismo, a vista de los datos disponibles. La UE aprobó la Directiva 2014/40/UE de Productos del Tabaco (TPD II) en abril del pasado año, cuyas medidas entrarán en vigor el 20 de mayo de 2016.
Aunque durante su tramitación, Bruselas no llegó a plantear el envasado genérico, tres países de la UE (Irlanda, Reino Unido y Francia) ya expresaron su intención de aplicarlo.
Tampoco existe evidencia científica que demuestre que el envasado genérico vaya a reducir el consumo de tabaco, el Eurobarómetro de junio de 2012 elaborado por la propia Comisión Europea se hace eco de la ineficacia de las advertencias sanitarias, ya que 9 de cada 10 fumadores reconocían que las fotos impactantes no les inducen a dejar de fumar, y 7 de cada 10 creen que este tipo de medidas no contribuyen a disminuir el consumo entre los menores.
Lo que sí se ha evidenciado, por el contrario, es que este tipo de medidas vulneran derechos básicos en el ámbito empresarial y comercial. La normativa australiana ha sido impugnada ya por cinco Estados miembros de la OMC -República Dominicana, Cuba, Ucrania, Honduras e Indonesia- por considerar que Australia está incumpliendo sus obligaciones derivadas de los tratados de comercio internacional suscritos. Denuncian también que la legislación australiana es perjudicial para la industria del tabaco en su país (son grandes fabricantes de tabaco).
El envasado genérico cuenta también con fuerte oposición en el ámbito empresarial. El pasado mes de marzo, 146 asociaciones de 55 países firmaron una carta en la que manifestaban su preocupación por una medida como el envasado genérico y animaban a los gobiernos a regular la protección de las marcas efectivamente en base al interés público, ya que las enseñas son esenciales para identificar y distinguir los productos en el mercado.