Asilo: crisis en el seno de la UE
Italia cede la responsabilidad sobre una zona marítima a la pequeña guardia costera de Libia. ¿Medida práctica para asegurar las fronteras de la UE o una manera de mirar hacia otro lado?
En la última cumbre de la UE, los Jefes de Estado y de Gobierno decidieron una vez más proteger las fronteras exteriores de la Unión Europea contra la entrada ilegal, en particular la frontera marítima entre Italia y Libia. El nuevo gobierno de derecha en Roma ya demostró la manera en la que se puede lograr esa meta. No solo rechazó la entrada de barcos privados de rescate en los puertos italianos, sino que también acordó con Libia que su Gobierno de la Unidad Nacional volverá a asumir la responsabilidad del rescate marítimo en sus propias aguas. El 22 de junio, Libia informó a la Organización Marítima Internacional (OMI), una agencia de las Naciones Unidas con sede en Londres, de que tras años de retraso, estaba ahora en condiciones de cumplir con todas las condiciones para asumir la responsabilidad en la Zona de Salvamento Marítimo (SAR).
"La Guardia Costera libia tiene ahora la responsabilidad. Ha sido entrenada por nuestra Guardia Costera. Ahora tiene la capacidad de hacerlo", dijo la ministra de Defensa italiana Elisabetta Trenta a Sky24. Recientemente, Italia ha puesto 12 barcos más a disposición del servicio de guardacostas libio. La UE ha financiado la formación de los guardacostas e invertirá unos 280 millones de euros a lo largo de los años en la formación de las fuerzas libias. Hasta mediados de junio, Italia era responsable de toda la zona marítima entre Italia y la zona libia de 12 millas. Todas las operaciones de búsqueda y rescate, incluidas las de las organizaciones privadas de socorro, habían sido coordinadas anteriormente por el Centro de Socorro Marítimo de la Armada italiana. Ahora la marina italiana les comunicó a los barcos que se encuentran en un área de 76 millas de Libia que deben ponerse en contacto con la guardia costera libia para descargar cualquier migrante rescatado del Mediterráneo, informaron los medios de comunicación italianos.
Dudas sobre la capacidad operativa de los libios
El año pasado, los guardacostas libios adoptaron medidas relativamente duras contra los activistas de organizaciones privadas que querían embarcar a náufragos. Hasta ahora, la guardia costera de Libia consistía solo de cuatro barcos que operaban en el oeste alrededor de Trípoli. El periódico británico "Times" informó el 1 de julio que solo la mitad de los barcos se encontraban en condiciones operativas. Miembros de cuerpo de guardacostas libio habían declarado que ni siquiera tenían suficientes chalecos salvavidas para abastecer a todos los náufragos.
"Libia es un estado fallido con varios gobiernos", dice Nicole Hirt, experta en migración del Instituto Giga de Estudios Africanos en Hamburgo. "La Guardia Costera está formada por diferentes caudillos que se han dado el nombre de Guardia costera para recibir dinero de la UE, opina Nicole Hirt. Según la investigadora, el propio cuerpo de guardacostas está involucrado en el contrabando de seres humanos. "Salvan a los refugiados para luego poder venderlos".
¿Tiene que ser Libia precisamente?
Michael Buschheuer, fundador de la organización privada de ayuda "Sea-Eye" en Ratisbona, dice a DW que le parece completamente incomprensible que de todos los países tenga que ser precisamente Libia la que ahora tenga la responsabilidad sobre los rescates en el mar. De todos los informes de las Naciones Unidas es sabido, según Buschheuer, que los refugiados son sistemáticamente torturados, violados, oprimidos o abandonados en el desierto. Afirma que las bandas de contrabandistas son idénticas a los cuerpos de guardacostas y que recibían indirectamente el dinero de la UE. "Libia es el único país al que no se debería asignar la responsabilidad por el rescate marítimo, pero eso es exactamente lo que ha pasado ahora". DW