Estados Unidos-Corea del Norte, ¿puede el mundo dormir tranquilo?
¿Puede el mundo dormir bien, como dijo Trump tras reunirse con Kim Jong-un? Después de todo, Washington y Pyongyang están conversando. Pero nada está todavía claro en cuanto al desarme nuclear, afirma Peter Sturm.
Para Donald Trump, todo quedó aclarado la noche del 12 de junio en Singapur, como siempre le pasa, gracias a él. El mandatario había poco menos menos que comenzado el desarme nuclear en Corea del Norte. El esfuerzo de décadas de sus predecesores para lograr este objetivo de repente parecía inútil. ¡El mundo y aparentemente Corea del Norte solo estaban esperando que llegara él!
Ya van más de tres semanas desde aquella cita y evidentemente nada ha pasado todavía. Quizás ni siquiera Trump había esperado seriamente que fuera así. Después de todo, es positivo que las conversaciones entre Washington y Pyongyang continúen. El secretario de Estado, Mike Pompeo y otros deben tratar ahora de sacarle algo a la declaración de la cumbre de Singapur. Hasta ahora nada se ha resuelto. Incluso hubo informes el fin de semana pasado de que Corea del Norte, a pesar del desarme, sigue enriqueciendo uranio.
Eso puede ser considerado astuto. Desde el punto de vista de Corea del Norte, solo es consecuente. Aunque Pyongyang logró mucho en Singapur: Trump suspendió las maniobras militares de Estados Unidos y Corea del Sur, incluso clasificándolas como "provocadoras", adoptando así un lenguaje común en Pyongyang (y Pekín) durante décadas. Pero tal decisión puede revertirse.
Crear poder de negociación
Corea del Norte necesita, en el sentido literal, el mayor poder de negociación posible. Tendrá que renunciar a parte de su programa de armas nucleares. Todavía es poco probable que pueda estar lista para el desarme nuclear completo en el futuro inmediato. En tal situación tiene sentido, por ejemplo, tener disponible una gran cantidad de uranio altamente enriquecido. Si es necesario, podría transferirse a los estadounidenses o a la Agencia Internacional de Energía Atómica en un gesto grandilocuente, sin debilitar significativamente el programa de armas.
Estas son las dificultades que enfrenta Mike Pompeo en Corea del Norte. Donald Trump eventualmente estará interesado en el tema nuevamente. Y luego se demostrará si el mundo puede realmente dormir bien, como comentó el presidente después de la cumbre. DW