¿Para qué sirve la Corte Penal Internacional?
Se cumplen 20 años de la fundación de la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya. ¿Cuál es el balance de estas dos décadas? Los datos más importantes sobre este "tribunal de la humanidad".
¿Por qué se creó la Corte Penal Internacional?
Los arquitectos de la CPI, fundada hace 20 años en Roma, querían crear un tribunal permanente que sancionara crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en cualquier parte del mundo. Y es que, en el pasado, primero se tenía que crear un tribunal para cada nueva región en conflicto (Ex Yugoslavia, Ruanda, Sierra Leona y Camboya). Puesto que eso llevaba mucho tiempo, los presuntos delincuentes seguían en libertad e incluso podían cometer más crímenes.
Además, la creación de un nuevo tribunal ofreció la oportunidad de desarrollar el derecho internacional. En comparación con los tribunales específicos y temporales, se amplió la lista de delitos. Y por primera vez también se les concedió a las víctimas el derecho de reparación. Otra novedad fue la posibilidad de enjuiciar a jefes de Estado en funciones.
Para que los tribunales específicos sean cosa del pasado, es necesario que todos los Estados ratifiquen el Estatuto de Roma, la base de la Corte Penal Internacional. Sin embargo, aún se está lejos de alcanzarlo.
¿Qué tipo de delitos son sancionados por la CPI?
Se pueden formular acusaciones en casos de crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad, genocidios y guerras ofensivas o de agresión.
¿Qué casos ha investigado hasta ahora la CPI?
El acusador jefe cosechó los primeros éxitos con los fallos contra Thomas Lubanga Syilo y Germain Katanga. En 2006, los líderes rebeldes congoleses fueron trasladados a La Haya para ser enjuiciados por crímenes de guerra y el reclutamiento de niños soldados. Lubanga fue sentenciado a 14 años de prisión, Katanga a 12.
En 2008, fue procesado el líder miliciano congolés Jean-Pierre Bemba por crímenes de lesa humanidad en el Congo y la vecina República Centroafricana. Primero fue sentenciado a 18 años de cárcel. Sin embargo, a principios de junio de este año fue absuelto sorpresivamente. Debido a otras acusaciones que pesan sobre él, permanecerá en La Haya.
La CPI también concluyó el proceso contra el islamista maliense Ahmad al-Faqi al-Mahdi, quien fue sentenciado a nueve años de prisión por la destrucción de patrimonio cultural de la humanidad en Tombuctú.
Puesto que también todos los demás procesos que lleva la Corte Penal Internacional están relacionados con África, el tribunal ha sido fuertemente criticado. Los acusadores afirman que esto ha sido casualidad. Otras críticas se centran en el hecho de que la CPI no puede traer a los acusados a La Haya, sino que depende de la ayuda de los Estados.
El proceso más famoso en la actualidad: el expresidente marfileño Laurent Gbagbo ha sido acusado de complicidad en crímenes de lesa humanidad.
¿Cuándo entra en acción la CPI?
La CPI asume un caso cuando los miembros del Estatuto de Roma no pretenden llevar adelante un proceso contra presuntos autores de crímenes de guerra. Esta falta de voluntad muchas veces se debe al temor de que un proceso en el propio país pueda llevar a reacciones violentas. En otros casos, simplemente falta la base jurídica para formular una acusación, puesto que todavía no existen las leyes correspondientes. Asimismo, el Consejo de Seguridad de la ONU puede asignar un caso, como sucedió en Darfur y Libia. También el acusador jefe puede plantear un caso.
¿Cómo pueden impedir los Estados que sus ciudadanos sean procesados en La Haya?
La manera más elegante es enjuiciándolos en el propio país. Sin embargo, desde que entró en vigor el Estatuto de Roma, Estados Unidos, China y Rusia se niegan a ratificarlo y, en caso necesario, impiden con un veto en el Consejo de Seguridad de la ONU que la CPI asuma el caso. Además, Estados Unidos ha firmado varios acuerdos bilaterales de no extradición, que impiden que ciudadanos estadounidenses sean llevados a La Haya.