En la ceremonia de conmemoración, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Heiko Maas (SPD), subrayó las esperanzas de los miembros de la resistencia del 20 de julio 1944 de una Europa pacifica y unida. "Europa tiene aquí sus raíces", dijo Maas en el "Bendlerblock", el patio interior del Ministerio de Defensa, donde algunos de los autores del atentado fueron ejecutados. El ministro alemán de Asuntos Exteriores pidió un "recordatorio europeo común" en el que jóvenes de todas partes de Europa pudieran familiarizarse con la historia compartida de la resistencia. "Creo que esto también sería una saludable inmunización contra la propaganda populista en todos los países europeos."

El problema del aumento del populismo fue un tema central en la ceremonia de conmemoración. Maas criticó que símbolos de la resistencia contra los nazis, como la bandera del opositor de Hitler Josef Wirmer, apareciera hoy en día en las manifestaciones de los neonazis. De la memoria del 20 de julio se deriva, según Maas, la obligación de enfrentarse a los populistas.

El intento fallido de asesinato del 20 de julio de 1944 es probablemente el acto de resistencia más notorio contra Adolf Hitler y su régimen en Alemania. Claus Schenk von Stauffenberg había armado y depositado una bomba en la sala de conferencias del cuartel general de Hitler, la "Guarida del Lobo"  (Wolfschanze) en la actual Polonia. Hitler solo sufrió  heridas leves durante la detonación. Stauffenberg y sus colaboradores más cercanos fueron ejecutados el mismo día en el patio "Bendlerblock". La persecución de los autores del atentado condujo a la ejecución de más de 200 personas, entre ellas numerosos generales y coroneles.

La conmemoración de este atentado contra Hitler tiene una historia movida. En los primeros años de la Republica Federal después de la guerra, los conservadores de derecha seguían acusando a los autores de traición. Otros criticaban el atentado desde otra perspectiva: decían que había sido llevada a cabo por una elite militar sin apoyo en el pueblo, que el atentado se produjo demasiado tarde, cuando ya se vislumbraba la derrota del Tercer Reich y que, además, algunos de los implicados habían mostrado anteriormente una gran lealtad al "Führer".

Maas mostró su respeto por la reevaluación de los sucesos de 1944, pero advirtió que no se "busque las causas del fracaso del intento de golpe únicamente entre aquellos que tuvieron el valor de actuar". Hoy en día, el logro de los autores del atentado es generalmente apreciado, aunque el 20 de julio no se celebre como fiesta nacional.

Mensaje de los familiares de los ejecutados

Numerosos familiares y descendientes de los autores del atentado también dirigieron un mensaje al público. En el comunicado con el título "El mensaje del 20 de julio", se subraya la importancia de ese fallido atentado para Europa. "¿Dónde estaría Europa hoy si el día hubiera tomado un rumbo diferente? ¿Si el atentado de Stauffenberg hubiese tenido éxito, si Hitler hubiera muerto, y la dictadura alemana hubiera terminado en 1944?, se preguntan los firmantes. Ellos están convencidos de que a los conspiradores les resultaba importante construir una Europa unida".