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¿Honrar al padre?: "No siempre", dicen hijos de genocidas

¿Honrar al padre?: "No siempre", dicen hijos de genocidas

Desde la agrupación "Historias Desobedientes", hijas e hijos de genocidas de la dictadura militar argentina piden Memoria, Verdad y Justicia. "Es un dolor tremendo saber que tu padre formó parte de un exterminio", dicen.

Ver. Saber. Conocer la verdad aunque duela. Aunque duela mucho y devaste.Aunque signifique admitir que el propio padre es un genocida.

Es el camino recorrido por Liliana Furió, cuyo padre fue condenado a prisión perpetua como responsable de crímenes de lesa humanidad.

 "Es un dolor tremendo saber que tu padre formó parte de un exterminio", afirma Liliana Furió en diálogo con DW.

"Mi proceso interno por esta realidad demoledora fue bien largo", continúa. "Confieso que me llevó muchos años poder indagar realmente qué era lo que mi padre había hecho", admite.

"Cuando a él lo vienen a buscar en el 2008, yo recién ahí empiezo a buscar desesperadamente la causa y las acusaciones concretas", cuenta Furió.

Su padre, el ex teniente coronel Paulino Furió, se desempeñó como jefe de Inteligencia del Ejército y, en el marco de los Juicios por la Verdad, fue hallado culpable de tortura, de desaparición forzada de personas y de apropiación de niños durante la dictadura militar argentina (1976-1983).

Sin marcha atrás

Para Liliana Furió, fue un antes y un después. "Tremendo, porque no había vuelta atrás", admite.

Para su sorpresa, en su familia los cuestionamientos se dirigieron hacia ella. "Pretendían matar al mensajero", explica hoy,  muchos años después.

Ella, por su parte, intentó dialogar con su padre, interpelarlo, a pesar del miedo que le infundía su accionar. Abrigaba incluso la esperanza de que su padre le aportara datos sobre el paradero de los desaparecidos o el destino de los bebés sustraídos.

Sin embargo, "la respuesta fue horrible, muy frustrante: me dijo que no estaba arrepentido de nada y que lo volvería a hacer", recuerda Furió.

El nacimiento de "Historias Desobedientes"

Pero nada más lejano a la decisión de vida de Liliana Furió que victimizarse y quedarse de brazos cruzados. Así es que hace poco más de un año, junto a Analía Kalinec, fundan el colectivo "Historias Desobedientes. Hijas, Hijos y Familiares de Genocidas por Memoria, Verdad y Justicia".

Cerca de 30 familiares de genocidas, con una clara mayoría de mujeres, se reunían en uno de los primeros encuentros del grupo. Vaya paradoja. Corría el día del padre en Argentina. Y no lo sabían, pero estaban haciendo historia: su organización sería única en el mundo.

"El surgimiento de esta agrupación es de enorme relevancia", afirma la doctora en Sociología Estela Schindel. "Sus integrantes tuvieron la valentía de rebelarse contra un pacto de silencio que está sumamente extendido en círculos vinculados a los represores", sostiene la investigadora.

"Es también un mensaje hacia el futuro, porque muestra que los pactos de silencio e impunidad son más frágiles de lo que podría creerse", completa Schindel.

"En el contexto político actual, hay actores en Argentina que pretenden poner en cuestión la legitimidad de los juicios por crímenes contra la humanidad y relativizar la responsabilidad de las fuerzas armadas y sus cómplices en esas atrocidades", contextualiza la académica. "Las voces de descendientes de represores son un correctivo ético a esa tendencia", concluye.

Efectivamente, para los más de 60 integrantes en la actualidad de "Historias Desobedientes", la decisión es clara: "Nos sumamos desde siempre y para siempre al reclamo de Justicia que, de la mano de nuestras Madres y Abuelas, Familiares y Sobrevivientes, se pudo abrir camino luego de décadas de impunidad", postulan en su presentación. 

Mandamientos en cuestión

"Vinimos a romper muchos mandatos", analiza, por su parte, Furió. Y va más allá: "en los mandamientos de nuestras grandes religiones está primero "Honrarás a tu padre y a tu madre", y luego, "No matarás". Romper con eso implica mucha resistencia".

Sobre su futuro personal y el de sus cuatro hermanos, prefiere apostar por una "resignificación del apellido".

Ella, como documentalista y desde la danza por la integración.

"Vamos intentando desde nuestro arte generar otros mundos posibles, sin represión ni desapariciones forzadas", sostiene. "Tal vez de esta manera logremos exorcisar nuestra historia", confía a DW.

Liliana Furió se presentará este viernes 31 de agosto en la Biblioteca Carl von Ossietzky, de Hamburgo, en el marco del conversatorio "Manejo de crímenes colectivos en familias y sociedades. Comparación de los casos en Argentina, Alemania y España".