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El voto femenino en Brasil, un elemento clave para los candidatos electorales

El voto femenino en Brasil, un elemento clave para los candidatos electorales

Las mujeres representan la mayoría del electorado en Brasil y su voto se ha convertido en un elemento clave para los candidatos, especialmente para el ultraderechista Jair Bolsonaro, líder en los sondeos y quien tiene el mayor apoyo en general pero también un fuerte rechazo entre la población femenina.

Al frente de las encuestas con un 26 % de intención de voto, el capitán de la reserva, convaleciente en el hospital tras ser apuñalado en un acto de campaña, ha sido duramente criticado por sus rivales debido a sus polémicas declaraciones, algunas de ellas de tinte machista.

Sus comentarios públicos han sido rescatados por el candidato socialdemócrata Geraldo Alckmin como un arma arrojadiza contra Bolsonaro, un nostálgico de la última dictadura militar (1964-1985) y firme defensor de la liberación de las armas en Brasil.

Durante la propaganda de televisión Alckmin publicó vídeos en los que Bolsonaro aparece insultando a mujeres, entre ellas a una periodista a la que califica de "idiota" y a una diputada, Maria do Rosario Nunes, a la que llegó a tildar de "vagabunda" ante las cámaras de televisión.

Bolsonaro, representante de los sectores más conservadores de la sociedad brasileña, también le dijo a Nunes que "no merecía ser violada", un comentario por el que responde a un juicio en la Corte Suprema.

Con sus comentarios, Bolsonaro se ha ganado la enemistad de una parcela grande de mujeres: el 44 % de ellas, según la última encuesta Datafolha, no votaría en él en ninguna circunstancia.

"Las mujeres tienen ideologías diferentes pero un objetivo único: Bolsonaro. No se ven representadas en los candidatos, pero tampoco quieren dejar que gane un candidato que supone una afrenta a los derechos de las mujeres", explicó a Efe Hannah Maruci Aflalo, doctora en Ciencias Políticas de la Universidad de Sao Paulo (USP).

No obstante, de acuerdo con el último sondeo Datafolha, el 18 % votaría por él, un punto porcentual más que en la anterior encuesta, frente al 13 % que lo harían por el laborista Ciro Gomes o el izquierdista Fernando Haddad, sustituto de Luiz Inácio Lula da Silva, ambos empatados en segundo lugar.

Tan sólo el 10 % de las mujeres votaría a Alckmin, quien tiene un rechazo del 21 % en esa parcela de la población, la mitad que el candidato de ultraderecha.

En un terreno político dominado por el género masculino, la ecologista Marina Silva, quinta en las encuestas (8 %), no acaba de convencer al electorado femenino. El apoyo que recibe de las mujeres ha caído diez puntos porcentuales desde agosto y se sitúa en el 9 %, mientras que un 30 % no votaría nunca en ella.

Consciente de la necesidad de conquistar la simpatía de esta parcela de la población, que representa 77,3 millones de electores habilitados, Silva apeló al voto femenino en su primer mensaje de campaña en televisión.

"Quiero hablar contigo, mujer. ¿Alguna vez ya te han llamado de débil? ¿incapaz? Yo sé cómo es eso y juntas vamos a trabajar para que nadie diga que usted no puede", afirma la ecologista.

Este domingo, en un acto de campaña, la exministra de Medioambiente reafirmó su apoyo al grupo "Mujeres unidas contra Bolsonaro", el cual fue hackeado después de reunir a dos millones de personas insatisfechas con el militar.

El nombre del grupo fue alterado y bautizado "Mujeres con Bolsonaro", un acto que fue considerado por Silva como un "ataque autoritario que no respeta la libertad de expresión".

Las "mujeres contra Bolsonaro" han convocado una manifestación el próximo día 29 en todo Brasil y uno de los hashtag más empleados en los últimos días en Twitter ha sido #élno, en referencia al candidato del Partido Social Liberal (PSL).

Ante la creciente movilización en su contra, Bolsonaro también quiso mostrar esta semana el respaldo que recibe de otras mujeres y que también han creado grupos a su favor: "Gracias por la consideración, mujeres de todo Brasil", escribió el ultraderechista en las redes sociales. EFE