A 200 años de la aparición de Joaquín "Ansina" Lenzina
El Poder Ejecutivo firmó el decreto que declara el 29 de octubre como una jornada dedicada a la memoria del comandante de las milicias de libertos artiguistas, Joaquín Lencinas, Ansina. En su honor, y en el de todos los integrantes del grupo de afrodescendientes liderados por él, el presidente Tabaré Vázquez descubrió en una placa que se instaló en la Plaza del Ejército, en Montevideo.
La jornada recuerda la carta de José Artigas a Felipe Duarte, en la que se menciona por primera vez al miliciano. El historiador Óscar Montaño subrayó que este acto hace justicia tanto a los afrodescendientes como al artiguismo.
"Ansina fue leal, no fue sumiso. No fue la imagen que nos quisieron vender durante los siglos XIX y XX, en posición de servir el mate al prócer, que no lo pinta completamente como lo que fue: un soldado artiguista", señaló.
"Ansina será mucho más que un fiel servidor, será el representante de diversos grupos de descendientes de africanos que hablaban diferentes lenguas, repetía las órdenes y los mensajes del caudillo. Será inseparable compañía del caudillo en las buenas y en las malas. será una de las pocas personas que están junto a Artigas en el momento de su muerte y que acompañan sus restos al cementerio de Asunción. Junto con él, homenajeamos hoy a miles de morenos que con su esfuerzo y valor pelearon por la libertad de nuestro suelo", agregó.
"Reconocer a sus más leales servidores es para cualquier institución una obligación y para el Ejército Nacional, que tantas veces exige a sus integrantes los máximos sacrificios, inclusive su vida, esa obligación se transforma en deber moral. Es por eso que, en este día y este acto, tan sencillo como largamente esperado, cumplimos con ese mandato histórico", culminó el Jefe del Ejército, Guido Manini Ríos.
Joaquín Lenzina (Montevideo, 1760 - Asunción, 1860), más conocido como Ansina, fue un militar oriental y poeta. Fue ayudante de José Gervasio Artigas, a quién acompañó durante toda su vida, siendo su más fiel amigo y seguidor.
Nació en Montevideo en 1760, hijo de esclavos africanos. En su niñez fue aguatero. De muchacho se dirigió a la campaña, donde se convirtió en payador. Se alistó en un supuesto barco pesquero pero, al enterarse de que era un barco pirata, huyó a Brasil, donde fue capturado y convertido en esclavo.
Fue comprado por Artigas, quien lo liberó inmediatamente. En ese momento entablaron una profunda amistad. Participó junto a Artigas en diversas batallas. Cuando Artigas partió a Paraguay, Ansina también lo acompañó. Al morir Artigas (el 23 de septiembre de 1850, a los 86 años), un tal Manuel Antonio Ledesma, que también era afrouruguayo y había sido soldado de Artigas, se enteró de la soledad en la que vivía Ansina ?que ya tenía 89 o 90 años? y lo acogió en su casa diez años, hasta la muerte de Ansina en 1860. Debido a la destrucción producida por los ejércitos argentinos y brasileños en la infame Guerra de la Triple Alianza, sus restos no han podido ser encontrados.
En 1885, la misión de Tajes llega a Asunción para devolver los trofeos de la Guerra de la Triple Alianza, se presentó en aquel acto el anciano afrouruguayo Manuel Antonio Ledesma, que dijo haber acompañado a Artigas.1
Según el investigador Daniel Vidart, los restos de Ansina yacen en una fosa común del camposanto paraguayo de Guarambaré y el cadáver que fue repatriados desde Asunción a Uruguay no es el de Ansina, sino el del soldado afrouruguayo Manuel Antonio Ledesma (que actualmente se halla en Las Piedras, en el lugar donde ocurrió la célebre batalla).