Informes Especiales

Tribu de la isla Sentinel del Norte: el aislamiento no garantiza protección

Tribu de la isla Sentinel del Norte: el aislamiento no garantiza protección

Miembros de una tribu de India que vive aislada por completo asesinaron presuntamente a un misionero. ¿Cómo enfrentar este caso? DW consultó al etnólogo Christoph Antweiler.

El misionero estadounidense John Allen Chau viajó con ayuda de pescadores a una apartada isla del Mar de Andamán, donde vive la tribu de los sentineleses. Para protegerlos se ha erigido una zona prohibida alrededor de Sentinel del Norte.

El misionero había llegado varias veces al lugar en su kayak. "Mi nombre es John. Yo los amo y Jesús también los ama", les gritó una vez a los isleños, según consta en su diario de vida, que entregó a los pescadores antes de su ultimo viaje.

El 17 de noviembre (2018), los pescadores encontraron un cadáver, de una estatura similar a la del estadounidense. Segú su versión, los sentineleses lo habían enterrado en la arena.

La Policía india se acercó varias veces a la isla, en un intento de esclarecer lo ocurrido desde la distancia. Y las autoridades se muestran muy cautelosas: "Queremos evitar una confrontación con miembros de la tribu", dijo un uniformado a la prensa. ¿Qué piensa al respecto un etnólogo? Conversamos con Christoph Antweiler, especialista en Asia.

DW: ¿Cómo deberían tratar las autoridades este caso?

Christoph Antweiler: La muerte del misionero debe ser, en principio, tratada como cualquier otro caso. No debería haber ninguna regla especial, ya sea que se trate de un misionero, de un estadounidense o de un lugareño. El problema es que, aunque estas islas son territorio de India, los sentineleses han mantenido el menor contacto posible con el resto del mundo desde hace años o décadas. Las autoridades no pueden actuar, por lo tanto, igual que en otras partes de India. En consecuencia, la policía debe obrar cuidadosamente y buscar el diálogo. Tabién está claro que se trata de una minoría que, en cuanto a su identidad, no se siente perteneciente a India.

¿Conoce casos similares?

Una situación de aislamiento como la de la isla Sentinel del Norte es extremadamente poco frecuente… Existen pequeñas islas en el Océano Pacífico… También hay algunas regiones en Papúa Nueva Guinea donde un paisaje muy montañoso ofrece espacios donde hay muy poco contacto con otras poblaciones. Pero, en general, puede decirse que ya no quedan pueblos totalmente aislados, en el sentido de culturas que aún no han sido descubiertas.

¿Qué sabemos sobre contactos de estos pueblos con el resto del mundo?

Sabemos algo, principalmente, sobre pueblos que viven en la cuenca amazónica. Allí hay más de 100 grupos que quieren vivir ampliamente aislados. Pero no se trata de pueblos que no hayan sido descubiertos, sino de pueblos que alguna vez tuvieron contacto, por ejemplo, con parte de la población brasileña. Con frecuencia tuvieron malas experiencias y se retrajeron. El problema es que a menudo se plantea la cuestión del poder, por ejemplo, si hay gran interés en explotar ese territorio. Entonces, el contacto se fuerza, contra la voluntad de esos pueblos.

¿Por qué habría que proteger a pueblos como los sentineleses?

Es una pregunta difícil, que puede tener diferentes respuestas, dependiendo de si el asunto se mira desde el punto de vista de los derechos humanos o de la política de Estado. Desde la perspectiva de los derechos humanos, se debe proteger la diversidad cultural y a as minorías. Los derechos humanos deben proteger a la población, entre otras cosas, de sus propios gobiernos. Por otro lado, esto choca naturalmente con la prerrogativa de soberanía del Estado. Este quiere imponer el monopolio del uso de la fuerza en su territorio. Aquí hay que sopesar. En un sentido más amplio, por ejemplo desde la perspectiva cosmopolítica, no se trata de la suerte que corra un individuo, sino de la diversidad de la vida humana. Esas cuestiones conducen a reflexiones éticas y filosóficas de fondo.

Personalmente, estoy convencido de que esos pueblos deben ser protegidos. Pero no es realista lograr esa protección mediante el aislamiento. Una especie de museo o de cúpula protectora encierra siempre el peligro de que se produzca un contacto imprevisto, que puede ser muy radical, dañino o violento.

¿Cuál sería la alternativa?

Una cautelosa forma de intercambio restringido. Solo así se puede evitar la asimilación a la sociedad dominante.DW