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Los rusos reniegan de Kant, el hijo más célebre de Kaliningrado

Los rusos reniegan de Kant, el hijo más célebre de Kaliningrado

Si el filósofo alemán Immanuel Kant levantara la cabeza vería que la propuesta de ponerle su nombre al aeropuerto de su ciudad natal, la rusa Kaliningrado, ha provocado una airada reacción de los nacionalistas rusos que han impedido que un "traidor" alemán sea la tarjeta de visita del enclave báltico.

"Ese hombre traicionó a su patria...escribió unos libros incomprensibles que los que estamos aquí presentes nunca hemos leído y nunca leeremos", dijo el vicealmirante de la Flota rusa del Báltico, Ígor Mujametshin, en una arenga a las tropas recogida en vídeo por medios rusos.

La idea de cambiar el nombre de varias decenas de aeropuertos rusos convirtió la consulta por internet en el caso de Kaliningrado en un agrio campo de batalla entre los partidarios del filósofo alemán (1724-1804) y los que preferían el nombre de un personaje histórico ruso.

La arenga del militar surtió efecto, ya que, mientras Kant lideró la encuesta durante muchas semanas, finalmente se vio superado por Isabel I, la hija de Pedro I el Grande que conquistó el enclave entonces llamado Konisberg, y por el Mariscal Alexandr Vasilevski, quien lo reconquistó para el Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial.

Además de pedir "encarecidamente" el voto para los contrincantes del pensador, el militar recordó que "se rebajó y se arrastró para que le dieran una cátedra...en la universidad".

Se refería a la petición que el autor de "Crítica de la razón pura" hizo en 1758, cuando Kaliningrado pasó a formar parte brevemente del imperio ruso, para poder ejercer el cargo de profesor en la universidad local.

Según los historiadores, la misiva a nombre de la emperatriz nunca llegó a su destino, por lo que la cátedra fue a parar a otro candidato con más experiencia, por lo que Kant tuvo que esperar cuatro años hasta que el territorio volvió a ser prusiano.

Otros políticos adujeron que el filósofo considerado la quintaesencia del idealismo alemán no puede dar nombre al aeropuerto, ya que sería un ultraje para los millones de soldados soviéticos que dieron su vida para rechazar la invasión hitleriana.

Aunque la sangre no llegó al río, la tumba de Kant sí fue víctima de un ataque en toda regla. Unos vándalos rociaron pintura en la tumba, situada frente a la Catedral de Kaliningrado, una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, que recibió su actual nombre del revolucionario Mijaíl Kalinin.

Lo mismo hicieron con la estatua, situada frente a la universidad que lleva el nombre del filósofo, y la placa que recuerda el lugar donde nació en 1724, cuando Kaliningrado pertenecía a Prusia.

Los folletos repartidos por los vándalos acusan a Kant de "traidor" e instan a los habitantes de la ciudad a renunciar al "nombre de un enemigo" en toda la región limítrofe con Polonia y Lituania, incluida la universidad.

"¡Basta ya de traicionar a la patria! Estudiáis entre unos muros que llevan el nombre del enemigo. Kant traicionó a la tierra rusa que le acogió... ¡Vergüenza a los traidores! ¡Abajo Kant! ¡Gloria a Rusia!", señala.

La policía informó de que ya ha detenido al gamberro, que la prensa relacionó con grupos ultranacionalistas, que también intentaron influir en la opinión pública en las consultas celebradas en otras ciudades del país.

Expertos locales niegan, como aseguran sus detractores, que el pensador sufriera de rusofobia y recuerdan que, de hecho, tuvo la oportunidad de enseñar a oficiales del Ejército zarista.

Los más jóvenes ya han expresado su enfado por el resultado de la encuesta en las redes sociales, ya que consideran que los partidarios de la emperatriz o el mariscal soviético jugaron sucio al llamar a "tomar medidas contra Kant".

En cambio, estos consideran que Kant perdió en buena lid, al tiempo que niegan que las autoridades o la población local renuncie así a su más famoso conciudadano, ya que recientemente el Gobierno restauró la casa en la que vivió en la localidad de Veselovka.

"¿Qué oportuno era elegir a un pensador alemán como símbolo de un aeropuerto estatal? La votación ha demostrado que la mayoría de habitantes de Kaliningrado son patriotas y eligen a sus propias y destacadas figuras históricas", comentó Andréi Kolesnik, antiguo oficial de la Armada y actual diputado por Kaliningrado.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, apeló a la razón kantiana en la acalorada discusión al afirmar que el resultado de las consultas no es definitivo y que a la hora de ponerle nombre a los aeropuertos las autoridades tendrán en cuenta todas las opiniones, por lo que Kant aún no ha perdido la batalla con la sinrazón. EFE