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Lima está en un silencio sísmico que anticipa un terremoto grave en unos 5 años

Lima está en un silencio sísmico que anticipa un terremoto grave en unos 5 años

La capital de Perú ha entrado en una fase de silencio sísmico que podría ser señal de un terremoto de gran intensidad en los próximos cinco a 10 años, afirmó a Sputnik el sismólogo Julio Kuroiwa, profesor emérito de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).

La actividad sísmica "del país ha sido un poco superior este año; sin embargo, si observamos el mapa sísmico desarrollado por el Instituto Geofísico del Perú (IGP), se puede notar que entre Pativilca (límite norte de Lima) y Cañete (límite sur) la energía liberada es mucho menor que en los departamentos fuera de Lima; en nuestra especialidad eso se llama zona de silencio sísmico", explicó Kuroiwa.

Si se toma referencia un fenómeno similar registrado antes del trágico terremoto de la zona mexicana de Michoacán en 1985, el plazo de ocurrencia de un sismo de fuerte magnitud en la capital peruana se calcula entre cinco a 10 años, según el científico.

"En términos prácticos, un sismo fuerte puede ocurrir en cualquier momento; sin embargo, para que sea razonable la preparación estamos asumiendo que el plazo que nos advierten los datos del IGP es de cinco a 10 años", abundó.

La zona donde está ubicada Lima ha ido liberando energía a través de décadas, pero en la capital peruana no se registra un movimiento de consecuencias serias desde 1974.

Aquel sismo fue de magnitud 8 y dejó 78 muertos.

Kuroiwa, autor de numerosos libros sobre actividad sísmica en Perú, afirma que en estudios elaborados junto con colegas llegó a estimar que un "inminente" sismo fuerte en Lima estaría entre magnitudes de 8,3 y 8,5.


EL TERREMOTO DE LOS POBRES

Lima es la segunda ciudad más grande del mundo construida en un desierto, después de El Cairo, lo cual constituye una de sus mayores debilidades frente a un movimiento telúrico fuerte.

"El gran problema que tiene Lima es el gran riesgo que tienen las personas que viven en los asentamientos humanos del norte, este, sureste y sur (zonas periféricas, arenosas y desérticas) porque allí se han levantado construcciones sin ninguna planificación o control de los materiales", advirtió el sismólogo.

En estas zonas, habitadas por poblaciones pobres, se han levantado edificaciones de hasta cuatro pisos sobre pendientes de arena, lo que las hace muy vulnerables a un movimiento sísmico.

"Según estudios hechos por académicos peruanos con la cooperación suiza, la Unión Europea y la cooperación japonesa entre 2008 y 2013, los daños en Lima serían cuantiosos y las víctimas muy numerosas, y aunque no me guste llamarlo así, el que viene sería "el terremoto de los pobres", aseguró.

El experto, desde su posición de profesor emérito de la UNI, se reunió esta semana con los alcaldes y presidentes regionales electos, que comenzarán sus mandatos en enero.

De la reunión participó el jefe de Instituto Nacional de Defensa Civil, Jorge Luis Chávez, quien propuso que la gestión de riesgo de desastres sea un curso de impartición obligatoria en las universidades.

Chávez "propuso que se comience el próximo año con las universidades privadas y yo confío que también se haga con la universidades públicas, que son mi ámbito", dijo Kuroiwa.

El sismólogo dijo confiar en la gestión del presidente Martín Vizcarra para preparar a la ciudadanía.

"Fui el asesor de tesis del presidente Vizcarra en su época universitaria, y estoy seguro que él comprende la importancia de este tema", dijo.

Mientras, la ciudad de Lima continúa creciendo con muy poco control sobre sus edificios, mientras sus 10 millones de habitantes viven confiados en que el momento de la sacudida violenta no llegue nunca.

Para Kuroiwa eso constituye una "ingenuidad irresponsable". (Sputnik)