En el callejón sin salida: 100 días para el "brexit"
Theresa May, debilitada y con un gabinete dividido. La oposición, indecisa y desorientada. A cien días de la fecha límite, Gran Bretaña, en un callejón sin salida, corre el riesgo de un caótico brexit sin acuerdo.
Hasta mediados de enero el Parlamento británico no votará el acuerdo del "brexit" negociado con al Unión Europea. Demasiado tarde para buscar alternativas.
La primer ministro
Theresa May insta a los diputados a votar por su acuerdo del "brexit" por responsabilidad. Al hacerlo, ella misma bloquea cualquier otra solución, en concreto la posibilidad de un segundo referéndum. Su "brexit" es lo que los británicos votaron en 2016, según no se cansa de repetir ella. Pero es también una lucha por la preservación del poder y el rescate del partido conservador. El aplazamiento de la votación pretende aumentar la presión sobre los parlamentarios para que aprueben el acuerdo por pura desesperación, algo posible pero no muy probable.
El Gobierno y su partido
El gabinete de Theresa May está dividido en tres bandos, como el partido tory. Hay duros partidarios del "brexit", pragmáticos y proeuropeos moderados. Todos envían mensajes diferentes: desde la línea dura ahora piden una salida de la UE sin acuerdo y sin fase de transición. Los pragmáticos intentan apoyar el acuerdo de May y los terceros buscan un segundo referéndum.
El Partido Laborista
Con un gobierno paralizado, la clave está en la oposición. Pero el laborista Jeremy Corbyn no está dispuesto a poner el bien común más allá de las consideraciones partidistas. Su objetivo es forzar nuevas elecciones. Pero a eso se oponen el resto de partidos y, además, según las encuestas, ni siquiera las ganaría. El brexit ha envuelto a la clase política en un enfrentamiento que ha abierto profundas divisiones y ha hecho imposible la cooperación. Tanto Corbyn como May muestran obstinación y falta de flexibilidad.
El reloj no se detiene
A 100 días de la fecha límite para el "brexit", el gobierno ha comenzado a prepararse para una salida dura. Dos mil millones de libras adicionales se destinarán a de aduanas, sistemas de registro de exportaciones, zonas de estacionamiento para camiones de carga y un posible despliegue de los militares. Además, los ciudadanos y la industria exportadora británica están siendo alertados: deben prepararse para un posible "brexit" duro.
Muchas empresas importantes ya lo han hecho: se han almacenado componentes y materias primas, aunque esto solo sirva a corto plazo. Actualmente no hay almacén libre en todo el país. Pero hay más: las compañías farmacéuticas y aéreas, por ejemplo, tienen que solicitar nuevas licencias, como los nuevos transportistas, la lista de problemas es infinita. Y la mayoría de pequeñas y medianas empresas también se ven afectadas.
De unicornios y quimeras
Aunque las mentiras y las falsas promesas del "brexit" han sido expuestas hace tiempo, los actores de este drama continúan evocando la existencia de unicornios. Los partidarios del "brexit" hablan de una salida amparada en las normas de la Organización Mundial del Comercio. El ex jefe de la OMC, Pascal Lamy, dijo que era como descender de la Premier League a cuarta división.
Ahora también se habla de un "no-acuerdo gestionado", en el que la UE amortiguaría el "brexit" a cambio de dinero a través de una serie de acuerdos bilaterales. El coordinador del brexit en el Parlamento Europeo ha negado categóricamente que esta red de acuerdos de ensueño pueda darse. May también afirma que la UE hará sus garantías jurídicamente vinculantes en enero para la cuestión norirlandesa. El líder laborista Jeremy Corbyn dice que puede negociar un nuevo acuerdo del "brexit" como jefe de Gobierno en pocas semanas, mejor para el empleo de los británicos. O se engañan a sí mismos o engañan a los votantes.
Sonambulismo del brexit duro
En Londres, 100 días antes de la fecha de salida, todavía no se percibe que haya urgencia alguna. Theresa May juega con los tiempos, la oposición fracasa y los acuerdos se tachan de traición a su ideología. Si continúa así, Gran Bretaña podría el próximo 29 de marzo de 2019, debido a la estrechez mental de su clase política, caminar en sueños hacia un "brexit" duro.