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Medio Oriente en una nueva etapa

El movimiento diplomático en Medio Oriente parece indicar un cambio en la situación entre palestinos e israelíes y podría sugerir un avance hacia la paz. Los condicionales se suman en esta crónica de la corresponsal Ana Jerozolimski sobre la actualidad de una zona siempre candente.

(Emitido a las 8.45)

EMILIANO COTELO:
Medio Oriente aparece a menudo en los titulares de la prensa mundial, demasiado a menudo, debido a conflictos y problemas. A veces también por diálogos y acuerdos.

Estamos hablando de las alternativas del conflicto Israel-Palestina. En los últimos días ha habido, en torno a este punto, mucho movimiento diplomático. Por un lado se reanudaron los contactos entre israelíes y palestinos y ha habido encuentros directos entre el premier israelí, Ehud Olmert, y el presidente palestino, Abu Mazen.

Por otro lado, los mediadores van y vienen, ya ha estado en Jerusalén y en Ramala Tony Blair, el ex primer ministro británico, flamante representante especial del Cuarteto, y ayer tuvo lugar una visita especial, la de los cancilleres de Egipto y Jordania. Una visita especial porque no está muy claro en nombre de quién llegaron a Jerusalén.

Para ocuparnos de estas novedades y para conocer sobre la nueva iniciativa de paz que lanza al parecer el primer ministro israelí, estamos en contacto con nuestra corresponsal en la zona, Ana Jerozolimski.

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Ana, me refería recién a estas novedades que han estado surgiendo en el ambiente diplomático en los últimos días en la relación entre Israel y la Autoridad Palestina. Me parece importante empezar el diálogo aclarando si realmente está pasando algo nuevo en esa zona. ¿Se está dando un empuje hacia la paz?

ANA JEROZOLIMSKI:
Si tomamos como elementos con base en los cuales juzgar, al movimiento diplomático que hay, a la cantidad de mediadores que llegan, a las declaraciones dramáticas que se formulan, algo está pasando. Sería demasiado prematuro asegurar que esto realmente conduzca a algo concreto, que de las grandes declaraciones, de los encuentros dramáticos, vayamos rápidamente o en tiempos medianos, intermedios, a algo que signifique un acuerdo de paz concreto. Pero movimiento hay, al parecer con la intención de avanzar hacia el logro de un acuerdo.

EC - ¿Qué iniciativas de estas que están teniendo lugar destacas tú?

AJ - Hay varias cosas. Por un lado está el nuevo plan (por ahora no confirmado oficialmente, pero tampoco desmentido en forma demasiado abierta) del primer ministro israelí, Ehud Olmert. Dado que se habla de acuerdo de principios, inevitablemente me recuerda la declaración de principios del acuerdo que se había firmado en la Casa Blanca en setiembre del 93 entre Rabin (que en paz descanse) y Yasser Arafat (también fallecido años después). Un acuerdo de principios que Olmert ofrecería a los palestinos, que consistiría en negociar en forma rápida, casi inmediata, los asuntos más sencillos de la agenda israelí-palestina, todo de cara al logro del establecimiento de un Estado palestino independiente en parte de la frontera del 67 y dejar los puntos más espinosos, más complejos para después.

Está por otro lado la así llamada "iniciativa árabe", que es más compleja, más difícil desde el punto de vista israelí. Se trata de una promesa del mundo árabe de reconocer a Israel y normalizar sus relaciones con Israel, si Israel primero acepta retirarse de todos los territorios conquistados en 1967.

EC - Para impulsar esta iniciativa de la Liga Árabe llegaron a Jerusalén dos cancilleres, el de Egipto y el de Jordania. Yo decía que llegaron en circunstancias no muy claras. ¿En qué carácter llegaron? ¿Cuál es el papel que están jugando?

AJ - Haces bien en mencionar eso de las circunstancias no muy claras (por decirlo delicadamente), porque el marco fue confuso. Y creo que no es algo meramente técnico, tiene significado de fondo el que no esté claro siquiera en qué medida llegaron como representantes de la Liga Árabe.

Hace pocos minutos recibí un mensaje por correo electrónico, enviado a numerosos periodistas, del doctor Said Barakat, el conocido negociador palestino, que expresaba su beneplácito, su satisfacción por el hecho de que "los hermanos de la Liga Árabe" habían llegado directamente a Jerusalén para tratar la iniciativa árabe.

¿A qué me refiero con este término de representantes de la Liga Árabe? Como tales se había anunciado a los cancilleres de Egipto y Jordania, Ajmed Abul Gheit y Abdul-Ilah al-Khatib respectivamente, que iban a venir a Jerusalén, pero cuando ya estaban llegando llegó un anuncio de El Cairo, de las oficinas de la Liga Árabe, aclarando que de hecho no venían como representantes oficiales de la Liga Árabe, que tenían un aval para tratar el tema de la iniciativa árabe pero que no venían como representantes. Me dijo un diplomático israelí que estos cancilleres, aunque hubo con ellos un ambiente muy bueno en las conversaciones, pidieron explícitamente que no se ponga en las entrevistas la bandera ni ningún símbolo de la Liga Árabe. Diplomáticamente trataron de bajar el perfil. Yo decía que eso no es algo solamente técnico, es una dificultad de admitir públicamente que se está negociando con Israel cuando Israel todavía no aceptó la condición previa de la Liga Árabe.

EC - ¿Por qué es tan importante la posición de los árabes mismos? ¿Los palestinos los necesitan?

AJ - Creo que sí. Si bien los palestinos cuando hablan (y me ha pasado hablando con muchas figuras palestinas) fuera de micrófonos expresan en el mejor de los casos decepción, hablan en tono un poco... burlón no sería la palabra, pero con una mezcla de decepción, en tono despectivo respecto de la terminología que se oye siempre en las cumbres árabes cuando hablan de "nuestros hermanos palestinos", dicen que en la práctica los estados árabes no los ayudan lo suficiente.

Pero más allá de esto, de la sensación general de respaldo que los palestinos necesitarían del mundo árabe, me atrevo agregar, en la parte positiva, no en la parte de atentados sino en la construcción verdadera de un Estado palestino, que en la coyuntura actual, en la que hay división interna palestina, a Abu Mazen, el presidente palestino (que tiene a su cargo la Autoridad Palestina, con el gobierno de Zalam Fayad en Cisjordania, mientras Hamas gobierna en la Franja de Gaza) le sería muy importante recibir un apoyo claro, no solo declaraciones formales que no quieren decir nada, de parte de la Liga Árabe.

El diplomático israelí con el que hablé me decía que hay muchas declaraciones incluso de comprensión de la posición de Israel respecto de Hamas. Los representantes de la Liga Árabes manifiestan a los interlocutores israelíes a puertas cerradas que están de acuerdo en su visión de Hamas como algo peligroso, como algo dañino, pero abiertamente no se manifiestan en esos términos y se limitan a exhortar a la unidad palestina. Esto a Abu Mazen no le hace bien, él precisaría un apoyo claro a su gobierno y un rechazo terminante a la postura de Hamas en Gaza.

EC - Tú que has estado siguiendo la situación en Medio Oriente desde hace ya muchos años, ¿qué impresión tienes con respecto a lo que está ocurriendo en estos días? ¿La historia se repite? ¿Se abre alguna puerta efectivamente?

AJ - Es una mezcla de cosas. Por un lado sí, parecería que alguna puerta se está abriendo, como yo decía en la respuesta a tu primera pregunta, hay una sensación de que no se puede estar moviendo todo esto en vano, sin que nada vaya a pasar. Pero decir que esto realmente conduce a algo nuevo, que dentro de poco vamos a ver un acuerdo... Tantas veces hemos dicho que quizás se está por firmar algo, quizás está por cambiar la situación, y después volvemos a sentir una mezcla de tontos y angustiados porque las cosas no se concretan.

Por un lado parece que hay algo nuevo, porque hay intención del lado de Abu Mazen, del lado de Ehud Olmert, de cambiar la situación, por otro lado no solo porque la división interna palestina es muy seria, sino en la coyuntura actual porque de la parte árabe, de la que los palestinos necesitan ese apoyo, hay muchas frases rimbombantes pero concretamente la Liga Árabe no se compromete en una posición que pueda dar ese apoyo definitivo que precisa el presidente palestino como alternativa clara a Hamas. Además el hecho de que no quiera mostrar abiertamente que están negociando con Israel, se sigue con ese tema del simbolismo negativo, que no aparezca la bandera de la Liga Árabe en Jerusalén, aunque los cancilleres vinieron, si bien son cancilleres de países árabes que ya tienen paz con Israel. Pero si venían abiertamente como representantes de la Liga Árabe, eso realmente sería algo dramático, un cambio después de decenas de años de boicot. Si eso no cambia, falta un elemento de base que recién cuando aparezca se puede decir Medio Oriente se encamina hacia una etapa diferente.

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Edición: Mauricio Erramuspe