La transcripción del diálogo de los pilotos fue divulgada en la Comisión parlamentaria que investiga el accidente, y demostró que desde la torre de control se le advirtió a los tripulantes que la pista estaba "mojada y resbaladiza", pero igualmente fueron autorizados a aterrizar.

En el diálogo de la cabina, que quedó registrado en las "cajas negras", uno de los pilotos le dice al otro que desacelere y éste le responde que "no puede", ante lo que el primero comienza a gritar que gire el avión porque van a estrellarse y la comunicación se cierra.

En ese diálogo los pilotos confirman además que al avión sólo le funcionaban algunos dispositivos de frenado. Uno de ellos indica que sólo uno de los reversores de ayuda al frenado del motor funcionaba, cosa ya sabida por la compañía y la tripulación. Del "Spoiler nada", agrega en alusión a que el freno aerodinámico sobre el ala, que no entraba en funcionamiento.

En esas condiciones el avión llegó con casi 200 personas a bordo al aeropuerto de Congonhas y tras tocar pista a unos 220 km por hora, siguió de largo, atravesó una avenida y explotó al incrustarse en un edificio.

El diario Folha de Sao Paulo informó que también accedió a datos de las cajas negras, según los cuales, el piloto en vez de dejar los dos aceleradores de las turbinas en punto muerto, dejó uno en posición de aceleración y la otra en punto muerto.

De todas formas, las autoridades aeronáuticas estimaron que los resultados oficiales de las investigaciones del accidente se conocerán recién dentro de 10 meses