Futuro director del FMI quiere que el organismo deje de ser "gendarme de los pobres"
Dominique Strauss-Kahn fue elegido para suceder a Rodrigo de Rato en el Fondo Monetario Internacional (FMI). Desde noviembre, este francés que ha tenido destacada actividad pública en su país, tratará de marcar su impronta en el organismo internacional, con un énfasis importante en el multilateralismo y una tónica progresista, comentó el corresponsal Rafael Mandressi, desde París.
(Emitido 8.40)
EMILIANO COTELO:
El Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene nuevo director gerente.
Después de la renuncia del español Rodrigo de Rato, el francés Dominique Strauss-Kahn ha sido el elegido para dirigir una institución que en los últimos años ha sabido ganarse varios cuestionamientos.
Hablando en inglés ante los periodistas que lo esperaban para escuchar su primera conferencia de prensa luego del anuncio oficial de su designación, Strauss-Kahn aseguró que ha llegado para cambiarle la cara al FMI y liderar las reformas que necesita la organización.
(Audio Dominique Strauss-Kahn.)
"I define myself as the candidate for reform, now Im the designated managing director for reform, and what I want to do after November the first will be really the managing director for reform."
(Fin del audio)
EC - "Me definía como el candidato de la reforma. Ahora soy el director gerente designado para la reforma, y lo que realmente me propongo hacer después del 1 de noviembre, cuando asumiré el cargo, es ser el director que gerencie esa reforma."
¿Quién es este hombre? ¿Cuál es la impronta que pretende imprimirle a su mandato al frente del FMI? ¿Qué tipo de institución quiere liderar? Vamos a conversarlo con nuestro corresponsal en París, Rafael Mandressi.
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EC - Vamos dar algunas pinceladas a propósito de Strauss-Kahn.
RAFAEL MANDRESSI:
Es un personaje importante de la política francesa desde hace ya unos cuantos años. Ha sido varias veces ministro. Pertenece al Partido Socialista (PS). Fue, en particular, el ministro de Economía del último gobierno socialista, encabezado por Lionel Jospin, entre 1997 y 2000, con una gestión ampliamente exitosa. Por lo menos si uno se fija en los números, son los mejores números de Francia de los últimos 25 años en materia de desempleo, de crecimiento, de macroeconomía en particular, de comercio exterior, de política industrial.
De modo que tiene antecedentes en esa materia, tanto en el campo político como en el campo técnico bastante importantes y favorables en cuanto a su gestión. Por otra parte, es un reconocido economista, profesor de economía en la universidad... Uno de los principales economistas franceses. Y en cuanto a lo político, lo último fue su candidatura a la candidatura del PS para las elecciones presidenciales de este año. Pero fue derrotado en las primarias por Ségolène Royal.
EC - ¿Cómo se define a sí mismo?
RM - Dentro del PS representa lo que más se parece a la socialdemocracia europea. De hecho, él mismo reivindica su corriente dentro del PS y lo que representa como socialdemócrata. Es algo próximo a lo que fue Schroeder en Alemania, a lo que puede ser Rodríguez Zapatero en España. En ese sentido es un individuo y una corriente de ideas bastante singulares dentro de la izquierda francesa, que nunca tuvo demasiadas afinidades con sus pares europeos.
EC - En cuanto a su nueva responsabilidad, ¿qué iniciativas ha venido manejando?
RM - Como escuchábamos, la principal vocación de su candidatura y ahora de su función a partir del 1 de noviembre es reformar al FMI; institución que ha perdido prestigio y ha caído en cierto descrédito en los últimos tiempos.
Strauss-Kahn llega en una actitud de modificar algunas de las líneas principales. En primer lugar, en cuanto a la propia doctrina que ha prevalecido en los últimos años (eventualmente en las últimas décadas): terminar con el liberalismo económico ortodoxo, poner mucho énfasis en la regulación... Ha dicho que quiere hacer del FMI una verdadera institución de regulación en materia financiera y que el Fondo deje de ser "el gendarme de los pobres".
EC - ¿Qué quiere decir con eso?
RM - Para empezar, un mayor multilateralismo. Quiere reclutar en países del Tercer Mundo. En particular ha estado visitando muchos de ellos, tiene muy buenas relaciones con el presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, con Michelle Bachelet en Chile, ha visitado otros países de América del Sur, como Brasil, donde tuvo un encuentro bastante promocionado con Lula, y estuvo también en Bolivia. Hay un énfasis importante en cuanto al multilateralismo y en cuanto a imprimirle una tónica progresista a la acción del FMI.
EC - Veamos cómo surgió la candidatura de Strauss-Kahn para este cargo.
RM - Se hizo público después de las elecciones presidenciales en Francia. Se puede suponer que la cosa venía manejándose desde antes. Por lo pronto, desde el momento en que quedó fuera de carrera para la candidatura socialista. En todo caso, ni bien se cumplió la segunda vuelta de las elecciones presidenciales su nombre comenzó a sonar como candidato a la sucesión de De Rato. La primera de las acciones de promoción y de respaldo en ese sentido vino del presidente francés, Nicolas Sarkozy. En la misma tónica con la que ha intentado abrir su gobierno a personalidades de otros partidos, en este caso promovió la candidatura de un socialista a la dirección del FMI. Una candidatura por lo demás muy presentable. Y luego la Unión Europea ratificó ese apoyo como bloque. Y Estados Unidos, en la medida que existe este reparto tradicional de responsabilidades entre Banco Mundial y FMI, correspondiéndoles a los europeos el FMI, también respaldó la candidatura.
De inmediato Strauss-Kahn emprendió una gira por unos cuantos países del mundo, entre ellos los que mencionaba recién, y obtuvo los apoyos suficientes como para ser casi naturalmente designado en los últimos días.
EC - ¿Y dentro de Francia cómo se analizan la postulación y luego el éxito de esa propuesta? Por ejemplo, ¿cómo se entiende que Sarkozy lo haya impulsado?
RM - Depende de las intenciones que uno presuma. Hay dos versiones. Una (un poco angelical) sostiene la tesis de una iniciativa sincera de Sarkozy para llevar adelante la candidatura no sólo de un francés sino de un individuo muy competente, al margen de su pertenencia política. La otra interpretación, que no es excluyente con la primera pero a la que le atribuyo mayor credibilidad, es que Sarkozy con esto logra alejar del contexto francés a un posible rival para las elecciones de 2012. Si Strauss-Kahn completa su mandato de cinco años no sería candidato en las próximas presidenciales y el individuo que hoy se presenta como más peligroso para una confrontación electoral frente a una candidatura de Sarkozy a la reelección sería Strauss-Kahn.
Está claro que Strauss-Kahn también piensa en las próximas presidenciales en Francia y no descarta en absoluto (lo dijo expresamente ayer en la televisión) un regreso a tiempo como para poder competir. Tiene como precedente el caso del actual presidente de Alemania que renunció al FMI para ser candidato a las elecciones presidenciales, que ganó.
EC - ¿Pero Strauss-Kahn puede estar buscando su relanzamiento político con la carrera en el FMI?
RM Sí. Va a depender del mayor o menor éxito en su gestión. Hay una prueba de fuego que va a ser tratar (lo ha dicho expresamente) de traer nuevamente a la Venezuela de Chávez al Fondo. Ese va a ser uno de los elementos en los cuales se va a poder empezar a apreciar cuál es la capacidad política de Strauss-Kahn al frente del organismo en los próximos meses. Del éxito de la gestión dependerán después las posibilidades en cuanto a su carrera política dentro de Francia. En cualquier caso, estando desocupado como político dentro del país, esta candidatura le vino como anillo al dedo para seguir pesando en la esfera pública.
EC - Hay una especie de tradición de funcionarios internacionales de relieve provenientes de Francia en los últimos tiempos. ¿Tienes alguna lista que podamos mencionar?
RM - Algunos ejemplos, por lo pronto en el propio FMI. Los uruguayos recordarán, probablemente no con mucha simpatía, el nombre de Michel Camdessus, que fue director años atrás, con ideas políticas y económicas muy distintas de las de Strauss-Kahn. En otras épocas hubo un largo período de Jacques Delors en la Presidencia de la Comisión Europea, en la época de oro de la Comisión Europea. Y en la actualidad hay varios franceses... Por ejemplo, en la Organización Mundial del Comercio está Pascal Lamy, otro socialista, próximo a Strauss-Kahn personal y políticamente, Jean-Claude Trichet, el presidente del Banco Central Europeo y Jean Lemierre, presidente del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo. Esto corresponde a una tradición muy asentada de formación de las elites francesas que - en cuanto a la formación para la administración de la cosa pública y del Estado francés en particular - luego pasan con mucha frecuencia a la esfera internacional.
EC - ¿Tú conoces a Strauss-Kahn? ¿Qué impresión tienes de él?
RM - Es una persona realmente valiosa, extremadamente competente en lo técnico y con experiencia internacional; no sólo por sus funciones anteriores como ministro de Economía sino porque además tiene una vocación por la dimensión externa internacional. Lo escuchábamos al principio hablando en inglés. No es frecuente que un francés hable en inglés, por lo menos no con esa pronunciación, relativamente comprensible. Esto puede parecer un detalle nimio, pero no deja de tener importancia tratándose de un funcionario francés. Queda por ver qué puede hacer, qué puntos calza en cuanto a la acción política que implica su nueva función. De todos modos, es un individuo con larga experiencia política. En todo caso es uno de los mejores recursos humanos que podía proponer Francia. No sólo para esa función sino para algunas otras del mismo orden.
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Edición: Ma. Eugenia Martínez