Estados Unidos de cara a las elecciones "más importantes de su historia"
La carrera electoral ya se lanzó en la principal potencia mundial. Demócratas y republicanos se disputarán la Casa Blanca en noviembre de 2008. Y buena parte de la agenda internacional se definirá en esa elección: la guerra de Irak, el cambio climático, las negociaciones comerciales... La agenda es amplia y los candidatos se posicionan en la carrera. Hillary Clinton y Rudolph Giuliani son los que cuentan con mayores chances pero no está todo dicho. El corresponsal en Boston, Roberto Porzecanski, analizó las fortalezas y debilidades de cada uno, además de las claves que definirán el hombre o mujer- más poderoso del mundo.
(Emitido a las 9.07)
EMILIANO COTELO:
Sin lugar a dudas, las elecciones de noviembre del año que viene en Estados Unidos son un acontecimiento por demás trascendente.
Son muchas las razones. Primero, estamos hablando de las elecciones presidenciales de la primera potencia del mundo. Segundo, se trata del fin de la era Bush, con todo lo que ello significa a la luz de la guerra en Irak y la guerra contra el terrorismo, entre otros asuntos delicados. Y tercero, porque, al menos hasta el momento, la cuestión aparece bastante polarizada entre los candidatos principales de cada partido, Rudolph Giuliani por los republicanos y Hillary Clinton por los demócratas.
¿Cómo viene la carrera? ¿Qué es lo que está en juego? ¿Qué importancia tiene el resultado de esa elección para países como Uruguay? Vamos a examinarlo en los próximos minutos en diálogo con Roberto Porzecanski, aprovechando que está en Montevideo.
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Roberto, ante todo, sería bueno ubicar qué estás haciendo tú en Estados Unidos desde hace ya un tiempo. Estás estudiando en la Fletcher School of Law and Diplomacy, de la Tufts University. ¿Qué es esto? Y, concretamente, ¿qué estás estudiando?
ROBERTO PORZECANSKI:
Es la escuela más antigua de relaciones internacionales en Estados Unidos, y yo estoy en los tramos finales al menos así me gusta pensarlo de un doctorado en Relaciones Internacionales con una focalización en lo que allí se llama International Political Economy, que vendría a ser por qué los países adoptan las políticas económicas y comerciales que adoptan y cómo eso configura el sistema económico internacional.
EC - ¿Cuándo vas a terminar los estudios? ¿Cuándo obtendrás ese doctorado?
RP - Con suerte, dentro de un año y medio. Estas son cosas largas y hay que tomárselas con paciencia.
EC - Así que te vas a quedar allá. Por lo menos ese tiempo, seguiremos contando con tus crónicas y tus análisis.
RP - Sí, voy a estar allí para las elecciones de las que vamos a hablar ahora.
EC - En Estados Unidos se habla de esta elección como "probablemente la más importante de la historia". Habrás escuchado ese enfoque; ¿lo compartes?
RP - Junto con la elección que sucedió a Nixon en los años setenta, es la elección más importante de la historia moderna de Estados Unidos, porque es difícil comparar con las elecciones del Siglo XIX.
Y es así por varios motivos. Uno es el nivel enorme de desaprobación del presidente Bush, para mucha gente esto ha sido un período oscuro en la historia de Estados Unidos, del cual hay que salir. Y cómo se salga va a ser muy importante para determinar si Estados Unidos va a seguir siendo la primera potencia del mundo, si va a seguir ejerciendo el liderazgo o no. Y otro motivo es que es una elección en un tiempo de guerra, una guerra que a pesar de todos los esfuerzos que se hacen para mostrar avances, aparece como el gran fracaso de la historia reciente militar estadounidense, sobre todo cuando se pone en perspectiva y se ve que Estados Unidos entró a esta guerra por voluntad propia.
EC - Antes de continuar, sería bueno aportar algunos datos para que el oyente se ubique en el esquema electoral estadounidense, que es bastante complejo. Yo decía recién que las elecciones serán dentro de un año, a principios de noviembre. Sin embargo, el proceso ya comenzó. ¿Por qué es tan largo?
RP - Es tan largo porque si bien las elecciones son en noviembre, las elecciones internas comienzan en enero, y una de las cosas que es clave para entender el sistema electoral es que Estados Unidos es un país federal en el sentido estricto de la palabra, cada estado es muy celoso de sus propios derechos, y eso hace que las elecciones internas sucedan estado por estado, de manera consecutiva. Para acomodar 50 estados en un calendario de un año, se empieza muy temprano. Todavía no están 100% definidas las fechas, pero la primera elección interna va a ser a principios de enero. Hay un año de campaña electoral formal y un año anterior durante el cual los candidatos se preparan para las elecciones internas. Entonces, en un período de gobierno de cuatro años la mitad es campaña electoral.
EC - Para completar la introducción, ¿cómo se concreta la elección interna del Partido Demócrata (PD) en un determinado estado? ¿Cómo se vota, qué es lo que ocurre estado por estado?
RP - Hay dos formas, los electores en Estados Unidos cuando se registran para votar tienen que decir si son republicanos, demócratas o independientes. Y un estado puede hacer una elección interna o una serie de congresos en los que la gente se reúne y vota, pero no de manera tradicional sino levantando la mano en distintos locales. Se elige entre todos los precandidatos, de acuerdo con los votos, un número de delegados a la Convención, que es lo que vamos a tener a finales del invierno uruguayo. Allí es donde formalmente se eligen los candidatos.
El problema de Estados Unidos es que históricamente si uno gana en los primeros dos estados, que tradicionalmente han sido Iowa y Nuevo Hampshire, el impulso mediático que recibe prácticamente determina el resultado final. Entonces los candidatos pasan una cantidad desproporcionada de tiempo en estos dos estados pequeños, e incluso hay gente que se muda allí para conocer a los candidatos mano a mano, van a los bares de las esquinas en los pueblos chicos, porque ahí es donde el primer impulso importa.
EC - ¿Cómo se vota en esos dos estados?
RP - En Iowa se vota en los congresos, hay reuniones el mismo día en muchos lugares del país, y en Nuevo Hampshire, un poco más tarde, se vota como en una elección interna tradicional.
EC - Se vota en las urnas.
RP - Se vota en las urnas, los que están registrados como demócratas a los demócratas y los que están registrados como republicanos a los republicanos.
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EC - ¿Algo más sobre cómo funcionan estas elecciones, sobre todo sobre cómo funcionan las primarias?
RP - Sí, porque el sistema cambió, antes los estados grandes, donde está la mayor parte de la población de Estados Unidos, como Texas, California, Florida, Nueva York, votaban al final, pero se cansaron de no tener nada que decir en las elecciones y hubo una corrida hacia delante. Entonces el 5 de febrero, en lo que en Estados Unidos se llama el "Tsunami Tuesday", el martes del tsunami, votarán todos estos estados grandes, y ya se va a saber quiénes van a ser los candidatos.
EC - Pasemos a la situación tal cual está planteada hoy. Tanto republicanos como demócratas tienen ocho precandidatos postulados oficialmente; y por otro lado hay un candidato independiente y otros que aún no se han postulado pero que no se descarta que aparezcan como candidatos oficiales. Por ejemplo, Al Gore, porque después de que fue galardonado este año con el Premio Nóbel de la Paz, muchos seguidores quieren que se presente como candidato. ¿Cuáles son los requisitos para proclamarse precandidato? Por ejemplo, ¿Al Gore está a tiempo todavía?
RP - Están los requisitos formales, para los cuales está totalmente a tiempo, y están los requisitos informales, como por ejemplo tener la suficiente cantidad de dinero para estar en carrera. Tanto Al Gore, como Michel Bloomberg, que no se ha declarado y que se refiere como potencial candidato independiente, como Al Gore pueden seguir en carrera porque tienen la suficiente fortuna personal como para no necesitar recorrer el país recaudando fondos. Las personas que no tienen una cuenta bancaria propia están prácticamente fuera de carrera, los grandes donantes ya están comprometidos.
EC - Hace mucho tiempo que no se daba en Estados Unidos una elección abierta, es decir, sin un presidente o vicepresidente buscando ser electo nuevamente. Sin embargo, parece que los candidatos de los distintos partidos ya están determinados. ¿Es tan así? ¿Ya está jugado quién va a ser el demócrata y quién va a ser el republicano?
RP - Hay que separar lo que es de lo que a los candidatos les gustaría que fuera. Es importante entender que Estados Unidos es un país muy grande, muchas veces no somos conscientes desde fuera de lo grande que es, y para obtener una candidatura viable hay que tener un reconocimiento de nombre muy importante. No es casual que los candidatos que están corriendo la pelea delante, Clinton y Giuliani, tengan visibilidad nacional. Antes del 11 de setiembre Giuliani no era mencionado como candidato, su candidatura es un resultado directo de la popularidad que obtuvo de ello. La candidatura de Clinton parece algo casi inevitable, a pesar de que Obama está tratando de instaurar una duda en el conocimiento popular de que Clinton va a ser la candidata.
En el caso de los republicanos es mucho más complicado, para la base del Partido Republicano (PR) Giuliani tiene serias deficiencias que hacen que la elección esté abierta. De todos modos, si hay algo que sorprende es cómo con el paso de los meses las encuestas se mantienen estables. Hillary Clinton no ha perdido su liderazgo a pesar de candidatos nuevos y de que Obama ha juntado más dinero que ella en algunos trimestres. Y Giuliani se mantiene al frente. Pero estos son resultados nacionales.
EC - ¿Podemos dar algunos porcentajes de cómo se presentan las preferencias entre demócratas y republicanos?
RP - Hay millones de encuestas en Estados Unidos. Según una particularmente confiable, que es la que hace The Economist, el 45% de los demócratas dice que va a votar a Hillary Clinton, el 21% que va a votar a Obama y el 16% a Edwards, esos son los tres candidatos que están en carrera. Este liderazgo de 25 puntos de Hillary se ha mantenido desde que Obama lanzó su candidatura, para gran frustración de Obama, que ya no sabe cómo hacer para sacarle algún punto.
Los republicanos están un poco más divididos, hay cinco candidatos que tienen dos dígitos: Giuliani con 28%, Fred Thompson, que fue el último en entrar en la competencia, un ex senador y actor reconocido, con 21%, McCain con 11%, Romney con 14% y Mike Huckabee con 12%. Este último tiene la particularidad de venir del mismo pueblo que Bill Clinton, que se llama Hope, "Esperanza", en Arkansas.
EC - ¿Cuáles son las perspectivas a esta altura?
RP - Hay que aclarar que estas encuestas son nacionales.
EC - Ah, claro, vale la pena introducir ese detalle, no son lo mismo porcentajes de intención de voto nacionales que lo que puede resultar cuando se pronuncie cada estado por su lado.
RP - Claro. Y por ejemplo, en Iowa y en Nuevo Humpshire, Romney está mejor que Giuliani, y si gana en Nuevo Humpshire el boom mediático puede arrastrarlo hasta el 5 de febrero para consolidar su candidatura. Antes de que yo viniera, por primera vez hubo alguna señal de que el liderazgo de 25 puntos de Clinton se estaba debilitando. La estrategia de Obama había sido mostrarse por encima de la política sin atacar, siempre con mensajes positivos, pero se dio cuenta de que esas no son las reglas del juego, entonces sutilmente se ha movido y ha empezado a atacar a Hillary en lo que más le duele, que es su voto en el año 2002 para autorizar la guerra en Irak, que es el tema más polémico. Mucha gente dice: "lo único que necesitamos en un presidente es buena capacidad de ejercer el juicio, y cuando Hillary Clinton tuvo la oportunidad de ejercer la mayor sabiduría y experiencia, no lo hizo".
EC - Los porcentajes de intención de voto de estas encuestas no se pueden traducir de manera automática en los resultados que se darán cuando tengan lugar las primarias de los partidos en los estados. Pero en definitiva, por ahora, tenemos a Hillary Clinton muy consolidada en el PD, y a Giuliani encabezando las preferencias entre los republicanos. Por otra parte, hay encuestas que miden qué ocurriría en la elección nacional si el candidato demócrata fuera fulano y el candidato republicano fuera mengano. ¿Hay algo interesante a destacar en ese otro tipo de encuestas?
RP - Sí, son las encuestas que muchos votantes de las internas tienen en su mente cuando dicen "queremos un candidato elegible".
EC - ¿Qué quiere decir eso?
RP - El gran impedimento para la candidatura de Hillary es que gana cómodamente en la interna demócrata pero tiene a todos los republicanos esperando para hacerle recordar por qué todos odiaban a Clinton en los noventa. Y van a tener diez meses para destrozarla políticamente. Entonces los demócratas dicen: si nuestro objetivo principal es ganar la Casa Blanca, quizás tengamos que sacrificar a nuestra candidata preferida porque nuestro objetivo es reemplazar a Bush.
EC - ¿Qué tienen los republicanos para pegarle a Hillary Clinton?
RP - Ella intentó universalizar la salud pública, hacer un sistema al estilo europeo, donde la salud es totalmente pública. Eso para los republicanos es herejía.
EC - La reforma de la salud fue encargada por Bill Clinton a su esposa.
RP - Y falló rotundamente, chocó contra la pared de los diversos intereses. Entonces los republicanos tienen mucha facilidad para pintar a Hillary como una socialista, por más que eso en Uruguay nos cause gracia o nos sorprenda. Además está todo el tema del escándalo de Monica Lewinsky, en un país donde es tan importante el tema de la familia y los valores morales, al menos a nivel discursivo. El hecho de que Hillary se haya quedado con Clinton a pesar de todo lo que pasó, dicen los republicanos, es una muestra de que es una mujer inescrupulosa, capaz de hacer cualquier cosa para quedarse en el poder.
EC - ¿Y qué dicen las encuestas en los distintos escenarios?
RP - Las encuestas dan empate técnico en la mayoría de los escenarios, salvo cuando el candidato es Mike Romney por los republicanos, en ese caso habría una clara ventaja para los demócratas. Romney tiene varios problemas, pero dos principales. El primero es que es mormón y todas las encuestas dicen que la gente tiene dificultades para votar a un mormón, porque la iglesia mormona está llena de misterio. La otra dificultad es que Mike Romney viene de ser gobernador de Massachussets, un estado muy liberal, y en su momento, para llegar a ese cargo, se manifestó a favor del aborto y de los derechos de los homosexuales, y ahora repentinamente cambió de posición. Eso le juega muy en contra, en Estados Unidos a la gente no le gustan los cambios de opinión. Esa fue una de las principales causas de que Kerry perdiera la elección.
En una elección Giuliani-Clinton, hoy Giuliani se llevaría el 45% y Hillary el 46%, con un margen de error de 2,5%, de modo que no hay ninguna diferencia. Los grandes márgenes se dan en una elección entre Hillary y Romney, con una diferencia de 50% para Hillary y 39% para Romney. En el caso Hillary-Fred Thompson, se suponía que Thompson iba a ser el nuevo Ronald Reagan, alguien por quien los republicanos tienen una fascinación absoluta también es actor, también es carismático, pero arrancó su campaña con muchas menos esperanzas que antes, le falta carisma y la gente dice que es haragán y que para ser presidente de Estados Unidos no hay que serlo, entonces Hillary le gana con comodidad. Lo mismo pasa con Barak Obama con Mike Romney y con Thompson, parece que no hay tanto un tema de fortaleza de los demócratas como de debilidad de los republicanos.
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EC - En este esquema, ¿hay lugar para algún candidato independiente? Porque nos hemos concentrado en republicanos y demócratas. ¿Qué pasa con los otros partidos?
RP - Los otros partidos no existen; los otros candidatos independientes. Demócratas y republicanos se han encargado de cerrar el sistema estadounidense de tal manera que es imposible formar otros partidos viables, ni siquiera otras candidaturas.
Hay dos escenarios en los cuales puede aparecer un candidato independiente. Uno es que una de las bases del PR, que es la derecha evangélica tradicional, decida que Giuliani no es un candidato aceptable. Recordemos que Giuliani es un halcón en lo que tiene que ver con la seguridad nacional y el terrorismo, pero al ser alcalde de Nueva York tiene visiones muy liberales en los temas sociales. Y la derecha evangélica de Estados Unidos que todos dicen fue la que le dio la victoria a Bush en 2004 no está para nada conforme con que Giuliani sea el candidato.
EC - Un tema de los que irritan a la derecha de Estados Unidos en la conducta y en la trayectoria de Giuliani es su posición frente al aborto y a las relaciones entre parejas homosexuales.
RP - Sí, además de la posición sobre tenencia de armas, la separación de la Iglesia y el Estado en temas educativos; hay toda una discusión sobre si el creacionismo tiene que enseñarse en las escuelas de la misma manera que la evolución. Giuliani en esos temas es un liberal, está a favor de restringir el acceso a las armas, y dice que la discusión sobre el aborto tiene que ser dejada a las personas, dice: "Me parece moralmente repudiable pero no puedo hacer nada al respecto". Un primer escenario es que la derecha evangélica diga: si Giuliani es el candidato, no lo toleramos, se abre un tercer frente con un candidato republicano. Pero no creo que eso suceda.
EC - Tú dices que teóricamente podría haber un candidato independiente.
RP - Sí, ha habido en el pasado, Ros Perot, Ralph Schneider. Pero parece que la derecha evangélica en las últimas semanas se ha dado cuenta de que más vale transar con quien sea el candidato que lanzar un candidato independiente que no va a tener demasiado impulso.
EC - ¿Y qué ocurre en cuanto a los temas de la campaña? En la campaña electoral de Estados Unidos se suelen analizar muy a fondo los temas centrales de la agenda pública. Con esos enfoques tratan de ubicar la posición de cada candidato, que no necesariamente es la de sus partidos. ¿Podemos repasar las posiciones de estos candidatos con relación a algunos de estos temas centrales en la campaña?
RP - Los dos temas que más le importan a la gente son qué pasa en Irak y qué pasa en la economía. Tú decías que hay una nube negra en el horizonte de la economía de Estados Unidos, se empieza a hablar de recesión. Son los dos temas centrales, sin embargo no son los temas en los que hay más diferencias, sí hay muchas diferencias entre demócratas y republicanos.
Respecto de Irak hay toda una discusión, "de qué manera nos vamos" entre los demócratas y "hay que quedarse hasta terminar el trabajo" entre los republicanos. Hay algunos matices, Pier Richardson, por ejemplo, dice que hay que irse de Irak ahora y no dejar ninguna tropa de combate, mientras que Hillary Clinton tiene una posición muchísimo más moderada, en parte porque sabe o está casi segura que ganó la interna y habla pensando en la elección general. Dijo que no se podía comprometer a que al final de su primer mandato no haya tropas estadounidenses en Irak. Una posición muchísimo más moderada, que creo que viene de un lugar mucho más realista; por más que todos reconozcan y todos, o casi todos, por lo menos de manera privada que fue un enorme error ir a Irak, no está nada claro que la situación va a ser mejor si los americanos se van repentinamente. Entonces los demócratas están bastante parecidos, salvo Hillary, en ese tema, y los republicanos están comprometidos con Irak a quedarse hasta terminar el trabajo.
Creo que en estos días sube al cartel en Montevideo la última película de Michael Moore, "Sicko", sobre la salud en Estados Unidos. La salud es un tema central porque está en crisis, 50 millones de estadounidenses no tienen acceso a cobertura de salud de ningún tipo y qué hacer al respecto divide mucho a los candidatos. Sin embargo, de vuelta, las posturas de Clinton, Obama y Edwards son muy parecidas, ninguno propone lo que propuso Hillary en los años noventa porque saben que no es viable y que hay otras formas que obligar a la gente a tener cobertura de salud, entonces la cuestión es cómo bajar los costos para que sea viable. Los republicanos se oponen a eso rotundamente.
Una de las cosas más características de la presidencia de Bush fue el recorte de impuestos a los sectores más altos, hay toda una discusión sobre qué hacer con ese recorte, si se mantiene o se retira y se usa ese dinero.
La inmigración ilegal es otro tema muy complejo, sobre el cual todos los demócratas tienen una visión, tratan de no sonar como que apoyan la impunidad de la inmigración ilegal pero reconocen que es un problema con el que hay que lidiar. Y dentro del PR hay una retórica muy nacionalista.
Entre los candidatos, salvo en los temas que mencionamos en el PR el aborto, las uniones homosexuales, las posiciones son en general parecidas. El énfasis más marcado está en Hillary, porque ya está haciendo campaña para la elección nacional y no para la interna, y porque tiene que defender su voto del año 2002, algo que los demás no tienen que hacer. Obama no era senador pero se manifestó públicamente en contra de la guerra, y Edwards, que votó a favor de la guerra, ya ha dicho públicamente que considera que cometió un error.
EC - Desde el lado de los intereses de un país como Uruguay, esta elección de Estados Unidos que tendrá lugar dentro de un año, tal cual viene perfilada, ¿qué perspectivas abre?
RP - Cuando me decís interés de Uruguay, lo primero que pienso es interés comercial.
EC - Pero no me refiero específicamente a Uruguay, me refiero a países como Uruguay.
RP - Lo que está en juego es el futuro del sistema económico internacional, de qué manera Estados Unidos se va a mover hacia cooperar más con otros países para dar un poco más de estabilidad al sistema financiero internacional, de qué manera va a actuar en forma más multilateral, que es algo que les interesa a los países pequeños.
Y hay un tema central, que en Uruguay no ha tenido la prominencia que tiene en otros lados, que es el cambio climático. En Estados Unidos se ha llegado al punto de que todos están de acuerdo en que hay que hacer algo al respecto, no en qué hay que hacer. Es la crisis internacional más importante que estamos confrontando, y ahí hay una diferencia significativa entre los demócratas y los republicanos. Los demócratas están dispuestos a decir que hay que hacer sacrificios, que de esto no se sale sin sacrificios, mientras que los republicanos, si bien han sido forzados a reconocer que esto es un problema, son mucho más genéricos en cuanto a cómo lidiar con el tema y no está nada claro si van a tomar las medidas drásticas que hay que tomar. Por más que los que están causando las emisiones son un grupo pequeño de países, cuando suba el nivel del mar no va a discriminar.
EC - En síntesis, ¿cuál es la conclusión? ¿Qué le sirve a un país como Uruguay?
RP - Desde todo punto de vista, excepto comercialmente, le sirve que ganen los demócratas. El problema es que, comercialmente, todo indica que si gana un demócrata vamos a entrar en un impasse tanto en lo que tiene que ver con la Ronda de Doha, en la que Uruguay tiene intereses muy importantes, como en una potencial agenda bilateral o en una agenda Mercosur-Estados Unidos, si fuera viable, porque gran parte de las ansiedades en Estados Unidos son el auge de China y los problemas que ha traído la globalización para la seguridad laboral. Va a ser muy fácil para los demócratas caer en la retórica proteccionista, sobre todo cuando los sindicatos son una fuerza tan importante a la hora de determinar quién va a ser el candidato.
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Edición: Mauricio Erramuspe