Entrevistas

Crece la tensión entre Chávez y Uribe

Las relaciones entre Colombia y Venezuela atraviesan uno de sus peores momentos, tras el cese de la mediación chavista con la guerrilla. Es que mientras Uribe acusa al venezolano de usar el conflicto con las FARC en su "proyecto expansionista"; Chávez responde que el colombiano le dio "un escupitajo". La politóloga Laura Gil, residente en Caracas, dijo que el conflicto bajará sus decibiles tras el plebiscito constitucional venezolano del domingo. Es que ambos países comparten 2.500 kilómetros de frontera y buena parte de su comercio.

(Emitido a las 8.45)

EMILIANO COTELO:
Surgen nuevos problemas entre vecinos en América Latina: ahora les tocó el turno a Colombia y Venezuela, que atraviesan una de las peores crisis de los últimos tiempos.

La gota que derramó el vaso fue la decisión que tomó la semana pasada el presidente colombiano, Álvaro Uribe, de retirarle el apoyo que le había conferido a su colega Hugo Chávez para mediar en el intercambio humanitario con las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

(Audio Álvaro Uribe.)

"La verdad, presidente Chávez, es que nosotros necesitamos una mediación contra el terrorismo y no que legitime el terrorismo."

(Fin.)

EC - Después del cese de la mediación, el cruce de acusaciones entre los dos mandatarios llegó a un nivel insospechado, Chávez llegó a afirmar que las relaciones bilaterales están "en el congelador".

Lo que alguna vez fue admirado por los analistas como una relación cordial entre vecinos, pese a sus ideologías opuestas, ahora amenaza con transformarse en un enfrentamiento con consecuencias impredecibles.

Estamos en contacto directo con Colombia, en comunicación con la politóloga uruguaya Laura Gil, con quien ya hemos conversado en otras ocasiones.

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Laura, ante todo sería bueno hacer un poco de memoria. Chávez y la senadora colombiana Piedad Córdoba fueron autorizados hace tres meses a mediar en busca del intercambio de unos 300 secuestrados en manos de las FARC por 500 guerrilleros presos. ¿Cómo había caído en Colombia la idea de este tipo de mediación?

LAURA GIL:
Fue recibida con mucho desconcierto, porque Uribe había intentado de muchas maneras llegar a las FARC, pero había impuesto una condición que para las FARC no era aceptable, que no hubiera zona de despeje, es decir, una zona sin presencia militar para encontrarse a discutir el acuerdo humanitario. Fuera de eso, el gobierno de Uribe había hecho lo imposible por hablar con las FARC sobre el acuerdo humanitario.

Entonces, cuando nombró hace tres meses a sus dos grandes contradictores, porque la senadora Piedad Córdoba es una gran contradictora de Uribe en lo interno y Chávez lo es en lo internacional, la noticia fue recibida con mucho desconcierto. Sobre todo porque Uribe llevaba cinco años tratando de aislar internacionalmente a las FARC, entonces servirle a Chávez en bandeja las FARC era contradictorio.

EC - ¿Por qué Uribe decide ahora poner fin a la mediación?

LG - La razón pública es que Chávez, después de la reunión en Miraflores con Iván Márquez, llamó al comandante en jefe del Ejército colombiano. Las FARC seguían insistiendo con la zona de despeje, sin presencia del ejército, y Chávez llamó al comandante para pedirle apoyo en ese sentido, sin conocimiento del presidente Uribe, y aun después de que Uribe le hubiera pedido que no hiciera llamadas al alto mando militar colombiano. Esa es la razón pública.

Las verdaderas razones no las conocemos todavía, pero hay muchas. Por ejemplo, Uribe dice que la senadora colombiana Piedad Córdoba se encontró con presos de las FARC en Estados Unidos y planteó la idea de un gobierno de transición, después de un proceso de paz. Los dos presidentes se han lanzado mutuas recriminaciones de cosas que no conocemos que habrían pasado en estos tres meses. Creo que la más grave es la del gobierno de transición.

EC - Eso irritó particularmente al presidente Uribe, según quedó de manifiesto en el largo discurso que pronunció en las últimas horas, contestándole al presidente Chávez. El presidente de Colombia dijo que esas conversaciones habían ido bastante más allá de lo razonable, y llegó a sostener que parecía que la mediación terminaba siendo legitimadora del terrorismo.

LG - Eso es un poquito tramposo. Cuando Uribe decide nombrar a Chávez como facilitador internacional, lo hace justamente porque sabe que podría haber una cercanía ideológica entre las FARC y el presidente de Venezuela y porque sabe que el único en América Latina que les puede hablar a las FARC. Entonces después acusarlo de que termina siendo legitimador es un poco tramposo.

Usted me preguntaba cómo se recibió aquí, se recibió con desconcierto, pero también sabiendo que el costo de la liberación de los secuestrados era el gran reconocimiento de las FARC en lo internacional, que ese era un costo que tocaba asumir para liberar a los secuestrados. Yo sí creo que Chávez fue más allá de donde debió haber ido, en el sentido de que si Uribe le dice "no llame a los generales colombianos", uno esperaría que no los llamara. En estas negociaciones los gestos importan, la senadora Piedad Córdoba apareció en fotos con las boinas de las FARC y miembros de las FARC entregándole flores, y Chávez apareció en la alfombra roja de las escaleras del Palacio Miraflores abrazado con Iván Márquez. Esas cosas importan, pero creo que estaban asumidas como costos.

EC - ¿Chávez había logrado algún tipo de acuerdo con las autoridades de las FARC?

LG - Nada, a eso iba. El 20 de noviembre Chávez fue a París, había prometido el mes anterior que en su reunión con Sarkozy entregaría pruebas de supervivencia tanto de Ingrid Betancourt como de los demás secuestrados, y no entregó absolutamente nada. Uribe le está haciendo un favor a Chávez, porque las FARC habrían dejado igualmente mal a Chávez.

EC - El tenor de las declaraciones de los presidentes este fin de semana fue muy fuerte. Por ejemplo, Chávez dijo –cito textualmente–: "Lo que el presidente de Colombia hizo es lanzar un escupitajo brutal en nuestro rostro. El presidente está mintiendo". Llama la atención que se llegue a este tono en las declaraciones.

LG - Ha sido una declaración sumamente complicada. La última crisis había sido en diciembre de 2004, cuando un guerrillero fue ilegalmente arrestado en Venezuela y transportado a Colombia. Esa crisis, que paralizó el comercio varias semanas, no llegó a esta algidez en el vocabulario. Las cosas que se han dicho son horribles, Chávez dijo: "Lo desenmascaré, Colombia merece un presidente más digno", y Uribe le contestó: "Usted está incendiando el continente". No veo cómo ahora van a dar marcha atrás.

EC - Cuando Chávez dijo que a Uribe se le cayó la máscara aludía a que el presidente de Colombia responde a intereses de Washington. Y como contrapartida, Uribe le contestó: "No admitimos que se abuse de nuestra tragedia para venir a incorporar a Colombia a un proyecto expansionista que poco a poco va negando las libertades que con tanta dificultad este continente ha logrado conquistar". Parecen haber llegado a un punto de no retorno en su vínculo.

LG - Los dos países tienen una frontera común de 2.500 kilómetros, los vínculos comerciales son muy fuertes. Seguramente esto se va a aclarar un poquito después del domingo, después del referendo en Venezuela vamos a tener unas semanas muy complicadas, pero les va a tocar bajar el tono a ambos presidentes y dejar que las cancillerías comiencen un trabajo de acercamiento para ver cómo arreglan este problema. Porque países vecinos, con problemas en las fronteras como hay ahora no pueden sostener este nivel de confrontación por mucho tiempo.

EC - ¿Qué lugar juega la política interna venezolana en todo este escenario? Lo pregunto a partir del comentario que tú hacías sobre cómo sobrevuela la votación que el domingo tendrá lugar en Venezuela en torno al proyecto de reforma de la Constitución.

LG - No juega mucho, creo que juega más la política colombiana. Lo decía en el sentido de que si Chávez vuelve a ganar, todo el mundo tendrá claro que es un vecino molesto pero un vecino con el cual toca convivir y hacerlo lo mejor posible. Chávez puede bajarle el tono después del referendo, puede subirlo en este momento para ganar, para polarizar más en Venezuela.

EC - Chávez dijo que las relaciones Venezuela-Colombia están "en el congelador". ¿Cómo se analiza eso en Colombia?

LG - No sabemos bien qué significa. En este momento el mercado interno venezolano está prácticamente abastecido por los exportadores colombianos. El titular del principal diario colombiano hoy es: "Uribe les pide a los gremios que armen un plan B de exportación para poder reemplazar al mercado venezolano". Uno pensaría que si Uribe está pidiendo eso es que la cosa viene bien dura. Pero en diciembre de 2004, en una crisis muy parecida, quienes salvaron la situación fueron los sectores privados de ambos países, los empresarios que se acercaron a ambos palacios a decir que no se podía seguir así porque estaba en juego el futuro comercial de cada país, y solucionaron el problema. Es muy posible que nuevamente jueguen sus cartas presionando a los gobiernos para que bajen el tono.

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EC - Chávez congela las relaciones con Colombia, al mismo tiempo que tiene congeladas las relaciones con España. El propio presidente venezolano lo recordó en estas horas, habló de las consecuencias del entredicho en Santiago, cuando el rey Juan Carlos lo increpó y le preguntó "¿Por qué no te callas?", en la Cumbre Iberoamericana. El presidente venezolano dijo: "Hasta que el rey de España no se disculpe, yo congelo las relaciones con España, porque aquí hay dignidad".


Links relacionados:
Discurso del Pte. de Colombia Álvaro Uribe sobre el fracaso de las negociaciones de Paz encaradas por el Pte. de Venezuela Álvaro Uribe con las FARC.

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Edición: Mauricio Erramuspe