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Venezuela tras el "no" a la reforma de Chávez

Fue el primer revés electoral para Hugo Chávez desde que ocupa la Presidencia de Venezuela. Por estrecho margen y con una abstención de más del 40%, ganó el "no" a la reforma constitucional que, entre otras cosas, permitía la reelección indefinida. Es el primer triunfo de una oposición disgregada que ahora tiene el desafío de la unión para enfrentar a Chávez con chances. El corresponsal en Caracas, Juan Pablo Correa, estimó que además del contenido de la reforma, factores como la inflación y la inseguridad pudieron incidir en este resultado adverso al gobierno.

(Emitido a las 9.13)

EMILIANO COTELO:
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, reconoció ayer que tal vez este no era el momento indicado para hacer la propuesta de reforma constitucional que había impulsado en los últimos meses.

"Quizás no estábamos maduros para empezar un proyecto socialista sin temores, no estamos listos todavía", dijo ayer el presidente en breves declaraciones que formuló a la televisión local. Cuando conoció el resultado, Chávez también dirigió un mensaje a quienes se habían impuesto en las urnas rechazando su reforma.

(Audio Hugo Chávez.)

"Nosotros cumplimos con esta Constitución, cumplimos con nuestro compromiso, cumplimos con nuestra conciencia, y reconocemos la decisión que ha tomado un pueblo. Pero todos debemos reconocer que es una decisión muy chiquitica. Digo esto recordándoles a los que votaron por el ‘sí’, sobre todo a los dirigentes de la oposición, como una sincera recomendación, que sepan administrar esa victoria. Cumplan con el compromiso, pues."

(Fin.)

EC - El ‘no’ a la reforma de Chávez obtuvo 51%, y 49% fue el respaldo del ‘sí’, pero hay que agregar el altísimo porcentaje de abstención, 44%.

¿Cómo fue ese día después de la primera derrota del presidente Hugo Chávez en las urnas en su país? Vamos a conversar con Juan Pablo Correa, periodista uruguayo radicado en Caracas.

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Juan Pablo, ¿los resultados ya son definitivos? ¿Están los datos correspondientes al escrutinio del 100% de las mesas?

JUAN PABLO CORREA:
Son prácticamente definitivos, puede haber algún ajuste de último momento, pero esos son los datos. Falta terminar de contar algunos circuitos que no tenían máquinas, en los cuales se votaba con la forma anterior, y algunos circuitos de fuera del país. De todas formas, no eran demasiados los venezolanos que votaban fuera del país y en su gran mayoría lo hacían por la opción del ‘no’, con lo cual no va a cambiar la tendencia.

EC - Del análisis más fino del voto, por ejemplo por zonas del país, ¿hay alguna conclusión interesante?

JPC - El ‘no’ triunfó en ocho estados y el ‘sí’ en quince. Visto así, podría decirse que el ‘sí’ tiene un peso muy importante. Sin embargo, si analizamos con más cuidado vemos que el ‘no’ triunfó en los estados de más peso demográfico: triunfó en el distrito capital, que comprende parte de la capital; en el estado Miranda, que comprende otra parte de la capital y ciudades satélites importantes; en Zulia, un estado petrolero importantísimo donde podían llegar a votar casi dos millones de personas, cuya capital es Maracaibo y es un reducto de la oposición. Es el único estado cuyo gobernador, Manuel Rosales, no proviene de las fuerzas del oficialismo, fue el candidato a quien venció Chávez en diciembre de 2006. El ‘no’ también venció en Carabobo, cuya capital es Valencia, la tercera ciudad del país; triunfó en Anzoátegui, capital Barcelona. Ocurrió lo mismo en el Táchira, un estado en el límite con Colombia.

Y el ‘sí’ triunfó en Amazonas, un estado enorme que sin embargo tiene muy poco peso demográfico; triunfó en el estado natal de Chávez, Barinas; en Vargas, un estado muy cerca de la capital.

En grandes líneas se podría decir que en los grandes centros urbanos, donde hay una presencia relativamente importante de la clase media, triunfó el ‘no’. De todas formas, el grueso del padrón electoral de este país está conformado por los sectores populares, y hay que mencionar que en algunas zonas pobres, por ejemplo en el oeste de la capital, un tradicional reducto chavista, triunfó el ‘no’, y que en lugares donde triunfó el chavismo lo hizo por un margen no demasiado importante. De modo que hubo gente pobre que se volcó por el ‘no’ y una cantidad muy importante de gente pobre que en diciembre de 2006 votó por Chávez se abstuvo. El propio Chávez lo admitió, nada menos que tres millones de personas no estuvieron con él en esta oportunidad.

EC - ¿Cómo se está analizando el resultado? Porque triunfó el ‘no’, pero por una diferencia mínima. El propio Chávez dijo que fue un triunfo "chiquitico", durante la madrugada del lunes llegó a decir que si el resultado hubiese sido inverso a él no le habría gustado, no le habría gustado ganar de esa manera. El triunfo del ‘no’ fue 51 a 49, o 50,7 a 49,3, pero por otro lado está la altísima abstención, de 44%. Entonces, ¿cómo hay que considerar todas estas variables?

JPC - Antes que nada, la abstención en Venezuela, sobre todo en referendos, en los cuales no se elige presidente, suele ser alta. En diciembre de 2006, en la elección presidencial la abstención fue de 25%, y en el referendo por el cual se aprobó la Constitución de 1999 la abstención fue de más del 50%. De modo que abstención alta iba a haber en cualquier caso. Lo que llama la atención es que se aguardaba que la abstención elevada fuese algo bueno para los intereses del gobierno y fue exactamente al revés. Evidentemente hay una gran cantidad de chavistas que sin dejar de serlo y aun estando muy comprometidos emocionalmente con el presidente, no están de acuerdo con la reforma. Las encuestas previas en todos los casos, más allá de oscilaciones, mostraban que más del 60% de la población no estaba de acuerdo con la reforma. Había muchas personas que no estaban dispuestas a llevar su rechazo hasta votar por el ‘no’, pero estaban dispuestas a abstenerse. La oposición logró mantener todos los votos de diciembre de 2006 e incrementarlos, aunque no demasiado, unos 300.000 votos. No se puede decir que la oposición tuvo un gran avance, pero de todos modos es un logro.

EC - Pasó de 4.200.000 a 4.500.000.

JPC - Unos 300.000 votos más, no es tanto. Pero tampoco está mal en la medida que la opción del ‘sí’ tenía todo el peso del Estado detrás. La hegemonía del Estado venezolano en los medios de comunicación es muy marcada, el canal netamente opositor que queda es Globovisión, que no tiene alcance nacional. El canal que tenía alcance nacional y era netamente opositor era Radio Caracas Televisión (RCTV), que fue tomado por el gobierno, que incluso tomó sus equipos, y ahora es TVES, un canal estatal que da la visión del gobierno. El gobierno también tiene Telesur, Ávila TV, Canal 8 Venezolana de Televisión, en tanto la oposición no estaba demasiado presente en los medios audiovisuales. Sí lo estaba en los medios escritos, pero habría que ver hasta qué punto la prensa escrita compensa, en un país tan grande como Venezuela, con zonas tan aisladas, selváticas, montañosas, a las cuales solo llega la televisión, el alcance de los medios audiovisuales.

EC - ¿Cómo han sido las primeras horas después del resultado? ¿Qué pasó ayer? ¿Cómo se dio el ambiente político y social en Venezuela?

JPC - Antes que nada hay que decir que los pronósticos más pesimistas no se han cumplido, en el sentido de que primó la tranquilidad. Hubo un grupo de oposición que en la madrugada del lunes no pudo festejar como pretendía y salió ayer a hacerlo, hubo grandes caravanas en algunos estados del interior de Venezuela. De todas formas, en grandes líneas, primó la tranquilidad.

Del lado del oficialismo comienza la autocrítica, en los canales estatales ha habido programas de análisis, algún ministro ha dicho: "perdimos, porque perdimos capacidad de movilización, porque cometimos errores, la oposición no ha avanzado tanto". Si uno mira las cifras es así. Incluso el propio Chávez, en una comunicación telefónica no muy larga con un programa llamado Dando y dando, reconoció que quizás este no sea el momento de darles un gran impulso a sus ideas socialistas, dijo que hubo gente del gobierno que actuó como un jugador de fútbol que no corre en la cancha, que no marca, que no se esfuerza.

En este sentido, la Constitución incluía medidas que limitaban un poco la autonomía de los estados y sin duda hubo gobernadores afectos al chavismo que, preocupados por eso, preocupados por su feudo, no se comprometieron demasiado en la defensa del ‘sí’. Eso también incidió y sin duda van a venir ajustes de cuentas en el seno del oficialismo. Ayer en un programa muy visto, La Hojilla, de Venezolana Televisión, su conductor, un hombre muy militante, mencionaba eso y mencionaba lo que entiende como una traición, por ejemplo del gobernador del estado Sucre, que integra el grupo Podemos, un grupo pequeño, oficialista, disidente, que votó el ‘no’. También se comienza a saber que los batallones socialistas, que eran las organizaciones que tenían que promover el ‘sí’ enérgicamente, en los días previos tuvieron mucha menos militancia de lo que se aguardaba, fue mucha menos gente de lo que se pensaba. Comienzan a comentarse estas cosas dentro del oficialismo, y sin duda va a haber un ajuste.

EC - También interesa saber qué va a pasar con el vínculo entre el gobierno y la oposición. En primer lugar, te pregunto por una expresión que ha utilizado Chávez en estas horas: "No es ninguna derrota, es otro ‘por ahora’". También dijo que seguirá trabajando en el proyecto que planteó al país, "no se pudo por ahora, pero mantengo la propuesta". ¿Cómo hay que interpretar estas manifestaciones?

JPC - En la intervención del lunes de madrugada marcó esa línea, dio a entender que iba a seguir con sus objetivos, de pronto por otras vías. Recordemos que a comienzos de este año obtuvo la ley habilitante que le permite dictar decretos sobre gran cantidad de temas sin que pasen por un análisis legislativo exhaustivo. Puede hacer todavía una cantidad de cosas. También puede convocar a una asamblea constituyente, algunos analistas entienden que no se va a resignar a perder la posibilidad de ser reelecto. Sin embargo, ayer en este programa en el cual tuvo una intervención breve se mostró más cauto.

Con respecto al vínculo entre oposición y oficialismo, en la madrugada del lunes la oposición insistió mucho en que había llegado el momento de sentarse a conversar, de la reconciliación, en que la venezolana es una sociedad que viene de años de muchísima crispación. De todas formas, hasta el momento no hay nada concreto y Chávez en su intervención, si bien felicitó a quienes prefirieron el ‘no’, mantuvo un cierto tono de confrontación. Tres días antes, en los actos de cierre de campaña, cuando hablaba de la oposición utilizaba un término que aquí se usa muchísimo, que es "escuálido", un término despectivo que utiliza el oficialismo para hablar de la oposición. Chávez lo utilizó el viernes pasado en la avenida Bolívar, el presidente cambia mucho el tono sin embargo siempre es muy confrontativo.

EC - Al mismo tiempo ocurre que esa oposición está muy desarticulada, esta vez tuvo a su favor el activismo de militantes estudiantiles que movieron mucho la manifestación, la organización de la campaña por el ‘no’. ¿Cómo ves a la oposición? ¿Qué es la oposición hoy en Venezuela?

JPC - La oposición está conformada por gran cantidad de partidos. El movimiento estudiantil, que resurgió a partir de mayo con las protestas contra el cierre de RCTV, tuvo un gran rol para insuflar ilusión y movilización en la oposición, fue importantísimo. De todas formas, no hay que minimizar el rol de los partidos, porque los partidos están un poco desprestigiados, por ejemplo Acción Democrática, que le dio varios presidentes a Venezuela, está muy desprestigiada. Sin embargo, las estructuras que permitieron que hubiese testigos de la oposición en todos o casi todos los circuitos fueron los partidos que dieron un pasito atrás, el protagonismo fue básicamente de los estudiantes, pero por detrás la estructura fue de los partidos. Me refiero a Acción Democrática, a COPEI, que es un partido socialcristiano de muchos años, a Primero Justicia, un movimiento centrista, al Movimiento al Socialismo, a Bandera Roja, a Un Nuevo Tiempo, el partido del gobernador Rosales. Hay muchos partidos, y es cierto que en el pasado muchas veces les faltó unidad, pero comienzan a tomar conciencia de que eso no puede seguir así. De hecho, en diciembre pasado ellos tuvieron un candidato común que tampoco votó tan mal, dadas las circunstancias. De a poco en la oposición se comienza a abrir paso la convicción de que hay que unirse. Es cierto que los estudiantes tuvieron un rol protagónico, aunque no solamente, porque también las gremiales de empresas privadas apoyaron el ‘no’, la jerarquía católica, la Iglesia Evangélica, los decanos de muchísimas universidades, los colegios profesionales.

EC - El presidente Chávez en su alocución, quizás en tono de advertencia, exhortó a la oposición a administrar bien ese resultado, a administrar el triunfo en las urnas del domingo pasado. Pero más allá de que lo dijera, lo cierto es que ahí hay un desafío para la oposición: cómo administrar ese resultado, qué hacer a partir del domingo pasado. ¿Qué señales se han visto en estas horas? ¿Quién puede administrar el resultado en nombre de la oposición? ¿Cómo se pueden coordinar?

JPC - La oposición no tiene un líder fuerte, ayer en los canales estatales se decía eso: ninguno le llega a las rodillas a Chávez, no tienen un líder. Y en parte es verdad, porque Rosales tuvo la enorme virtud de unificar a la oposición, sin embargo no tiene demasiado carisma, aunque tiene un feudo muy importante como es el estado Zulia. No sé de dónde va a salir el líder de la oposición, hay figuras jóvenes con mucho empuje, como el alcalde de Leopoldo López, o Julio Borges, de Primero Justicia. Unos cuantos dirigentes estudiantiles están en algún partido, y otros no. Es cierto que no hay un líder y también es cierto que hay gente en la oposición que dice: "Lo fundamental no es el líder, no caigamos en lo que hace el chavismo, en el culto a la personalidad, de centrar todo en un líder y de aguardar grandes líneas de un líder". Habrá que ver, es cierto que no hay un líder, pero hay una estructura bastante importante.

EC - ¿Hay espacio para un diálogo entre el gobierno y la oposición? ¿Se insinuó algo en ese sentido ayer?

JPC - El gobierno no ha insinuado nada, no ha dicho "vamos a llamar a una mesa para discutir algunos proyectos de ley". La oposición quiso tener un gesto, el domingo de noche Rosales dijo "juntémonos, nos parece muy bien que se cree un fondo que apoye a los trabajadores por cuenta propia", a los ambulantes, que era una propuesta constitucional. De todas formas, hay que ver cuál sería el ámbito de interacción. El Parlamento es totalmente chavista porque la oposición decidió abstenerse en las elecciones de renovación parlamentaria en 2005, entonces no veo muy bien cuál podría ser el ámbito. Hasta el momento, ambas partes se contactan básicamente a través de la diatriba, el insulto, la descalificación, a veces incluso desde la agresión física, no hay un diálogo. Del lado del gobierno hasta el momento nadie ha dicho –ningún ministro, ningún diputado, ni el propio Chávez– "tenemos que escucharlos, sentémonos a hablar".

Hay que tomar en cuenta el estado actual de Venezuela, hay que hablar de la economía. No se puede dejar de hablar de eso porque también incidió. Venezuela es el país con más inflación de América del Sur y tiene un problema grave de desabastecimiento de algunos productos básicos.

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EC - Hablabas de la inflación.

JPC - La inflación de noviembre fue de 4,4%. Y es importante mencionar que este dato se conocía desde la semana pasada y debió haber sido difundido el viernes, pero el gobierno no lo dio a conocer oficialmente –aunque igual trascendió en la prensa–, lo dio a conocer ayer. Obviamente, no lo dio a conocer porque daba una imagen muy mala de la evolución económica. Con este dato, se calcula que la inflación de 2007 va a ser de entre 20% y 21%, realmente muy alta, y no hay ningún indicio de que en el año próximo vaya a bajar.

Por otro lado, hay un problema grave de desencuentro entre la demanda y la oferta. En Venezuela hay muchísimo consumo, Venezuela está creciendo y es cierto que los grupos más pobres tienen más poder adquisitivo que antes. De todas formas, ese poder adquisitivo se está erosionando rápidamente porque la inflación es muy importante. Hay un problema grave de desabastecimiento de productos básicos como huevos, leche, azúcar, aceite vegetal, y hay mucha gente muy fastidiada, hay largas colas.

Intuyo que más allá de que mucha gente rechazaba la reforma por lo que decía, mucha gente, muchos votantes chavistas de diciembre de 2006, estaba molesta por la evolución de Venezuela. Venezuela crece, hay mucho consumo, el petróleo se alejó un poco de los 100 dólares pero sigue muy alto, eso le da grandes ingresos al Estado. Pero el petróleo explica el 90% de las exportaciones, es muchísimo, Venezuela es muy dependiente del petróleo. Al mismo tiempo, se ha desindustrializado, importa muchísimos alimentos, y la oferta de productos está retraída, en parte por la incertidumbre sobre qué va a pasar con la inversión, con la propiedad privada, entonces muchas empresas están produciendo menos mientras el consumo crece. En el campo ha habido muchas ocupaciones de haciendas, algunas están produciendo y otras no, han quedado abandonadas, entonces se retrae la oferta de alimentos. Eso también hace al contexto, la gente no votó solo por lo que decía la reforma, la gente está fastidiada. Aparte hay un problema ya de décadas, que objetivamente, con cifras admitidas por el propio gobierno, se ha agravado en el actual gobierno, que es el problema de seguridad. Los homicidios en las grandes ciudades de Venezuela –Caracas, Maracaibo, Barquisimeto– proporcionalmente son más elevados que en urbes brasileñas o mexicanas. Por algún motivo que desconozco el gobierno no toca ese tema, Chávez casi nunca habla de la inseguridad, prácticamente nunca, pero la gente lo vive y está molesta.

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Edición: Mauricio Erramuspe