Entrevistas

Curiosidades y cosas de Brujas

Curiosidades y cosas de Brujas

El nombre de la ciudad blega "Brujas" no tiene que ver con las brujas propiamente dichas, sino con el vocablo "brugges", que en flamenco quiere decir puentes; algo que abunda en esta ciudad, denominada la "Venecia del norte". En ese lugar que supo ser centro comercial de referencia en su época y que hoy recibe a más de tres millones de turistas cada año, se puede encontrar el origen etimológico de la palabra "Bolsa" en su acepción de "Bolsa de valores". Contacto con Andrés Gil, desde Ghent.

(Emitido a las 8.23)

EMILIANO COTELO:
Esta mañana volvemos a Bélgica para retomar el contacto con Andrés Gil, jefe de producción de En Perspectiva. Hoy te ubicamos en Ghent.

ANDRÉS GIL:
Exactamente. Estoy en Ghent, una ciudad que queda más o menos a una hora por ruta de Amberes, en el marco de la agenda de este viaje de una semana que nos propuso la empresa belga Katoen Natie, propietaria del 80% del paquete accionario de Terminal Cuenca del Plata. Hoy estamos visitando otro de sus centros logísticos que está ubicado en esta ciudad desde 1987.
 
Pero sobre eso voy a comentarles en los próximos días. Hoy quería contarles algo sobre mi visita a la ciudad de Brujas, que hice ayer. Conocida como la Venecia del Norte, por la cantidad de canales que la atraviesan y que hacen de ella una ciudad absolutamente encantadora. En particular quería comentarles un hallazgo que hice, que tiene mucho que ver con este horario del programa.

EC - ¿A ver cómo es eso?

AG - A esta hora solemos repasar los números de los mercados financieros, en especial nos ocupamos de cómo anduvieron las acciones en las bolsas, y resulta que en Brujas tiene su origen histórico el concepto "Bolsa de Valores". Ayer tuve oportunidad de visitar el edificio donde en el siglo XIII operó la primera Bolsa de Valores.

Se trata de un edificio que perteneció a una familia noble, la familia Van den Beurse –en flamenco Beurs quiere decir bolsa–. La familia estaba muy vinculada con el comercio, una actividad que por aquel entonces había convertido a Brujas –esta ciudad de la región de Flandes– en una de las dos o tres más pobladas de toda Europa y en una de las más ricas también. De hecho, por aquellos años de auge comercial, en el siglo XIV, Brujas tenía cerca de 100.000 habitantes y superaba en población a ciudades como Londres y París. Brujas fue un centro comercial de primerísimo orden en los siglos XIII y XIV. Era el principal del Noroeste de Europa, en torno a su condición de ciudad puerto, a una muy intensa producción de textiles –los famosos "paños flamencos" reconocidos por su calidad–, además de ser el centro comercialización de diamantes más antiguo de Europa.

En ese marco, esta familia Van den Beurse, dedicada de lleno a la actividad comercial, tenía en su escudo de armas tres bolsas de piel –de esas que se usaban para cargar las monedas– entorno a las cuales se podía apreciar una aglomeración de personas. Esto significaba que la familia y su casa eran la referencia en materia comercial, el lugar adonde quien quisiera hacer negocios debía acercarse sí o sí.

EC - Por ahí venía entonces lo de la familia Van der Beurse. Era la familia "de las bolsas".

AG - Exactamente. Y en esa casa, un edificio espectacular, se realizaba una alta proporción de las transacciones comerciales de la época en Brujas, adonde concurrían comerciantes de toda Europa. La necesidad de liquidez de algunos comerciantes –hay que tener en cuenta que un envío de mercadería a otra zona del mundo podía llevar meses y la gente quería disponer la plata cuando se deshacía de la mercadería– hizo que Van del Beurse, como intermediador, empezara a emitir papeles que reconocían el hecho de que el comerciante iba a recibir cierta suma de dinero una vez entregada la mercadería y concretada la operación. Esos papeles se transformaron en medios de pago y constituyeron un antecedente de los infinitos instrumentos financieros que conocemos en la actualidad.

Esto hizo que la casa de los Van der Beurse empezara a ser nombrada de un modo genérico. Se iba a la "beurs" a comerciar y a obtener esos medios de pago. Así, en alemán hoy la bolsa es "die Börse". En italiano se dice "borsa" y así en otros idiomas. De modo que aquí en Brujas nos encontramos con el origen etimológico de la palabra "bolsa" en su acepción como "bolsa de valores".

Otro dato interesante, también en Bélgica pero ya no en Brujas sino en Amberes, en 1460 se creó la primera institución bursátil en el sentido que hoy conocemos. Por ejemplo, recién en 1570 se fundó la Bolsa de Londres y en 1794 la de París.

EC - ¿Y hoy el edificio qué es?

AG - Sencillamente una sucursal de un banco local. Tiene que ver con el ramo de actividad, pero no con el origen de los Van der Börse.

EC - ¿Y qué fue de ese auge comercial y de ese poderío que ostentaba Brujas? Una ciudad muy antigua, fundada allá por el siglo IX.

AG - Sí, las primeras menciones a la ciudad como tal son del año 851, mediados del siglo IX. Luego de ese auge comercial impresionante que comentábamos, que entre otras cosas atraía a la ciudad a los principales artistas de la zona, encontró un fin bastante dramático a partir del siglo XVI, después de que la nobleza belga promovió la conversión al calvinismo, al protestantismo, lo que provocó una invasión de tropas españolas que duró varias décadas, varios siglos, en defensa del catolicismo. A eso se sumaron un par de factores económicos. Por un lado, la acumulación de sedimentos de arena que cerraron las vías de acceso por río a la ciudad. Por último, la emergencia de colonias en otros continentes que fueron minando el dominio de los textiles flamencos. De esta combinación surgieron una enorme pobreza y una emigración muy intensa.

EC - ¿Cómo llegamos a la Brujas de hoy, a esta joya cultural que es una referencia turística de Europa?

AG - Justamente, esos siglos de pobreza impidieron a la ciudad seguir el día a día, el año a año de la evolución, las tendencias de la arquitectura mundial, por lo que conserva hasta hoy las estructuras arquitectónicas medievales, condición que, entre otras, le valió que su centro histórico fuera declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en el año 2000. La pobreza de algunos siglos terminó generando la riqueza de hoy. Así, esta ciudad que con sus alrededores tiene apenas unos 120.000 habitantes, es visitada por unos 3 millones y medio de turistas por año.

Y por último un comentario: de brujas, nada. El nombre proviene del vocablo "brugges", que en flamenco quiere decir puentes, los que por cierto abundan en esta Venecia del norte.

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Edición: María Eugenia Martínez