Internacionales

Colombia entre la "encerrona" y la esperanza

El gobierno de Colombia autorizó el mecanismo propuesto por Hugo Chávez para recibir a tres rehenes de las FARC. "Se logró lo que se quería en ese momento, pero (la relación) pinta mal para el futuro", opinó desde Colombia a politóloga Laura Gil, y agregó que Chávez, una vez más, rompió todas las maneras diplomáticas. Sobre el comunicado de las FARC, valoró que es el más político en los últimos años. "Eso es de rescatar. Porque mientras se pueda hablar de política con las FARC, hay esperanzas para el país", sostuvo.

(Emitido a las 8.33)

EMILIANO COTELO:
El gobierno de Colombia autorizó ayer el mecanismo propuesto por el presidente venezolano Hugo Chávez para recibir a tres rehenes de las FARC. En ese mecanismo intervienen gobiernos de América Latina y el gobierno de Francia.

La aceptación fue realizada por el canciller colombiano, Fernando Araújo, en una conferencia de prensa en la que leyó un breve comunicado con su firma.

(Audio Fernando Araújo)

"El gobierno de Colombia agradece al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y en particular al presidente Hugo Chávez su interés en la liberación unilateral e incondicional de estos tres secuestrados.

El gobierno de Colombia autoriza la misión humanitaria en los términos de su misiva y delega como su representante al doctor Luis Carlos Restrepo.

Por razones constitucionales, las aeronaves que se empleen en esta misión humanitaria deben llevar los emblemas de la Cruz Roja Internacional."

(Fin del audio)

EC - La comunicación del gobierno colombiano se produjo pocas horas después de que el mandatario venezolano anunciara el plan acordado con las FARC para la liberación de Clara Rojas, compañera de fórmula de la candidata presidencial Ingrid Betancourt –también retenida–, su hijo Emmanuel y la congresista Consuelo González.

El plan coordinado por Chávez prevé que un avión parta de un aeropuerto venezolano hasta la ciudad colombiana de Villavicencio, desde donde se dirigiría al sitio de entrega que sea acordado, para volver luego al aeropuerto de Villavicencio y retornar de manera inmediata a un aeropuerto en territorio venezolano. El operativo contará con el apoyo y la observación como garantes de representantes de distintos países.

Mientras se esperan novedades sobre la liberación de estos rehenes, les proponemos analizar la situación en contacto con la politóloga uruguaya Laura Gil, investigadora y docente de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado Colombia, de Bogotá.

***

EC - ¿Cómo definirías el ambiente en torno a esta situación en Colombia?

LAURA GIL:
Todo el mundo está a la expectativa y con mucha esperanza. Porque si hay algo que el país quería era poner una cara a este niño que se constituyó en el símbolo del secuestro.

EC - Sí, porque Emmanuel, hijo de Clara Rojas, nació en el cautiverio, fruto de una relación entre Clara Rojas y uno de sus captores.

LG – Sí. Sólo supimos de su existencia en abril de 2006.

EC - ¿Cómo analizas el tipo de relación que se está dando, a raíz de este mecanismo, entre los gobiernos de Venezuela y Colombia, cuando Chávez y Álvaro Uribe supieron estar tan enfrentados hasta hace muy pocos días?

LG - Esto da un balance un poco mixto. Lo positivo es la liberación de estas tres personas, incluido este niño. Pero creo que esto no augura muy bien para las relaciones bilaterales de aquí en adelante.

EC - ¿Por qué?

LG - Porque lo de ayer fue una encerrona para Uribe. Chávez, una vez más, rompió todas las maneras diplomáticas, nosotros nos enteramos al mismo tiempo que Uribe de cómo se había armado la operación humanitaria. Entonces, eso no va a ayudar a que haya más confianza en las relaciones bilaterales. Yo miré toda la conferencia de prensa, que duró horas, y es evidente que el presidente Chávez tiene tanta, tanta desconfianza de Uribe que no podía controlarse con las preguntas, tenía que lanzar sus dardos.

EC - Tú dices que Chávez colocó al gobierno de Colombia en una encerrona. Él mismo dijo que la fórmula era delicada porque implicaba que aeronaves venezolanas ingresaran a territorio colombiano, etcétera. Pero agregó que tiene la virtud de ser una operación de transparencia, de ser la fórmula de la transparencia. Y dejó claro que si Colombia no aceptaba esa fórmula existían alternativas clandestinas para la liberación de los rehenes.

LG - Claro, pero tú no le dices a un Estado o aceptas esta fórmula o entramos clandestinamente. Uribe hizo bien en aceptar que era la única respuesta humanitaria frente a un escenario así, que teniendo oportunidad de liberar a tres personas había que liberarlas, pero las fórmulas diplomáticas que se usaron para comunicarse con el gobierno de Uribe... Yo imagino que el presidente Chávez pensó: "No le vamos a dar opción para que pueda decir que no". Y anunciándolo públicamente, de esta forma, se estaba asegurando de que no había opción de que Uribe dijera que no.

Se logró lo que se quería en ese momento, pero pinta mal para el futuro. Esta facilitación de Chávez iba por buen camino, pero al final el gesto de Uribe de acabar con la facilitación precipitó la liberación. No creo que esta liberación hubiese pasado tan rápido, Chávez llevaba cuatro meses y no había logrado nada, creo que esto forzó a las FARC a apresurarse un poco para hacer el gesto con Chávez.

EC - Pero es un gesto. Implica liberar a tres personas cuando hay secuestradas.. ¿cuántas?

LG - Hay 44 más.

EC - ¿Qué imaginas que puede llegar a ocurrir con el conjunto de los secuestrados de ahora en adelante?

LG - Las posiciones siguen tan inamovibles como antes. Las FARC siguen insistiendo con la zona de despeje y el presidente Uribe sigue diciendo que no. Lo que seguramente se viene ahora es una gran presión para que Chávez vuelva a ser involucrado en el proceso de facilitación. Hay que rescatar la presencia de estos gobiernos como observadores. Porque si la presión es muy fuerte y Uribe se ve obligado a incluir a Chávez nuevamente. Estos gobiernos podrían facilitar el diálogo de Colombia con Chávez, ayudar a que sea más fluido. En ese sentido es una muy buena idea incluir países garantes.

EC - Estamos hablando de Francia, Argentina, Brasil, Cuba, Ecuador y Bolivia.

LG - Yo no soy muy optimista hacia el futuro. En este momento todo el mundo está alegre por lo que va a pasar hoy o mañana, pero el futuro sigue bastante complicado.

EC - El propio Chávez ha dado a entender que ahora viene una segunda etapa.

LG - Sí, habló de que podría haber otro grupo de liberados. Veremos. Va a depender también de cuál sea la actitud del gobierno colombiano... si decide incluir a Chávez nuevamente. Él dijo ayer tres o cuatro veces en la conferencia de prensa que quería seguir interviniendo para la liberación de más secuestrados.

Las FARC necesitan el escenario político, entonces eso es muy rescatable. En los últimos años en Colombia se ha dado toda una discusión sobre si las FARC son simplemente unos bandidos o si todavía les queda alguna ideología política. Y el comunicado en el que anuncian la liberación de estos tres secuestrados es el comunicado más político de las FARC en los últimos años. Eso es de rescatar. Porque mientras se pueda hablar de política con las FARC, hay esperanzas para el país. Entonces no hay que asustarse de que tengan simpatías hacia Chávez y el proyecto bolivariano. Hay que alegrarse de eso, porque significa que podría darse una negociación política.

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Edición: María Eugenia Martínez