Entrevistas

Obama mueve a los más jóvenes

"Se está dando un cambio importante. El triunfo de Obama sería un triunfo movimentista, una movilización de votantes jóvenes, lo cual es bastante raro en Estados Unidos. Es gente que anda entre los 25 y los 35 años", comentó hoy el politólogo Juan Rial. Entiende que detrás del fenómeno "Obama" está el cansancio con las viejas formas de hacer política, "con los que mueven las máquinas".

(Emitido a las 8.42)

JOSÉ IRAZÁBAL:
La campaña electoral en Estados Unidos se ha puesto en marcha. Los aspirantes de cada partido a ocupar la Casa Blanca buscan obtener una ventaja que los sitúe primeros en esa carrera.

La semana pasada se celebraron las asambleas en el estado de Iowa, en las que resultaron ganadores Barak Obama por el Partido Demócrata (PD) y Mike Huckabee en el Partido Republicano (PR). Hoy la contienda es en el estado de Nuevo Hampshire y se espera que Obama vuelva a obtener la victoria entre los demócratas y de esta manera saque una ventaja importante sobre su más firme competidora, la ex primera dama Hillary Clinton. En el PR cambiarían un poco las cosas, las encuestas marcan un favoritismo para John McCain.

Para analizar qué puede pasar hoy, qué importancia tienen estas elecciones en el desarrollo de la campaña, vamos a conversar con el politólogo uruguayo Juan Rial, radicado en Nueva York, Estados Unidos.

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JI - ¿Cómo ves la elección de hoy en Nuevo Hampshire? ¿Qué importancia tiene en esta carrera entre los dos partidos?

JUAN RIAL:
La importancia fundamental es saber si hoy Obama logra afirmar la gran victoria que obtuvo en Iowa. Sería un cambio importante en la política partidaria de Estados Unidos. Sería un triunfo contra las viejas máquinas y contra la política tradicional. Y en el campo republicano se supone que Huckabee, al no haber trabajado tanto ese estado de Estados Unidos, simplemente va a ver quién triunfa, si Romney, el candidato que además es mormón, o John McCain, senador y antiguo miembro del partido y de la política de Estados Unidos.

Se está dando un cambio importante. El triunfo de Obama sería un triunfo movimentista, una movilización de votantes jóvenes; lo cual es bastante raro en Estados Unidos. Por jóvenes entendemos la gente que anda entre los 25 y los 35 años, los menores de 25 años son prácticamente inmovilizables.

Con este cambio se ha dado el triunfo de Obama, que ha generado dudas sobre lo que va a pasar con la señora Hillary Clinton. A Hillary Clinton hoy puede ocurrirle una de dos cosas: o se recupera o sufre una segunda derrota, que no es sustancial pero que desde el punto de vista de las percepciones puede dañarla muchísimo.

Hay que tener en cuenta que tanto el caycus de Iowa, que tuvo lugar la semana pasada, como este de Nuevo Hampshire dan muy pocos delegados para cualquiera de los que ganen. El punto fundamental no son los números sino la repercusión en los medios de comunicación.

JI - ¿Qué porcentaje de votantes se acerca a estas internas?

JR - En general son pocos. Son asambleas muy distintas en cada estado. El número de gente que se logra movilizar en cada estado no suele ser mayor al 15% o 20% del total de posibles votantes. El sistema electoral de Estados Unidos es muy distinto del uruguayo. No existe un registro cívico permanente. La gente no tiene algo equivalente a nuestra credencial cívica. Ahora hay una discusión muy fuerte acerca de si se puede exigir o no la presentación de algo así como un documento de identidad para poder votar. En muchos estados esto no es admitido. Hay que tener en cuenta que en Estados Unidos no hay un documento de identidad estándar. Se utiliza como tal la licencia de conducir, el número de inscripción en la seguridad social o cualquier otra cosa sucedánea. Esto hace que las garantías de voto que conocemos en Uruguay sean inexistentes. Entonces el número de gente que finalmente vota es muy minoritario.

FERNANDO ROSENBLATT:
Con respecto a quiénes apoyaron a Obama en Iowa, en un artículo en The New York Times se señala que entre los votantes menores de 25 años Obama recibió el 60% de los votos, mientras que Hillary Clinton recibió apoyo mayoritario entre los mayores de 65. Y reforzando la idea del cambio, Obama fue apoyado principalmente por los primerizos, por quienes asistían por primera vez a esas asambleas partidarias conocidas como caycus.

JR - Exactamente. Detrás del fenómeno Obama está algo así como el cansancio con las viejas formas de hacer política, con los que mueven las máquinas. La señora Clinton apostó a un mensaje que decía: "Yo vendo la experiencia, soy la continuadora de la tarea que llevó adelante Bill Clinton durante ocho años. En mí pueden confiar". Obama, en cambio, apostó a algo completamente nuevo: "Yo soy el cambio, planteo una nueva política para Estados Unidos".

El discurso de Obama tras su triunfo en Iowa no fue el de un candidato que pretende ganar la nominación de un partido. Se presentó como quien va a ser el nuevo presidente. Apostó todo a presentarse como la persona que va a ganar en noviembre. Por eso no se lo vio como el candidato de un sector específico. Lo dijo bien claro: "Ya no hay más estados rojos y azules –cada estado se califica con colores, según el predominio republicano o demócrata–, tampoco hay negros y blancos". No se ha presentado como candidato de la comunidad negra, porque sabe que si lo hiciera sería un candidato minoritario. Se ha presentado como un candidato de carácter nacional y como tal ha tratado de vender una idea de esperanza de cambio, sin dejar muy claro qué significa ese cambio. Todos los que compiten hoy en la elección interna en Nuevo Hampshire han copiado ese mensaje.

FR - En ese discurso tras la victoria en Iowa Obama dijo: "Ustedes han hecho lo que América puede hacer en este nuevo año 2008. Somos una nación, somos un pueblo y el tiempo para el cambio ha llegado".

JI - ¿Quién es Obama?

JR - De Obama no se sabe mucho. Es un senador junior, el senador más joven de su estado, Illinois, un estado importante, del centro, donde está Chicago. Tiene la gran ventaja, frente a todos sus adversarios, de no haber estado en el Congreso cuando hubo que resolver el apoyo a la guerra de Irak. Por eso puede presentarse en una posición muy distinta del resto de los candidatos. Obama pasó su juventud fuera de Estados Unidos, en Indonesia. Por esa razón al principio se lo intentó desacreditar diciendo que seguramente había sido musulmán o había asistido a una escuela musulmana. Hasta ahora ha tenido muy poco apoyo relativo dentro de la máquina partidaria, pero ha conseguido apoyo movimentista, especialmente de jóvenes, y ha conseguido bastante dinero para la campaña. Hay que tener en cuenta que cuando se llegue finalmente a la elección presidencial los dos contendientes finales de los partidos seguramente van a gastar más de 1.000 millones de dólares cada uno. Es una campaña cara, larga, desgastante, con constantes debates y actos, y, más relevante aún, nadie tiene muy claro qué va a pasar. El domingo pasado hubo en Oklahoma una reunión de antiguos senadores, gobernadores, de personas muy relevantes tanto republicanas como demócratas, en la cual se especuló con la posibilidad de lanzar un tercer candidato, un independiente, que habría sido el actual alcalde de Nueva York, el señor Bloomberg, pero eso finalmente no ocurrió.

JI - Obama es la sorpresa y el gran atractivo de estas internas. Es un hombre joven, negro, con mucha fuerza, con un discurso muy particular, con mucho empuje de cambio, una especie de revolución. Así se presenta en su discurso.

JR - Estamos hablando de una persona de 40 y pico de años, un representante del cambio generacional en Estados Unidos. Los llamados babyboomers, la gran generación de los nacidos después de la segunda guerra mundial, han empezado a entrar en su momento de retiro. Obama representa a una nueva generación que intenta llegar a conducir a Estados Unidos sin los antiguos problemas relatados por la gente más vieja. Es el gran problema que tiene la mayoría de los republicanos, porque si hoy llegara a triunfar McCain, implicaría el retorno a los babyboomers. Se está planteando una cuestión general en la política de Estados Unidos.

JI - ¿Cómo ves a Hillary Clinton?

JR - Ayer tuvo un episodio muy fuerte desde el punto de vista emocional. Se la ve cansada, con dudas, se suponía que no iba a tener que competir tan duramente por la candidatura. Ella suponía que iba a ganar cómodamente en los dos primeros caycus, tanto en el de Iowa como en el de Nuevo Hampshire. Estar en esta segunda posición es muy incómodo para ella. Por supuesto que no significa que ha perdido, todo el gran movimiento se da entre esta fecha y el llamado supermartes, que va a ser el 5 de febrero. Allí sí la situación va a quedar prácticamente definida. Pero la elección de hoy es muy relevante para los demócratas porque se sabe de antemano que en la próxima, la de Carolina del Sur, seguramente Obama será el ganador; entre otras cosas porque recibió el apoyo de una muy conocida presentadora de televisión que es nativa de Carolina del Sur. Eso llama bastante la atención, por cuanto no se trata de una competencia entre mujeres y hombres, sino de una competencia entre lo nuevo y lo viejo, y lo viejo estaría representado por la señora Clinton.

JI - ¿Qué podemos decir de la interna republicana?

JR - Inicialmente se suponía que el antiguo alcalde de Nueva York, el señor Giuliani, sería uno de los favoritos. Sin embargo, Giuliani prácticamente no compitió en Iowa ni lo va a hacer hoy en Nuevo Hampshire. Sus estrategas han previsto que juegue en los estados que dan el mayor número de delegados, comenzando por Florida, donde residen muchos jubilados que previamente trabajaron en Nueva York.

En segundo lugar se suponía que el señor Mike Romney, el gobernador de Nuevo Hampshire, iba a tener un excelente desempeño. Es un caso muy raro, porque Romney es mormón, conservador, pero sin embargo ha tenido que cambiar de discurso constantemente. Para ganar la gobernación se presentó como lo que aquí se llama un "pro vida", una persona que acepta el aborto y hoy está en una posición contraria. También defendió la posibilidad de matrimonio entre homosexuales y hoy está en una posición contraria. Seguramente le van a cobrar la cuenta por esa falta de coherencia en su discurso.

En cambio le ha ido bastante bien al señor Huckabee, que fue el ganador en Iowa, que hoy, por falta de máquina, casi no podrá competir. Huckabee es un pastor bautista, pero a pesar de ser un conservador tiene una posición muy tolerante, muy abierta. Una simple anécdota. Hace unos días le preguntaron: "¿Usted cree en la resurrección?", y dijo: "Por supuesto que creo en ella. ¿Usted sabe cuántos muertos votan en Arkansas, que es mi estado?".

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