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Bush fue recibido como "un amigo" en Medio Oriente

Por primera vez desde que asumió la Presidencia, Bush llegó a Ramallah, Cisjordania, en el marco de una gira que comenzó ayer en Israel. "Está claro que Estados Unidos está tratando de impulsar un acuerdo entre israelíes y palestinos y si esto se concreta se estaría ayudando a las dos partes. Pero más allá de ese apoyo general al proceso de paz, Estados Unidos ha estado en el primero o segundo lugar entre los diferentes miembros de la comunidad internacional que donan dinero" comentó hoy la corresponsal Ana Jerozolimsky , quien relató los detalles de la visita.

(Emitido a las 8.40)

JOSÉ IRAZÁBAL:
El presidente de estadounidense George Bush aseguró que confía en que se va a crear un Estado palestino y pidió a Israel que colabore en la modernización de las fuerzas palestinas de seguridad.

Bush se encuentra en Ramallah, Cisjordania, en el marco de una gira por Medio Oriente que comenzó ayer en Israel y que en los próximos días lo va a llevar a Kuwait, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Egipto.

FERNANDO ROSENBLATT:
En Ramallah, Bush mantuvo una reunión con el presidente, Mahmud Abbas, tras la cual el líder palestino dijo en conferencia de prensa: "Hemos comenzado negociaciones bilaterales con nuestros vecinos israelíes bajo el patrocinio del presidente Bush. Esperamos que terminarán en su mandato con el fin de la ocupación y la creación de un Estado palestino".

Les proponemos analizar la visita del mandatario estadounidense a Medio Oriente con nuestra corresponsal en esa zona del mundo, Ana Jerozolimsky.

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FR - ¿Dónde se encuentra Bush en estos momentos? ¿Qué ha alcanzado a hacer?

ANA JEROZOLIMSKY:
Bush se encuentra ahora en los territorios palestinos con el presidente Mahmud Abbas, Abbu Madzen, en Ramallah. Ya terminó la reunión y la rueda de prensa conjunta en la Mukata. Parte de allí hacia Belén a visitar la Basílica de la Natividad. Recordemos que es una persona creyente. El tema religioso le es muy importante. Se levantó temprano –es de acostarse temprano– porque quería ver el amanecer en Jerusalén. Alcanzó a reunirse hoy con los hijos del ex primer ministro Ariel Sharon, que hace dos años que está en coma. Y se reunió con el jefe de la oposición, del partido Likud, Benjamin Netanjau.

FR - ¿Cuál es la importancia de la visita? ¿Tiene algún objetivo concreto?

AJ - Es ese tipo de eventos tras los cuales decimos que su importancia es que tuvieron lugar. No es que se firme un acuerdo, no es que haya una declaración dramática sobre lo que había hasta el momento en algún tema central, pero es importante desde el punto de vista bilateral, tanto para israelíes como para palestinos. Es la primera vez que llega a esta zona desde que asumió la Presidencia. Había estado como gobernador del estado de Texas. El objetivo es, en la agenda israelo-palestina, reafianzar o reforzar el mensaje que se trasmitió hace pocas semanas, cuando él fue el anfitrión en la conferencia de Annápolis, que la paz debe ser la única opción, pero que para lograrla también hay que garantizar la seguridad. Y en el tema iraní, recalcar que hay mucho que hacer y que Irán sigue siendo una amenaza, en términos de George Bush.

FR - ¿Cuáles son los mensajes centrales de Bush con referencia al tema israelo-palestino? Tú decías que a finales de noviembre fue él quien recibió a los gobernantes extranjeros en la conferencia de Anápolis. ¿Dijo algo sobre las negociaciones?

AJ - Bush recalcó que las negociaciones deben ser la vía a seguir y elogió tanto a Olmert como al Abbas por dedicarse, según él con valentía, al intento de buscar una opción, aunque al mismo tiempo admite ser consciente de que esto no será fácil en absoluto. Y yo mencionaba el elemento de la seguridad, que debe ser garantizada para que la paz sea duradera. Ayer, en el primer día de la visita, recibió información de que mientras mantenía los encuentros oficiales, en la ciudad de Sderot, en el sur de Israel, y en zonas aledañas seguían cayendo cohetes o morteros disparados por Hamas y Yihad Islámico desde la Franja de Gaza.

Al respecto tuvo un mensaje terminante, muy claro, en la rueda de prensa conjunta que brindaron de noche desde la residencia oficial del primer ministro Ehud Olmert: "Para que pueda haber un Estado –se refiere al Estado palestino–, este no puede ser un refugio seguro para los terroristas. Nadie puede esperar, yo no lo espero, que Israel acepte un Estado en su frontera que sea base para el lanzamiento de atentados."

Un mensaje terminante que repitió hoy en otros términos pero con el mismo espíritu del lado palestino.

Mensaje crítico no tuvo solo para los palestinos en lo que se refiere al tema terrorismo, y por supuesto no se refería a Abbu Mazen –a quien elogió por sus esfuerzos por garantizar que todo vaya bien–, sino a los terroristas, especialmente a los de Gaza. Decía que los palestinos deben comprender que las opciones son Gaza, la situación actual, el caos allí, o lo que está pasando en Ramallah.

Ayer en la rueda conjunta con Olmert se le preguntó qué tenía para decir sobre los llamados puestos ilegales, que son una especie de mini-asentamientos construidos en los últimos años en diferentes puntos de Cisjordania sin autorización de las autoridades israelíes. Un tema que ha desatado muchas polémicas internas, que Israel se comprometió a desmantelar, pero el tema se sigue arrastrando. En este punto Bush fue crítico con Israel. Dijo que son ilegales y se tienen que ir. "Estamos hablando de eso desde hace cuatro años, hay un compromiso al respecto, se tienen que ir". Olmert volvió a prometer. Hay que ver en qué queda el tema.

FR - Hoy Bush ya se reunió con el presidente palestino, Mahmud Abbas. Sería interesante saber si habló con dos tonos diferentes en la residencia del primer ministro de Israel Olmert en Jerusalén y en la Mukata en Ramallah, ¿le dijo a cada uno lo que quería oír o mantuvo un mensaje unificado en los dos lugares?

AJ - Fue bastante consecuente, quizás uno puede escuchar algo en el tono, en el énfasis que pone en los diferentes puntos mencionados, pero la impresión general de lo que habló en Jerusalén y lo que habló en la Ramallah, no es que quiso quedar bien con todo el mundo y a cada uno le dijo lo que quería oír, tanto en Jerusalén como en Ramallah habló de la necesidad de garantizar la seguridad. Oímos su propia voz sobre la necesidad de garantizar que Israel no acepte un Estado que use el territorio como base terrorista para lanzar atentados contra Israel. Pero del tema de la seguridad, aunque no con esos mismos términos... Habló también hoy en Ramallah. Un periodista palestino le preguntó si él mismo vio en el camino de Jerusalén a Ramallah los diferentes bloques de control carretero del ejército israelí, los llamados check points y le habló de lo difícil que es para el ciudadano palestino promedio vivir en esa situación, teniendo que esperar para ir a los estudios, para ir al trabajo, pasar por los puestos de control. Y Bush combinó el mismo mensaje que dio en Jerusalén: su exigencia de seguridad, con la empatía por la situación de los palestinos. Dijo: "Yo comprendo perfectamente la frustración que se produce en la vida diaria. Entiendo perfectamente que eso debe cambiar. Pero eso es parte de una realidad: Israel necesita seguridad. Por eso existen esos check points. Si la situación cambia, de modo que la seguridad esté garantizada, que no haya radicales que perpetren atentados, esos puestos de control no serán necesarios". Un ejemplo concreto para destacar lo que fue un mensaje bastante uniforme, aunque en cada lado con diferentes énfasis, también sobre la base de las preguntas de los periodistas locales.

Bush dice que Estados Unidos no va a imponer los términos de las negociaciones. Esto fue otro mensaje claro al que se refirió tanto en Jerusalén como en Ramallah. Especialmente en Ramallah, periodistas palestinos le preguntaron "¿Qué va a hacer usted con respecto a los temas que hay que mejorar? –destacaban mucho el de los asentamientos–, ¿qué puede aportar Estados Unidos en la práctica?, ¿qué va a cambiar?". Y ahí él decía eso: Estados Unidos no puede imponer, no va a dictar los términos de los acuerdos. Son las partes, israelíes y palestinos, que tienen que trabajar juntos. Estados Unidos va a ayudar, pero el acuerdo lo tienen que lograr Olmert y Abbu Madzen.

FR - Este es otro ejemplo de un mensaje que dio en ambos lugares...

AJ - Así es.

FR - Pero Bush no habló solo del tema palestino-israelí. También se refirió a Irán.

AJ – Sí. Si bien los analistas hacen diferentes evaluaciones sobre de qué se habló más, si del tema israelo-palestino o el iraní, está claro que los dos temas fueron temas importantes. Bush llegó aquí pocos días después del incidente que se registró en las aguas del estrecho de Ormuz, en el golfo Pérsico, en el que embarcaciones iraníes amenazaron con explotar cerca de una embarcación de Estados Unidos –aquí se publicó el video en el que se oye la grabación de los guardias revolucionarios iraníes diciendo que en unos segundos harían explotar y la cautela con la reaccionó el oficial estadounidense–, y Bush dijo en forma muy explícita que Irán sigue siendo una amenaza. De fondo lo esperaba cierta duda de Israel porque cuando se publicó hace algunas semanas un informe de varias agencias de inteligencia de Estados Unidos respecto a Irán, que decía que habían detenido el programa militar nuclear ya en el año 2003, algunos titulares de la prensa mundial, basados no en la lectura total del informe sino en un pequeño resumen, daban a entender que la interpretación era que Irán ya no es un peligro. Pero Bush aquí fue muy terminante.
Irán es una amenaza, e Irán seguirá siendo una amenaza, a menos que la comunidad internacional actúe en forma mancomunada para garantizar que este país no obtenga el conocimiento necesario para desarrollar poderío atómico."

Bush fue muy categórico al respecto, para tranquilidad de sus anfitriones israelíes, que consideran importante la coordinación con Estados Unidos y para la comunidad internacional en general respecto de Irán. Olmert dijo que se siente más tranquilo, aunque la palabra final la tendría Irán. Pero la posición tanto de Israel como de Estados Unidos es que no hay que pensar en una guerra sino en garantizar sanciones efectivas y que nadie puede imponer solo, que tendrían que ser cuestión de la comunidad internacional contra Irán, según la posición de Israel, Estados Unidos y parte de Europa.

FR - Sabemos de la falta de popularidad de Bush en su propio país, la crítica de la que es objeto en diferentes partes del mundo, y está llegando al final de su mandato, pero en Israel se lo recibe como un amigo. ¿Cómo se explica eso?

AJ - Ante todo, para tener una visión general de la visita, tanto en Israel como en Palestina se lo recibió como un amigo. Es verdad que en la calle israelí, salvo el hecho de que hubo manifestaciones de gente de derecha que le decía que se fuera, que no viniera a Jerusalén, en general la calle israelí lo recibió como su gobernante, como un amigo, mientras que la calle palestina no. Hubo manifestaciones, quema de banderas, decían "Bush asesino", voces que conocemos de otros sitios. Porque que la Autoridad Palestina oficial lo reciba como amigo, destacando el presidente Abbu Madzen su apoyo al Estado palestino, ya lo conocemos, pero con respecto a Israel está claro que se lo ve no solo como un amigo sino como un aliado. El propio primer ministro israelí, Ehud Olmert, habló en esos términos. "Usted es nuestro aliado más fuerte, de mayor confianza en nuestra batalla contra el terrorismo y el fundamentalismo", dijo. Agregó que desde el primero momento la política de Bush mostró comprensión para con las necesidades de seguridad de Israel.

Este es el punto central: Israel se siente comprendido por Estados Unidos en lo referente a sus problemas de seguridad; independientemente del hecho de que también ha habido algunos comentarios extraoficiales críticos con ciertas etapas y ciertos errores cometidos durante la guerra en Irak y en Afganistán, con el hecho de que ha muerto gran cantidad de gente inocente en esas guerras.. Pero Israel tiene claro, en términos generales, más allá de los problemas concretos que surgen en el transcurso de una guerra, el hecho de que el enemigo contra el que Bush salió a pelear es el que también amenaza su propia existencia, el fundamentalismo islámico, el terrorismo, que habla en forma explícito contra el Estado de Israel y hace pocos días hubo manifestaciones de Al Qaeda al respecto. Israel se siente comprendido por Estados Unidos en su necesidad de seguridad y hay un tema de comunidad de valores en cuanto a defensa de la democracia, de la libertad, y de aquí viene esta recepción a Bush como amigo y no con manifestaciones como las que conocemos de otras partes del mundo.

Además, del lado palestino, independientemente de que hubo esas manifestaciones en Ramallah –nada multitudinario, pero sí quema de banderas y posters contra Bush–, hace tiempo que no se puede hablar de que quien apoya a Israel está contra los palestinos o al revés, aquello de que lo que uno gana el otro lo pierde en forma absoluta. Puede haber coincidencia con una de las partes y críticas a otras en puntos determinados que van surgiendo en la agenda de israelíes y palestinos –hemos dado algunos ejemplos concretos, como el tema de la seguridad, los puestos ilegales, criticando a veces a uno y a veces a la otra parte–, pero está claro que Estados Unidos está tratando de impulsar un acuerdo entre israelíes y palestinos y si esto se concreta se estaría ayudando a las dos partes. Pero hay algo concreto en el terreno, más allá de ese apoyo general al proceso de paz, que nadie puede garantizar que se concrete en algo positivo, que Estados Unidos, desde que se formó la Autoridad Nacional Palestina ha estado al frente de los donantes, en el primero o segundo lugar entre los diferentes miembros de la comunidad internacional que donan dinero. Y ahora está el agregado importante de que, a diferencia de lo que sucedía en los tiempos de Arafat, se exige y lo está garantizando el primer ministro palestino, el doctor Salam Fayad, que haya una transparencia tal que permita que el dinero llegue a los dineros que el pueblo palestino necesita y no a arcas corruptas de gobernantes que no ayuden con eso al pueblo.

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