Medio Oriente y una ofensiva tan trágica como reiterada
Después de que el lunes se realizara la primera sesión de la nueva ronda de negociaciones de paz entre israelíes y palestinos y a menos de una semana de la visita de George Bush, ayer fallecieron 20 palestinos y decenas resultaron heridos en una ofensiva israelí en la Franja de Gaza. "No es que esta vez haya incluido más tropas que otras incursiones, ni que haya tenido como intención ser el comienzo del gran operativo, pero como los choques resultaron en varios muertos dio la sensación de que era algo mayor que otras veces", comentó hoy la corresponsal Ana Jerozolimski y explicó el panorama actual del conflicto.
(Emitido a las 8.29)
JOSÉ IRAZÁBAL:
Tan solo unas horas después de que se encendiera una luz de esperanza en Medio Oriente, israelíes y palestinos se enfrascaron nuevamente en una ola de violencia.
Fallecieron 20 palestinos y decenas resultaron heridos en una ofensiva israelí en la Franja de Gaza. Del otro lado, en territorio israelí, un francotirador mató a un joven ecuatoriano que trabajaba en un kibutz y cinco personas resultaron heridas después de ser alcanzadas por cohetes Kazan.
Esto sucede después de que el lunes se realizara la primera sesión de la nueva ronda de negociaciones de paz entre israelíes y palestinos y a menos de una semana de la visita del presidente de Estados Unidos, George Bush, a la región.
¿Qué está ocurriendo hoy? ¿Por qué se desata esta cruenta ola de violencia nuevamente? ¿Cómo quedan paradas las autoridades israelíes y palestinas, que parecían comenzar a transitar por un camino de diálogo?
Vamos a averiguarlo en diálogo con nuestra corresponsal en la región, Ana Jerozolimski.
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JI - Comencemos por esta ola de violencia de las últimas horas. ¿Cómo surgió?, ¿cuál fue el detonante de todo esto?
ANA JEROZOLISMKY:
Depende de a quién se le pregunte. Primero diré las versiones de las partes, después mi interpretación, como yo analizo tratando de ver las cosas, no solo sobre la base de los últimos días sino de lo que sucede aquí desde hace años.
Los palestinos sostienen que esto empezó por provocaciones de Israel, que los operativos, las incursiones de Israel es lo que lleva a los palestinos a disparar cohetes Kazan desde su territorio, es decir territorio israelí.
Israel sostiene que la ecuación debe ser analizada en forma totalmente inversa. Que de no ser por los ataques con cohetes Kazan o morteros de menor alcance desde Gaza hacia territorio israelí, hacia localidades civiles, tanto la ciudad de Sderot, que es la que más aparece en los titulares, pero también localidades agrícolas, más que nada comunitarias, donde hay muchos latinoamericanos, cerca de la frontera con Gaza, que de no ser por todo eso no habría incursiones y por lo tanto tampoco hombres armados ni muertos ni riesgo de civiles inocentes muertos.
Yo vivo en una de partes. Integro una de las partes del conflicto. Como periodista trato de alejarme un poco: no solo hablo con los israelíes sino también con los palestinos para analizar la situación. Y también a nivel personal hay relaciones de uno y otro lado. Independientemente del hecho de que hay discusiones políticas de cómo se debe solucionar esto, cuáles son los errores de cada parte, no tengo dudas de que no habría una ola de violencia de este tipo si no hubiera ataques con cohetes desde la Franja de Gaza hacia territorio israelí.
Un dato numérico para comprender por qué esta dinámica, que no empezó ahora. Israel entró el otro día en un operativo, que también desata discusiones aquí sobre si es lo mejor, si es el momento oportuno, en la zona de Zayahie y Daytun, en la ciudad de Gaza, en el cual murieron 20 palestinos, 19 y luego otro en otro incidente. Israel entró para tratar de poner fin a los disparos de los cohetes Kazan y morteros desde allí, pero hasta ayer de mañana habían caído, desde enero de 2001, casi 8.000 cohetes y morteros en territorio israelí, casi 300 de ellos desde comienzos de enero. De modo que el tema no comenzó ahora, es una situación muy compleja que nadie sabe cómo detener.
JI - Llama la atención que el ejército israelí hable de estos episodios como de operativos de rutina, cuando son tan violentos, en este caso con 20 personas muertas.
AJ - La terminología es problemática. Se refiere a que esto no es el gran operativo de amplia envergadura del que se está hablando desde hace mucho, que se presenta como algo que enseguida va a suceder pero se vuelve a demorar por diferentes consideraciones políticas o militares. Se refiere a que esta es una incursión más del ejército, esta vez en dos barrios de la ciudad de Gaza, con el declarado objetivo de tratar de detener a células que desde allí, y no solo desde campos abiertos, sino desde zonas habitadas disparan cohetes.
El problema es que a veces en el terreno la dinámica se da de forma tal incide en eso la forma en que los palestinos armados reaccionan a la entrada de las tropas, los incidentes que hay cuando chocan, dónde cae un proyectil disparado de un lado o de otro, como pasó esta vez, que en la primera etapa de la incursión murieron cinco miembros de Hamas. La dinámica se va dando de una forma que agranda las dimensiones, al menos la impresión de dimensión del operativo, que no es que esta vez haya incluido más tropas que otras incursiones, ni que haya tenido como intención ser el comienzo del gran operativo, pero como los choques resultaron en varios muertos dio la sensación de que era algo mayor que otras veces. Fue mayor en el cruento resultado, en la cantidad de muertos, no en la dimensión total del operativo, de la incursión que se había planeado.
FR - En la incursión murió el hijo de un dirigente de Hamas. Llamó la atención que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, rompió su boicot con el Hamas y llamó para ofrecer sus condolencias. ¿Esto se puede leer como un acercamiento entre Hamas y Al Fatah?
AJ - Se dice muchas veces, analizando la dinámica interna tan compleja de esta zona, que Israel logra a veces con sus errores, intencionales o por problemas durante operativos, como esta vez, resultados que no eran los que buscaba, como matar al hijo de Mahmud Elzahar, sino chocar con estos hombres armados de Hamas. Hay diferentes versiones. Yo no podría decir cuál es la cierta, si estaba armado o no, si era uno de los miembros de una de las células o no. Israel con su comportamiento en el terreno, a veces logra unir a los palestinos, justo cuando estaban más desunidos, discutiendo más entre ellos, de modo que quizás el relacionamiento de Israel con una de las partes, concretamente con la ANP, podría ser mejor. Porque está claro que con Hamas no quiere hablar.
No diría que ya podemos vaticinar que por esto se salva la crisis, el distanciamiento entre la ANP, encabezada por Abbas, lo cual es casi sinónimo de Al Fatah, aunque no es exactamente lo mismo, pero en términos un poco simplistas, el acercamiento entre Fatah y la ANP por un lado y la Hamas por otro... está claro que en la situación actual, cuando en Gaza, incluso quienes discrepan con Hamas, ahora atacan a Israel o lo condenan por lo que está pasando, era casi imposible pensar que Abbu Madzen, el presidente, no fuera a llamar a Mahmud Elzahar.
Quiero comentarles algo, ya que mencionamos a Mahmud Elzahar, que perdió a su hijo Hussan, de 17 años. Algo que va más allá del incidente de ahora, que se refiere quizás a la base del análisis del conflicto, a por qué es tan difícil llegar a un entendimiento.
Hace aproximadamente dos años y medio, en julio de 2005, yo entrevisté a Mahmud Elzahar, que ya entonces era uno de los principales jefes de Hamas, en su casa en la ciudad de Gaza. Una casa que él había reconstruido después de que en un ataque aéreo de Israel en 2003 había quedado deshecha y él había perdido a su hijo mayor, Haleh. La entrevista fue sobre varios temas relacionados con la situación política. Israel estaba por retirarse de Gaza. Él le quitaba valor, lo presentaba no como un gesto de Israel, un intento de abrir una nueva página, sino como una muestra de que lo que él presentaba como resistencia Israel habla de terrorismo tenía éxito.
Yo estaba con una colega, una periodista de Estados Unidos que nunca había entrado a Gaza y no se sentía segura, entonces entró conmigo porque yo había entrado muchas veces. Ella vio como un banderín con una foto y le preguntó a él quién era. Yo supuse que era su hijo y él dijo que era Haleh, "el mártir, mi hijo que murió en un ataque israelí". Y mostró una foto que tenía en el celular, como yo tengo a mis hijos sonriendo, haciendo alguna gracia. Pero no era un hijo sonriente, como todo padre promedio lo recuerda (y no intento en absoluto minimizar el dolor que me imagino que debe sentir ahora). Era la imagen tal cual fue sacada cuando lo encontraron muerto entre los escombros.
Mi colega y yo nos sorprendimos un poco, por decirlo delicadamente, y ella le dijo, en forma muy acertada: "¿Sabe qué? En la cultura de la que yo vengo él sabía que venía de Estados Unidos, pero se refería en general al mundo occidental, a las democracias occidentales, sin olvidar un momento la tragedia por la cual usted perdió a su hijo, y quizás especialmente por el hecho de que lo perdió en una situación trágica, tendríamos en el celular la foto cuando sonreía, no la foto de él tirado entre los escombros". Eso es muy simbólico cuando se habla, más allá de la violencia de ahora, de la escalada, de quién empezó, de cómo se la arregla, creo que eso complica mucho llegar a un acuerdo.
FR - Pasando a otro tema que tiene que ver con toda esta cuestión, se comenzó la construcción de viviendas judías en Jerusalén Este, una zona muy delicada porque allí se pretende erigir la capital de un futuro Estado palestino, al menos eso se reclama del lado palestino. Había comenzado el lunes la primera ronda de negociaciones de paz entre israelíes y palestinos, anunciadas por Estados Unidos, entonces estas operaciones militares, la colonización de Jerusalén Este, ¿no son un obstáculo para las negociaciones que comenzaron el lunes?
AJ - A ojos de los palestinos indudablemente son un obstáculo muy serio. Hablan en términos de que Israel lo hace a propósito porque no tiene real intención de avanzar. Pero hay dos niveles diferentes. Ayer hablé con el portavoz del primer ministro Olmert, Mark Greger, que me decía que precisamente para garantizar el éxito de las negociaciones había que combatir el terrorismo, si no, los enemigos que lanzan cohetes para anular toda posibilidad de entendimiento van a seguir haciéndolo.
El tema de Jerusalén es aparte. Por un lado, Jerusalén se pone sobre la mesa, lo cual ya provocó una crisis de coalición, el ministro de Asuntos Estratégicos, jefe de un partido de derecha, dejó ayer la coalición porque se empezó a negociar, antes de saber si se llegaría a un acuerdo se fue, lo cual significa que la coalición ahora tiene una mayoría mucho más estrecha en el Parlamento.
Jerusalén está sobre la mesa. Es prematuro decir si va a haber un acuerdo, pero la posición oficial es que Israel no se comprometió a congelar la construcción en una parte de la ciudad donde sostiene que va a seguir estando la capital soberana de Israel. Cuando eventualmente se llegue a un acuerdo, dan a entender fuentes oficiales, no incluiría la zona en la que ahora se empieza a construir, aunque también eso es polémico dentro de la propia coalición. Hay contradicciones, a pesar de gran parte de la población israelí, por un lado se pone Jerusalén sobre la mesa como tema a ser negociado, y por otro lado comienza a implementarse la licitación de construcción que complica el comienzo de las negociaciones.
FR - Comentabas al pasar la renuncia de un ministro del gabinete de Ehud Olmert. Estamos hablando del retiro de la coalición de un partido nacionalista israelí, Israel Beitei. ¿Cómo queda parado el primer ministro Ehud Olmert ante esta renuncia?
AJ - Suena bastante lógica la reacción de algunos miembros de Karima, el partido del primer ministro Olmert, al decir que se apura, por qué se va ya si recién se empezó a hablar... No hay idea de si se va a llegar a un acuerdo, qué acuerdo va a ser. Siempre están los cínicos que dicen que se va por otras razones, porque sabe que el 30 de enero se presenta el informe definitivo de la Comisión Winograd, que investigó la guerra en el Líbano de hace un año y poco, sabe que el informe va a ser malo para Olmert y quiere bajarse del barco antes de que se empiece a hundir. Otros dicen que es porque hoy a la hija de este ministro la empiezan a investigar en la policía por diferentes razones. Siempre están quienes interpretan el tema con términos muy ajenos a la situación política propiamente dicha. Concretamente, en términos de números, de 120 diputados en el Parlamento, la coalición con el partido de Lieberman dentro tenía 78 diputados, una mayoría bastante cómoda. Ahora queda con 67 que son la mitad más seis, si varios están con gripe puede caer el gobierno en una moción de desconfianza en el Parlamento. La pregunta es qué va a pasar cuando el 30 de enero se presente ese informe, que no va a ser positivo para Olmert, aunque él ya dijo que no va a renunciar, qué van a hacer tanto el Partido Laborista, cuyo jefe, Ehud Barak, es hoy el ministro de Defensa. Había dado a entender que dejaría el gobierno si el informe era negativo. Y ahora hay que ver si, por un lado, quiere mantener su credibilidad o quiere mantenerse en el puesto en una situación de una escalada como la actual, si el ministro de Defensa puede permitirse dimitir. Hay diputados dentro del propio partido del primer ministro que son favorables a adelantar las elecciones si el informe sobre la guerra en el Líbano es muy negativo. Hay muchas especulaciones para hacer. Son muchas cosas en términos internos que podrían confundir a nuestra audiencia. En términos generales, hoy Olmert está peor que ayer, casi por cálculo aritmético. Y el 30 de enero, cuando se presente ese informe, será una fecha clave para entender si termina su período como primer ministro o si, como quiere el jefe del Likud y de la oposición, Benjamin Netanjau, el favorito en todas las encuestas de opinión pública, se adelantan las elecciones.
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