EMILIANO COTELO:

Israel y Siria retomaron el proceso de paz que estaba interrumpido desde el año 2000. Con esa medida se apunta a poner fin a la situación de beligerancia que desde 1948 separa a los dos estados.

Con la participación de Turquía, se lleva adelante una negociación indirecta que tendría como fin el retiro israelí de los territorios del Golán. Tanto Israel como Siria se muestran expectantes ante la posibilidad de poner fin al enfrentamiento. Y vale la pena recordar que, si bien se encuentran en estado de no beligerancia desde 1974, el conflicto sigue latente. En setiembre del año pasado cazabombarderos israelíes destruyeron la base de la central nuclear que se estaba construyendo con ayuda norcoreana.

¿Por qué ahora se puede llegar a un acuerdo? ¿Están dadas las condiciones para la retirada israelí? ¿Qué fue lo que cambió? Estamos con nuestra corresponsal en la zona, Ana Jerozolimski.

Hacía mucho que se hablaba de contactos entre Israel y Siria; ¿lo que se anunció ayer es algo nuevo o es más de lo mismo?

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ANA JEROZOLIMSKY:

Es algo nuevo, porque es la primera vez en ocho años que se trata de contactos oficiales. Durante varios años hubo contactos extraoficiales entre intelectuales, catedráticos, ex diplomáticos israelíes y pares sirios, por ejemplo profesores en universidades estadounidenses y europeas, pero no entre gente de oposición siria, sino gente allegada al gobierno.

Pero lo que se informó ayer es otra cosa, se trata de representantes oficiales del gobierno israelí y del gobierno sirio, del primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el presidente sirio, Bachar Al Assad, que se reúnen en forma indirecta en Turquía.

EC - ¿Qué está pasando concretamente? ¿Cómo se está dando esto en la práctica? ¿Podemos conocer algún detalle más?

AJ - Esto comenzó entre el domingo y el lunes, pero recién ayer se conoció el comunicado que revelaba que había contactos oficiales indirectos, con mediación de Turquía. Quiere decir que no se sientan israelíes y sirios en torno a la misma mesa, sino que hay representantes israelíes –dos de los principales asesores del primer ministro Olmert están en Ankara– y representantes sirios, que, cada uno por su lado, se encuentran con las autoridades turcas. Incluso ha habido un agradecimiento al primer ministro turco, Tayyip Erdogan. Por eso se habla de negociaciones indirectas.

Hoy salió un comunicado de la oficina de Olmert que dice que cuando haya posibilidades de avanzar en forma sustancial y de llegar a algo concreto, las conversaciones pasarán a ser en forma de contacto directo. Por ahora, únicamente tienen lugar con la mediación de Turquía.

EC - El canciller sirio dijo ayer que su país recibió un compromiso de Israel en cuanto a que va a retirarse de los altos del Golán a la frontera previa a la Guerra de los Seis días. ¿Es así?

AJ - Eso fue desmentido oficialmente por Israel. Se trata de la guerra que estalló el 5 de junio de 1967, entre el 9 y el 10 de junio Israel conquistó los altos del Golán, en una operación militar especial, para poner fin a largos años de cañoneos y disparos que venían desde el Golán, aprovechando la ventaja topográfica que daba la altura. Desde que Israel conquistó esa zona esos disparos sobre los poblados israelíes del valle de Galilea desaparecieron.

Israel no se compromete oficialmente a nada, aunque los sirios insisten en que ya en la época de Isaac Rabin había contactos muy directos sobre la retirada a la frontera previa a esa conquista israelí. Por ahora ha habido un desmentido oficial, aunque ayer, después del comunicado sobre los contactos secretos, Olmert utilizó la expresión "concesiones dolorosas de largo alcance"...

EC - ¿Qué quiso decir?

AJ - Enseguida se interpretó que se refería a la retirada del Golán, lo cual no quiere decir que sea una retirada total a la línea previa a la conquista.

EC - ¿Golán es el único tema en la agenda?

AJ – No, es el único o el central desde el punto de vista sirio, pero Israel tiene sus exigencias. Por ejemplo, que Siria deje de dar refugio a las principales organizaciones terroristas, las más radicales, como Hamas, Yihad Islámica, todo lo que se conoce como el Frente de Rechazo, que nació en los primeros tiempos del proceso de paz.

Cuando Rabin y Yasser Arafat conversaban, grupos de organizaciones palestinas, las más radicales, todas con sede en Damasco, desplegaban desde allí toda su actividad contra las negociaciones. Israel quiere que Siria deje de servir de refugio de todas estas organizaciones, que deje de suministrar constantemente armamento a la organización proiraní Hezbollah en Líbano y que corte su alianza especial con Irán, cuyo presidente, Mahmud Ahmadineyad, llama a la destrucción de Israel. Por esa razón, para Israel la neutralización de esa alianza es algo estratégico de gran importancia.

EC - ¿Cómo inciden estas negociaciones Israel-Siria en las otras tratativas, las que tienen lugar entre Israel y los palestinos?

AJ - Durante mucho tiempo aquí se dio la polémica, siempre que resurgía el tema Israel y Siria se decía que no se podía negociar en dos frentes, estaba claro que lo de hacer "concesiones dolorosas" es mucho más que una frase, en la práctica no es sencillo concretar en dos frentes.

Oficialmente, ayer el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, felicitó a las partes. Pero me atrevo a suponer que eso fue de la boca para fuera, porque me consta, por conversaciones con diferentes figuras palestinas, que los palestinos temen que si Israel se aboca de lleno al frente con Siria se afecten las negociaciones, o que por la imposibilidad de avanzar en dos frentes uno se vea un poco abandonado. Eso dependerá de la sensación en el terreno, en los contactos, de cuán probable sea lograr un acuerdo, y puede tender más hacia el lado palestino o hacia el lado sirio. Oficialmente, una no interrumpe la otra.

EC - Y ¿qué dice la gente?, ¿qué dice la ciudadanía en Israel?, ¿cómo observa estas noticias, este nuevo contexto? ¿Puede pensarse en soluciones?, ¿hay optimismo?

AJ - No se puede hablar de una posición homogénea, Israel es una democracia muy discutidora y hay opiniones muy variadas. Desde los propios altos del Golán –aunque no toda la gente que vive allí se opone a la negociación con Siria– salió un grito de protesta, de advertencia de que sería irresponsable aceptar una retirada de esa zona.

En cuanto a la población en general, hay gente que dice que si se lograra avanzar en negociaciones y neutralizar la alianza entre Siria e Irán sería de gran importancia. Ayer entrevisté a uno de los participantes en los contactos extraoficiales con Siria, le pregunté qué le parecía y contestó, con un entusiasmo impresionante: "Un gesto gigantesco".

Pero el tema de fondo es que esto se realiza cuando el primer ministro Ehud Olmert está complicado en una investigación policial por sospecha de corrupción. Una encuesta que publicó anoche el Canal 2 de la televisión israelí presentó el siguiente resultado: el 70% dijo estar contra una retirada de los altos del Golán a cambio de la paz con Siria y entre el 53 y el 57% dijo que veía vinculación entre la investigación y el anuncio de las negociaciones, dando a entender que Olmert salió con un anuncio dramático para desviar la atención.

Algunos titulares de los diarios de hoy dicen: "Hay que ver en qué se avanza primero, si hacia la paz con Siria o en la investigación policial". Es prematuro dar una respuesta contundente, las opiniones van variando, también según la medida de confianza que inspire Siria.