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El campo argentino fue duro: si no hay soluciones este lunes, vuelven a las rutas

Los productores rurales argentinos se reunieron este domingo en Rosario para marcar sus críticas, reclamos y quejas al gobierno nacional, que celebraba el Día de la Patria en Salta. Con duros discursos, en un acto que convocó a unas 200.000 personas, aseguraron que si este lunes no se les da una solución al conflicto que mantienen por las retenciones, volverán a las rutas. Contacto con Rafael Klappenbach.

(Emitido a las 7.48)

JOSÉ IRAZÁBAL:

Ayer 25 de mayo fue una fecha patria muy particular en Argentina, con la celebración de dos actos bien diferentes.

Uno de los principales oradores en el acto que tuvo lugar en la ciudad de Rosario, a unos 300 kilómetros de Buenos Aires, fue el dirigente de Gualeguaychú Alfredo de Angeli, quien ha estado al frente del movimiento contra la planta de celulosa de Botnia en Fray Bentos.

En el acto de ayer fue el primero en hablar y acusó al gobierno de propiciar el enfrentamiento entre los argentinos.

(Audio Alfredo de Angeli)

"Quieren enfrentarnos con la sociedad, con todos, pero nosotros no vamos a entrar en el juego de ustedes. Estamos firmes como argentinos, como campo, como pueblos del interior que vamos a defender a nuestra nación.

¡Por la dignidad de nuestro trabajo!, ¡por la memoria de nuestros padres!, ¡por todos los hombres mayores que hicieron grande a la Argentina! Por nuestros hijos vamos a pelear, vamos a defenderla; ¡por nuestros hijos!

Ya no nos interesa solamente la rentabilidad del campo, sino qué país queremos, un país para todos, no para unos pocos".

(Fin)

JI - En el acto de Rosario, enviado por El Espectador, estuvo Rafael Klappenbach, con quien estamos en contacto.

¿Cómo viste el acto de ayer? ¿Qué pasó en Rosario?

***

RAFAEL KLAPPENBACH:

Lo más sorprendente del acto de Rosario fue la masividad; ni los propios organizadores esperaban tanta cantidad de gente. A pesar de esto, De Angelis, que es un viejo conocido de los uruguayos (supo dirigir el piquete de Gualeguaychú durante mucho tiempo y ahora se ha convertido en el líder mediático del conflicto agropecuario) había amenazado con que juntarían 200.000 personas. Y ese el número que hoy se maneja para los que se juntaron en Rosario, incluso hay quienes hablan de 300.00 personas.

De todas maneras, todos concuerdan en que es el acto más numeroso desde la llegada de la democracia.

JI - No es poco decir.

RK - No es poco decir... Antes del 25 de mayo, Cristina Fernández hablaba de que había que firmar "un acuerdo del bicentenario" y esta fue la confrontación más grande que sufrió un gobierno desde 1983.

No es poco decir que se hayan juntado 200.000 o 300.000 personas -250.000 si hay que poner un número-. Los oficialistas en Salta hablaban de 150.000, otras fuentes hablan de 50.000 personas (el público estaba diseminado en dos sectores, entonces es difícil comparar y decir qué acto fue más grande), pero hasta las propias fuentes del gobierno confiesan que quedaron sorprendidas por la cantidad de gente que se concentró.

La masividad habla de que estamos ante un fenómeno más complejo que unos puntos de retenciones. No se juntan 250.000 personas para pedir por unos puntos más o menos de retenciones.

JI - Se estarían canalizando otras inquietudes de la sociedad, en este caso del campo, pero también de la oposición política que estuvo presente.

RK - Y no tanto de la oposición política puramente partidiaria. Porque estuvo Lilita Carrió, estuvo gente de Macri, hubo dirigentes de la Unión Cívica Radical, había dirigentes piqueteros de Castells, había sectores duros de izquierda, estaba la Sociedad Rural. Aquello era la Biblia y el calefón, de todo un poco, de todos los segmentos políticos y sociales de Argentina.

Desde Salta, el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, dijo que no hubo dos actos en Argentina, que el acto de Rosario fue el acto de la oligarquía. Y eso muestra que el gobierno sigue cerrado en un autismo. Había oligarquía en Rosario, vaya si la había, pero había de todo.

JI - ¿Cómo sentiste los discursos? ¿El de De Angeli fue el más duro?

RK – Fue el más duro, pero hay que tener en cuenta quién es De Angeli; la gente esperaba ese discurso. No preside ninguna de las cuatro entidades gremiales agropecuarias, pero lo pusieron como primer orador en representación de los autoconvocados. Él dice ser ferviente integrante de Federación Agrarias Argentina y orgánico con relación a las decisiones que tome esa entidad, que depende de Eduardo Bussi.

También el discurso de Bussi fue muy duro, pero quizás el más analítico y confrontativo fue el de Mario Llambías, dirigente de Confederaciones Rurales, una entidad de pequeños productores, quien tildó a los Kirchner de ser el principal obstáculo para el crecimiento de Argentina.

Fueron discursos duros y amenazadores, (...) y ya no quieren más que les hablen del problema de los mercados a término o de las asimetrías que se generaron con la disposición 125, porque aseguran que el gobierno habla de todo esto para no mencionar la palabra "retenciones", con lo cual se mostraría que hay un ganador y un perdedor (si se levanta aquello que se decretó el 11 de marzo). Pero el campo ayer dijo que si en la reunión que está prevista para hoy a las 16 horas no se habla concretamente del tema retenciones y cómo salir del problema, mañana martes al mediodía se reunirán en asamblea a los costados de las rutas para resolver los pasos a seguir.

JI - ¿Podrían volver los cortes de ruta?

RK - El paso a seguir, para los sectores más radicales, es el corte de rutas. Nadie quiso hablar, no se habló concretamente, se habló de asambleas en el mediodía del martes para resolver medidas, pero los sectores que se denominan autoconvocados quieren volver al corte de rutas. En Rosario se hablaba de cortar no solo las rutas, sino también las vías, porque durante estos meses de cortes parte del comercio se ha dado por tren.

Se vio ayer una división muy grande en la sociedad argentina. El conflicto del campo da cabida, canaliza un conflicto de una sociedad que pide un cambio de actitud al gobierno, un cambio en la forma de gobernar, que deje la confrontación como herramienta. También Cristina Fernández tuvo un discurso menos prepotente, pero no mencionó al agro, cuando 250.000 personas se juntaron en Rosario. Eso genera alguna indignación. Institucionalmente probablemente hizo bien en no responder a los discursos de cada uno de los dirigentes gremiales del sector agropecuario, pero hablar un 25 de mayo sin hacer esa referencia es algo llamativo.