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Argentina: el campo mantiene sus reclamos, luego de anuncios del gobierno

El gobierno argentino intentó desactivar la protesta de los ruralistas anunciando cambios en el esquema de retenciones móviles. Sin embargo, ya antes del anuncio, los productores opinaban que era "más de lo mismo" y siguen exigiendo que la situación vuelva a ser la que era antes de que se establecieran las retenciones, y que recién ahí podrán negociar. "Estamos en el día 81 del conflicto de ver quién es el más terco", señaló desde Argentina Rafael Klappenbach, quien aseguró que "hay hartazgo, a lo que se suma incertidumbre y angustia" en la sociedad.

(Emitido a las 7.38)

EMILIANO COTELO:

En la República Argentina, en un intento de desactivar la protesta del campo, el gobierno anunció ayer un cambio en el esquema de retenciones móviles: dispuso que el impuesto se atenúe si los precios se disparan. Para las entidades del agro, en principio, la medida no cambia nada, y por lo tanto ratificaron el paro, que se extenderá hasta el próximo lunes.

La pelea empezó hace 80 días, cuando el gobierno impuso las retenciones móviles, que suben y bajan según la evolución de los precios. Así, la soja pasó de tributar 35% a 40,5%, a valores de ayer, de 461 dólares la tonelada. Los ruralistas salieron a reclamar que las retenciones volvieran al 35% y que se derogara lo que ellos interpretan como un virtual precio máximo para el cultivo. La retención acaparaba el 95% de la suba si la soja se disparaba.

El diario Clarín destaca hoy que en las medidas presentadas ayer el gobierno se concentró en este segundo reclamo, y entonces hasta los 600 dólares por tonelada las retenciones siguen como están, pero entre 600 y 750 dólares se reducen de 58,5 a 52,7. En términos concretos, esto implica que el productor pasa de recibir 312 dólares por tonelada a recibir 355 dólares. Se establece un esquema similar para el maíz, el trigo y el girasol, y además se incluye a los monotributistas en las compensaciones para pequeños productores y se habilita a las gobernaciones provinciales para que les anticipen los reintegros.

Con estas medidas, anunciadas en conferencia de prensa desde Casa de Gobierno por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro de Economía, Carlos Fernández, junto a siete gobernadores, se intentó quitarle argumentos a la protesta del agro.

¿Cómo ha caído esto? ¿Cómo están las cosas en Argentina? Para saberlo, estamos con Rafael Klappenbach.

¿Cómo viste este paso que dio el gobierno ayer, este anuncio unilateral de cambios en el esquema de las retenciones?

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RAFAEL KLAPPENBACH:

En primer lugar se percibía que por ser unilateral no iba a caer del todo bien en el sector agropecuario, que está pidiendo diálogo, más allá de las formas como lo pide. Ya se veía dos horas antes, cuando se anunció que iba a haber una conferencia de prensa junto con gobernadores, que la gente de campo no confiaba en lo que se iba a anunciar.

La reacción fue inmediata de rechazo, de decir "es más de lo mismo", que se solucionaba algún aspecto de las retenciones a futuro, pero no las retenciones actuales. Tú señalabas que el precio de exportación está en 461 dólares, y el cambio opera con una baja del 7%, pero a partir de los 600 dólares. De modo que por ahora y mientras el precio de la soja no se dispare aún más, no se verifican cambios. Pero sí en el mercado de futuro, que ahora puede empezar a operar.

El rechazo fue bastante generalizado, aunque no se reunió la mesa de enlace de las cuatro gremiales agropecuarias para tomar una resolución final. De todos modos, voceros de las distintas gremiales coincidieron en que por allí no iba la solución.

EC - He visto algunos comentarios que resumen el estado de ánimo: se sigue reclamando volver al escenario del 10 de marzo, es decir que el gobierno dé marcha atrás en todas las medidas que tomó con las retenciones el 11 de marzo.

RK - Sí, estamos en el día 81 del conflicto de ver quién es el más terco. Estrictamente la posición de máxima del agro es: volvamos a previo al 11 de marzo, sentémonos a dialogar y a partir de allí veremos. Y el gobierno dice que el nivel de las retenciones –cuando de retenciones móviles y mercados futuros sí está dispuesto a conversar– va a permanecer incambiado.

Cada vez con más firmeza cada una de las partes.

EC - Entonces, ¿qué se prevé? ¿Cómo se sale de este brete?

RK – Esto me recuerda mucho al conflicto –que aún se mantiene– con Uruguay. Llevamos 80 días diciendo "vamos a dialogar" y no dialogamos, serruchamos la mesa de diálogo de un lado, la serruchamos del otro. Es difícil negociar con Néstor Kirchner. Y digo Néstor Kirchner porque evidentemente es quien está llevando a cabo las acciones, increíblemente ha salido de escena Cristina.

Un empresario extranjero que tiene inversiones en el país me manifestó que tuvo tres reuniones analizando la situación actual con otros empresarios, con operadores, con gente del circuito de actividad en el que se mueve, y que todos le hablaban de Néstor Kirchner, cuando él sabe que la presidenta es Cristina Kirchner. Todo el mundo decía: "Pero viste cómo es Néstor Kirchner, es difícil trabajar con él, nunca va a retroceder". Él mismo lo dijo, ayer se reunió con legisladores de su partido y dijo: "Siempre que cedió al movimiento popular le fue muy mal; no se cede". Esa es la postura de Néstor Kirchner, que el lunes se reunió con el Partido Justicialista (PJ), con la base dura del PJ, y salió a calificar al campo de golpista, de conspirador.

Y del lado del campo se responde con la misma moneda, porque se pide diálogo pero no hay ninguna actitud de ceder, se dice: "Volvemos al 11 de marzo o nada".

EC - ¿Y la gente qué dice? ¿Cómo está el tema en el conjunto de la sociedad?

RK - Hay hartazgo, a lo que se suma incertidumbre y angustia, lo que se verifica después en la vida cotidiana, en el consumo, en la contracción del consumo. Los taxistas dicen que están trabajando mucho menos que hace dos meses, los restaurantes dicen que tienen mesas vacías, cuando antes no existían mesas vacías de martes a domingo.

EC - ¿Cuál es la conexión entre una cosa y la otra?

RK - No es que haya menos poder adquisitivo, pero el humor social ha cambiado, la incertidumbre ha aumentado, por lo tanto la gente dice "no sé si voy a gastar tanto", "Argentina ha sufrido varias crisis, ¿no estaremos frente a otra?", "el Banco Central está controlando muy bien el nivel del dólar y tiene reservas como para controlarlo de aquí a tres años, y el superávit comercial..."

La gente ya no se cree todo eso, en 2000 también se hablaban bondades de lo que podía llegar a pasar en 2001 y todo terminó en una catástrofe. No hay excesiva confianza.

Otro aspecto es quién pierde más con esto, más allá de la sociedad. El campo no tiene demasiado para perder, pero el gobierno sí. La imagen de la presidenta ha caído 20% en dos meses, según encuestas confiables; el gobierno tiene otras encuestas que dan otros números, pero según encuestas confiables de empresas de primera línea ha caído más del 20% en dos meses. Esto la ubica en un 25 o 26%, que hace posible que gobierne, pero el nivel de inclinación de la caída es muy grave. Y contamos marzo y abril, no contamos mayo que ya está terminando.

EC - Es difícil sacar conclusiones muy definitivas en este momento, cuando el gobierno acaba de dar este paso y espera la respuesta de las gremiales del agro.

RK - Por ahora la respuesta es que el lunes hay paro total en el interior del país y que el agro sigue con sus medidas. Es muy difícil aventurar una solución a este problema, tenemos para largo. Estos 81 días no han logrado acercar a las partes, de aquí en más se sigue con la pelea y la guerra del desastre.