Argentina: acto del gobierno crispó los nervios del campo
El acto realizado ayer por el gobierno en la Plaza de Mayo crispó a las gremiales rurales, que fueron definidas por la presidenta Cristina Fernández como "cuatro personas a quienes nadie votó". Así, el paro continúa y comienza el "lobby" de gobierno y oposición para acelerar el tratamiento del polémico proyecto por las retenciones en el Congreso. Mientras, se comenta que el gobierno prepara aumentos de impuestos, pero ahora en el área de la renta financiera, algo que se toma como "una especie de castigo" a la clase media. Contacto con Fernando Gutiérrez
(Emitido a las 7.40)
JOSÉ IRAZÁBAL:
Luego del multitudinario acto convocado ayer por el gobierno argentino en la Plaza de Mayo, estamos en contacto con Fernando Gutiérrez, desde Buenos Aires, para conocer cuál es la situación allí.
¿Cómo está Buenos Aires?
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FERNANDO GUTIÉRREZ:
Estamos con 11 grados y hoy se prevén lluvias, así que Cristina Kirchner tuvo el clima a favor, un clima peronista, porque ayer le tocó un lindo día para llenar la plaza de Mayo.
Pero el clima político cambia rápido en Argentina, hoy ya tenemos un humor bastante distinto del que vimos en el discurso del martes, y los elogios al gobierno tras aquel discurso rápidamente se tornaron en gestos crispados y palabras de crítica.
JI - Me sorprendió mucho la presencia tan fuerte del ex presidente Néstor Kirchner en el acto. Uno no entendía muy bien si era un acto político o un acto del gobierno, porque en el estrado estaba, y habló, la presidenta de la República. Una mezcla rara.
FG - Sí, la sensación antes del acto era que era tan o más fuerte la señal que el gobierno quería enviar hacia la interna del Partido Justicialista que hacia la oposición. El primer gran gesto, una concesión un poco disfrazada con esas palabras duras, había estado en la noche anterior en el discurso en el que Cristina Kirchner anunció el envío al Parlamento del polémico proyecto de retenciones agropecuarias. Pero ayer se trataba de recuperar la cohesión interna, porque ahora empieza la gran batalla del lobby, la gran batalla por ganarse el alma y el voto de los legisladores provinciales.
Las organizaciones rurales ya empezaron a hacer sus visitas que son poco amistosas, con un componente de presión y de lobby muy fuerte a los legisladores para pedirles que tengan una actitud independiente cuando se trate el proyecto. Y el gobierno está haciendo lo mismo, ayer Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, tuvo una reunión con los dirigentes de la bancada oficialista en la que prácticamente les exigió una especie de "fast-track", que el proyecto fuera aprobado a tapas cerradas, rápidamente y con poco debate. Algo que la oposición critica duramente, dice que es transformar al Congreso en una especie de escribanía.
JI - Las cuatro gremiales del agro han rechazado que el polémico proyecto se vote a tapas cerradas y además decidieron seguir con el paro por lo menos hasta el viernes, ya que no les cayó nada bien el discurso de la mandataria.
FG - La actitud de los ruralistas era claramente enojada, se sintieron molestos por la permanente crítica del gobierno, en particular por la afirmación de Cristina de que ellos no representan a nadie, que nadie los eligió, que a puertas cerradas deliberan y deciden quién pasa y quién no por las rutas. La presidenta les endilga una actitud autoritaria, que es de lo que ellos acusan al gobierno.
JI - La presidenta dijo que el paro rural era liderado "por cuatro personas a quienes nadie votó".
FG - Esa fue también la frase que se usó en los spots publicitarios que convocaban a la marcha. Irritó mucho a los dirigentes rurales, que han anunciado que va a haber algún tipo de acción legal. No se sabe exactamente contra quién, porque el spot no está firmado por el gobierno sino por una de esas organizaciones partidarias un poco vacías; todo el mundo sabe que detrás está el gobierno pero oficialmente no lo es.
Mientras tanto, junto con esta batalla ahora legal por el problema del agro, se empieza a comentar que el gobierno prepara aumentos de impuestos, pero ahora en el área de la renta financiera. Es algo que está dirigido a la clase media e incluso se especula que sea una especie de castigo del gobierno para ese sector que le tiene más antipatía, que sale a hacer cacerolazos, porque se trata de incrementos o directamente de creación de impuestos para actividades como la compra de acciones, los depósitos bancarios a plazo fijo, la participación en pools de siembra en el campo. Por un lado, el gobierno ve la posibilidad de aumentar la recaudación, lo va a justificar como una parte de su política de redistribución del ingreso, pero el sistema bancario teme una mayor fuga de capitales.
JI - ¿Cómo sigue toda esta historia después del discurso de la presidenta ayer, del anuncio de las gremiales de que van a continuar con el paro, de este tipo de medidas que se están preparando?
FG - A pesar de que el clima está bastante enrarecido y continúan los reproches mutuos, el hecho de que el polémico proyecto de aumento de las retenciones ingrese al Congreso, que al menos exista la posibilidad de debatir y de que los diputados opositores digan lo que tienen que decir, va a descomprimir un poco. Ya las primeras encuestas de opinión pública muestran con claridad que la mayor parte de la gente lo ve como algo positivo y que va a descomprimir el clima. En un momento en que la presidenta ha bajado muy gravemente su imagen positiva, que está por debajo del 20% de aprobación de la población, un 70% aprueba el anuncio.
Por lo tanto, al menos durante la semana que viene, por el hecho de que esta discusión se canalice hacia el Congreso y no en la pelea mediática entre el gobierno y los ruralistas, sumado a que lentamente debería comenzar a normalizarse el abastecimiento de productos de la canasta básica, sería esperable una mejora del clima. Pero si me pedís que ponga la firma, me niego rotundamente, porque en la última semana hemos visto cambios muy drásticos del humor político en cuestión de horas.