Internacionales

Lunes de cumbres bilaterales y trilaterales en Buenos Aires

Lunes de cumbres bilaterales y trilaterales en Buenos Aires

Cristina Fernández recibió la visita del presidente brasileño, Lula da Silva, y del venezolano Hugo Chávez. Gestiones para suavizar roces diplomáticos generados en la Ronda de Doha, posibles inversiones de empresarios norteños en Argentina, un tren y una aerolínea del sur y un fuerte apoyo a la complicada imagen del gobierno de Fernández marcaron la jornada. Contacto con los corresponsales de En Perspectiva en Argentina, Rafael Klappenbach, y en Brasil, Omar Lugo.

(Emitido a las 7.41)

(Audio Cristina Fernández)

"Nosotros creemos, entonces, que en este mundo distinto que hoy estamos atravesando, donde por primera vez en mucho tiempo se están modificando los términos del intercambio comercial internacional y donde quienes muchas veces, como países emergentes, nos veíamos perjudicados por esos términos de intercambio, hoy nos vimos favorecidos.

Hay momentos en que estamos sintiendo que por primera vez somos nosotros más necesarios que los países desarrollados. Y creo que esto debe ponernos en una sinergia diferente entre Argentina y Brasil, profundizando esta alianza y este modelo productivo, ya no solamente en un intercambio comercial entre ambos países, sino en una alianza para también captar e ir hacia otros mercados. Para poder captar oportunidades que sin lugar a dudas están ahí, al alcance de nuestra mano."

(Fin)

EMILIANO COTELO:

Así hablaba la presidente argentina, Cristina Fernández de Kirchner, durante el acto que tuvo lugar ayer en Buenos Aires de apertura de un encuentro empresarial de gran porte que abarcó delegaciones de los dos países, una de ellas la de Brasil, que acompañaba al presidente Luis Inácio Lula da Silva y estaba compuesta por más de 300 ejecutivos de las principales firmas norteñas.

También habló Lula, quien instó, igual que la presidenta Fernández, a fortalecer los vínculos de la región, tomando en cuenta la soberanía de cada país.

(Audio Luiz Inácio Lula da Silva)

"Si juntamos los intereses de Argentina y Brasil, más los intereses de países emergentes como nosotros, intereses de América del Sur, tenemos que construir un consenso lo más nítido posible para poder andar juntos por el mundo, defender la misma bandera. Podremos hacer la diferencia en las negociaciones internacionales. Obviamente que está en la soberanía de cada país hacer los acuerdos bilaterales que entienda mejores para cada país. Eso no lo discutiremos, porque la soberanía de los países es intocable."

(Fin)

EC - Rafael, ¿cómo se observó en la República Argentina esta cumbre Brasil-Argentina?

RAFAEL KLAPPENBACH:

Fue una cumbre Brasil-Argentina que, para sorpresa incluso de Lula, terminó siendo una cumbre trilateral. La cumbre entre Brasil y Argentina ya estaba prevista por este megaseminario en el que participaron ambos países, aunque tuvo el aditamento de las diferencias que se dieron en la Ronda de Doha entre Brasil y Argentina –en la que también Uruguay participó y marcó diferencias con Brasil–, y por lo tanto había que hablar en privado de esas diferencias que habían tomado estado público.

Diferencias que sorprendieron porque Brasil adoptó una postura similar a la de los países europeos y Estados Unidos, dejando de lado a sus socios naturales que son el resto de los países de América del Sur, la India y China. Se habló mucho ayer en privado entre Cristina y Lula de esta diferencia. La diplomacia brasileña siempre deja trascender que hay acuerdos porque Lula no quiere perder el liderazgo en la región y conformar un bloque común encabezado por él.

EC - Tú dices que la diplomacia brasileña deja trascender que se restablece el vínculo.

RK - Que se superó el malestar que había por parte de Argentina.

EC - ¿Y qué circula del lado de la Casa Rosada?

RK - Del lado de la Casa Rosada circula que Cristina fue muy enfática en marcar la sorpresa y la desazón por la postura de Brasil. No es que la diplomacia brasileña diga que Brasil cambió la postura. Al gobierno argentino le sirve la presencia de Lula en estos momentos para fortalecer su imagen exterior e interna, entonces no se trata de marcar diferencias con Lula. Queda como que todo está bien, cuando sabemos que las diferencias siguen existiendo.

EC - A la presidenta Fernández le vino muy bien la presencia de Lula con esta comitiva tan poderosa, en un momento político tan delicado en lo interno.

RK - Fue un apoyo político muy claro, tanto la presencia de Lula como –y quizás más– la presencia de Chávez, que estuvo por la tarde-noche en un acto en Almirante Brown, donde él mismo se definió ante 4.000 pejotistas –personas del núcleo del Partido Justicialista– como peronista, cruzó miradas cómplices con Cristina y la apoyó enfáticamente en su lucha contra la oligarquía. Dijo que iba a estar siempre al lado de quienes luchasen contra las oligarquías de América Latina. Internamente también le sirve a un gobierno muy golpeado, muy debilitado, la presencia de estos referentes, uno de ellos muy polémico. El gobierno ha decidido fortalecerse para adentro, por lo tanto la presencia de Chávez no va en otra línea.

EC - Volviendo a los encuentros y las conversaciones entre Lula y Cristina Fernández, los dos socios mayores del bloque al que nosotros también pertenecemos, encuentros y conversaciones que por lo tanto nos interesan. Cuántas veces en reuniones de ese tipo nos la han jopeado, Uruguay y Paraguay hemos quedado mirando de lejos decisiones que tenían que ver con nosotros.

¿Cómo transcurrieron esos contactos? ¿Cómo se interpreta un encuentro de tan alto nivel?

RK - Las diferencias no se pudieron esconder, la pulseada comercial entre ambos países continúa. Pese a que Lula haya asegurado que quiere una Argentina industrializada y que una Argentina industrializada fortalece al Mercosur, para nada hubo palabras –ni de Lula ni de la diplomacia brasileña- críticas hacia lo actuado en la reunión de Doha. En las reuniones reservadas entre ambos países ambos ratificaron sus posiciones divergentes.

Está claro que la presencia de Chávez viene como tercer punto de esto, más allá de fortalecer al gobierno de Cristina, de aclarar las diferencias que surgieron en la ronda de Doha, también está claro que se quiere apuntalar el eje Caracas-Brasilia-Buenos Aires, que deja fuera de este Mercosur ampliado a Paraguay y Uruguay. Se observa claramente que son tres países que quieren liderar el proceso, dejando fuera las posturas de Paraguay y Uruguay en este aspecto.

EC - El presidente Chávez cuando llegó a Aeroparque ayer, antes de su encuentro con Lula y con la presidenta Cristina Fernández, habló de la integración de los tres países y exhortó a que América del Sur se convierta en una potencia.

(Audio Hugo Chávez)

"El mundo está sufriendo las consecuencias del fracaso del modelo globalizado o globalizante neoliberal. Entonces estamos al frente de una crisis alimentaria, de una crisis financiera, de una crisis energética, de una crisis ecológica. Es la crisis de las crisis, una crisis moral inclusive. Ahora, este eje que se conforma, esta unión, esta integración entre Venezuela, Brasil y Argentina, más allá de la integración de América del Sur, busca enfrentar con éxito esos dilemas: desarrollar el potencial agroalimentario nuestro, industrial, energético, financiero. Nosotros tenemos todo para ser una potencia mundial: América del Sur."

(Fin)

EC - Chávez habló de algunos proyectos concretos, habló de dotar de contenido con proyectos tangibles esa integración. Indicó: "Es momento de retomar el gasoducto del sur, que una Caracas con Buenos Aires", un gasoducto de 8.000 kilómetros, 23.000 millones de dólares de inversión. También habló de la posibilidad de crear un ferrocarril del sur que enlace Buenos Aires y Caracas. Y por último estuvo en las conversaciones la creación de una especie de aerolínea de la región, que reuniera a esos tres países, una posibilidad que puede verse facilitada por el hecho de que Aerolíneas Argentinas vuelve a ser controlada por el Estado.

RK - Esos son los tres proyectos que manejó Chávez, no fueron manejados por el gobierno de Argentina. Chávez habló de que era necesario poder tomarse un tren en Buenos Aires y bajarse en Caracas. Pero lo que causó más sorpresa fue lo de la aerolínea del sur, en este momento en que Aerolíneas Argentinas está con una suerte incierta sobre sus pasos futuros. Chávez quiere dotar de contenido a este acuerdo trilateral entre los países.

Acordaron una reunión en Pernambuco para el próximo 6 de setiembre, habían tenido una reunión en la última cumbre del Mercosur en San Miguel de Tucumán, se está trabajando en fortalecer este eje trilateral. Lula pretende liderar el proceso de integración, pero el convidado de piedra que es Chávez siempre aparece, incluso aquí se manejó que había causado cierto malestar la invitación de Chávez cuando ya estaba prevista la presencia de Lula.

***

EC - Vamos a incorporar a nuestro corresponsal en Brasil, Omar Lugo.

¿Cómo examina la prensa brasileña, qué dicen los analistas, pero también los políticos en Brasil cómo se dieron las cosas ayer en Buenos Aires?

OMAR LUGO:

La prensa en Brasil está muy politizada. Más o menos lo que decía Rafael, con la diferencia de que la prensa brasileña ha sido un poco más crítica y ha visto este asunto como algo totalmente inesperado, como que a Lula le aguaron la fiesta.

EC - Esa es una lectura que podía hacerse, porque se trataba de una cumbre fuerte, pesada, entre Argentina y Brasil, que terminó en el último minuto con la presencia de Chávez y por lo tanto con un desvío de atención hacia otro tipo de planteos.

OL - Aquí se ha visto como una nueva intromisión de Chávez en las iniciativas de liderazgo de Brasil y en sus negocios internacionales. Fue una delegación muy amplia de empresarios de grandes grupos poderosos que buscan reanudar los negocios bilaterales entre Argentina y Brasil, con irradiación hacia el resto de la región. Pero Chávez supuestamente tenía que llegar hoy a Buenos Aires, y Lula tenía que haber regresado ayer por la tarde. La prensa brasileña señaló que Lula tuvo que retrasar su viaje para estar en esa minicumbre de última hora. Y supuestamente, según versiones de la prensa brasileña, no quería ni aparecer en la foto, porque no era una minicumbre sino una reunión de negocios con Argentina.

En todo caso, también se destacan los proyectos faraónicos del presidente Chávez, como el ferrocarril rumbo al sur, desde Caracas a Buenos aires, y el gasoducto del sur. Los analistas entienden que para Brasil no es conveniente este gasoducto, porque ya tiene su propio gas, está invirtiendo miles de millones de dólares en expandir su propia red de gasoductos y no quiere contar con el suministro proveniente de Venezuela, que no necesita.

EC - Pero si vamos concretamente a lo que Brasil esperaba, a lo que quería de esta visita de Lula y los empresarios a Buenos Aires, ¿qué podemos pasar en limpio? ¿Cuáles eran los objetivos?

OL - Esa reconciliación comercial después de las posiciones antagónicas en la OMC era la diplomacia de Brasil al rescate de acuerdos regionales en el marco del Mercosur con sus principales socios, obviamente Argentina es uno de ellos. La visita de Lula tenía el objetivo claro de reimpulsar esta alianza y dejar atrás el problema entre ambos países, pero paradójicamente un poco antes de salir Lula había dicho que la Ronda de Doha no ha terminado, que no ha fracasado y que se dispone a hablar -cuando viaje a Pekín a la apertura de los Juegos Olímpicos- con el presidente de Estados Unidos, George Bush, y con las autoridades de China y de la India para relanzar los acuerdos.

Brasil insiste en proyectarse internacionalmente como principal líder del comercio de los países en desarrollo y no está muy preocupado por entenderse con sus vecinos, como Argentina, por estas divergencias en las negociaciones en la OMC, sobre todo en el área industrial, que es donde busca mayor acuerdo con otros países.

EC - Rafael, el Seminario Empresarial de Integración Productiva en Buenos Aires estaba planificado antes de que se produjeran estos roces, estas diferencias entre Argentina y Brasil. ¿Cómo se examina esta iniciativa tan fuerte de Brasil para incentivar la integración tanto en el área comercial como de inversiones entre los dos gigantes del Mercosur?

RK - Pasó a un segundo plano, por lo que planteaba, tratar de arreglar los platos rotos en la reunión de Doha, donde se sabe que no se llegó a ningún acuerdo. Y también pasó a un segundo plano porque el gobierno argentino intentó utilizar la visita de Lula, más allá de para inversiones o para acuerdos entre privados, reuniones bilaterales, para fortalecimiento interno y de cara al exterior.

Eso también explica el malestar de Lula por la presencia de Chávez en el país. ¿Qué hacía Chávez, cuando el invitado desde hacía mucho tiempo era Lula y no había prevista una reunión trilateral? Lula se desayuna con que va a tener que estar esa tarde con Chávez. Y la diplomacia brasileña, que para todo esto es muy oportuna, dijo que eso ya estaba previsto, y de hecho Lula tenía tres camisas para regalarle a Chávez, una de ellas roja, y allí se presentó con las tres camisas. Como que Lula ya sabía de la presencia de Chávez, pero está claro que no sabía y que le causó malestar.

EC - Omar, ¿por qué a Brasil le interesaba relanzar la relación comercial y de inversiones con Argentina? El seminario no se armó ahora en dos días después de los problemas en la OMC, venía de antes, era un proyecto de mediano plazo.

OL - Sí, de mucho tiempo. Te comento que Amorim, consultado por la visita de Chávez, dijo: "Estaba prevista y no estaba prevista la visita de Chávez".

Volviendo al tema bilateral, Brasil está interesado en establecer un mayor liderazgo regional y en proyectar su economía, en diversificar sus mercados. No solamente a Argentina, sino al resto del Mercosur y de América del Sur. La propia cancillería, Amorim, insiste en que Brasil ha logrado frenar su dependencia de los mercados tradicionales como Estados Unidos y Europa, y que hoy América del Sur, América Latina en general, es el principal mercado para los productos brasileños. Con argentina obviamente busca una complementariedad de varios negocios y también necesita resolver temas estratégicos como el sector automotor, que es donde han tenido mayores diferencias, que no son pocas, porque han tratado de disminuir los aranceles, algunos paquetes de productos que tienen que ver con ensambladoras establecidas de los dos lados de la frontera y con empresas proveedoras de repuestos.

Por otra parte el aspecto energético, porque Brasil ha tenido que ayudar a Argentina con transferencia de electricidad, igual que a Uruguay. Y ha insistido en que solamente con una estrecha integración física y proyectos de desarrollo podrá crecer el Mercosur y tener una altura mayor, una profundidad económica mayor para a su vez poder negociar en mejores condiciones con otros países desarrollados. Es una visión estratégica de largo plazo. Como tú dijiste, el seminario no salió a última hora, fue proyectado. Y así como Lula mantiene reuniones periódicas con Chávez, también las mantiene con Cristina, cada tres meses; la próxima va a ser en Pernambuco, se van a reunir los tres. Es un tema obviamente que está siempre presente en la agenda política, aunque no siempre se llegue a acuerdos concretos.