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Seguridad y orden en Beijing para el comienzo de los Juegos Olímpicos

Seguridad y orden en Beijing para el comienzo de los Juegos Olímpicos

La cuenta regresiva para Juegos Olímpicos llegó a su último día y en la capital china el régimen se esfuerza por mostrar que todo está preparado para tener unos juegos seguros y organizados. Guardias por todos lados y las fuerzas de Inteligencia del país, controlan, mientras las sonrisas de los habitantes aparecen por doquier, aunque luzcan un "poco acartonadas". Contacto con el argentino Mauricio Latorre, enviado de Radio Francia Internacional a los Juegos Olímpicos.

(Emitido a las 8.39)

EMILIANO COTELO:
Mañana, a esta hora, millones de personas de todo el mundo se sentarán frente a sus televisores para ver en directo la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.

Es un acontecimiento esperado con gran interés. En primer lugar, por la propia celebración de los Juegos Olímpicos, la mejor oportunidad de ver reunidos en un mismo lugar y al mismo tiempo a los mejores exponentes del deporte del mundo en todas las disciplinas.

Pero además, porque estos Juegos Olímpicos en particular llegan cargados de una tensión muy especial. Se celebran en un país que se ha convertido en los últimos años en un motor formidable de la economía mundial, pero que a su vez sigue imponiendo fuertes restricciones a los derechos y las libertades individuales de sus pobladores.

A 24 horas de que comience oficialmente esta fiesta deportiva, les proponemos trasladarnos ahora a Pekín para conocer cómo se viven estos momentos previos y cuáles son las expectativas de cara a los 18 días de competiciones que quedan por delante.

***

EC - Estamos con el periodista argentino Mauricio Latorre, enviado de Radio Francia Internacional a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.

MAURICIO LATORRE:
Estamos en el centro de prensa de los Juegos Olímpicos, muy cerca del nuevo estadio olímpico, conocido como Nido de Pájaro, y de la espectacular piscina olímpica, un cubo de agua de colores impactantes y cambiantes entre azul y rosa. Estamos con toda la expectativa, a 24 horas de la ceremonia de apertura, a la espera del momento y preparando la cobertura de la ceremonia.

EC - ¿Cómo está el tiempo hoy en Beijing? No es un dato menor ni superficial, en estos días el estado del tiempo es una preocupación allí, sobre todo porque hay pronósticos que dicen que va a llover durante la ceremonia inaugural.

ML - Es una cuestión de Estado para los chinos. Quieren organizar unos juegos impecables, han prometido que van a hacer todo, incluso disparar unos misiles especiales a la atmósfera para despejar la lluvia, para que se produzca antes o después de la ceremonia. Pero los últimos partes meteorológicos son un poco más alentadores, en principio no habría lluvias, al menos no fuertes lluvias.

Sin embargo sigue reinando un fuerte calor, una alta humedad y una fuerte contaminación, que produce una visibilidad bastante escasa. Nosotros estamos a unos 500 metros del estadio olímpico y no se ve con toda nitidez. Esto es una gran preocupación para la comunidad de atletas que se están entrenando, algunos incluso se han quejado de problemas de contaminación en los entrenamientos, por las consecuencias que esto podría tener en los resultados de las competiciones.

EC - ¿Cuál es el panorama?, ¿cómo se ve hoy la ciudad? ¿Qué tipo de movimiento hay en la capital china?

ML - Lo primero que sorprende en Pekín a los que han venido en otras oportunidades es la fluidez del tráfico. Si bien hay mucho tráfico, no hay los embotellamientos que se veían en otros momentos, la circulación alternada que ha impuesto el comité organizador ha reducido a la mitad la cantidad de autos, lo que hace que sea mucho más fluido.

La ciudad está completamente embanderada con las banderolas oficiales y con la frase leit motiv que han elegido los chinos: "Un mundo, un sueño", que está por todas partes, en todas las cuadras, en todos los barrios de la capital. Y se ve mucha movilización policial y militar, entre las dos fuerzas combinadas hay cerca de 100.000 efectivos desplegados, sobre todo alrededor de los puntos neurálgicos, de los sitios olímpicos. El régimen tiene necesita mostrar que la seguridad de estos juegos muy fuerte. Son las cosas que más se aprecian, la circulación y la fuerte presencia policial en las calles.

EC - Algunos cables de agencias internacionales describen a Beijing como una "ciudad blindada". ¿Estás de acuerdo?

ML - Sí, es la imagen que uno tiene cuando llega a la capital en estos días. La seguridad militar es extrema, pero la mayor parte de las fuerzas que se ven en la calle son fuerzas policiales integradas por jovencitos de entre 18 y 20 años, que además no están armados. No sé si dan mucha seguridad, pero están por todos lados. No te sabría decir si garantizan la seguridad ante un ataque terrorista, un coche bomba o algo así, pero hay toda una parte invisible, que es la inteligencia de la seguridad china.

EC - A comienzos de abril de este año, Elisa Lieber, periodista y ex integrante de la producción de En Perspectiva, conversaba con nosotros sobre su viaje a Beijing y sobre sus impresiones respecto de cómo la ciudad se estaba preparando para los Juegos Olímpicos.

En aquella charla fueron muy interesantes algunos apuntes de Elisa sobre las campañas de adoctrinamiento o educación a la población, sobre cómo comportarse en estos días ante la invasión de turistas, periodistas y atletas, sobre cómo debía modificar algunas costumbres. ¿Cómo has visto tú el comportamiento de la gente, de los locales?

ML - Los esfuerzos que ha hecho el gobierno para inculcar nuevas reglas a los chinos es un aspecto fascinante de la preparación de estos juegos, por ejemplo no escupir en la calle. Han hecho campañas en los barrios con carteles –es una costumbre aquí pegar carteles como bandos– que dan órdenes, indicaciones a la población sobre las cosas que no hay que preguntarles a los turistas. Por ejemplo, no hay que preguntarles sobre sus inclinaciones sexuales, no hay que preguntarles cuánto ganan y sobre todo no hay que preguntarles por sus opiniones políticas. Es una suerte de decálogo del buen comportamiento. Lo sorprendente, sobre todo para los que venimos de América Latina, es que la gente es extremadamente obediente. Lo mismo pasa con el tráfico alternado, el sistema funciona, el tráfico está mucho más aliviado. Es lo que tiene la cultura china, la gente obedece a las consignas verticales. Es impactante.

Lo otro que impacta, que tiene que ver con la gentileza y la amabilidad en general del pueblo chino, es la sonrisa, una sonrisa un poco acartonada, de oreja a oreja, pero que está constantemente allí cuando trabajamos, cuando salimos de la burbuja olímpica, en los restaurantes. Es muy difícil entendernos porque muy pocos hablan inglés, los pocos que lo hablan lo hablan mal y no se sabe lo que quieren decir. Pero la sonrisa está ahí, la amabilidad está ahí, y con los gestos terminamos entendiéndonos.

EC - ¿Los chinos respetan las colas para tomar ómnibus o en el subte?

ML - Sí, absolutamente, se ve un manejo en la vía pública, en las calles, es muy notoria la "civilización" de los chinos en el transporte público. Incluso en los metros, han abierto tres nuevas líneas de metro y se ve a la gente mucho más respetuosa. Tal vez como es agosto hay menos gente que en otros meses, y eso ayuda. También hay versiones que dicen que el régimen habría alejado de la capital a algunos sectores de la población, como la gente del interior que vino a trabajar en la construcción de los estadios, que ha sido "invitada" a volver a sus lugares de origen. También se habla del alejamiento de disidentes o de gente que podría venir a manifestar. Pero ese ya es otro tema.

(Foto: AFP)