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Experto alerta: referendo en Bolivia traerá más polarización

Experto alerta: referendo en Bolivia traerá más polarización

"Este proceso no ha terminado todavía y vamos a tener más polarización, más radicalización en los próximos meses", sostuvo el analista político Roberto Laserna, en referencia al amplio apoyo recibido este domingo por el presidente boliviano Evo Morales en el referendo revocatorio y alertó que esta convocatoria "marca mucho más profundamente" las divisiones existentes en el país. Además, señaló que "no hay ninguna sorpresa, era previsible que el presidente fuera ratificado".

(Emitido a las 7.46)

EMILIANO COTELO:
En Bolivia, el presidente Evo Morales fue ratificado ampliamente en su cargo, en el referendo que se cumplió ayer. Pero su éxito electoral se vio empañado, porque también los principales prefectos opositores fueron confirmados, con lo que –sostienen algunos analistas– se mantiene la polarización que vive ese país.

Según una encuesta en boca de urna del canal privado de televisión PAT, basada, a su vez, en cálculos del grupo Captura Consulting, el mandatario, junto a su vicepresidente Álvaro García, obtuvo 62% de votos a favor y 38% en contra.

Por su parte, un conteo rápido de la cadena privada ATV señaló que el presidente tuvo a su favor 63% de los votos y 37% en contra. Para que el presidente fuera revocado era necesaria una votación en contra superior al 53,7%, que fue su votación en las elecciones presidenciales de diciembre del año 2005.

Anoche, Morales celebró junto a sus adherentes en La Paz y pronunció un discurso desde el balcón del Palacio Presidencial. El mandatario exhortó a continuar con las principales líneas de acción de su gobierno y planteó la necesidad de nacionalizar empresas.

(Audio Evo Morales)

"Lo que hoy día ha expresado el pueblo boliviano con su voto es para consolidar este proceso de cambio. Por eso quiero decirle al pueblo boliviano, con mucho respeto, que estamos acá para seguir avanzando en la recuperación de nuestros recursos naturales, en la consolidación de la nacionalización, en la recuperación de nuestras empresas del Estado.

[Ovación]

Pero también, hermanas y hermanos, este mandato del pueblo boliviano será respetado, será aplicado en los distintos niveles, en los distintos sectores y en las distintas regiones del país, para que de esta manera Bolivia cambie, Bolivia tenga igualdad, Bolivia tenga dignidad de todos los bolivianos, en Bolivia y en el exterior."

(Fin)

EC - ¿Cuáles son ahora, ya en lunes 11, las primeras conclusiones, los primeros enfoques que circulan en Bolivia después de la votación de ayer?

***

EC - Estamos en contacto con Roberto Laserna, economista, analista político, a quien ubicamos en Cochabamba.

En primer lugar, un comentario general, para entrar después en detalles, sobre lo que significa esta serie de referendos de ayer y su resultado.

ROBERTO LASERNA:
No hay ninguna sorpresa, era previsible que el presidente fuera ratificado. De hecho, el referendo se lanzó sin que ningún grupo, ningún sector de la oposición hubiera planteado siquiera la posibilidad de removerlo del cargo. De manera que fue un referendo que varios consideramos inútil e innecesario en el caso de Bolivia, porque no iba a resolver prácticamente ningún problema. El resultado era previsible, como también en el caso de los prefectos; la mayor parte de ellos ha sido ratificada, especialmente en los casos de los más fuertes opositores que el presidente tiene en la zona del Oriente.

EC - El mecanismo del referendo revocatorio o confirmatorio de los mandatos fue impulsado por el presidente Evo Morales, teniendo en cuenta el conflicto político y social que ha vivido el país en los últimos meses. ¿Por qué se ha producido este enfrentamiento tan serio entre el presidente de Bolivia y este grupo de prefectos?

RL - Es una larga historia, pero el tema central está en que el presidente tiene una visión de reconstrucción del Estado boliviano fuertemente centralista, con una economía controlada por las empresas del Estado y por la inversión pública, y en el lado del Oriente, especialmente en Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, se tiene la visión de una economía más abierta al mercado y de una política más descentralizada. Esos son los puntos más fuertes de polarización y de choque, que han ido distanciando a ambas partes.

El presidente creyó que con el 54% de la votación en el año 2005 tenía carta blanca para recuperar todo el sistema estatal, pero aparentemente en su partido no se dieron cuenta de que el país ya estaba fuertemente descentralizado, que una gran parte del presupuesto fiscal está en manos de las alcaldías y de las prefecturas. Esto ha creado tensión desde el primer momento y ha ido radicalizando las opciones, porque las prefecturas han buscado defender su principio de descentralización, profundizándola mediante el procedimiento de la autonomía, y han avanzado rápidamente en esa línea. El presidente, a su vez, apostó a la Asamblea Constituyente, en la que, en vez de abrir el espacio de diálogo, trató de imponer una visión más centralista, más sesgada, más estatista y al final terminó provocando serios enfrentamientos y radicalizando posiciones.

En todo ese marco, el referendo marca mucho más profundamente esa polarización y esas divisiones, y me temo que a pesar de que los discursos de anoche fueron más de convocatoria a la unidad, al diálogo, etcétera, el resultado final de este proceso no ha terminado todavía y vamos a tener más polarización, más radicalización en los próximos meses.

EC - Usted dice que era previsible que Evo Morales fuera confirmado en su cargo. Sin embargo, la semana pasada, a raíz de ese conjunto de episodios serios y violentos que se dieron en distintos puntos del territorio boliviano, se pensaba que podía llegar a haber un cambio de posición de la gente, del voto de la población. (Algunos de esos incidentes impidieron llegar a Bolivia la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que tenían que tener reuniones con Evo Morales, pero además era un hecho que iban a manifestarle su respaldo ante la consulta popular.) ¿De qué manera incidieron aquellos hechos?

RL - Si se volviera a producir un intento parecido al de hace dos semanas en Tarija, ocurriría lo mismo. La gente quiere un cambio en la conducta, en la política del presidente, más que una remoción del presidente. Yo no he escuchado en grupos focales, en discusiones de café que la gente plantee la necesidad de revocar el mandato del presidente. De hecho, en toda la última campaña prácticamente no hubo una fuerza de oposición que impulsara el "no" para revocar al presidente Morales. Ese tema no estaba en juego, la gente ha ido muy confusa a las urnas, con la idea de que es mejor que el presidente esté y se mantenga en su gestión, a que salga y entremos nuevamente en una dinámica de elecciones sin mecanismos claros para que surjan nuevos candidatos. La gente le temió mucho al vacío que podía presentarse si se removía el mandato presidencial.

EC - El presidente llegó a hablar de maniobras para voltearlo, maniobras para un eventual golpe de Estado. ¿De qué manera se consideró ese planteo?

RL - El presidente ha manejado el tema de las maniobras, de la oposición y de la conspiración para presentarse como víctima y consolidar un apoyo hacia su persona. Esto lo ha hecho prácticamente desde el primer día de su mandato, de modo que eso tampoco revestía ninguna novedad. Y la oposición por su parte ha acusado al gobierno de modificar al padrón electoral, de otorgar carnés falsos a mucha gente, de hacer votar cubanos, venezolanos, en fin; tampoco eran grandes maniobras o muy creíbles. Ambos temas son parte del discurso confrontacional que sufrimos.

EC - ¿Cómo evalúa la abstención? Fue relativamente baja.

RL - Ha sido relativamente baja; es más o menos el volumen habitual de abstenciones en el país. En este caso fue un poco más baja que en otros porque hubo una depuración hace muy poco tiempo de gente que no votó en las elecciones anteriores, de difuntos, etcétera, de modo que es un padrón electoral relativamente nuevo, más ajustado. De modo que, dependiendo de cuándo se hace la depuración, la abstención puede crecer o bajar, en función de inscritos que no se reinscribieron, que viajaron, etcétera.

EC - Estuvo por debajo del 17%. Eso pauta un interés de la población por participar en esta convocatoria, en la definición que ayer se planteaba.

RL - Siempre hay un entusiasmo muy grande de la población por participar en las elecciones. De los datos de esta última votación todavía no hay certeza; en el caso de Santa Cruz, por ejemplo, se habla de un 22% de abstención, en el caso de Cochabamba se habla del 14% de abstención, pero todavía no tenemos registros confiables.

EC - En resumen, el presidente Evo Morales logró confirmarse en el cargo, con un respaldo amplio, del 62 o 63%, pero por otro lado fue derrotado en cinco de nueve departamentos, y al mismo tiempo también fueron confirmados en sus puestos sus principales opositores, los prefectos que lo habían desafiado con los reclamos autonómicos. La gran pregunta es cómo se maneja este nuevo escenario, o este escenario que para usted no es nuevo.

RL - El problema de todo este período ha sido la incapacidad, la imposibilidad o la falta de voluntad de diálogo y de concertación. El referendo ha acallado a los sectores medios, las voces de la concertación, y ha creado un espacio más amplio para la expresión de los radicales.

Ayer mismo, cuando el presidente hacía un discurso de unidad, parte de los estribillos de la multitud que coreaba su victoria le exigía mano fuerte, mano dura, más radicalización. No va a ser fácil ni para él ni para los prefectos volver a una mesa de negociaciones. Pero eso es lo que se necesita, se necesita admitir el margen de derrota y el margen de victoria para tratar de construir sobre esa base un espacio de diálogo, un espacio de concertación, que es lo que requiere una democracia madura.

EC - ¿Quién va a mover en esa dirección?

RL - Le corresponde sobre todo al gobierno, le corresponde sobre todo al presidente hacer esos juegos, pero no estoy seguro de que pueda hacerlo, por la fuerza que tienen los grupos radicales de su entorno y por su propia tradición sindical. No es una persona que haya desarrollado capacidades especiales para la concertación y el diálogo, es más bien un líder de confrontación, un líder de la pelea. Entonces no va a ser fácil, ni para él ni para el gobierno, moverse en una dirección de diálogo, y por eso la mayor parte de los analistas coincide –y yo coincido con ellos– en que el riesgo de que aumente la dinámica de conflictos en el país y se radicalicen posiciones es todavía muy alto. El referendo no ha hecho nada más que profundizar esa tendencia, no la ha revertido.

EC - ¿Cómo juega la comunidad internacional?, ¿qué puede hacer?

RL - La comunidad internacional ha jugado hasta ahora un papel muy importante al prestar atención a lo que sucede en Bolivia. Todos en Bolivia somos –el gobierno naturalmente lo es– muy sensibles a lo que piensa la comunidad internacional, de manera que la atención que presta al proceso boliviano es muy importante. Este programa juega también un papel muy importante por ese motivo. En general lo que debe hacerse en este caso es insistir en que la democracia no es solamente votación, no es solamente participación, son también reglas, son también instituciones, es libertad pero también es control y restricción, y que lo que necesitamos en todos los casos es paz social, concertación, diálogo, para tratar de encontrar juntos caminos de unidad, no solamente dentro de Bolivia sino en el conjunto de América Latina.

EC - Mi pregunta era si Bolivia puede resolver ese tema sola, por sí misma, si no se necesita una participación más activa, por ejemplo, de los países de la región. Lo señalo teniendo en cuenta el debate que se ha dado en estos días sobre injerencias externas negativas en el proceso boliviano. Sin ir más lejos, el propio presidente Morales acusó a la Embajada de Estados Unidos de estar detrás de los desórdenes que le impidieron la semana pasada realizar su cierre de campaña en cuatro regiones.

RL - Es evidente que se va a necesitar una participación más activa de terceros países. En este momento la presencia estadounidense puede resultar incómoda para el presidente, pero a la oposición le resulta tremendamente incómoda la presencia venezolana, que es muy abierta, muy franca y que el presidente a veces exhibe cuando exhibe los cheques que distribuye, que son de la propia embajada venezolana.

EC - ¿Hay una polarización Venezuela-Estados Unidos jugándose en Bolivia?

RL - Es muy claro y es algo que valdría la pena contrarrestar. Eso es algo que pueden hacer países grandes, que son grandes contrapartes del comercio boliviano, como Brasil, pero que también lo pueden hacer países que tienen una influencia política, intelectual y de imagen muy fuerte, como el propio Uruguay.

EC - ¿Los resultados ya se dan como válidos y definitivos, o hay que esperar a que se produzca la información oficial?

RL - Ya van a ser válidos y definitivos; es posible que haya algún tipo de roce sobre la interpretación de unos y otros, porque la permanencia del presidente no estaba en duda, pero el presidente intentó convertir el referendo en un plebiscito a su política, cosa que los prefectos seguramente van a negar o a su vez van a intentar convertir sus propios referendos en plebiscitos por la autonomía. Hay que esperar todavía un poco para ver cómo leen y administran sus victorias ambas partes. Pero repito, me temo que una cosa son los discursos, hay que esperar a ver qué es lo que realmente hacen ambas partes.