Se encauza la situación de tensión en Bolivia
El gobierno boliviano y los prefectos opositores "han llegado al convencimiento de que no van a ganar ninguno de los dos y que por lo tanto hay que encauzar el conflicto hacia soluciones políticas", aseguró Fernando Mayorga, doctor en Ciencia Política y profesor de la Universidad Mayor de San Simón, en aquel país. Además, señaló que de los contactos que se han realizado en estos días se pasó a un preacuerdo, que podría ser firmado este lunes y que creó "cierta esperanza en la opinión pública". Asimismo, dijo que la convocatoria a la reunión de la Unasur en Chile "ha sido muy importante".
(Emitido a las 9:17)
En Bolivia, tras varios días de enfrentamientos como consecuencia de la crisis política que enfrenta al gobierno y la oposición, la situación parece ir encauzándose. Anoche gobierno y oposición retomaron el diálogo en busca de una salida a esta situación tan convulsionada que se vive desde mediados de la semana pasada y que dejó un saldo de, al menos, 18 muertos.
El vicepresidente, Álvaro García, se reunió anoche con representantes de cinco de los prefectos rebeldes y tras el encuentro anunció que están dadas las condiciones para volver a negociar entre las partes.
"Por lo tanto, en los temas centrales el gobierno ha concurrido y concurrirá con propuestas concretas de beneficio pleno para las regiones y los departamentos. En el tema de autonomía ustedes saben que el gobierno ha ratificado su decisión de compatibilizar los estatutos autonómicos con la nueva constitución, de tal manera que los departamentos tengan lo que han estado peleando tanto tiempo: autonomías plenas departamentales. Sin embargo, lo que la opinión pública tiene que saber es que el gobierno no va a negociar los muertos, el gobierno no va a negociar la responsabilidad penal y criminal de los masacradores, de los asesinos. Eso es punto aparte, eso no entra en la reunión", dijo García al terminar la reunión.
Cinco de las nueve prefecturas que tiene Bolivia están en contra del nuevo proyecto constitucional que tiene Evo Morales. Las opositoras son Pando, Santa Cruz, Beni, Tarija y Chuquisaca. En la primera, durante el fin de semana se decretó estado de sitio tras la situación social tan agitada que se suscitó.
García descartó cualquier oportunidad de negociar con el prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, a quien responsabilizó de la masacre ocurrida en estos últimos días. "Este señor, que es responsable de la muerte de posiblemente- más de una o dos decenas de bolivianos, tiene que asumir su responsabilidad ante la Justicia. Las Fuerzas Armadas están en Pando, ellas sabrán como proceder y en el Congreso, el día martes, vamos a instalar una comisión de investigación, como cabeza del Ministerio, para investigar la masacre de Pando, el asesinato masivo de bolivianos y la participación directa del prefecto de ese departamento", señaló.
Por su parte, el presidente Morales tiene previsto reunirse hoy en Santiago de Chile con sus pares de la región, luego que la mandataria de ese país, Michelle Bachelet, convocara a un encuentro de emergencia de la Unión de Naciones del Sur (Unasur), para examinar alternativas al complejo panorama interno boliviano.
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Para ver qué sucede por estas horas en Bolivia, vamos a comunicarnos con Cochabamba, donde se encuentra el sociológo Fernando Mayorga, doctor en Ciencia Política y profesor de la Universidad Mayor de San Simón.
¿Qué impresión tiene usted de estos contactos que se han abierto entre gobierno y oposición? ¿Qué pronóstico hace?
FERNANDO MAYORGA:
De los contactos se pasó a un preacuerdo que está avanzando de manera positiva, creando cierta esperanza en la opinión pública.
Anoche se llegó a entendimientos iniciales en torno a los temas centrales que desató este conflicto y se prevé que en el transcurso del día se pueda afinar el tenor de un documento que sería la base de un acuerdo que si todo marcha bien- esta noche podría ser suscrito entre representantes de los prefectos opositores y el presidente de la República, una vez que retorne de la reunión con sus colegas de Unasur.
EC Usted mencionó que se ha trabajado sobre los temas centrales que han generado este conflicto, que son básicamente dos.
FM El primero, el que está detrás de la protesta y la demanda de los departamentos controlados por la oposición, tiene que ver con la distribución de los impuestos de hidrocarburos. Hace aproximadamente un año hubo una decisión gubernamental de recorte de esos ingresos, y ahora se da la posibilidad de ver una suerte de pacto fiscal que implique un acuerdo entre las regiones, el gobierno y también los municipios.
EC O sea que esos municipios recuperarían esa fuente de ingresos...
FM Por suerte no se están ventilando los términos específicos del posible acuerdo, para evitar que haya voces que vayan a oponerse, ya que esto va a implicar que alguno de los sectores haga concesiones.
Pero lo que han manifestado al término de la reunión es que hay un punto inicial de acuerdo para resolver este tema, y eso implicaría necesariamente alguna fórmula de restitución de los recursos en algún porcentaje a los departamentos que protestaron por este hecho.
EC El otro asunto central tiene que ver con las demandas autonómicas de estos prefectos, enfrentadas al proyecto de reforma constitucional del presidente Evo Morales.
FM Están ligados. Los recursos presentados por estos impuestos son concebidos por los departamentos que demandan autonomía como una suerte de condición material para que las autonomías puedan llevarse adelante.
La autonomía es una demanda de descentralización política que tiene respaldo de referéndum en cuatro departamentos, y el gobierno ha manifestado la plena incorporación de estas autonomías en el proyecto de nueva Constitución, lo cual implica también abrir la posibilidad de revisar ese proyecto.
Estos serían los dos puntos adicionales de acuerdo: la aceptación de las autonomías departamentales más cerca de los términos en los que la plantea la oposición y también la revisión del proyecto de nueva Constitución.
EC - ¿Cómo juega en este cuadro la aclaración que ha hecho el vicepresidente Álvaro García a que no figuran los muertos como parte de este diálogo? "No se va a negociar en torno a la responsabilidad penal de los masacradores, de los asesinos", dijo. Además, cómo pesan las tintas que ha cargado en especial sobre el prefecto de Pando, Leopoldo Fernández.
FM Eso tiene que ver básicamente con ciertas pautas de cultura política y de negociación en Bolivia. De parte del gobierno se dijo nítidamente que no podía ser parte del acuerdo un silencio respecto a lo que ocurrió en los días anteriores en Pando. Pero de parte de los prefectos opositores tampoco ha habido una propuesta en este sentido.
Más bien de parte de la oposición ha habido ya señales de civilidad cuando en Santa Cruz se levantaron los bloqueos, y esa fue una decisión que allanó el camino. Sigue obviamente la tensión en el departamento de Pando, sigue bajo estado de sitio y se están realizando detenciones. Seguramente eso será encauzado hacia una investigación judicial de manera que la fiscalía se encargue de procesar la información y establecer grados de responsabilidad y lo derive a tribunales de justicia.
En algunos casos hay posiciones en el gobierno que ponen este tema como un factor que mantiene la tensión. Van como en paralelo un afán negociador y de confrontación, que es lo que ha caracterizado el proceso político en los últimos meses.
Pero lo importante es que se ha avanzado en términos de establecer los puntos de un acuerdo. El presidente de la República no participó en estas reuniones algo apropiado a mi juicio-, de manera de una vez que haya acuerdo sobre esos temas que hemos señalado, participar en una suscripción de este acuerdo y encauzar esto hacia ámbitos institucionales.
EC - ¿Qué puede aportar en el día de hoy la cumbre de presidentes de la Unasur?
FM Tengo la impresión de que la convocatoria a esta reunión ha sido muy importante, y sobre todo las declaraciones que hizo el presidente de Brasil. Lula señaló que solamente tenía sentido hacer una reunión de tal envergadura si las partes en conflicto estaban dispuestas a entrar en algún camino de negociación. Esta postura de Lula ha sido un factor que ha influido en la predisposición propio gobierno y ha sido una señal de reconocimiento a la oposición, de que tiene que estar ahí como una parte del conflicto en busca de la solución. Creo que esto será respaldado por los presidentes.
EC- ¿Cómo juega en todo este cuadro la casi ruptura de relaciones entre Bolivia y Estados Unidos, la expulsión del embajador de Washington en La Paz, acusándolo de estar detrás de las acciones separatistas en Bolivia y la respuesta que dio a su vez la administración Bush?
FM El ex embajador Goldberg ya hizo abandono del país, ya ha habido un nombramiento inicial de un reemplazante y no se ha llegado al punto de la ruptura de relaciones. Sin duda este tema dificulta el camino de las negociaciones porque el gobierno tiene otro frente de conflicto abierto. Y también forma parte de una retórica radical del gobierno que algunas veces llega a entorpecer el tratamiento de los temas. En términos internos no tiene tanta incidencia, posiblemente tenga efectos más adelante cuando Estados Unidos decida la continuidad o no del tratado de preferencias arancelarias que beneficia bastante al país. Eso puede tener consecuencias negativas a mediano plazo para el sector exportador.
EC ¿Se pueden tener expectativas positivas entonces?
FM Sin duda. Estoy seguro de que la cantidad de muertos en los enfrentamientos es un factor que ha exigido tanto al gobierno como a los opositores para asumir una postura de mayor cautela y evitar que esta violencia se generalice. Al fin y al cabo, en la medida que el conflicto continúe, obviamente van a tener saldos negativos ambos bandos. Creo que también por un cálculo racional han llegado al convencimiento de que no van a ganar ninguno de los dos y que por lo tanto hay que encauzar el conflicto hacia soluciones políticas.