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Unasur dio su apoyo a Morales y Chile demostró que "mira a la región"

Unasur dio su apoyo a Morales y Chile demostró que "mira a la región"

La Unión de Naciones Sudamericanas apoyó por unanimidad al gobierno de Evo Morales en su conflicto con las provincias autonomistas. Según el politólogo Fernando Rosenblatt la instancia era importante no sólo por el tema a tratar sino porque "representaba el primer desafío para la Unasur, una institución nueva". Destacó que la decisión de la presidenta Bachelet de convocar esta cumbre no estuvo exenta de tensiones, debido a las diferentes posturas que se confrontaban, aunque remarcó que la es "una demostración de que Chile sí está preocupado por lo que sucede en la región".

(Emitido a las 7:46)

EMILIANO COTELO:
La Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) emitió anoche una fuerte declaración de respaldo al gobierno del presidente Evo Morales y rechazó cualquier intento de división territorial de Bolivia, al terminar una larga reunión de emergencia que tuvo lugar en Santiago de Chile.

En nueve puntos, este bloque regional recién creado expresó su más decidido respaldo a Morales, rechazó enérgicamente cualquier situación que intente un golpe civil e instó a todos los miembros de la sociedad boliviana a preservar la unidad nacional y territorial de ese país.

La declaración de respaldo fue adoptada por la unanimidad de los nueve mandatarios que asistieron a esta cumbre convocada en Santiago para tratar la aguda crisis política que vive Bolivia y que ha dejado un saldo provisional de 18 muertos.

Al término del encuentro, que duró casi seis horas, el presidente Morales valoró el respaldo unánime de la Unasur y dijo que esta era la primera vez que los países de Sudamérica decidían resolver entre ellos sus propios problemas.

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EC – Estamos en comunicación con Santiago de Chile con el politólogo Fernando Rosenblatt. Veamos el contexto a propósito de esta cumbre de ayer, hablemos en primer lugar de su importancia en el proceso reciente de la Unasur.

FERNANDO ROSENBLATT:
Esta cumbre de la Unasur era importante por dos motivos: en primer lugar por la difícil situación que atraviesa Bolivia, un país que tiene un gobierno jaqueado y –se decía- al borde de la guerra civil; ahora las cosas parecen calmarse un poco. En segundo lugar porque representaba el primer desafío para la Unasur, una institución nueva. Recordemos que recién este año en Brasilia se aprobó el tratado constitutivo de la Unasur, que reemplazó definitivamente a la Comunidad Sudamericana de Naciones -esta idea de unión sudamericana se aprobó en la cumbre energética de Isla Margarita el año pasado en Venezuela-.

La Unasur está integrada por doce países... para hacerla fácil, los que integran las eliminatorias sudamericanas más Surinam y Guyana.

EC – ¿Quiénes participaron de esta cumbre?

FR – Participaron nueve mandatarios, incluido Evo Morales. El primero en llegar fue Fernando Lugo, desde Asunción, y vale resaltar que el primero que confirmó la participación en esta cumbre fue el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. También participó el secretario general de la OEA José Miguel Insulsa y el presidente del Senado de Bolivia Oscar Ortiz, del partido opositor Podemos.

EC – Veamos en primer lugar cómo se discutió hoy en Santiago de Chile, cómo repercutió dentro de Chile el hecho de que la presidenta Michelle Bachelet convocara esta cumbre.

FR – Esta cumbre se organizó con bastante celeridad, fue convocada sobre el jueves en la noche y el viernes de la semana pasada. La presidenta Bachelet declaró: "no nos podemos quedar impávidos ante esta situación" y por eso convocó esta cumbre. Hugo Chávez fue el primero -en comunicación telefónica vía celular con la presidenta- en confirmar la participación en esta reunión.

Desde la oposición, el líder de Renovación Nacional Sebastián Piñera, apoyó a la presidenta en esta convocatoria para promover el diálogo, y de plano rechazó las declaraciones que desde Venezuela se escuchaban del presidente Chávez entorno a que esto era un complot de los Estados Unidos.

Gran expectativa despertó aquí en Chile. Tomemos en cuenta que los temas dominantes en la agenda aquí en Chile eran los sucesos que generalmente ocurren entorno al 11 de setiembre -fecha en la que se conmemora el golpe de Estado- y las fechas patrias que se vienen -el 18 de setiembre declaratoria de la independencia- que se viven aquí de una manera muy particular. Incluso, como dato anecdótico, consignaban los cronistas ayer que incluso la organización en La Moneda –dado que no sabían el horario en que iba a comenzar- tenían preparado hasta desayuno para los primeros mandatarios que llegaran.

EC – ¿Entonces en Chile el panorama político interno fue de aprobación a la iniciativa de la presidenta Bachelet?

FR – Digamos que en un principio parecía que sí, pero a medida que transcurría el lunes iban saliendo distintos miembros de la oposición a criticar tanto el rol que debía tener la Unasur en este proceso, así como a la OEA. Esto tiene un carácter importante porque su secretario general, José Miguel Insulsa, es aparentemente un posible precandidato a la presidencia, entonces de alguna manera pegarle a la OEA era pegarle a un posible precandidato.

Vale decir que Hernán Larrain, un senador de la Unión Demócrata Independiente, partido de derecha, señalaba que esta cumbre de Unasur significaría un "test de la blancura para que nos expliquen para qué sirve", declaraba. Y de alguna manera se señalaba que la Unasur no debía intervenir en situaciones internas en determinados países.

EC – ¿Y cómo se analizaba el papel que le correspondía a la presidenta Michelle Bachelet en un encuentro como este?

FR – Se rumoreaba en un principio que la presidenta Bachelet iba a tener una situación bastante complicada porque se iban a presentar dos propuestas confrontadas. Por un lado estaban las declaraciones del presidente Hugo Chávez que señalaba que esto era un complot organizado en Estados Unidos, incluso se señalaba que pretendía una posible intervención militar en Bolivia respaldada por la Unasur. Por otro lado había posiciones más atenuadas, por ejemplo del propio Chile, que señalaba que la Unasur debía favorecer el diálogo pero sin intervenir en los asuntos internos sino a solicitud de Bolivia; había en tensión dos visiones de la región que se han expresado en distintos acontecimientos.

EC – Del lado enfrentado a las posturas más duras del presidente venezolano se encontraba nada menos que el presidente Lula de Brasil.

FR – Exactamente, y el propio Chile. Y vale resaltar un aspecto muy importante: en declaraciones posteriores, ya sobre la medianoche en la televisión, el canciller Alejandro Foxley dijo que es básicamente el resultado de una propuesta que elevó Chile a la Unasur, y que resultó -prácticamente en su versión definitiva- la propuesta aprobada, porque las voces que se plantaron más fuerte fueron las de Brasil y las de Uruguay acompañando la visión de Chile entorno a este conflicto.

De alguna manera eso generó que Venezuela -aunque el canciller Foxley no la nombró explícitamente- debiera adherirse y cambiar su postura. Esto habla de un equilibrio de poder y de un contrapeso que logró imponerse en esta declaratoria final.

EC – La reunión fue larga -llevó más de seis horas- porque la discusión fue fuerte, porque había discrepancias y hubo que laudarlas en un trabajo que llevó su tiempo ¿no?

FR – Sí, y justamente un periodista le preguntaba al canciller Foxley si Chile se podía "anotar un poroto" en política exterior. El canciller no dudó en responder que para aquellos que acusan a Chile de no estar mirando hacia la región y sólo estar preocupados del TLC, esta es una demostración de que Chile sí está preocupado por lo que sucede en la región.

Organizar todo esto era una prueba muy importante para Chile y para la Unasur.

EC – Vayamos ahora sí a la declaración, a lo que aprobaron por unanimidad los presidentes.

FR – Lo primero que vale resaltar es que la declaración se llamó "La declaración de La Moneda". Esto tiene que ver con lo que se conmemoraba algunos días atrás. Recordemos que la presidenta Bachelet comenzó a leer la declaración señalando que "aquí en La Moneda como hace 35 años conocimos la violencia..." (referencia clara al golpe de Estado del 11 de setiembre del 73). Se rechaza la violencia en Bolivia, se pide a todas las partes encauzar el diálogo pero se da un respaldo muy fuerte al gobierno constitucional de Bolivia, y resaltó, "ratificado recientemente en un referéndum" -esto también fue destacado por la Comunidad Andina de Naciones unas horas antes que el comunicado de la Unasur fuera emitido-.

Como condición para iniciar el diálogo se condenó el ataque a instalaciones gubernamentales y a la fuerza pública por parte de grupos que buscan la desestabilización de la democracia boliviana.

Por otro lado también se condenó la matanza en el departamento de Pando -recordemos que junto con Santa Cruz, Tarija y Beni, son los departamentos más conflictivos. En este sentido se aceptó la propuesta del gobierno boliviano de instaurar una comisión de la Unasur para que estudie lo sucedido allí, una comisión de derechos humanos podríamos decir.

Y por otro lado se acordó el establecimiento, según algunos decían de dos comisiones, yo creo que son tres en realidad. Por un lado la que señalábamos, que estudie lo sucedido en el departamento de Pando, donde las cifras que se manejan hasta ahora ya superan la treintena de muertos y se habla de más de cien desaparecidos.

También una comisión de apoyo y asistencia al gobierno de Bolivia en función de sus requerimientos, incluyendo recursos humanos especializados -Chávez en declaraciones a la salida de la reunión en las afueras de La Moneda señalaba que esto tenía que ver con asegurar el abastecimiento-, o sea, una comisión de carácter más técnico.

Por último, otra para apoyar el diálogo. En la declaratoria se señala que esté abierta a todos los países de la Unasur y que sea guiada por la presidencia pro témpore. Esto es importante porque la presidencia pro témpore en estos momentos está en manos de Chile -por eso fue Bachelet que organizó y convocó a esta cumbre- y es importante por la relación tensa que históricamente existe entre Chile y Bolivia. Esto señala un acercamiento y separa las aguas entre lo que es un conflicto grave y lo que es un bloque regional, con los conflictos o situaciones bilaterales.

EC – Existen ya evaluaciones a propósito de la utilidad de una declaración como esta y de estas resoluciones que se han tomado, es decir, cuán efectivo termina siendo el accionar de la Unasur.

FR – Es muy prematuro aún señalar eso. La situación en Bolivia es realmente muy delicada. Si la Comunidad Andina de Naciones, si la Unasur, si los diferentes actores van señalando su respaldo al gobierno electo y legitimado por un referéndum en Bolivia, si se llama al diálogo y hay una condena internacional entorno a la situación que se está viviendo allí, indudablemente esto va a tener un impacto.

La prensa boliviana ya está consignando que antes de esta cumbre el diálogo parecía estar encauzado -algunos bloqueos ya se estaban levantando sobre todo en la zona de Santa Cruz, hay algunos que no se han levantado- y se había pasado a un cuarto intermedio hasta que Evo Morales llegara a Bolivia. En estos momentos seguramente se debe estar continuando con el diálogo porque se preveía seguirlo en la madrugada de hoy.