(Emitido a las 8.30)

EMILIANO COTELO:
Tanto el sábado, el domingo, como hoy lunes, se han venido acumulando una serie de noticias, todas ellas fuertes, todas ellas impactantes.

Empecemos por lo más nuevo. A esta hora hay fuertes caídas en las bolsas europeas por falta de confianza en la banca.

Por ejemplo, el índice de la bolsa de París está cayendo más de 6% en este momento, el índice de la bolsa de Francfort cae 5,8% y la bolsa de Londres está cayendo 6%.

¿Qué es lo que está de por medio? La preocupación a propósito del sistema financiero europeo después de las resoluciones que se adoptaron entre sábado y domingo.

¿De qué resoluciones hablamos? El gobierno alemán y los bancos de ese país alcanzaron ayer un acuerdo sobre un plan de 50.000 millones de euros para salvar de la quiebra al Hypo Real State, el cuarto banco de ese país. El sector financiero concederá una línea de crédito suplementaria de 15.000 millones de euros a añadir a los otros 35.000 millones de euros aportados en su mayor parte por el Estado alemán, según dijo un comunicado del ministerio de finanzas.

Horas antes, la jefa del gobierno, Angela Merkel, había admitido que se trabajaba a destajo para garantizar la supervivencia del Hypo Real State, e impedir que la situación crítica de un establecimiento bancario provocase la crisis de todo el sistema.

"Les decimos a todos los titulares de cuentas de ahorro que sus depósitos están seguros, el gobierno federal los garantiza", agregó Merkel en una breve declaración a la prensa.

Por otra parte, los gobiernos de Bélgica y Luxemburgo alcanzaron anoche un acuerdo con el primer banco de Francia, el BNP Paribas, para que esta entidad tome el control del Fortis en los dos países, anunciaron fuentes del gobierno luxemburgués y del propio banco en París. Según el acuerdo, que se logró después de dos días de intensas negociaciones, los gobiernos de Bélgica y Luxemburgo permanecen como accionistas minoritarios de Fortis y al mismo tiempo entrarán en el capital de BNP Paribas.

Con ese telón de fondo, los ministros europeos de finanzas se reúnen hoy y mañana en Luxemburgo para diseñar una estrategia común, un par de días después de la mini cumbre de las cuatro potencias económicas europeas que tuvo lugar el sábado en París. La reunión mensual de los 15 ministros de finanzas de la zona euro hoy en Luxemburgo, a la que seguirá la de los 27 ministros de la Unión Europea mañana, es la oportunidad de concretar los compromisos que Italia, Alemania, Gran Bretaña y Francia -los cuatro miembros europeos del G 8- alcanzaron en la capital francesa.

¿Qué compromisos asumieron Italia, Alemania, Gran Bretaña y Francia? Asumieron el compromiso de adoptar todas las medidas necesarias para garantizar la solidez y la estabilidad del sistema financiero sin llegar a mencionar la posibilidad de poner sobre la mesa un plan de rescate como el de Estados Unidos. También anunciaron iniciativas más técnicas para garantizar los depósitos bancarios, con el objetivo de alcanzar un desarrollo coordinado de las reglas europeas.

Buscan un desarrollo coordinado de las reglas europeas, luego de que Irlanda se cortara por su lado y adelantara su compromiso de garantizar los depósitos bancarios en ese país, sea cual sea su importe.

¿Cómo se están viviendo estas horas en Europa? Nos interesa conocerlo y por eso nos trasladamos directamente en este momento a Madrid.

Para eso le damos los buenos días a Silvia Pisani, colaboradora de En Perspectiva en España.

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EC - ¿Cómo es el clima, qué ambiente hay allá en España y en Europa en general?

SILVIA PISANI:
Yo lo que vengo notando es lo siguiente. Hace pocos meses los bancos europeos, los españoles -y lo mismo ocurría en Francia y en Gran Bretaña- tenían en las vidrieras lo que tiene normalmente un banco. ¿Qué es? Las condiciones en las cuales te ofrecen préstamos, te promocionaban cómo te daban dinero, en qué condiciones. De un tiempo a esta parte -no mucho- los bancos te anuncian qué es lo que te dan si vos les llevás dinero, ha cambiado radicalmente la situación. Antes promocionaban los préstamos, ahora promocionan la captación de dinero, y creo que esto es el eje fundamental, lo que ha cambiado aquí.

Hay bancos españoles que hasta te dan el acceso a una rifa de un auto si vos llevás una cantidad importante de dinero -de más está decir que yo no participo de esa rifa, pero digamos que esta es la idea-. Lo que se premia ahora es la confianza de quien deposita dinero en un banco, esto lo ve cualquiera en cualquier vidriera bancaria en estos días por Europa.

EC – Veía, por ejemplo, que la información más reciente en España dice que el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, va a reunirse hoy en el Palacio de la Moncloa con presidentes de bancos y cajas de ahorro españoles, para analizar cómo está funcionando el sistema financiero de ese país en esta situación tan crítica que se está viviendo en los últimos días.

SP – Es que la situación es esta: yendo al plano político, la idea que hay es que el discurso político va por detrás de la crisis. Recordemos que hace solamente 15 días decían aquí, en Europa, que era imposible que esta ola de temores, de incertidumbres, llegara al bloque. Pues bien, en este tiempo y solamente en una semana saltó una alerta en Bélgica, que la están superando con el Paribás francés para ver si puede intervenir en el banco belga en problemas. Acaba de saltar en Alemania -que es la locomotora europea y donde uno pensaba que nada iba a pasar-, lo que confirma la impresión de que la sorpresa, el conejo, salta en cualquier lado.

Esto tiene un poder letal sobre la confianza. ¿Por qué? Porque las sorpresas están saltando en cualquier sitio y lo que se ve es que el discurso político va por detrás.

Hoy, Zapatero, que hace una semana decía que todo iba de lo más bien, está llamando de emergencia, porque la realidad se lo impone, y metiéndolo en una agenda que era imposible -porque esta semana el presidente del gobierno español tiene una agenda cargada-; calzó esa reunión como fuera, porque la necesita, porque tienen que enviar una señal clara de confianza, porque, aunque no lo crean, ya la gente en España empieza a preguntar, por ejemplo, cuando habla con un argentino –a mí me ha pasado-: "Oye, ¿y cómo fue eso del corralito en Buenos Aires?". Porque empiezan a preguntárselo, empiezan a decir: "¿Y cómo es? ¿Dónde está mi plata? ¿Qué garantía tiene? ¿Quién me la respalda?". Estas son las preguntas que hoy en día rondan la cabeza de los españoles.

EC – Hasta ahora, los ministros europeos de finanzas vienen actuando por separado en la lucha contra la crisis. Ese factor, ¿cómo está incidiendo en todo esto? ¿Hay, de algún modo, una debilidad del esquema europeo que queda de manifiesto con un fenómeno como el que se está viviendo en el sistema financiero?

SP – Yo creo que la debilidad es patente en el sistema político mundial. Veamos lo que pasó en Estados Unidos donde en un momento pensamos que el plan de emergencia, que no sabemos si es bueno o malo, no se aprobaba y salió Bush con cara de desesperado a decir: "Esto, si no lo aprueban, será la catástrofe".

La idea en Europaa es que se despierta tarde a esta crisis. Este es el primer dato, es clarísimo. Este fin de semana, como bien decías, Europa no fue capaz de reaccionar en bloque, sino que se reunieron solamente cuatro: Londres, París, Roma y Berlín, e hicieron lo que pudieron; no salió un plan monolítico, sino el compromiso de un plan y la idea es que ahora el mecanismo europeo empiece a moverse.

La desconfianza ya está instalada, esto es real. Entonces, sí, evidentemente, el sistema político -y el europeo particularmente, que es muy lento y muy complejo de moverse- está yendo por detrás. ¿Había posibilidades de que fuera por delante? Da la impresión de que esta ola de desconfianza -que todavía no se sabe qué tiene adentro, pero que está ahí a punto de cuajar- ha tomado por sorpresa al sistema político occidental.

EC – Tú ya nos contabas algo de cómo se vive esta situación a nivel "micro", cómo se vive en la gente, pero ¿qué pasa en los medios de comunicación, en el caso de España, que es el que tú sigues de manera más directa? ¿Cuán presente está este asunto en la radio, en la televisión?

SP – La sensación que hay informativamente se podría sintetizar en "el último que apague la luz". Hay una presencia permanente de esto en todos los medios...

EC – Pero, por ejemplo, ahora yo daba estos números de las caídas de las bolsas y en este momento están cayendo por arriba del 5% y del 6% las bolsas más importantes de Europa. ¿Cómo se califica un lunes como éste? Supongo que "lunes negro" es lo mínimo que se dice.

SP – Sí, somos tan originales que obviamente eso es lo que se dice. Es como el tercer o cuarto "lunes negro" que estamos teniendo en los últimos 45 días en occidente. Se está calificando de ese modo. Es una información prácticamente prioritaria en los medios electrónicos y en las web.

Están todos muy pendientes de reuniones que van a ocurrir dentro de muy pocas horas: la de Zapatero con las entidades bancarias, de donde se supone que lo que saldrá es, posiblemente, un compromiso, una señal, de mayor garantía de depósitos, y en las próximas horas las de este pesado mecanismo europeo de reuniones de ministros de economía.

También se refleja la inquietud, se refleja el fenómeno, y por otro lado se refleja la lentitud de la reacción, que es propia del sistema.

EC – En el caso concreto de España, ¿cómo venía la economía hasta este momento y cuáles eran las perspectivas?

SP – Vamos a tratar de ponerlo de manera que se entienda. España es un país donde en este momento todos los días se destruyen 3.000 empleos, todos los días 3.000 personas se quedan sin trabajo en este país. Esto es lo que está pasando. Es un país donde abundan las noticias sobre "eres". ¿Qué son las "eres"? No es una letra bonita, son los expedientes de reducción de personal. Esto es lo que se está viviendo. Al mismo tiempo se está viviendo un alza de precios muy notable. Hay un ajuste del cinturón evidente y básicamente se está viendo desempleo, inflación y ajuste de cinturón para el futuro.