Entrevistas

El tenso conflicto en Bolivia, difícil de asimilar para los uruguayos

El tenso conflicto en Bolivia, difícil de asimilar para los uruguayos

Gonzalo Delgado, contertulio de En Perspectiva e integrante del equipo de 13 a 0, viajó a Bolivia para cubrir el partido entre Uruguay y los dirigidos por Erwin Sánchez, por la décima fecha de las Eliminatorias. Más allá de lo deportivo, el periodista de El Espectador contó a En Perspectiva que observó un conflicto político y racial "muy tensionado", donde "parece muy difícil" encaminar acuerdos. Delgado resaltó que es una situación con "pautas de comportamiento y de juicio que escapan" a lo que los uruguayos "habitualmente" procesan.

(Emitido a las 8.47 horas)

EMLIANO COTELO:
El partido que la selección uruguaya jugó el martes por las Eliminatorias contra Bolivia dejó contentos a buena parte de los uruguayos; después de todo un empate de atrás, en La Paz, no es un hecho que se repita así con frecuencia.

Para cubrir ese encuentro, varios periodistas uruguayos viajaron hasta Bolivia. Y si uno miraba la televisión, si escuchaba la radio, o si leía los diarios, el día anterior al encuentro, se topaba con algo que en general no aparece en las coberturas previas de un partido de fútbol.

La mayoría de los periodistas que viajaron destacaban el clima de conflicto político y social que se vive en Bolivia.

Como ustedes saben, hasta Bolivia también viajó Gonzalo Delgado, del equipo de 13 a 0 e integrante, además, de nuestras tertulias. Allá se encontró con voces como esta:

(audio)

"...señalado que no hay por qué hacer campañas por el "no" para la nueva Constitución, sino, por el contrario, lo único que queda es rechazar la convocatoria al referéndum".

"No se puede hablar de campaña cuando ellos tienen un mandato de un millón de personas para rechazar y resistir el referéndum constitucional".

"...y quienes deciden el voto ya se siente en el oriente boliviano, que van agitando diciendo que no sirve la Constitución, confundiendo a la población, ningún problema, estamos dispuestos a debatir y defender esta nueva Constitución política del Estado boliviano..."

"En Sucre, Sabina Cuinguer, dice que esta marcha de los movimientos sociales sólo es para...".

(fin del audio)

Ya de regreso en Montevideo les proponemos, esta mañana, conversar con Gonzalo para compartir algunas de esas experiencias.


***


EC – ¿Qué son esas voces que estábamos escuchando?

GONZALO DELGADO:
Escuchábamos, por un lado, a diputados, senadores y a gobernadores de la oposición, por otro al presidente Evo Morales en su discurso del otro día frente al Parlamento, en una manifestación convocada por el MAS, su partido, para pedirle al Congreso que apruebe la convocatoria al proyecto de nueva Constitución que intenta llevar adelante el oficialismo; y en el final escucharíamos una de las tantas voces que pude recolectar en Santa Cruz, hablando a calzón quitado de qué piensan y cómo creen que son sus vecinos de La Paz.

EC – Justamente, la primera escala en Bolivia fue en Santa Cruz, esa ciudad donde la oposición tiene su refugio más importante. ¿Con qué Santa Cruz te encontraste?

GD – Una Santa Cruz que más allá del conflicto político, expresa un conflicto con un componente racista muy grande. Eso fue lo más importante, lo primero. Estamos hablando de que desde que nos subimos a la primera camioneta que nos trasladó al hotel desde el aeropuerto, la pauta de la discusión era más o menos esta: "Estos indios malditos que nos quieren venir a sacar la tierra no van a pisar. Si pisan, los tendremos que matar". Básicamente, en resumen, sería eso.

JOSÉ IRAZÁBAL:
Eso te decía cualquier santacruceño con el que te cruzaste.

GD – Cualquier santacruceño y cuando digo cualquiera no digo sólo lo que puede ser el ícono de la casta que lidera la política de Santa Cruz y que no tiene rasgos indígenas o que no tiene nada que ver con los indios...

JI – ...Seguramente te lo decía alguien con cara y rasgos de indígena.

GD – Exactamente, la más tragicómica de las situaciones que me sucedió era un taxista que definía a Evo Morales y a los "cholos" y a los "coyos" como "nariz chata" y si vos le mirabas la cara mientras hablabas con él, no sólo no era rubio y de ojos celestes, sino que tenía los rasgos exactos que después uno encontraba en La Paz, sin embargo te hablaba como si fuera absolutamente distinto a ellos. Es algo de las cosas que más me impresionó de Santa Cruz.

Es una posición que atraviesa a toda la sociedad, que no es sólo de las clases altas o del poder político y económico de Santa Cruz; el cruceño medio también tiene esa posición, aunque si uno lo mira, comparte muchos rasgos con los habitantes de La Paz.

JI –Y en materia de medios de comunicación ¿cómo era la cosa ahí en Santa Cruz?

GD – En Santa Cruz y en Bolivia, porque en realidad a Santa Cruz también llegan los diarios de La Paz, me encontré con una situación que no es muy habitual para nosotros y es una abierta toma de posición por un lado o por otro del conflicto. Es decir, respecto de cada tema, los diarios lo trataban o desde el lado de la oposición, desde el lado de Santa Cruz, o de lo que se llama la "media luna", que son las cuatro provincias donde la oposición es más fuerte, o directamente lo tomaban en apoyo al oficialismo. Y eso iba no sólo en el trato de la noticia, sino hasta en la adjetivación de quienes participan de los hechos políticos, sean opositores o sean oficialistas.

JI – Y después viajaste a La Paz, ya para el partido, ¿y ahí con qué te encontraste?

GD – En La Paz estuve muy pocas horas. Fueron apenas algunas sensaciones y algunas charlas, pero si uno se baja del aeropuerto del Alto, a más de 4.000 metros, para llegar al centro de La Paz, para llegar a la zona residencial, uno tiene que atravesar buena parte de la ciudad, que es como un pozo hacia adentro, en el que de lo más pobre se va a lo más rico.

En el Alto, donde está el aeropuerto, están los barrios más populares. A partir de que uno sale del aeropuerto uno empieza a ver un clima totalmente distinto, no sólo estético respecto de Santa Cruz, sino también político, de pintadas, manifestaciones y cuestiones que son de absoluto apoyo al presidente Evo Morales. Y se nota que en Bolivia tiene un apoyo gigantesco, por lo menos en esas primeras impresiones, cosa que no pasa ni cerca en Santa Cruz, donde Morales es, prácticamente, mala palabra.

JI – ¿Cuál es tu impresión de lo que viste allí en Bolivia?

GD – Lo que vi es un conflicto muy tensionado y me parece muy difícil de encaminar en acuerdos a esta altura por parte de las dos posiciones. Además, creo que desde nuestra cultura cívica, por ponerle algún término, desde nuestra formación y concepción del sistema republicano, es muchas veces difícil de entender, porque tiene pautas de comportamiento y de juicio que escapan a los que nosotros habitualmente procesamos. El caso de un periodista que fue detenido hace pocos días me parece bastante enigmático como para resumir esa sensación. Estoy hablando de Jorge Melgar, un periodista del que tenemos un pequeño audio, si quieren escucharlo para después decirte por qué me siento así ante la situación:

(audio)

"No tiene pisadas, no pisa más el indio maldito en estas regiones. Aténgase a las consecuencias todos esos cabrones y alcahuetes masistas, que por ésta no va poder traer a este indio analfabeto e ignorante... Y ese mismo día, los masistas de mierda que se preparen, pero odio a esa raza maldita, Evo Morales, Álvaro García, Alfredo Rada, Juan Ramón Quintana, deben ser fusilados".

(fin del audio)

Así se manejaba este periodista, que es de una de las zonas, en este caso, de Tarija, que se oponen a Evo Morales. Los "masistas" son el MAS, el partido del presidente. En esos términos se maneja buena parte de la oposición en la calle, las conversaciones que te decía que tenía.

¿Qué pasó con Melgar? Estando yo allá fue detenido a las cuatro y pico de la mañana en su casa, por un comando policial, fue sacado encapuchado, según denunciaban, y hoy está detenido en La Paz acusado de terrorismo, sedición y atentado contra la seguridad.

Entonces, lo que te decía: lo difícil de situarse en una situación en la que no me imagino a ningún periodista uruguayo hablando así de ninguno de sus presidentes, pero tampoco me imagino un gobierno resolviendo así la situación. Insisto, el conflicto, por momentos, se maneja dentro de pautas y reglas que desde la formación uruguaya cuesta un poco entender.

(Foto: AFP)