Entrevistas

"Se cierra una puerta" en la inmigración a Europa

Silvia Pisani, corresponsal de En Perspectiva en Madrid, manifestó que el nuevo pacto que regula la inmigración a Europa "termina con la idea de la búsqueda: vos no podes ir a buscar y a ver qué encontrás, dónde encontras un lugar". Agregó que "lo que están haciendo es empezar a regular las posibilidades de ingreso de extranjeros de acuerdo a las condiciones de trabajo internas". De todos modos, agregó que "América Latina es una región que todavía tiene una puerta de entrada muy importante por España".

(emitido a las 7.45 horas)

EMILIANO COTELO:
Si yo les hablo de Europa probablemente ustedes piensen de inmediato en que enfilamos hacia la crisis financiera internacional, porque en todos estos días Europa ha sido uno de los epicentros de este terremoto que nos tiene a todos pendientes y preocupados.

De hecho hoy las noticias que llegan de allá también tienen su interés, aunque va a ser necesario dejar correr unas horas para entenderlas. La bolsa ha terminado la semana en una especie de montaña rusa. El lunes fue un día de suba, después de los acuerdos alcanzados en París y Washington, y las bolsas alcanzaron niveles récord. Después se vino la caída durante tres días, caídas muy severas, y hoy, último día del carrusel –como dice el diario El País de Madrid-, las bolsas han retomado las ganancias con idéntica fuerza.

¿Qué es lo que está pasando? Ya lo averiguaremos, probablemente más tarde esta mañana volvamos sobre este asunto.

Pero lo que yo les sugiero ahora es mirar hacia Europa desde otro ángulo, un ángulo que tiene mucho que ver con nosotros, que tiene que ver con conflictos, con tiranteces, con situaciones humanas que a los latinoamericanos nos han pegado en distintos momentos en estos últimos años.

Ustedes escucharon la noticia en nuestros titulares del panorama internacional hace minutos: La Unión Europea adoptó ayer, en su cumbre de Bruselas, el Pacto Europeo de Inmigración y Asilo presentado por la presidencia francesa del bloque, basado en una selección según las necesidades laborales de cada país, un pacto que pone fin a las regularizaciones masivas.

"El pacto ha sido adoptado en forma unánime", anunció al final de la cumbre el presidente francés Nicolas Sarkozy, impulsor de esta controvertida iniciativa, suavizada bajo la presión del gobierno socialista español de José Luis Rodríguez Zapatero. Precisamente, Rodríguez Zapatero saludó la aprobación del pacto, quien dijo que "después de muchos años representa un marco definitivo común de política migratoria, a partir de los principios de legalidad y solidaridad dentro de la Unión Europea y cooperación con los países de donde proviene la inmigración".

"El Consejo Europeo adoptó el Pacto Europeo de Inmigración y Asilo que refleja el compromiso de la Unión Europea y sus Estados miembros, de llevar a cabo una política justa, eficaz y coherente, frente a los desafíos y las oportunidades que representan las migraciones", indica el documento con las conclusiones de los líderes de la Unión.

"El pacto constituye ahora, para la Unión y sus estados miembros, la base de una política común, guiada por un espíritu de solidaridad entre Estados miembros y cooperación con los países terceros", agrega el texto que en realidad había sido acordado en julio por los 27, pero que recién fue oficializado ahora durante esta cumbre, por decisión de Francia que había hecho del tema una de sus grandes prioridades.

El pacto incluye una serie de principios fundamentales, a respetar por los 27 Estados miembros, para evitar afectar los intereses de los demás y cooperar en la lucha contra la inmigración clandestina.

Según el pacto, los países de la Unión Europea siguen siendo libres para organizar la inmigración legal en función de sus prioridades, sus necesidades y sus capacidades de recepción nacionales. En ese sentido, la Comisión europea concibió la idea de una tarjeta azul para atraer a los diplomados extranjeros más calificados, documento que permitirá a su titular y su familia trabajar y residir en el Estado que se lo otorga.

Por otra parte, los europeos también seguirán siendo libres para elegir los medios de luchar contra los clandestinos, unos 8 millones hoy, en el conjunto de la Unión Europea. En ese marco, cada país puede elegir regularizarlos o expulsarlos, aunque para ello deberá utilizar un procedimiento caso por caso y no en forma generalizada.

Las expulsiones, en caso de ocurrir, deberán hacerse de preferencia sobre una base voluntaria, respetando el derecho y la dignidad de las personas concernidas. En caso de resistencia, la polémica directiva "retorno", aprobada por el euro parlamento con mayoría de votos de la derecha y la izquierda, y objeto de duras críticas desde América Latina, establece las pautas para proceder a esas expulsiones forzadas.


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EC – Estamos con Silvia Pisani, nuestra colaboradora en Madrid, España.

¿Qué temas andan en la vuelta hoy en España? ¿Estos o los de la crisis financiera?

SILVIA PISANI:
Andan los otros. Es increíble, pero estas cosas ocurren; cuando se debatió esta directiva europea, fue un gran tema, tema de portadas, de grandes debates. Ahora el euro parlamento la aprobó, le puso el sello y la firma, y la verdad es que no ocupa el primer lugar informativo, de ninguna manera.

EC – Bueno pero a nosotros nos interesa, supongo ¿no? Tenemos una sensibilidad especial con estos asuntos, por eso te estamos llamando, porque sería bueno bajar a tierra este acuerdo, entender qué significa.

En primer lugar, parecería que es un avance importante desde el punto de vista interno de la Unión Europea para sanar heridas, para evitar cortocircuitos que se estaban dando en el manejo entre los distintos países del tema migratorio.

SP – Sí, eso sin duda. Los que nos dedicamos al periodismo tenemos muchos vicios, uno de ellos es estar anotando permanentemente. Y cuando te iba escuchando recordar los contenidos de este acuerdo, iba viendo los adjetivos que usaron para describirlo, que son: justo, solidario, eficaz, coherente. La verdad es que justo y solidario no parece esto, depende de con quién se mire. Sin embargo, Europa lo describe de esta manera porque lo considera justo y solidario entre los países miembros de la Unión Europea, no para quien mira desde afuera.

Y este es el punto central. Lo que está pasando aquí es que por bonitas palabras que se le pongan, hay una puerta que se cierra, y que solamente se abre cuando desde el lado europeo, desde el lado del dueño de casa, se ojea por la mirilla, se pregunta quién es, y si la persona tiene aspecto agradable, nos conviene y viene bien, se la deja pasar, sino no. Esta es básicamente la idea.

¿Cómo se traduce esto? Cada Estado verá como lo pone en marcha, pero es básicamente saber si la persona que viene tiene alguna función social y laboral que cumplir en el país.

Esto termina con la visión tradicional que tuvo la inmigración históricamente; una persona que se da cuenta de que en su lugar no crece lo suficiente, no le va bien y hasta puede enfrentar privaciones, se sube a un transporte -barco, burro, canoa, lo que sea- y se va a buscar otra cosa. Esto termina con la idea de la búsqueda, vos no podes ir a buscar y a ver qué encontrás, dónde encontras un lugar. Solamente podes venir a Europa, -cuando esto termine de reglamentarse en cada Estado- cuando de antemano sepas qué lugar vas a ocupar.

EC – Sí. "Los países de la Unión Europea siguen siendo libres para organizar la inmigración legal en función de sus prioridades, sus necesidades y sus capacidades de recepción nacionales", eso es lo que dice en una de sus cláusulas este acuerdo.

SP – Ya previendo esto ¿qué ha hecho España hace poco? En España hay un listado de trabajo "de difícil cobertura". Por ejemplo, aquí en España no había mano de obra local para trabajar como asistente de servicio doméstico, como mucama, muy pocas españolas querían hacerlo. Entonces, dentro del cuadernillo "de difícil cobertura" estaba el servicio doméstico, porque había que contratarlos de fuera. Hace poco, España eliminó esta posición y eliminó también la de la construcción, es decir no van a llamar gente de afuera para la construcción, previendo que aquí hay muchísimos parados en la construcción. Lo que están haciendo es empezar a regular las posibilidades de ingreso de extranjeros de acuerdo a las condiciones de trabajo internas.

EC – Ahora, la información dice que este pacto, que ya tenía acuerdo desde el mes de julio ha sido -en el ínterin- suavizado básicamente por iniciativa española. ¿En qué ha consistido esa atenuación?

SP – Fue un debate interno con muchos puntos que se atenuaron y uno de ellos era la forma en que se habla de los retiros voluntarios. En realidad los retiros voluntarios son muy parecidos a una expulsión, de todas formas te tenés que ir. La condición es justamente las condiciones que uno firma para irse: si no es voluntario no podés volver por un plazo de tiempo mucho más grande; si es voluntario no volvés por tres años. Esos son los tipos de cosas que ha conseguido suavizar España.

Hay países que en estos momentos pueden detener a un inmigrante sin papeles y tenerlo retenido, preso, sin límite de tiempo. Lo que se hizo –fue España una de las promotoras- es fijarle un tope a ese plazo; nunca más de 18 meses. Si nos ponemos a pensar es una barbaridad agarrar a una persona y meterla presa porque no tiene documentos, y tenerla presa un año y medio suena a mucho. España dice que esto es un progreso porque hay países que no tenían tope alguno, y de repente había personas que pasaban mucho más tiempo presas porque no había limitación para esto.

EC – Ahí tenemos algunos ejemplos de cómo va a operar este pacto con los casos que se den de ahora en adelante, por ejemplo de inmigrantes clandestinos. Ahora, con toda la gente que hoy vive en Europa sin papeles, que vive y trabaja de manera irregular ¿qué va a ocurrir?

SP – Todavía nada, porque si bien esto está aprobado, aún no se instrumentó. Lo que se está viendo es que la mano viene más dura. Se supone que con esta medida, una vez que se aplique -y estamos hablando de un plazo mayor de un año para que entre en vigor-, todas las personas que están en condición irregular se las van a ver mucho más negras, porque hay una decisión política atrás de esto. La cuestión es con cuánta fuerza se aplique esa decisión política. Si la idea es salir a perseguir, va a estar muy complicado. Se estima que en toda Europa hay unos 8 millones de personas que podrían ser alcanzadas por esta normativa cuando se ponga en vigor.

EC – Dice la declaración que otro de los principios, además de la legalidad y solidaridad dentro de la Unión Europea, es la cooperación con los países de donde proviene la inmigración. ¿Qué es esto? ¿De qué forma se traduciría esa cooperación?

SP – ¿A dónde apunta esto? Básicamente está apuntando a la inmigración que más preocupa en este momento en Europa, que es la de origen asiático y africano. En esto hagamos una aclaración para nuestra tierra. Aunque obviamente todo el mundo se siente concernido, América Latina es una región que todavía tiene una puerta de entrada muy importante por España, esto es indudable. Porque hay una serie de acuerdos y de reglamentaciones de acceso a nacionalidad, de acceso a residencia, que tienen que ver con la historia común de España y de América Latina, entonces aquí hay una campana que es diferente.

Pero esto apunta básicamente a la inmigración que hoy en día es la que más inquieta, que es la asiática y la africana.

¿Qué es ese principio de solidaridad con los gobiernos? Pues bien, que se habla con el gobierno de un país africano y se le dice "mire yo vengo a que nos pongamos de acuerdo para evitar que de su país siga saliendo gente de manera irregular para venir al mío". Entonces el país africano o el país asiático recibe ayuda teóricamente para promover y para generar condiciones de trabajo y de bienestar que eviten que los emigrantes tengan que emigrar y con esto, dicho de alguna manera, se lava la conciencia europea. Europa se porta de una manera solidaria, da préstamos para el desarrollo, y de esta forma se supone que los inmigrantes no tienen necesidad de venir. Sabemos que esto es una muy buena intención y que la realidad es muy distinta.