Entrevistas

Chávez perdió los símbolos más importantes que había sostenido

El partido de Hugo Chávez resultó vencedor en las elecciones municipales celebradas recientemente en Venezuela. Sin embargo, sus candidatos perdieron en algunas de las regiones más importantes, incluida la capital, Caracas. Luis Vicente León, director de la consultora Datanálisis, dijo a En Perspectiva que Chávez está tratando de "aprovechar la derrota" para mostrar que su régimen es democrático, pero que la oposición no ganó en democracia, "sino que ganó unos espacios a pesar del uso de la fuerza". También destacó que, "lejos de atacar a Chávez", la oposición presentó un discurso conciliador que puede "darle mucho oxígeno" a futuro.

(emitido a las 8.40)

EMILIANO COTELO:
En Venezuela, el presidente Hugo Chávez proclamó hoy la victoria de su Partido Socialista Unido en las elecciones regionales que se celebraron ayer, al haberse impuesto en al menos 17 de los 22 estados que celebraban comicios, por lo menos de acuerdo con los resultados provisionales.

De todos modos, la información que llega desde Caracas destaca que al mismo tiempo el partido de Chávez ha perdido en las regiones de Zulia y Miranda -regiones importantes, las más pobladas del país-, y por otra parte, la oposición se ha impuesto además en la alcaldía mayor de Caracas.

Según la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, la participación ha sido del 65,45%, la más alta registrada en unos comicios regionales y locales en Venezuela.


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EC – El contacto es con Luis Vicente León, economista, analista político, director de la consultora Datanálisis, que nos recibe en Caracas.

VICENTE LEÓN:
Es todo básicamente muy importante porque la interpretación que se de a lo que ocurrió anoche va a ser fundamental para el futuro de la revolución del presidente Chávez.

EC – Justamente mi pregunta es, a partir de esta información que ya se conoce, ¿qué conclusiones se pueden sacar? ¿Cómo le fue al presidente Chávez, que había planteado estos comicios regionales prácticamente como un plebiscito en torno a la revolución?

VL – Desde el punto de vista numérico ocurre lo que se estaba esperando, que el presidente Chávez ganara más o menos cómodo el número de alcaldías y gobernaciones a nivel nacional. Es decir, no es una sorpresa que el presidente Chávez pudiera ganar la mayoría numéricamente hablando.

Sin embargo, esta es una elección también de símbolos, porque tú no estás aquí en una pelea entre pares, entre actores de tamaño o dimensión similar. El presidente Chávez en el año 2004 había ganado 21 de 23 gobernaciones en Venezuela y la alcaldía mayor de Caracas, y en este momento el presidente Chávez pierde en manos de su adversario -a quien había por cierto atacado y amenazado en lo que él había convertido un plebiscito en Venezuela- los símbolos más importantes, los trofeos más importantes que él normalmente había sostenido.

Estamos hablando de que en lo que llamamos el corredor electoral principal, que son los ocho estados donde vive cerca del 65% de la población total, el presidente Chávez pierde no solamente la mitad de esos estados, porque ya en la madrugada se sabía que también había perdido el Estado Carabobo. Es decir, está perdiendo la alcaldía mayor de Caracas, el estado Miranda, el estado Carabobo y el estado Zulia, que representa el eje económico y político más importante del país y donde se radica la mayoría de la población venezolana.

Entonces ya no estamos hablando de un tema numérico nuevo de 17 gobernaciones, como lo presenta el presidente Chávez -lo cual es por supuesto cierto numéricamente-, sino que estamos hablando de la derrota en la ciudad capital, la derrota en el Estado económico más fuerte del país –el estado Miranda-, la derrota en la zona industrial -el estado Carabobo-, la derrota en el estado que más diputados trae a la Asamblea Nacional -el estado Zulia-, y todavía no se había básicamente dado el resultado final en el estado Táchira, que también corresponde a los ocho estados del corredor principal.

Entonces, obviamente que esto es un costo muy importante porque ha perdido terrenos en el corazón del país y de alguna manera lo importante ahora ya no será el número sino saber si la oposición tiene con quién cobrar ese triunfo simbólico que ha tenido en este momento.

EC – ¿A qué se refiere con que la pregunta ahora es si la oposición tiene con quién cobrar ese triunfo simbólico?

VL – Porque al final de cuentas es muy fácil siempre cobrar un triunfo numérico, es decir, es fácil vender la tesis de que ganaste cuando ganas más del 50% de lo que está compitiendo. El presidente está presentando un mapa robo y esa es una estrategia normal, él va a decir "yo gané", reconoce la derrota en algunos lados y además pone como si fuera una gran cosa que el presidente lo permita para mostrar su democracia.

EC – Chávez, en el discurso que ha pronunciado luego de conocido los resultados, señaló: "Las elecciones han demostrado que aquí hay un sistema democrático y que aquí se respeta la decisión del pueblo".

VL – Esa es una forma de aprovechar una derrota. Está tratando de aprovechar la derrota en los Estados más importantes del país para reforzar su tesis de democracia, pero vale la pena decir que ese resultado ocurre a pesar de que por ejemplo un funcionario completamente vinculado a la revolución, que era el contralor general de la nación, inhabilitó administrativamente sin un juicio, a la mitad de los candidatos de la oposición que eran favoritos en el corredor electoral principal. O sea que esto está pasando a pesar de que el gobierno comete lo que en mi opinión es un proceso completamente ilegítimo desde el punto de vista político, que le impide a la oposición colocar los candidatos que consideraba convenientes; ese es un primer elemento.

El segundo elemento es el uso de una estrategia terriblemente fuerte de amenaza y chantaje a la población para que votara por sus candidatos. El presidente Chávez amenazó con sacar los tanques a la calle si la oposición ganaba, amenazó con quitarle el presupuesto financiero a todos los municipios y gobernaciones que la oposición ganara. Lo que ocurrió no fue que la oposición ganó en democracia, sino que ganó unos espacios a pesar del uso de la fuerza, de la amenaza, del plebiscito, de los recursos públicos y de la inhabilitación de sus candidatos, lo que indica básicamente que la fuerza opositora sin duda ha tenido un avance muy importante en el medio de las circunstancias o en el entorno en que se movía.

Como estamos hablando de símbolos lo importante es si lo cobran porque al final si tú me dices gané 51% de los votos, o gané 51% de los puestos de dirección popular, pues bueno, ese es un triunfo natural, pero cuando tú tienes que vender la simbología de la ciudad de Caracas, la simbología de ley industrial, la simbología del corredor electoral principal, la simbología -que no he mencionado- de haber ganado el municipio Sucre que es donde se radica el barrio pobre más grande de Venezuela y de América Latina, con lo cual se derrumba el mito de que el presidente Chávez es el único que podía ganar en los barrios pobres en Venezuela, es una mitología que había sido muy fuerte para el presidente Chávez.

El tema es si existen esos líderes políticos nacionales en Venezuela, que le van a presentar durante todo el día de hoy a la población ese triunfo, le van a decir "oye, ganamos, hemos ganado porque hemos ganado el corazón, porque le hemos básicamente quitado los trofeos"...

EC – La oposición no logra encontrar un liderazgo, no logra coordinar, no logra un acuerdo en torno a cómo llevar adelante justamente el papel que le corresponde en el tablero político venezolano.

VL – Así es, muy pobre, porque el liderazgo nacional de la oposición realmente es prácticamente inexistente. Pero vale la pena decir que lo importante, lo interesante, es que en los discursos de anoche aparecen por primera vez los actores regionales de manera directa. Es decir, no fue cobrado por ningún liderazgo opositor -que al final de cuentas eran líderes muy pobres- sino que es cobrado directamente por el nuevo alcalde de Caracas, Antonio Ledesma, en un discurso que intentó abiertamente mostrarse popularmente distinto al presidente Chávez. Antonio Ledesma agradece al pueblo pero también reconoce la fuerza de Aristóbulo Istúriz, su contendor, y también reconoce los votos del Partido Socialista Unido Venezuela en Caracas.

Lo mismo ocurre al aparecer en el discurso de Carlos Ocariz, el nuevo alcalde del municipio Sucre, que es en mi opinión quizás el símbolo más importante del triunfo opositor. Es algo así como el novio de la oposición venezolana -que además era la gran esperanza de triunfo-, un líder muy joven, nuevo, renovador, que eventualmente cobra también de la misma manera. Una cosa que por supuesto el partido chavista no hace jamás y que en Venezuela no estábamos acostumbrados: la oposición, lejos de atacar a Chávez y de cobrar, dice "estamos dispuestos a trabajar con el presidente Chávez, estamos dispuestos a trabajar con el gobierno central, no venimos a ningún tipo de retaleación y reconocemos la labor y el trabajo del Partido Socialista Unido Venezuela y del candidato chavista". Es un juego por cierto diseñado, pero que viene desde los liderazgos regionales y eso puede sin duda darle mucho oxígeno a la oposición a futuro.